La caballería a lo largo de la historia
La caballería a lo largo de los tiempos, siempre había sido impregnada de un halo romántico, la cual atraía a muchos reclutas a sus filas. No obstante, muchas veces el pertenecer a su ramo, no estaba al alcance de cualquiera; su preparación y el equipamiento de sus reclutas, hacía que el pertenecer a su ramo fuera muchas veces solo posible a miembros de la nobleza.
A la infantería podía pertenecer cualquier persona, rico o pobre, pero para pertenecer a la caballería, se requería tener unos conocimientos de la monta, y tener un dinero que le permitiese al jinete, tener un equipo completo para pertenecer a la caballería; Caballo, su equipo y todos los demás componentes.
Claro que muchas veces no hacía falta estos requisitos, se podía no tener dinero y no ser noble y entrar en la caballería, siendo adiestro para ser jinete. Pero tampoco es menos cierto que si uno tenía conocimientos de saber montar y tenía un caballo equipado, las posibilidades de entrar en caballería crecían mucho.
carro de guerra egipcio
Pero no estaba al alcance de cualquiera tener un caballo, saber montar y tenerle equipado; solo personas con dinero podían (al menos en la antigüedad) aspirar a poder pertenecer a la caballería; y en este caso, solo la nobleza o gentes de un alto o medio poder adquisitivo podía tener tales aspiraciones.
La caballería siempre fue un arma decisiva en las tácticas de batalla y sus evoluciones podían decidir una batalla o una guerra; perseguir a un enemigo derrotado dándole el golpe de gracia, reconocimiento del terreno evitando emboscadas del contrario y espiar las posiciones del enemigo buscando puntos débiles.
Caballería hubo mucha y de diferentes características a la largo de nuestro tiempo, quizá las más recordadas son por ejemplo la caballería Hitita y la egipcia, con los diversos enfrentamientos que sostuvieron en los siglos XIII y XII a. de C.; claro que esto era diferente, ya que la caballería al huso, tal como la conocemos hoy en día, no era la de un jinete montado en su caballo, sino la de un jinete o dos montados en un carro tirados por dos o tres caballos.
También podemos retrotraernos al siglo XVII a. de C., ya que los hicsos invadieron Egipto, derribando al faraón de su trono he instaurando un régimen de ocupación que no acabó hasta la expulsión de los hicsos de Egipto en 1550 a. de C.; sin embargo, aquí poco se puede contar, ya que las fuentes debido a que ocurrió hace muchísimo tiempo no son claras.
carro de guerra hitita
El hecho de que la ocupación egipcia por los hicsos fuera un periodo vergonzoso para el pueblo egipcio, hizo que estos intentaran tapar el tema, ya que eran muy amigos de elevar la gloria del faraón de turno y cantar sus hazañas cuando eran victorias, pero ante las derrotas, pasaban por encima del tema con gran celeridad.
Además, el modo de narrar la historia de los egipcios, no era como se hace ahora, con datos fríos y estadísticas, sino que se hacía narrándolo de manera, digamos, poética. Por lo tanto, para desentrañar la historia de Egipto, (tal como solían escribirla en las estelas funerarias u otro tipo de estelas, dedicadas a cantar las excelencias del faraón de turno) había que ser un experto, para separar el trigo de la paja y exponer la historia, tal como nos gusta leerla ahora.
Dicho ejemplo tendría un acto similar siglos más tarde, podría compararse con la Edad Media, cuando los trovadores o juglares pasaban de pueblo en pueblo, narrando historias, cantándolas con sus instrumentos musicales. Claro que aquí es diferente, ya que los egipcios dejaban los escritos en los muros o estelas, para que quedara escrito para la posteridad.
Más tarde los asirios también demostraron su poder bélico con los carros de guerra, aplicando tácticas despiadadas sobre la población enemiga y sembrando el terror en dicha población, sojuzgó muchos pueblos en el área mesopotámica donde reino.
jinetes asirios
Su técnica en el derribo de murallas con máquinas complejas y el batallar de su infantería, arqueros y carros de guerra junto a la inteligencia de sus ingenieros en la creación de máquinas de asedio, le dio gran preponderancia a su fuerza de combate durante varios siglos. Si bien es cierto que su cénit fueron los siglos VII y VIII a. de C.
Tiempo después la caballería de Alejandro Magno, (cuya contribución a la destrucción del imperio persa fue determinante) sería un ejemplo años más tarde, de encontrarnos una caballería que no era un mero acompañamiento de la infantería, sino un arma que podría resumirse en lo que dijo su padre Filipo en esencia, “la infantería aguanta y la caballería golpea”.
Pirro, rey de Epiro, fue un gobernante inteligente y que en sus enfrentamientos con los romanos también descubrió las virtudes que entrañaban la caballería y que también supo adaptar a su ejército emulando a Alejandro Magno, al cual él admiraba mucho.
Si no pudo salir airoso de sus enfrentamientos con los romanos, no fue por el mal uso de la caballería, sino porque estos tenían en su infantería un cuerpo ejemplar; también tenían caballería los romanos entre sus tropas, pero era más utilizada del tipo de infantería montada, cuando llegaban al campo de batalla bajaban de sus caballos y peleaban como infantes.
caballería babilónica
Más tarde tenemos otro ejemplo de sabe hacer en la excelente caballería cartaginesa de Aníbal, la cual fue un esquema básico en el engranado del ejército cartaginés durante su guerra contra Roma en la segunda guerra Púnica (y que su posterior ausencia numérica fue decisiva en su derrota en Zama en el 202 a. de C.).
Tesino, Trebia, Trasimeno y sobre todo Cannas, demostraron como una caballería bien dirigida podía asestar un golpe mortal a su enemigo y aquí Aníbal, ¡se salió!, demostrando su talento ante los romanos.
También refiriéndose a Roma y a su continuo evolucionar en el tiempo, (la misma que fue reina de la infantería y que prestó escasa atención a la caballería) tuvo que prestar más atención a la caballería; ya que la infantería declinó con el tiempo y la caballería enemiga, evolucionó de tal manera, que los ejército romanos empezaron a ser derrotados en batalla.
Aníbal ya dio el aviso de lo que podía hacer una caballería audaz e inteligentemente dirigida, pero en la batalla de Carras en el año 53 a. de C., la infantería romana fue derrotada a manos de los partos en Oriente, siendo estos últimos totalmente fuerzas de caballería. 44.000 Romanos, (de los cuales 4.000 eran jinetes) fueron barridos por la caballería parta, formada por 10.000 jinetes, 25.000 muertos o heridos y 10.000 prisioneros fueron las bajas romanas.
caballería celta
Solo viendo el número de bajas, se puede dar cuenta de la magnitud de la catástrofe de los romanos, que fiaban todo en su infantería, pero que fueron los partos y su caballería los que demostraron que no siempre la infantería era la mejor, incluso la romana, que era de la mejor del mundo.
La caballería goda en el siglo IV, demostró en la batalla de Adrianópolis en el año 378, que la infantería romana (aún siendo de élite y muy veterana) ya no podía hacer frente con garantías de éxito a un oponente en la batalla; al menos al 100%, ¡la pérdida de los 2/3 de sus tropas veteranas lo atestiguan!. Las incursiones de los bárbaros en las fronteras romanas estaban debilitando al ejército romano ¡a ojos vistas!.
La caballería bárbara estaba dando ejemplo de que su evolución, estaba plantando cara al invencible ejército romano; incluso estos últimos, estaban empezando a listar, ya en la infantería, ya en la caballería, reclutas de procedencia bárbara, ya para aprovecharse de sus virtudes, ya para paliar la escasez de reclutas de procedencia romana; ya que estos y ante la riqueza del imperio romano, se volvían vagos a la hora de alistarse como legionarios, cuya esta vida era muy dura.
En el siglo VI el imperio bizantino o imperio romano de Oriente, ya había aprendido que la caballería era un arma decisiva, y en las batallas, su presencia era vital, la cual formaba el eje principal de la batalla, dejando la infantería como arma de segundo orden. De hecho, el ejército bizantino contaba entre sus filas con 1/3 de sus tropas como caballería.
jinetes númidas
Los siglos posteriores y ya en la Edad Media, la caballería era un arma de primer orden en el campo de batalla, si bien sus componentes eran casi íntegramente de la nobleza, ya que el equipamiento de la caballería, con su armadura completa, solo podía ser mantenida a un gran coste, y solo los caballeros y nobles podían soportar tales dispendios.
Los caballeros formaban el último rango de la nobleza, pero no tenían títulos nobiliarios ni propiedades a su cargo, así que solían poner su persona y equipamiento completo al servicio de un noble poderoso, el cual le retribuía los servicios prestados. Algunos nobles llegaron a tener a sus órdenes a un buen número de caballeros.
La infantería era el arma al que podían aspirar los que no eran nobles; siervos y villanos llenaron sus filas, al estarles vedados el rango de nobles y su pertenencia a la caballería. Lanceros, arqueros y demás unidades de la infantería ligera, eran las posibilidades que tenían los no nobiliarios, para entrar en el ejército.
Durante la edad Media se podía decir que el mejor exponente de caballería se encontraba entre los mongoles, y entre estos, los que dirigió un líder que les unió, Gengis Kan (1162-1227). Creo a principios del siglo XIII un inmenso imperio en Asia central, en el que tuvo parte, la China del norte, Mongolia, Persia y Afganistán.
jinete hispano de las guerras púnicas
El secreto del éxito de Gengis Kan fue el uso que dio a su caballería; los mongoles eran unos magníficos y diestros jinetes, que evolucionando a las órdenes del inteligente y atrevido Gengis, demostraron ser una fuerza imparable, ¡sus conquistas son prueba de ello!.
Con el tiempo, contingentes de los pueblos conquistados se sumaron a sus fuerzas, pero sus mongoles fueron el núcleo de su poderoso ejército; jinetes que desde su más tierna infancia aprendían el arte ecuestre, crecían a lomos de sus caballos y dedicaban su vida a aprender la táctica de cómo maniobrar como jinetes.
A ello se sumó también que muchas de sus fuerzas eran de caballería, con lo que la capacidad de aparecer y desaparecer con mucha velocidad desconcertaba a sus enemigos, los cuales nunca sabían cómo podía maniobrar y por donde atacar.
También dedicarse a la caza a caballo fortalecía su maestría en el arte de la monta; pero adolecían su falta de pericia en el arte del asedio a ciudades. Allí donde su caballería destrozaba a los ejércitos de los contrarios, se veía impotente para expugnar a las ciudades fortificadas de sus enemigos.
jinete de Tesalia
Pero también aquí los mongoles suplieron su falta con ingenio; contrataron ingenieros militares chinos en sus conquistas del norte de China y los incorporaron a sus ejércitos, a partir de entonces, las fuerzas mongolas fueron imparables. Aplicando la táctica del terror, masacraban las poblaciones que oponían resistencia, no obstante, las que se rendían por las buenas obtenían el perdón de los mongoles.
Aplicando la táctica del palo y la zanahoria, los mongoles, que dieron una gran propaganda a su modo de actuar, conseguían que cuando se enfrentaran con un enemigo, este estuviera medio derrotado por el terror. La táctica favorita de los mongoles era cuando el enemigo oponía la caballería pesada para enfrentarse a sus formaciones ligeras.
Los mongoles trababan combate con el enemigo, pero poco después fingía retirarse perseguido por el enemigo; mientras este cansaba a sus monturas persiguiendo a los hábiles jinetes mongoles, estos retrocedían disparando sus flechas al enemigo. Cuando la caballería enemiga perdía fuelle en la persecución y disminuía su ímpetu, los jinetes mongoles maniobraban para enfrentarse al adversario.
Evolucionando alrededor de un enemigo impotente, lanzaban sus flechas a caballo contra un adversario inerte e impotente; la aniquilación o el cautiverio era a lo que podía aspirar el ejército enemigo. Solo la muerte de Gengis Kan pudo dar un respiro a Occidente en su avance al Oeste; sus sucesores siguieron en sus conquistas.
caballería de Macedonia
Con el jefe mongol Batu Kan (1205-1255), los mongoles se acercaron peligrosamente hacia Europa y Occidente concretamente. Las tropas mongolas fueron lideradas por uno de los mejores generales mongoles de todos los tiempos, ¡Subotai; el año 1241 fue un año aciago para los europeos, los mongoles batieron en Polonia a los polacos y a los miembros de la orden militar de los caballeros teutónicos en la batalla de batalla de Liegnitz el 9 de abril.
Otro ejército mongol dos días después, batió en Hungría al ejército de húngaro y a los caballeros templarios en la batalla de Mohi del río Sajó. Parecía que Europa central se abría a la invasión mongola, pero la muerte del príncipe Ogodei, trastocó los planes mongoles, posteriormente la muerte de Batu Kan acabó con los planes de los mongoles de profundizar en Europa y dirigir sus ojos al Este.
Aunque realizaron operaciones de devastación de las regiones de lo que es hoy Polonia, Lituania, Hungría, Croacia y Bulgaria, nunca efectuaron ya invasiones en serio europeas. Con Kublai Kan (1215-1294), los mongoles estuvieron en el cénit de su poder, pero Europa dejó ya de ser un objetivo entre los mongoles.
Kublai Kan tuvo éxito en la toma de la China que todavía no habían ocupado los mongoles en 1279, pero fracasó en dos invasiones del Japón (1274 y en 1281) y en la toma de Vietnam en tres ocasiones, (1257, 1284 y 1287).
jinetes persas
Bajo ente Kan, el imperio mongol fue el más poderoso de todos los tiempos; pero con el paso del tiempo el poder mongol empezó a declinar, aunque la huella imborrable que dejaron los mongoles en Asia, ¡perduró para siempre!.
La “guerra de los cien años”, fue un claro exponente de los combates de la caballería pesada medieval, los nobles caballeros revestidos de armaduras de muchísimo peso, hacían que las cargas de estos jinetes contra el adversario fueran impresionantes y mortales, sobre todo para la infantería atacada por ellos.
Ciertamente debió de ser impresionante, ¡sobre todo!, un choque entre caballerías de similares características. Pavoroso como comenté para una infantería que recibiera un choque de estas características; pero incluso una caballería como esta, podía ser derrotada si se realizaba su neutralización con inteligencia.
Esto fue lo que hizo Eduardo III de Inglaterra en la batalla de Crecy en 1346, en los campos de Francia (una batalla, de las muchas que durante la “guerra de los cien años” que en el siglo XIV libraron franceses e ingleses); su oponente, el rey Felipe VI se enfrentó en batalla a su oponente y fue derrotado con rotundidad. En un momento de la batalla, la excelente caballería francesa formada por caballería pesada, atacó las líneas inglesas con el propósito de romper la línea del adversario.
jinetes partos
Pero Felipe VI no contó con el concurso de los arqueros, ingleses. Estos no eran más que 7.000 arqueros, en comparación con la caballería francesa, que en número de 12.000 jinetes cargó contra las líneas inglesas. Pero fue recibido con una lluvia de flechas que echó por tierra a caballos y jinetes por igual.
Los muertos y heridos entre la caballería eran numerosos, pero los franceses eran muy tercos y valientes, y efectuaron 16 cargas arrasadoras contra la infantería inglesa. Pero fue un fracaso, carga tras carga, eran frenados por los arqueros ingleses, los cuales aprovechaban también la retirada en las cargas francesas para asaetear a los caballeros indefensos en su repliegue; ¡miles de caballeros y jinetes fueron muertos o heridos!, al menos 1.500 caballeros franceses perecieron en la batalla.
Sin embargo, el fin de la Edad Media y el inicio de la Edad Moderna, trajo consigo la aparición de armas nuevas que iban a dar un nuevo giro a las tácticas de guerra y a los planes de batalla de los ejércitos enfrentados.
La caballería era importante cargando contra la infantería enemiga rompiendo la cohesión del ejército enemigo o enfrentándose a la caballería del oponente; pero las tácticas de los jinetes eran variadas y fueron distintas a lo largo de los siglos. Sin embargo, las evoluciones en batalla de los jinetes, tuvieron que acostumbrarse a los nuevos tiempos, y en este caso con la aparición de una sustancia nueva en el campo de batalla, ¡la pólvora!.
jinete romano
Esta y la aparición de los cañones y el evolucionar de las armas de pólvora, como los trabucos, arcabuces, mosquetes y fusiles hizo que el poder bélico de la infantería adquiriera gran poder, y que la infantería de antaño ya no estuviera a merced de la caballería, como podía ocurrir en el pasado, si no disponía de una buena cobertura defensiva.
Tras la aparición de la pólvora y también en sus inicios, de los arcabuces, el arma de infantería podía dotarse de un poder ofensivo-defensivo notables. Un claro ejemplo lo podemos ver en la batalla de Garellano a finales del año 1503. En Italia, España y Francia disputaban su supremacía en el país, y llevaban varios años en continua disputa.
En la batalla, (los españoles que fueron pineros en esta arma) la agrupación de sus arcabuceros, rompieron la carga de la orgullosa caballería francesa, la mejor de la época y que hasta entonces no había ejército alguno que resistiera sus cargas.
Desde luego el arcabuz era un arma imprecisa, (los modelos posteriores de mosquete y fusil eran armas más evolucionadas y con mejor poder de puntería) sin embargo, una utilización masiva de dicha arma, hacía que las posibilidades de poder hacer daño al enemigo aumentasen mucho; y una carga de infantería o de caballería, agrupados para poder golpear al enemigo con fuerza, podía hacer estragos en el oponente.
jinetes sasánidas
En el siglo XVII la caballería volvió a recuperar su plena actividad, los diversos ejércitos la incorporaban masivamente a sus filas, si bien en la Edad Media, la caballería no era empleada en gran número debido a que solía primar la caballería pesada, la cual no era muy numero por el gran coste económico que representaba; el fin al uso de su equipamiento pesado en la Edad Moderna, pudo hacer crecer su número.
Una batalla conocida como la batalla de Rocroy en el año 1643, tuvo a la caballería francesa como exponente de la grandeza de su buen uso. La derrota que infligió a la infantería española, la cual no había sido derrotada claramente desde finales del siglo XV, daba un nuevo papel magnificente a la caballería; a la par que se podía extrapolar los resultados de esta batalla a la de Adrianópolis en el año 378, (en la cual la caballería goda masacró a la infantería romana) declinando (aunque no del todo) el papel de la infantería y dar más protagonismo a la caballería.
La caballería empezó a tener más protagonismo, si bien es cierto que las armas de fuego también evolucionaron, dando a la infantería un poder de fuego, que estaba contrarrestando y poder de ataque de la caballería sobre la infantería; un ejemplo lo tenemos en la guerra de los siete años:
La batalla de Minden en las llanuras del mismo nombre, el ejército francés que se dirigía a Hanover (Alemania) en 1757, fue interceptado por tropas británicas, allí se desarrolló una batalla que tuvo en uno de sus combates la carga de la caballería francesa sobre la infantería británica.
jinete godo
Los franceses se agrupaban en 63 escuadrones, cada uno con unos 120 hombres, para totalizar más de 7500 hombres, cuyos caballos estaban descansados y en buen estado. Frente a ellos, a menos de 460 metros, estaban los ocho batallones británicos y hannoverianos: unos 5000 hombres.
La caballería francesa que podía ostentar ser la mejor de Europa cargo infructuosamente sobre la infantería británico- hannoveriana. Estos últimos agrupados en masa y desarrollando un fuego de fusil ordenado y disciplinado, detuvo las obstinadas cargas de caballería francesa, que solo se detuvieron tras sufrir un alto número de bajas; ya que su orgullo como caballería de élite, no podía reconocer su derrota ante la infantería plebeya enemiga (no olvidemos, que la caballería tenía un alto estatus, siendo muchos de sus componentes pertenecientes a la nobleza).
Ya en el siglo XIX, en las guerras napoleónicas, la caballería de Napoleón tuvo un papel predominante en sus famosas cargas, pero también es cierto que la infantería fue la reina de las batallas y aunque la caballería tuvo un gran papel, la infantería no se dejó eclipsar por la misma. La potencia de fuego fue importante en las cargas de caballería sobre la infantería.
Aunque muchas veces la caballería lograba romper las líneas enemigas, la utilización inteligente de los cuadros de infantería, podía hacer que presentaran un muro infranqueable que detuviera las cargas de caballería. Aquí tenemos un ejemplo claro en el príncipe Carlos de Austria en la campaña contra Napoleón en el año 1809; logró crear unos cuadros de infantería que nunca la caballería napoleónica supo perforar, sufriendo la misma numerosas bajas.
jinetes hunos
El cénit en cuanto al poderío de la caballería napoleónica, ¡quizá!, pueda establecerse en la campaña rusa de 1812 con la utilización de 90.000 jinetes y el uso total de 180.000 caballos. Por supuesto no todos los caballos eran de monta, también los había de transporte y para otros menesteres.
La campaña que acabó en un desastre absoluto, en términos referentes a la caballería fue demoledor, aparte de que sucumbieron una gran parte de los jinetes, los caballos fueron exterminados casi por completo. De un número de 180.000, la muerte de 175.000 caballos fue un lastre con el que lidió Napoleón durante muchos meses.
Para colmo de males los caballos de monta que se utilizarían para reponer las bajas, estaban ahora en territorio enemigo, fuera de su alcance. Prusia era donde se podía abastecer de remontas fiables y con garantías; pero ahora sencillamente, eso estaba fuera de su alcance.
Hasta agosto de 1813, (cuando Napoleón pudo contar para las campañas en Alemania de un número de 40.000 jinetes) el “César”, tuvo que lidiar con un caballería escasa, siendo difícil, no ya reponerla, sino aumentarla para las operaciones bélicas en concurso.
jinete ávaro
Las campañas en primavera vieron como a pesar de algunos triunfos de Napoleón en mayo y junio contra rusos y prusianos, la caballería encargada de perseguir al enemigo y aniquilarle, dejaba escapar al oponente, dada la escasez de efectivos con que se contaba. Lo más curioso era que la caballería, aunque escasa, era de gran calidad.
Esa primavera los efectivos de los veteranos jinetes también sufrieron mucho, y cuando en agosto, ya recuperado un número de caballería necesario para batallar contra los aliados, Napoleón se encontró con una caballería numéricamente poderosa, pero con un entrenamiento hecho con premura y una novatez que se dejaba sentir en muchas unidades de caballería.
Tras la caída de Napoleón y su posterior vuelta al poder, lo que se conoce por el “periodo de los cien días”, la batalla de Waterloo hizo que la caballería francesa entrara nuevamente en escena. La carga famosa que el general Ney hizo contra la los cuadros de infantería británica fue proverbial o legendario.
Ney tozudamente, (hasta que se convenció de que era imposible romper los cuadros que formaba la infantería británica) lanzó 12 asaltos mortales que se estrellaron contra el erizado muro formado por las bayonetas de los aliados, amén de ser recibidos por un disciplinado y nutrido fueron defensivo (en esto los británicos eran maestro en este uso) que ocasionó numerosas bajas entre los jinetes franceses.
caballería medieval francesa
Años más tarde, las guerras en Crimea demostraron que la caballería, aunque seguía disfrutando con un halo romántico que atraía mucho a la gente, no es menos cierto que el poder de las nuevas armas, como los cañones, podía infligir graves pérdidas a los ataques de caballería.
La misma carga de la caballería ligera británica sobre los cañones rusos, (en la batalla de Balaklava, en octubre de 1854) en la guerra de Crimea, podía adivinarse las bajas que podía sufrir esta arma, 661 jinetes que participaron en el ataque, realizaron una carga fallida que se saldo con 245 jinetes muertos o heridos.
La guerra civil americana fue un claro exponente de que los ataques de caballería sobre la infantería enemiga, era una reliquia del pasado; si bien durante toda la guerra se utilizó de forma profusa la caballería (en 1865 la Unión tenía unos 80.000 jinetes y la Confederación unos 40.000 en sus filas); no es menos cierto que al principio se utilizó la carga de la caballería contra la infantería enemiga.
Sin embargo, los contendientes se dieron cuenta de que dichas cargas eran normalmente repelidas por el contrario; ambos contendientes dispusieron de fusiles de avancarga, que en manos de un tirador hábil podían hacer fuego contra un enemigo a razón de tres disparos por minuto.
caballero medieval
Antiguamente se solía disparar contra el enemigo y luego cargar con la bayoneta contra el contrario; aquí era diferente. Ambos oponentes se acercaban al bando contrario, se disparaban el uno al otro y luego se retiraban para restañar sus heridas y volver a la carga más tarde.
Sin embargo, las tácticas eran del tipo napoleónico y los soldados avanzaban codo con codo para atacar al enemigo, con lo que con las nuevas armas, las bajas podían ser elevadas.
A partir de 1863, nuevas armas como el fusil de repetición Spencer o el Henry, dotaron a la infantería de un poder de fuego devastador, ya que podían por minuto disparar 20 veces el Spencer y hasta 28 el Henry si se utilizaban con habilidad, (comparados con los modelos antiguos y sus 3 posibles tiros) con lo que el poder para hacer daño al contrario se multiplicó enormemente.
Las bajas obligaron a la caballería a adoptar un papel más auxiliar en la guerra, y dejarles para actuaciones más secundarias. Reconocimiento del terreno, entrega de despachos, incursiones en la retaguardia del enemigo, así como interceptar a la caballería del oponente y proteger los flancos del ejército, junto con la protección de convoyes y labores de guarnición; fueron los nuevos cometidos de la caballería en la guerra.
guerreros catrafactos
En los mismos EEUU, se desarrolló una guerra a pequeña escala en el Oeste del país; la colonización de los nuevos territorios amén del descubrimiento de oro, hizo que los territorios que ocupaban las tribus indias, fueran ininterrumpidamente desplazadas para dar cabida a los nuevos colonos o a las prospecciones mineras en busca de oro.
Los indios, hartos de ser desplazados de un lugar a otro, según conveniencia del hombre blanco, decidieron que ya tenían bastante, y algunas tribus decidieron ofrecer resistencia al invasor.
A lo largo de los años 1865- 1890 (aunque, ¡quizá!, esto se podía extrapolar a cuando los blancos anglosajones desembarcaron en la costa este de los EEUU a principios del siglo XVII. A partir de entonces, lentamente pero con seguridad, los europeos y la posterior inmigración, empujó a los indios al Oeste de manera continuada, y cualquier rebelión era ahogada en sangre) las luchas fueron constantes.
La caballería americana pasó a dar batalla a las tribus indias y a establecer destacamentos en fuertes, tanto para vigilar a las tribus hostiles y como para vigilar a las ya pacificadas, no fuera ser que intentaran levantarse y hostigar y matar a los colonos que se instaban en territorios, que habían sido propiedad de los indios.
guerreros samurais
La instalación de los indios en “reservas” o pequeños territorios donde se dedicaban a una vida sedentaria y pacífica no era tolerado por muchos indios, para los cuales, cabalgar por las praderas y cazar bisontes u otros animales para su subsistencia, ¡era su modo de vida!.
La vida nómada era su manera de ser, y la vida sedentaria era ¡un sin vivir!; pero ya no podían cabalgar por las praderas, ahora esas tierras tenían unos dueños, en forma de colonos invasores, los cuales no deseaban que los indios se pasearan por sus dominios, ¡como si tal cosa!.
A nivel cuantitativo, las operaciones bélicas contra los indios, no pasarían de meros choques sin importancia, enfrentándose a lo sumo algunos cientos de soldados de caballería contra otros tantos guerreros indios.
Los indios no eran tontos, la manera de combatir los indios contra los “chaquetas azules”, se basó en el hostigamiento y ataque por sorpresa, evitando el ataque directo a una unidad de cuantía, lo cual hubiera supuesto la muerte de muchos guerreros.
jinete musulman
Las armas modernas de fuego con que contaban los soldados de caballería, era también un “hándicap” para las tribus hostiles; su fuego hacía estragos en los guerreros indios, los cuales solo tenían las armas ofensivas primitivas, que no hacían mella en los soldados de caballería, excepto en un enfrentamiento más directo o combate cuerpo a cuerpo, estos en la lejanía, podían diezmar a su oponente con las armas de fuego.
Por supuesto, los indios se podían hacer con armas de fuego haciendo uso del contrabando con blancos sin escrúpulos, pero en cantidades demasiado pequeñas para poder inclinar la balanza de su lado. El no disponer de personal que les adiestrara convenientemente, hacía que su puntería y poder de fuego fuera poco eficaz contra las mejor adiestradas fuerzas de caballería americana.
El grueso de los enfrentamientos fueron pequeños enfrentamientos de escasa cuantía, en el periodo de 1869-1876 se dieron unos 200 choques entre caballería y guerreros indios. El que quizá, alcanzó más relumbrón fue la campaña de 1876, que culminó con la batalla de Little Big Horn el 25 de junio de 1876.
En el estado de Montana (por aquel entonces era territorio) se desarrolló la campaña destinada a acabar con las tribus hostiles que quedaban en el país; había diversas tribus, arapahoes, cheyenes, etcétera, aunque las diversas tribus que conformaban la nación siux, eran las mayormente predominantes. El ejército de los EEUU formó tres columnas para que confluyeran en el campamento que los indios tenían como base y destruirlos.
jinetes mongoles
La primera columna estaba a cargo del general Crook con 1.300 hombres, la segunda al mando del coronel John Gibbon con más de 1.000 hombres y la tercera al mando del general ( y comandante de la expedición) Alfred Terry con 1.223 hombres, incluido el séptimo de caballería al mando del teniente coronel George Armstrong Custer. El séptimo de caballería fue en avanzada para vigilar los movimientos indios, pero sin órdenes de atacar.
Esto era algo que el ambicioso Custer ignoraría, ansioso de ganar la gloria para él; atacó el campamento indio de manera precipitada y desconociendo la cuantía de la fuerza de guerreros indios en su interior (la cual alcanzaba unos 4.000 guerreros). La abundante población de niños y mujeres en el campamento, galvanizó a los guerreros indios que se lanzaron contra los soldados para defender a los suyos, exponiendo sus vidas sin importar las bajas sufridas.
La batalla es por todo el mundo conocida; la mala disposición de las tropas de Custer (más de 400 hombres), dividiendo su tropa en tres columnas, debilitó una posible defensa ante el ataque indio.
Las dos columnas restantes no pudieron prestar ayuda a la columna de Custer, que recibió lo más granado del ataque indio. La defensa de Custer con sus cinco compañías de caballería fue muy mala, si bien es cierto que los indios maniobraron muy bien ante él.
caballería teutónica
Finalmente, Custer y unos 40 hombres formaron un cuadro a la desesperada que intentó repeler a los indios sin ningún tipo de esperanza. Las cinco compañías de Custer fueron aniquiladas por completo, y las fuerzas de las otras dos columnas se atrincheraron en un alto donde se defendieron enérgicamente de los ataques indios.
La llegada al día siguiente del general Terry, salvó a los supervivientes de las dos columnas, ya que los indios se concentraban para acabar con ellos. 212 hombres de la columna de Custer sucumbieron, más 56 de las columnas del mayor Reno y el capitán Benteen.
Hasta el año 1890, (con el último enfrentamiento entre indios y soldados estadounidenses) enfrentamientos esporádicos hubo casi todo el tiempo, entre indios y soldados americanos o contra civiles o colonos, el número de bajas totales no se puede cifrar, cifras muy dudosas dicen que, posiblemente, a lo largo de todos los enfrentamientos, entre 1775 y 1890, supusieron la muerte de 45.000 indios (posiblemente solo la cuarta parte fueran guerreros, el resto mujeres y niños) y 19.000 blancos invasores, tanto soldados como colonos.
Sin embargo en Europa, aunque se veía que la caballería se estaba quedando obsoleta para los nuevos enfrentamientos que se estaban desarrollando en los campos de batalla, no se comprendió como en los EEUU (quizá más prácticos ellos) o no se quiso comprender, que la caballería tenía visos de convertirse en un simple tiro al pato, sin poder ser un arma decisiva que inclinara la batalla para alguno de los contendientes.
jinetes tártaros
La guerra franco-prusiana fue para Europa una nueva advertencia de que la caballería ya no podía hacer frente con garantías a la defensa de una infantería fuerte y decidida. Un ejemplo lo tenemos el 6 de agosto de 1870, una bridada de 1.000 jinetes coraceros del general francés Michel, atacar el pueblo de Morsbronn.
El mismo estaba ocupado por los regimientos prusianos de infantería números 32 y 80. Estos, armados con fusiles de retrocarga, hicieron enormes destrozos ante los jinetes atacantes, los cuales se aplastaron ante las posiciones del adversario, el cual, desencadenó un fuego nutrido masivo que segó a los atacantes; solo un pequeño grupo de jinetes pudo escapar de la tragedia.
Otro enfrentamiento más masivo, dio pruebas de que la caballería ya no era lo que era para estos tiempos modernos. Ese mismo día 6 de agosto, la división de coraceros del general Bonnemain, atacó frontalmente en dirección a Niederwald para facilitar la retirada del ejército francés del general MacMahon el cual era acosado por el ejército prusiano.
Al coste de las ¾ partes de la caballería francesa, la retirada francesa fue posible; pero no es menos cierto que aunque la retirada fue posible, la caballería francesa no se acercó a las posiciones enemigas, sufriendo un fuego defensivo prusiano que no permitió que la caballería francesa tocara un solo infante prusiano, ¡tal era el poder defensivo de la infantería de aquellos tiempos!.
caballeros cruzados
No obstante, se puede decir que aquí se dieron los últimos enfrentamientos entre caballería del mundo; al menos, enfrentamientos de cierta envergadura. En la batalla de batalla de Mars-le-Tour el 16 de agosto, podemos ver uno de los últimos enfrentamientos masivos de la época; 45 escuadrones de dragones, ulanos, húsares y cazadores de ambos bandos se dio enfrentaron en una meleé, que si bien fue favorable a los prusianos, no concluyó de manera clara para ellos, impidiendo la oscuridad que siguiera la batalla.
Estos y otros sucesos parecidos dejaban bien a las claras, que la caballería ya no podía hacer frente a la infantería enemiga, si no era a cambio de sufrir enormemente; el poder defensivo de la infantería con sus nuevos fusiles de retrocarga de distintos modelos, dejaba bien claro, que la caballería tenía que dejar de ser usada en primera línea y usada en actos secundarios, como había hecho los EEUU en la guerra civil americana.
No obstante, aunque el enfrentamiento de la caballería contra ejércitos modernos europeos podía saldarse con un desastre para la misma; quizá su uso podía tener éxito en la lucha contra nativos o indígenas de otros continentes, dotados de armas y procedimientos bélicos poco efectivos o atrasados.
Un ejemplo de ello lo tenemos en las conquistas inglesas en África a finales del siglo XX; la campaña contra el reino Zulú en el año 1879 es prueba de ello. En uno de sus enfrentamientos, la batalla de Kambula, ocurrida el 29 de marzo, un ejército inglés bien atrincherado logró rechazar el ataque de 25.000 guerreros zulúes cuando los mismos ingleses no eran más de 2.000 hombres.
caballería española
El uso de los fusiles “Martini-Henry” de los británicos, contra las lanzas zulúes demostró, lo anticuado de material ofensivo zulú. Las descargas de fusilería de los ingleses contra las apretadas líneas zulús, ocasionaron un gran número de bajas entre los guerreros africanos; cuando la carga había perdido fuerza y los zulúes comenzaron a retirarse, fue el momento elegido para que la caballería “afrikáner” al servicio de los ingleses, saliera en persecución de los zulúes fugitivos.
Esta misma caballería había sufrido una emboscada el día anterior por un regimiento zulú, ocasionándolos numerosas bajas; ahora iban a cobrarse son intereses los sufrimientos del día anterior.
La persecución de los guerreros zulúes en retirada fue cruel y vengativa en extremo, ocasionando algunas críticas en la opinión pública británica; pero también es cierto que quebró el espíritu de lucha del ejército zulú, tanto como el fallido ataque a la posición británica.
El 4 de julio, la última batalla entre zulúes y británicos también vio la utilización de la caballería en términos muy similares a la batalla de Kambula. El ejército inglés se acercó al poblado real del rey de los zulúes Cetshwayo, el ejército zulú atacó el campamento inglés donde Lord Chelmsford, comandante del ejército británico aguardaba atrincherado al ejército oponente.
caballería inglesa
Las cargas de los guerreros zulúes que realizaron durante media hora, tratando de penetrar en el campamento inglés fueron recibidas por un letal fuego de fusilería, ametralladoras Gatling y fuego de metralla de cañón.
A los zulúes les fue imposible acercarse al campamento inglés, dado que el fuego defensivo era demoledor; cuando la carga zulú perdió ímpetu, Lord Chelmsford lanzó a la caballería compuesta por: el 17 regimiento de lanceros, el primer regimientos de dragones del rey, el segundo regimiento de Natal y otros contingentes irregulares de caballería; a perseguir y dar el golpe de gracia al enemigo derrotado, cumpliendo bien su función.
Más tarde, otro acto de uso de caballería con éxito podía darse en la guerra de los británicos contra los derviches, en la guerra que contra el reino Mahdi sostuvo el imperio británico.
Se dio la misma en lo que hoy es Sudán, y tras algunos enfrentamientos menores, se dio la gran batalla de Ondurman el 2 de septiembre de 1898. Más de 50.000 derviches se lanzaron contra las posiciones británicas defendidas por el general Horatio Kitchener con 25.000 hombres.
jinete sueco
A pesar de ser la mitad que sus enemigos, los británicos contaban con un poder de fuego devastador (como en la mayoría de sus campañas coloniales) que hizo que los derviches, a pesar de sus valientes cargas, sufrieran un número de bajas demoledoras sin paliativos.
El fuego de fusil, ametralladoras Maxim (de gran cadencia de disparo, 600 disparos por minuto, superior a las Gatling) y cañón se cebó sin piedad sobre las líneas derviches, diezmándolas atrozmente y ocasionando en cada asalto un alto número de bajas, ¡que crecía sin cesar!.
Para cuando acabó la batalla, los ingleses habían sufrido casi 400 bajas, en su mayoría heridos, pero las bajas derviches eran escalofriantes, con casi 10.000 muertos y 13.000 heridos. La caballería tuvo aquí su oportunidad, cuando en un lance innecesario, el 21 regimiento de lanceros, formado por 400 hombres, atacó a un grupo en retirada derviche de unos 300 de hombres.
El problema fue que detrás del grupo en fuga, había un contingente de más de 2.000 derviches escondidos en una pequeña depresión. Los jinetes cuando descubrieron donde se metían no se arredraron y cargaron con fuerza ante el enemigo; la carga tuvo éxito y lograron hacer retroceder al enemigo, pese a sufrir unas 70 bajas, la mayoría heridos; aunque también podía haberse convertido la carga en un desastre, si la caballería hubiera vacilado ante tan numeroso enemigo.
caballería prusiana
Estos ejemplos demuestran que la caballería para tales usos podía todavía funcionar como fuerza de combate, pero repito, para un enfrentamiento entre tropas modernas europeas, el margen de acción de la caballería se estaba estrechando, ¡a ojos vistas!.
Sin embargo como muchas veces he dicho sobre la caballería, el halo romántico que en Europa tenía un arraigo muy enraizado, hacía que una venda tapara los ojos y que los mandos conservadores vieran que la caballería era un arma obsoleta como arma de ataque. Había que esperar para que un conflicto de envergadura quitara definitivamente el velo de los ojos a los mandos dirigentes, y este acto se cumplió con la “Gran guerra” o la primera guerra mundial.
Este conflicto demostró de una vez por todas que la fuerza de caballería en combate, había dejado de tener efectividad; no obstante, en el momento en que estalló el conflicto, las potencias implicadas no habían pensado o no habían querido pensar en el problema.
Las armas de guerra habían experimentado durante las últimas décadas un desarrollo asombroso, y durante la guerra, armas como la aviación y otras muchas, se perfeccionaron lo indecible. Los ataques de caballería con semejantes armas ofensivas solo podían acabar en desastre, pero las potencias como todavía no habían experimentado el asunto, no podían prever sus consecuencias.
jinetes granaderos franceses
Como ya comenté, el glamur y romanticismo que emanaba del arma de caballería, (por lo menos en Europa, que es donde se desarrolló buena parte del conflicto) no podía dejarse de lado un arma que contaba con muchos apoyos y convertirse en un arma meramente auxiliar; sin embargo no bastaron más que un mes, para darse cuenta que la caballería no podía ser utilizada como fuerza de combate como en tiempos antiguos.
Los escenarios variaron muchos, donde el arma de caballería fue frenado en seco fue en la guerra de trincheras que se desarrolló en los campos de Francia; sin embargo, en otros escenarios, a pesar de uso de armas modernas que podían destrozarla, la caballería encontró un mejor uso que podía ser explotado como arma de combate y minimizar las bajas que podía tener en la guerra de trincheras en Francia.
En África su uso pudo ser ampliamente difundido, ya que los escenarios eran muy amplios y la capacidad de maniobra en combate impedía que la caballería tuviera que forzosamente atacar en formación compacta y ser destruida por un aluvión de fuego de cañones, ametralladoras y fuego de fusil. En Oriente, la guerra contra el imperio Otomano ofreció a las potencias implicadas un campo para utilizar de manera profusa el arma de caballería.
Hubo algunos actos heroicos dignos de destacar, un ejemplo de ello lo tenemos en un ataque efectuado en lo que hoy es Israel; El 31 de octubre de 1917 en la ciudad de Beersheba, unos 1000 soldados de la 4º Brigada de Caballería ligera australiana, bajo el mando del Brigadier General de brigada William Grant, con sólo caballos y bayonetas, cargaron las trincheras turcas, invadiendo y capturando los pozos de Beersheba.
húsares británicos
Aunque eran infantería montada, es decir, jinetes que se desplazan a caballo y cuando llegan al campo de batalla desmontan y combaten como infantería, estos desarrollaron un ataque como si fueran caballería pura y dura; y el caso es que su ataque fue un éxito total, tomando la estratégica ciudad con sus pozos de agua intactos, ¡todo un logro!.
Pero el escenario que vio frenado el poder de ataque de la caballería fue el frente francés. Se puede hablar del desarrollo que los europeos hicieron con su caballería en los campos de Francia, como hablar de todas las potencias podía eternizar este trabajo, yo personalmente propongo, referirme al arma de caballería alemana durante la guerra, ya que probablemente en Europa, fue la potencia que la utilizó con más fruición, aunque como todas, tuvo que darle al poco tiempo una utilización más auxiliar.
La caballería alemana estaba conformada por un cuerpo experimentado y altamente entrenado y equipado, conformado por unos 58.000 miembros que para agruparlos para las grandes operaciones que se iban a desarrollar, se dividieron en 11 divisiones de caballería; pero la caballería alemana al inicio de la guerra se podía desgranar de la siguiente manera:
-10 Regimientos de Coraceros (incluidos un regimiento de Guardias Prusianos y el Regimiento Prusiano Gardes du Corps) .
-3 Regimientos de Caballería Sajones (incluido el de la Guardia) .
-2 Regimientos de Caballería Pesada Bávara .
-3 Regimientos de Dragones (incluidos dos de la Guardia Prusiana) .
-8 Regimientos de Caballería Ligera Bávara .
-21 Regimientos de Húsares (incluidos el de la Guardia Prusiana, 2 regimientos Leib y 3 sajones) .
-23 Regimientos de Lanceros (incluidos los de la Guardia Prusiana, y 1 sajón y 2 bávaros) .
-13 Regimientos de Fusileros Montados.
dragones británicos
Los alemanes al inicio de la guerra, en agosto de 1914, realizaron el denominado “Plan Schlieffen”, un plan alemán cuidadosamente detallado y planificado que abordaba si se declaraba la guerra entre Francia y Alemania, de cómo y por donde invadir Francia, las unidades y efectivos que se utilizarían un plan logístico y de movilización desarrollado al modo metódico y calculado al que nos tienen acostumbrados los metódicos alemanes.
Sin embargo los efectivos alemanes al inicio de la guerra, obligaron a modificar el Plan Schlieffen, ya que no se disponía de todos los efectivos necesarios, hubo que adoptar modificaciones en el plan que resultaron perjudiciales para su posterior desarrollo. El plan indicaba que para entrar en Francia había que invadir Bélgica por el norte para caer sobre el norte de Francia de manera veloz, sorprendiendo al enemigo por la rapidez.
Sin embargo los belgas se negaron dar paso franco a los alemanes y ante la violación de su territorio ofrecieron una resistencia tenaz que ralentizó la ofensiva alemana y benefició a los franceses para movilizar todos las tropas posibles ante la marea alemana. El Plan Schlieffen contemplaba que los belgas no pondrían resistencia y les dejarían pasar libremente, aquí los alemanes se equivocaron y la resistencia que ofrecieron desbarató en parte sus planes.
Cuando los alemanes penetraron en Bélgica, la caballería alemana penetró como punta de lanza de las formaciones germanas, el reconocimiento del terreno por parte de las formaciones de ulanos alemanes, daba a las tropas un conocimiento exacto de las fuerzas enemigas y su cuantía.
caballería de la Unión (guerra civil americana)
También comenzaron a darse encuentros con la caballería enemiga, un ejemplo de ello lo tenemos el 11 de agosto, cuando en la localidad belga de Tirmelont, lanceros belgas y alemanes tuvieron un encuentro; la guerra al mono de la caballería antigua tenía sus primeros inicios, pero más tarde se impuso una realidad bien distinta.
Incluso ese mismo día se produjo un enfrentamiento en el pueblo de Aineffe entre un regimiento de infantería belga y un regimiento de dragones alemán; la carga de la caballería alemana se estrelló ante el fuego denso de fusilería belga. Durante tres horas los dragones cargaron valientemente antes de desistir en un ataque que no tenía visos de poder vencerse, más de 250 jinetes fueron muertos o heridos en la refriega.
El día 12 de agosto, la caballería alemana conformada por unidades de ulanos, coraceros y húsares cargó contra la ciudad de Haelen; dotados los belgas de artillera y ametralladoras, las cargas alemanas se estrellaron contra un muro de metralla de cañón, amén de que las ametralladoras belgas segaron las cargas que los alemanes efectuaron.
Como un oficial alemán superviviente de las cargas dijo, ”había tantos cadáveres de hombres y caballos que nuestra retirada se vio entorpecida…”, más de un millar de jinetes fueron muertos o heridos en la acción. La realidad se estaba imponiendo, pero muchos mandos decidieron mirar a otro lado y seguir dejando a la caballería seguir realizando acciones temerarias.
caballería de la Confederación (guerra civil americana)
Quizá el 8 de septiembre, se abrió los ojos a los alemanes de que la caballería como arma de ataque había dado a su fin. La ciudad francesa de Nancy fue el escenario de un ataque de caballería a escala masiva, bajo la mirada del Káiser Guillermo II, los ulanos alemanes atacaron frontalmente las posiciones de la ciudad, defendida esta por una poderosa formación de baterías de cañones.
Las cargas se efectuaron con una temeridad y valentía increíbles, en apretadas filas, los escuadrones de caballería cargaron contra las posiciones francesas, fue una masacre total, la artillería francesa masacró sin compasión a las formaciones de caballería causando una espantosa mortandad; incluso el mismo Káiser abandonó el campo de batalla ante el terrible espectáculo que se estaba ofreciendo, viendo como masacraban a su preciosa caballería.
La guerra de movimientos que se estaba realizando por entonces en los campos de Bélgica y Francia, posibilitaba la utilización de la caballería, aunque como hemos visto con serias dificultades para la misma. Pero a finales de 1914, con la consolidación de las posiciones de ambos bandos en un sistema de trincheras que iba desde Bélgica hasta la frontera con Suiza, imposibilitó la utilización de la caballería.
Las tropas estaban atrincheradas, (con el enemigo a pocos cientos de metros) con fuerzas de infantería protegiendo las mismas y dotadas con fusiles, ametralladoras y alambres de espino para dificultar el ataque enemigo.
combate entre jinetes indios y la caballería americana
A retaguardia, la artillería protegería a la infantería propia de los ataques de infantería enemigos. La caballería de ambos bandos no podía hacer frente a este sistema de protección que ofrecía la guerra de trincheras, por lo que la caballería se tuvo que adecuar a los nuevos tiempos.
La segunda guerra mundial fue el siguiente gran conflicto del siglo XX en el que nuevamente como a principios de siglo, Alemania ponía nuevamente al mundo en jaque. La actuación aquí de la caballería, pasó a ser meramente testimonial, pero eso no quiere decir que no actuara nada, ¡al contrario!, en algunos escenarios actuó, pero con menos presencia que en otros tiempos.
Las nuevas armas modernas de devastación, como los tanques, aviones etcétera, se modernizaron y desarrollaron asombrosamente. La mecanización de los ejércitos, chocaba forzosamente con la caballería, ya que con estas armas, su uso era incompatible, la caballería solo actuó en ciertos sectores del frente donde su uso era compatible.
Al inicio de la guerra, quizá una de las imágenes más impactantes y que reflejaron el contraste entre los tiempos antiguos y los modernos, fue en la campaña de Polonia del año 1939, cuando los alemanes invadieron el país.
jinetes ulanos alemanes
La carga de la caballería polaca sobre los blindados alemanes (aunque algunos dudan de si realmente existieron tales cargas) reflejan el uso de unas fuerzas anticuadas contra unas fuerzas que todavía no estaban desarrolladas plenamente, pero que alcanzarían un nivel tecnológico enorme.
Como fuerzas de combate, su uso fue pionero y vanguardista en este conflicto, ya que como fuerza de ataque, se había utilizado en la primera guerra mundial, y posteriormente, los tanques se habían desarrollado, pero no habían sido utilizados hasta entonces como un arma táctica, sino como mero acompañamiento de las unidades de infantería.
Ahora fue diferente, formaron la vanguardia de las unidades de ataque, mientras la infantería iba detrás. Como unidades sumamente móviles, penetraban en el dispositivo enemigo desestabilizándolo y dando un nuevo nombre al modo de ataque alemán, “La Blitzkrieg” o guerra relámpago.
Frente a este tipo de ataque, la caballería no podía competir; antes su velocidad y ataque se podía resumir en lo que ahora hacían los tanques o carros de combate, pero estos eran no solo veloces, sino muy poderosos porque el blindaje y poder de sus cañones no podía competir con la caballería de antaño.
caballería polaca
Simple y llanamente, el enfrentamiento de la “nueva caballería de hierro” alemana contra la tradicional caballería de los polacos, demostró de una vez por todas que la caballería no podía usarse ya como fuerza de combate.
Pero algunos países se resistían obstinadamente en verlo o quizá no eliminaron su uso, al menos no al 100%; el frente ruso fue, ¡quizá!, el último testimonio del uso de la caballería, con esto no quiero decir que en otros sitios se utilizara, pero me refiero al uso de los últimos actos de el uso de caballería, al menos como fuerza de combate. ¡No obstante!, el uso como fuerza de reconocimiento y patrulla en sectores tranquilos, hacía que la caballería fuera factible y pudiera ser utilizada.
Los alemanes (a parte de la caballería del ejército) utilizaron en la URSS una división de caballería de las “SS” para operaciones en la retaguardia contra los partisanos rusos. También los cosacos rusos, (cuya tradición en su pericia en lo relativo a la monta era muy consumada) cuya pertenencia a la rama de la caballería era muy tradicional, fueron ampliamente utilizados, no solo por los rusos, sino también por los alemanes (reclutas provenientes de las zonas ocupadas de Rusia o soldados prisioneros capturados).
Quizá una de las últimas cargas de caballería la efectuaron los italianos que combatían junto con los alemanes en Rusia. El 24 de agosto de 1942, fuerzas del regimiento de Caballería de Saboya, atacaron a una fuerza soviética en la zona de Isbuschenski. Los rusos debían ser unos 2000 hombres y contaban con el apoyo de artillería y morteros; los italianos, en número de unos 600 jinetes atacó con valentía a la fuerza rusa, el factor sorpresa fue vital en la carga.
caballería alemana
A primeras horas del 24 de agosto, un escuadrón del regimiento atacó el frente ruso a pie, mientras un segundo escuadrón rodeaba las líneas rusas a caballo y atacando por el flanco. Fue una lucha de “ametralladoras con sables”, cargaron al grito de "¡Avanti! Savoia!" y tomaron las posiciones rusas; ¡mientras!, un tercer escuadrón, otro escuadrón montado, se lanzo contra el debilitado frente.
A las 9:30 de la mañana, la última (posiblemente) gran carga de caballería de la guerra había finalizado con una clara victoria italiana. Fueron exterminados 2 batallones rusos y otro huyó hasta la otra orilla del río Don, dejando tras de sí a 500 prisioneros rusos, y capturando 4 cañones pesados, 10 morteros, 50 ametralladoras.
Posiblemente a lo largo de la guerra pudieron ocurrir algunos actos similares a los de arriba, pero con una envergadura mucho menor, la caballería como arma de guerra en este conflicto fue forzosamente escaso y su utilización debió ser utilizado más como para efectuar patrullas en territorio ocupado o como unidades ceremoniales en paradas y desfiles; era lo único a lo que ahora podía aspirar la caballería.
jinetes cosacos de la segunda guerra mundial
Tras el conflicto, la caballería solo fue utilizada y hasta los tiempos de ahora, como unidades ceremoniales y de desfile, actos protocolarios en los que pomposamente quedaban muy bien, con sus jinetes desfilando en sus trajes enjaezaos. La caballería de ahora era transportada en helicópteros, como actuó la caballería americana en la guerra del Vietnam.
¡Pero nunca podremos olvidar la caballería como fuerza de combate!, gracias a los libros, o podemos evocar en nuestro pensamiento sus gloriosas cargas contra una aterrada infantería enemiga, o sufriendo unos choques estruendosos contra la caballería oponente. También gracias al cine podemos evocar más vivamente el glamur de su vestimenta y sus evoluciones tácticas, en los números films en los que se evoca su esplendor pasado.
caballería americana carga contra infantes japoneses en Filipinas 1942
Autor: eljoines.
Bibliografia
- Wikipedia.
- http://www.granguerra.crearforo.com/antecedentes-de-la-gran-guerra-com56....
- eljoines's blog
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Hola, ¿Que tal?. He estado leyendo tu escrito y me han sorprendido algunas informaciones que das, así que, si no te importa, me gustaría que me aclarases algunas cosillas:
"...Claro que muchas veces no hacía falta estos requisitos, se podía no tener dinero y no ser noble y entrar en la caballería, siendo adiestro para ser jinete..."
"...El hecho de que la ocupación egipcia por los hicsos fuera un periodo vergonzoso para el pueblo egipcio..." ¿?
"...tal como solían escribirla en las estelas funerarias u otro tipo de estelas, dedicadas a cantar las excelencias del faraón de turno)..." ¿Estelas?.
"...ya que los egipcios dejaban los escritos en los muros o estelas, para que quedara escrito para la posteridad..." ¿?
"...también tenían caballería los romanos entre sus tropas, pero era más utilizada del tipo de infantería montada, cuando llegaban al campo de batalla bajaban de sus caballos y peleaban como infantes..." ¿?
Nada más, simplemente me gustaría que me explicaras estos puntos. Por cierto, ¡Cuida la escritura, y ten cuidado con las faltas de ortografía!.
Un saludo.
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