Batalla de Nicopolis

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macahe87
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Desde: 1 Jul 2013

Me gustaria tener informacion sobre esta batalla o saber si hay algun libro o web que hable de ella concretamente. Ya que nose mucho de ella, solamente que fue en el 48 aC y que y que Farneces II derroto ha Domicio Calvino. Bueno eso y algun dato mas que he leido en wikipedia.

http://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Nic%C3%B3polis_(48_a._C.)

macahe87
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Tambien em gustaria tener informacion sobre la ciudad de Nicopolis en la actual Turquia, puesto que debio ser una ciudad muy importante en la zona cuando el Imperio Romano la dominaba

Flavius Stilicho
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ColaboradorRedactor MHMSocio MH
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El propio artículo de la wikipedia te da la referencia principal para la batalla: De Bello Alexandrino de Aulo Hircio. La narración es la siguiente:

XXXIV. Mientras pasaba esto en Egipto, acudió el rey Deyotaro a suplicar a Domicio Calvino, a quien César había dado el gobierno del Asia y de las provincias comarcanas, no permitiese a Farnaces poseer y destruir la Armenia Menor, reino suyo, ni la Capadocia, reino de Ariobarzanes, pues si no se les libertaba de esta fatalidad, no podrían cumplir lo que se les mandaba ni aprontar el dinero que tenían prometido a César. Domicio, juzgando que no sólo era necesario el dinero para los gastos de la guerra, sino que era vergonzoso para el Pueblo Romano, para César vencedor y para sí propio que un rey extranjero se apoderase de los reinos de sus aliados y amigos, despachó inmediatamente sus mensajeros a Farnaces diciendo que saliese de Armenia y de Capadocia y que no ofendiese al derecho y majestad del Pueblo Romano, por verle ocupado en una guerra civil. Y creyendo que esta notificación tendría más fuerza si él se acercase a aquellas regiones con un ejército, partió adonde estaban las legiones, llevó consigo la treinta y seis de tres que tenía, y envió las otras dos a César, que se las pedía por cartas desde Egipto, de las cuales la una no se halló en la guerra de Alejandría por haber ido por tierra de Siria. Añadió Domicio a la legión treinta y seis otras dos del rey Deyotaro, que muchos años antes tenía él prevenidas y enseñadas en nuestra disciplina militar, y además cien caballos, con otros tantos que tomó de Ariobarzanes. Despachó a P. Sextio, adonde estaba el cuestor C. Pletorio, para que trajese una legión levantada aceleradamente en el Ponto, y a Q. Patisio a Cilicia para conducir tropas auxiliares, todas las cuales se juntaron prontamente en Comana a las órdenes de Cn. Domicio.

XXXV. Llegaron entre tanto diputados de Farnaces con la respuesta de que había salido de Capadocia, pero que conservaba la Armenia Menor, la cual debía poseer como herencia de su padre, y que la pretensión de este reino se reservase íntegra hasta la venida de César, pues él estaba pronto a ejecutar sus órdenes. Conoció Cn. Domicio que el haber evacuado la Capadocia más había sido por precisión que de buena voluntad, para poder defender mejor la Armenia, inmediata a su reino, que la Capadocia más distante; y por pensar que Domicio traería en todas sus tropas tres legiones, y aun de éstas había oído que había enviado dos a César, por esto se mantenía con mayor atrevimiento en este reino. Por lo mismo se empeñó Domicio en que también le había de dejar libre, pues no había razón alguna, ni título diverso entre Capadocia y Armenia, ni pedía con justicia que el asunto se dilatase enteramente hasta la venida de César, porque quedar íntegro era quedar como antes estaba. Dada esta respuesta, partió con las tropas que he dicho la vuelta de Armenia, dirigiendo su marcha por las alturas. Porque desde el Ponto y Comana empieza una cordillera de montes hasta la Armenia Menor que la separa de la Capadocia, en cuyo tránsito había la oportunidad de que no podía ocurrir acontecimiento repentino de los enemigos y de que la Capadocia, que estaba al pie de las montañas, podía suministrar los víveres con abundancia.

XXXVI. Durante la marcha enviaba continuamente mensajeros Farnaces a Domicio para tratar de ajuste y ofrecerle ricos presentes. Domicio los despreciaba todos con constancia y respondía que en nada pondría su atención más que en recobrar la autoridad del Pueblo Romano y los reinos de sus aliados. Así, después de largas y continuas marchas, llegando cerca de Nicópolis, ciudad de la Armenia Menor, puesta en una llanura y resguardada por los dos lados de dos altas montañas separadas buen trecho de la ciudad, sentó su real a cerca de siete millas de distancia de ella. Desde su campo tenía que pasar por un paraje estrecho y embarazoso, donde ocultó Farnaces en una emboscada la mejor gente de a pie y casi toda la caballería, haciendo derramar por la estrechura gran porción de ganados, y que los aldeanos y vecinos anduviesen por allí como de ordinario, para que si Domicio entraba como amigo en el desfiladero, no sospechase la emboscada, viendo a la gente y ganados por los campos como en entrada de amigos, pero si venía como enemigo, se desparramasen sus soldados cebados en la presa y pudiese sorprenderlos entonces.

XXXVII. En medio de estas disposiciones no dejaba de enviar comisionados a Domicio sobre la paz y amistad, creyendo que así le podría engañar más fácilmente. Pero al contrario, esta misma esperanza dio motivo a Domicio para detenerse en los reales. Y así Farnaces, perdida la oportunidad de la primera ocasión, y temiendo no fuesen descubiertas las asechanzas, retiró sus tropas a sus reparos. Al día siguiente se acercó Domicio más a Nicópolis y acampó enfrente de la ciudad. Entre tanto que los nuestros fortificaban su campo, ordenó Farnaces sus tropas a su manera formando una sola línea de frente y guarneciendo las alas con tres órdenes de refuerzos. Los mismos aplicó al centro, y en los espacios entre las dos alas derecha e izquierda cuerpos de una sola línea. Domicio formó parte de sus tropas al frente de sus trincheras y concluyó la fortificación.

 

 

XXXVIII. La noche siguiente, habiendo sorprendido Farnaces los correos que traían noticias a Domicio del estado de la guerra de Alejandría, supo que César se hallaba en mucho peligro, que pedía con mucha instancia socorros a Domicio, y que él mismo se acercase a Alejandría por la Siria. Con estas noticias contaba Farnaces por una victoria el alargar el tiempo, pensando que Domicio no podría menos de ponerse en marcha desde luego. Y así empezó a hacer dos trincheras en línea recta de cuatro pies de altura y no muy distantes una de otra desde la ciudad, por la parte que veía era más fácil la entrada para el ataque de los nuestros, hasta donde tenía determinado extender su ejército. Formaba siempre las tropas de la parte de adentro de estos reparos, y colocaba fuera toda la caballería a los lados, la cual no podía serle útil de otra manera, y excedía mucho en número a la nuestra.

XXXIX. Movido más Domicio del peligro de César que del suyo propio y juzgando que no podía retirarse ya con seguridad, si volviese a apetecer las condiciones que antes había rehusado, o se pusiese en marcha sin motivo, sacó sus tropas de los reales al campo. Colocó la legión treinta y seis en el ala derecha, la Póntica en la izquierda, y en el centro las de Deyotaro, a las cuales dejó con cuidado un frente muy estrecho, y reservó las demás cohortes para refuerzos. Formadas así las haces de ambas partes, se adelantaron unos y otros a darse la batalla.

XL. Hecha la señal de acometer, llegaron a embestirse a un mismo tiempo. Peleóse con valor y con vario suceso. Porque habiendo acometido la legión treinta y seis a la caballería del rey fuera de la línea, la encontró con tanta felicidad, que la hizo retirar pasando el foso hasta la misma muralla, y revolvió sobre la infantería por la retaguardia. Pero, por otra parte, habiendo cedido algún tanto la legión Póntica e intentando la segunda línea rodear el foso para acometer al enemigo por el flanco, fue sorprendida y desbaratada en el mismo paso del foso. Las legiones de Deyotaro apenas pudieron resistir el primer choque. Así vencedoras las tropas del rey, convirtieron toda el ala derecha y el centro de sus ejércitos contra la legión treinta y seis, que sin embargo, sostuvo fuertemente el ímpetu de los vencedores, y aun cercada de un número excesivo, se retiró formada en un pelotón a la falda del monte, peleando con grandísimo valor, adonde no quiso Farnaces perseguirla por la calidad del terreno. De esta manera, perdida casi toda la legión Póntica y muerta gran parte de la gente de Deyotaro, ocupó las alturas la legión treinta y seis, sin que se echasen de menos de ella más que doscientos cincuenta soldados. Murieron en esta batalla sujetos muy principales y nobles, y algunos caballeros romanos. Sin embargo, recogió Domicio las reliquias de su ejército desbaratado y se entró en la Siria por los caminos seguros de Capadocia.

XLI. Engreído Farnaces con este buen suceso y esperando de César el éxito que deseaba, se apoderó del Ponto con todas sus fuerzas; y como vencedor y bárbaro rey, preparándose la misma fortuna que su padre con mayor felicidad, tomó muchas ciudades por fuerza, robó los bienes de los naturales y de los romanos, y estableció tormentos más terribles que la misma muerte contra los que tenían alguna recomendación dé su edad o de su hermosura. Así estaba en posesión del Ponto, sin que nadie se lo estorbase, muy vano y orgulloso de haber recobrado el reino de su padre.

 

macahe87 ha escrito

Tambien em gustaria tener informacion sobre la ciudad de Nicopolis en la actual Turquia, puesto que debio ser una ciudad muy importante en la zona cuando el Imperio Romano la dominaba

Respecto a la ciudad de Nicópolis poco que decir, salvo no confundirla con otras Nicópolis como la fundada por Octavio en el Épiro. La Nicópolis póntica fue fundada por Pompeyo tras su campaña contra Mitrídates. En la wikipedia anglosajona tienes un artículo sobre ella: http://en.wikipedia.org/wiki/Nicopolis_%28Pontus%29 

 

Saludos.

 


macahe87
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Desde: 1 Jul 2013

muy bueno, muchas gracias