La Guerra de Crimea - Rusia -

Rusia no se vio afectada por la Revolución de 1848, pero Nicolás I intervino en Austria y ayudó a aplastar a los revolucionarios húngaros. También se expandió paulatinamente por Asia central, avanzando por lo que en otro tiempo se llamó Turquestán, y aproximándose cada vez más a la India, para consternación de los británicos. Rusia mantenía sus ambiciones de anexionarse todo cuanto pudiera del Imperio otomano. 

En 1853 se planteó el problema de quién iba a proteger los Santos Lugares cristianos. Rusia protegía al clero ortodoxo en Palestina, y Francia, al católico. Ambas naciones disputaron al respecto, con el Imperio otomano en medio. Rusia era el país que se hallaba más próximo, y en julio de 1853 fuerzas rusas empezaron a reforzar su presencia en las provincias rumanas, enviando allí tropas. 

Francia puso objeciones a esta política y envió a su vez barcos para apoyar a los turcos. Los británicos, preocupados por causa de la India, preferían con mucho un débil Imperio otomano en Constantinopla que una Rusia fuerte, y también enviaron barcos. Fracasaron los intentos de llegar a una solución de compromiso, y el 4 de octubre de 1853, el Imperio otomano, seguro ante el apoyo manifiesto que le brindaban las dos potencias occidentales, declaró la guerra a Rusia. Esta destruyó la flota turca en el mar Negro el 30 de noviembre. 

Para compensar esta pérdida, británicos y franceses enviaron sus barcos a aquel mar el 3 de enero de 1854. Los rusos respondieron rompiendo las relaciones diplomáticas con Gran Bretaña y Francia el 6 de febrero. Estas potencias solicitaron que Rusia evacuara las provincias rumanas, a lo que Rusia no contestó directamente, sino que cruzó el Danubio e invadió Bulgaria el 20 de marzo de 1854. Ante estos hechos, los británicos y los franceses concluyeron una alianza con el Imperio otomano, y el 28 de marzo declararon la guerra a Rusia. (Era la primera vez que Gran Bretaña o, antes que ella, Inglaterra luchaba en el mismo bando que Francia desde la tercera cruzada, seiscientos cincuenta años antes.) Austria no deseaba que Rusia dominara los Balcanes, de modo que amenazó con sumarse al bando contrario si los rusos no evacuaban esa península. (Con esta iniciativa, Austria olvidaba la ayuda que Rusia le había prestado pocos años antes, a raíz de la revuelta húngara.) 

En vista de la situación, Rusia evacuó Rumania, y Austria envió tropas para reemplazarla. Esto es algo que los rusos no olvidarían, y el antagonismo así generado tendría importantes consecuencias. En cierto modo, quedaba zanjada la cuestión. Rusia se había retirado y el Imperio otomano estaba a salvo por el momento. Los británicos y los franceses podían regresar una vez cumplida su misión, sobre todo habida cuenta que sus tropas en los Balcanes estaban siendo víctimas del cólera. Pero los gobiernos de Londres y París consideraban que era preciso salvaguardar el Imperio otomano destruyendo la gran base naval rusa de Sevastópol (Sebastopol), en el extremo meridional de la península de Crimea, donde ésta penetra más en el mar Negro. El 14 de septiembre de 1854, una fuerza francobritánica desembarcó en el litoral de Crimea, y como toda la lucha quedó limitada a esta península, el conflicto se conoce como "guerra de Crimea". En octubre, los aliados iniciaron el asedio de Sevastópol. Los generales británicos demostraron ser particularmente incompetentes, como puso de manifiesto el episodio más famoso de la guerra. El 25 de octubre de 1854, en el transcurso de la batalla de Balaklava, un suburbio de Sevastópol, una confusión en las órdenes envió un escuadrón de la caballería ligera, integrado por 673 hombres, a una carga contra la artillería rusa, sin propósito alguno. Más de un tercio de los jinetes perdió la vida en media hora.

El episodio fue inmortalizado por el poema de Tennyson "La carga de la brigada ligera", la cual fue saludada como un acto de heroísmo. La realidad, sin embargo, fue que los soldados no eran héroes, sino que los generales eran estúpidos. (Si se ejecutara a más generales por estúpidos, las guerras serían más cortas y menos sangrientas, y podrían incluso terminarse.) El asedio continuó todo el invierno 1854-1855, y los aliados siguieron siendo víctimas de los estragos del cólera. La guerra de Crimea fue la primera en la que enviados especiales de los periódicos escribieron crónicas de los acontecimientos, y el público británico se sintió indignado ante la ausencia de cuidados médicos y la miseria generalizada que debían sufrir los soldados rasos, por causa de la incompetencia e indiferencia de sus jefes militares. Eso había sido así desde siempre, pero por vez primera se daba a la publicidad. Florence Nightingale (1820-1910), una enfermera, llegó a Crimea el 5 de noviembre de 1854. Más heroica que cualquier soldado y más inteligente que cualquier oficial, luchó en favor de un trato decoroso a los enfermos y heridos, y se convirtió en una heroína para el público británico. 

Creó la profesión de enfermera, y sus informes después de la guerra iniciaron el proceso en virtud del cual los ejércitos, por vez primera, se hicieron responsables de la salud y bienestar de sus soldados. El 26 de enero de 1855 llegaron unos diez mil soldados sardos. No les interesaba la guerra como tal, pero su primer ministro, Cavour, consideraba conveniente contribuir a la victoria de franceses y británicos, a fin de que éstos pudieran apoyarle en sus planes para unificar Italia. El 2 de marzo de 1855, Nicolas I murió y le sucedió su hijo, quien reinó como Alejandro II(1818-1881). El asedio de Sevastópol se prolongó medio año más. Los aliados presionaban, y los soldados rusos oponían la resistencia desesperada que siempre les ha caracterizado. Finalmente, el puerto fue tomado, aunque con muchas bajas, el 11 de septiembre de 1855. 

El sitio había durado casi un año. Austria amenazó de nuevo a Rusia con la guerra si se negaba a firmar la paz, por lo que hubo de ceder. El tratado de París, que ponía fin al conflicto, se suscribió el 30 de marzo de 1856. Gran Bretaña logró sus propósitos. Rusia accedió a que sus barcos de guerra se mantuvieran fuera del mar Negro, con lo que el Imperio otomano pareció quedar a salvo. Pero Rusia era muy grande. Si no ganó por un lado, ganó por otro. En 1858 firmó un tratado con China por el que este país le cedía la orilla oriental del río Amur, una región que Rusia se había visto forzada a evacuar casi dos siglos antes. Pero para entonces China estaba muy debilitada, y se había reforzado la presencia rusa en Oriente. En 1860, Rusia fundó Vladivostok, que a partir de entonces ha sido el mayor puerto de ese país en el océano Pacífico.