Los paracaidistas alemanes de la Luftwaffe
La creación de la rama de los paracaidistas alemanes se debe al que en un futuro se convertiría en el jefe de la rama alemana del ejército del aire Herman Göring, el cual estudió con Hitler la creación de una fuerza de paracaidistas. Sus orígenes se remontan cuando su función era meramente policial, y se dedicaba a la protección de los líderes nazis cuando desarrollaban sus campañas políticas. Cuando los nazis llegaron al poder en 1933, convirtieron, ya sin ningún tipo de trabas a los paracaidistas, en una fuerza militar organizada en un batallón de hombres.
A principios de 1936 se formaron los iniciales cuadros de mando de estos paracaidistas, formados por 15 hombres y también ese mismo año, se formó un segundo batallón de paracaidistas, estos al mando de la fuerza de tierra y bajo el mando del Generalleutnant Richard Heidrich y bien pertrechada, con ametralladoras pesadas y morteros y usada como unidad de apoyo, posiblemente todos agrupados en un regimiento.
En enero de 1939 se formó un segundo regimiento, esta vez con más armamento, el cual incluía antitanques, artillería ligera, antiaérea, reconocimiento, señales, ingenieros y unidades médicas.
Su operatividad se guió en dos funciones, una apoyada por la Luftwaffe (fuerza aérea alemana) en el sentido de que fueran utilizados tras las líneas enemigas como fuerza saboteadora, y otra, la del ejército de tierra, en la línea de ser usada como una fuerza de tierra. Ambas opciones fueron usadas.
Su nombre característico era el de “Fallschirmjäger”, palabra alemana que se desgranaba en fallschirm (paracaídas) y jäger (cazador). Su equipamiento y adiestramiento fueron de un alto nivel, acorde con el elitismo y espíritu de lucha que impregnó a estas celebres unidades paracaidistas.
Cuando estalló la guerra en septiembre de 1939, las fuerzas Fallschirmjäger estaban agrupadas en 3 regimientos de paracaidistas, los cuales formaron la primera división Fallschirmjäger y contando, ¡por supuesto!, con sus respectivas unidades de apoyo. Su nombre más conocido fue la 7 división del aire.
Con el paso del tiempo, esta división fue numerada como número uno, y dio paso a la formación de otras unidades tipo división, en concreto, se crearon once divisiones Fallschirmjäger desgranadas aquí, aunque también he puesto a otras unidades de la Luftwaffe:
-I Ejército Fallschirmjäger
Cuerpos Fallschirm:
-I Cuerpo Fallschirmjäger
-II Cuerpo Fallschirmjäger
Divisiones:
-1ª División Fallschirmjäger
-2ª División Fallschirmjäger
-3ª División Fallschirmjäger
-4ª División Fallschirmjäger
-5ª División Fallschirmjäger
-6ª División Fallschirmjäger
-7ª División Fallschirmjäger
-8ª División Fallschirmjäger
-9ª División Fallschirmjäger
-10ª División Fallschirmjäger
-11ª División Fallschirmjäger
-División de Entrenamiento Fallschirmjäger
Otras unidades:
-Brigada de Paracaidistas Ramcke
-LLStR, Regimiento de Asalto Aerotransportado
-Regimiento Barenthin
El núcleo de la primera división Fallschirmjäger, se utilizó para la formación de las restantes divisiones, estas se organizaron como divisiones de infantería motorizada, no obstante, fueron creadas como divisiones de élite, altamente equipadas y adiestradas, utilizadas en el campo de batalla como pequeñas formaciones “ad hoc”, grupos de batalla escogidos, que eran mandados como unidades bomberos, es decir, enviados al combate en los sectores más calientes del frente.
Estas unidades de paracaidistas alemanes, tuvieron a los largo de estos años de guerra una actuación más que destacada, luchando con gran pundonor, tanto en los años de victoria, como en los años de la retirada de todos los frentes, retirada que culminaron con la caída de Berlín en el 2 de mayo de 1945 y la rendición alemana definitiva el 8 de mayo.
Su adiestramiento conoció un deterioro a mediados de 1944, cuando las nuevas formaciones dejaron de tener el adiestramiento elitista de paracaidistas.
El mando alemán, debido a él deterioro de la guerra y la inutilidad de este adiestramiento (según ellos), necesitaban la formación de unidades más rápidamente, y la formación de un paracaidista era lenta y concienzuda, no recibiendo adiestramiento como paracaidista, se aceleraba considerablemente la formación de estos hombres, pero a la vez, deterioraba considerablemente el elitismo de estas unidades.
No obstante, las nuevas unidades paracaidistas, siguieron englobándose como tropas paracaidistas, aunque ahora ya solo de nombre, ¡no obstante!, los nuevos reclutas impregnados en el glamur de servir como paracaidistas y el ejemplo de los veteranos existentes, hizo que estos combatieran con gran bravura y pundonor, no mancillando el nombre de las unidades a las que pertenecían, a pesar de su peor formación.
Estadísticamente, alrededor de 54. 449 paracaidistas Fallschirmjäger murieron en combate, y unos 8.000 están considerados como desaparecidos. Su tributo en sangra está demostrado por el valor que desplegaron en combate. Pero empecemos a ver su actuación a lo largo de la guerra.
El bautismo de fuego de los paracaidistas alemanes Fallschirmjäger se produjo en la campaña de Polonia primer país donde Hitler puso sus ojos. El comandante de los paracaidistas, el general Kurt Student, recibió la orden de que sus fuerzas capturaran los puentes sobre el río Vístula, y la captura de varios aeródromos entre este río y el río Bug.
Los paracaidistas acometieron sus tareas con éxito, pero no estuvieron del todo satisfechos, ya que esta era una tarea para la que no habían sido entrenados, debieron de quejarse, pero Hitler les tranquilizó, pronto se les asignarían tareas, ¡en las que tendrían que dar lo mejor de sí mismos!.
El siguiente objetivo de Hitler fue la ocupación de Dinamarca y Noruega, la cual empezó el 9 de abril de 1940, esta campaña brindó a los paracaidistas alemanes entrar verdaderamente en combate. La 4 compañía del 1 regimiento de paracaidistas al mando del capitán Gericke, recibió la orden de tomar en Dinamarca, el puente de Stoerstrom, el cual unía las islas Falster y Seeland y el aeropuerto de Aalborg.
Los paracaidistas alemanes triunfaron en su misión, ayudados por el efecto sorpresa sobre las fuerzas danesas, a las cuales redujeron con prontitud. No fue esta la única misión de los paracaidistas en esta campaña, en Noruega, la tercera compañía al mando del teniente von Brandis, recibió la orden de tomar el aeródromo de Stavenger-Sola.
Esta misión revistió una mayor dificultad que la anterior, ya que las fuerzas noruegas que la guarnecían opusieron una resistencia tenaz, y fue imposible capturarla por sorpresa. Los paracaidistas tuvieron que esperar refuerzos lanzados en un avión de transporte Junker 52, después de lo cual se pudo tomar el objetivo.
Pero no todo fueron victorias, también los paracaidistas probaron el amargo sabor de la derrota. El 14 de abril, la primera compañía del teniente Schmidt, se lanzó en el valle de Gudbransal a unos 130 Km. al norte de la capital de Noruega, Oslo.
Tenían como objetivo interceptar a las fuerzas británicas que avanzaban hacia la ciudad de Trondheim. El objetivo no se cumplió, tras 4 días de tenaz lucha por parte de los paracaidistas, tuvieron que rendirse al agotar su munición.
En el mes de mayo, Hitler lanzó una invasión en toda regla, los alemanes invadieron Bélgica, Holanda, Luxemburgo y Francia, y aquí en diversas misiones fue cuando las fuerzas Fallschirmjäger se cubrieron de gloria en diversas misiones y, ¡quizá!, fue aquí cuando su popularidad y fama de estas unidades alcanzaron su cénit.
Para esta campaña se movilizó a la séptima división del aire, así se conocía popularmente a la primera división de paracaidistas Fallschirmjäger, y a la 22 división aerotransportada.
Recibieron la importante misión de capturar importantes fortificaciones que hubiera en la frontera belga, capturar el mando holandés, el cual estaba en la ciudad de La Haya y la captura de una serie de puentes estratégicos.
Uno de los objetivos más importantes de esta campaña para las fuerzas paracaidistas, fue la toma del fuerte belga Eben, estaba construido a 45 metros por encima del banco oeste del Canal Alberto, a lo largo del río Maas. La calidad de la fortificación era muy esmerada y tenía una fama merecida de inexpugnable.
Para la toma del fuerte Eben y tres puentes cercanos, se movilizaron fuerzas que incluían a la primera y segunda compañía del primer regimiento paracaidistas más 500 hombres lanzados en planeadores, todos al mando del capitán Walter Koch.
Las tropas fueron divididas en cuatro secciones, y cada sección recibió una misión específica:
- el grupo Eisen al mando del teniente Schächter, se le asignó el cometido de tomar el puente Canne.
-el Grupo Beton al mando del teniente Schacht la toma del puente Vroenhoven.
-el grupo Stahl al mando del teniente Altmann la toma del puente Velwezelt.
Al grupo Granit se le asignó la misión más peligrosa, la toma del fuerte Eben, 85 hombres en 11 planeadores al mando del teniente Rudolf Witzing.
La misión se cumplió a plena satisfacción, los belgas se rindieron y los alemanes capturaron en total, 1000 hombres, con unas bajas muy modestas por su parte, 20 heridos y 6 muertos.
Pero no fue esta la única misión exitosa de las fuerzas paracaidistas, 2000 hombres de la séptima división del aire y 12.000 de la 22 división aerotransportada recibieron el cometido de tomar las ciudades y aeródromos de las más estratégicas ciudades de Holanda, Amsterdam, Utrecht, Rotterdam y Dordrecht.
Los holandeses ofrecieron una dura resistencia, en parte, porque el objetivo sorpresa se había desvanecido al ser alertados anteriormente los holandeses de la invasión alemana. No obstante, eso no fue óbice para que las fuerzas paracaidistas alemanas cumplieran su cometido.
Los paracaidistas tomaron intactos los puentes de Moerdijk y Dordrecht y los defendieron bravamente hasta la llegada de las fuerzas alemanas terrestres. Después de dos días de fiera defensa, las tropas del 18 ejército alemán al mando del general Klucher alcanzaron los puentes intactos.
Como reseña señalar que el general de las fuerzas paracaidista alemanas, el general Student, fue gravemente herido en la campaña, dejándole inactivo varios meses. Su sucesor fue el general Putzier, el cual realizó varios cambios en el organigrama de las fuerzas paracaidistas.
Se creó el tercer regimiento paracaidista Fallschirmjäger y el grupo de asalto Koch se transformó en un regimiento de asalto con el mismo nombre. A principios de enero de 1941 Student volvió para hacerse cargo nuevamente de las fuerzas paracaidistas alemanas.
Asumió el mando del XI cuerpo de paracaidistas, el cual estaba conformado por la séptima división del aire, la 22 división aerotransportada y el regimiento de asalto Koch. Student recibió como refuerzo logístico para sus unidades 9 alas de planeadores y dos alas de transporte.
La siguiente operación en que intervinieron los paracaidistas alemanes fue durante la invasión de Grecia y Yugoslavia en marzo de 1941, concretamente fue en Grecia donde desarrollaron las operaciones.
Los italianos habían decidido invadir Grecia, quizá por la envidia de Mussolini a Hitler e intentar el igualar en logros militares a los alemanes, por desgracia para el jefe de estado italiano, sus tropas no estaban a la altura de las circunstancias, y tras rechazar a los italianos de su patria, procedieron a invadir Albania, posesión italiana.
Hitler Juzgó que estaba en peligro el flanco sur de Alemania, y decidió intervenir aquí para resolver la situación. El ejército alemán procedió a invadir Grecia y también Yugoslavia, y fue en el primer país donde los paracaidistas actuaron.
Los griegos ante la avalancha alemana, procedieron a retirarse al sur junto con el cuerpo expedicionario inglés, que había desembarcado en Grecia en apoyo de sus aliados griegos.
Al segundo regimiento de paracaidistas alemán le fue encomendada la misión de tomar el puente del canal de Corinto, por este istmo pensaban las tropas aliadas escapar al cerco alemán, y fue aquí donde los Fallschirmjäger cerrarían el cerco.
El 26 de abril un grupo de paracaidistas al mando del teniente Hans Teusen, aterrizó a ambos lados del estratégico puente con órdenes de tomarlo y reducir a la guardia inglesa que lo custodiaba. Cumplió con éxito su misión, a la par que procedió a minar el puente mientras llegaban los refuerzos.
Los ingleses se apercibieron del peligro y montaron un contraataque para recuperar el puente, en la refriega, una descarga inglesa accionó una de las minas del puente que estaban instalando los alemanes, lo cual produjo que el puente, volara matando a varios paracaidistas en el proceso.
Poco después el segundo regimiento de paracaidistas aterrizó a ambos lados del puente, concretamente, el primer batallón al norte del puente y el segundo al sur. Los miembros del primer batallón tuvieron la fortuna de capturar a 10.000 prisioneros aliados, desmoralizados estos por la voladura del puente y su imposible retirada a través de él.
Los miembros del segundo batallón iniciaron un avance al sur, también con fortuna, un gran número de tropas aliadas fueron capturadas por los audaces paracaidistas. La victoria se saldo con un número de bajas modestas para los Fallschirmjäger, 63 muertos y 174 heridos.
En febrero de 1941 los alemanes habían decidido enviar un pequeño cuerpo expedicionario a África en apoyo de los italianos, los cuales habían sido derrotados ampliamente por los ingleses y expulsados de casi todas sus colonias en África.
No obstante, el abastecimiento del ejército alemán, más comúnmente conocido como “África Korps”, estaba siendo entorpecido por los ingleses desde la isla de Creta, los cuales bombardeaban los convoyes alemanes que se dirigían a África.
El mando alemán decidió prioritariamente la ocupación de la isla, la cual se haría en una operación aérea de grandes proporciones, de hecho, la mayor que habían realizado los alemanes y nunca más se haría, la cual se llamó operación Mercurio.
Esta operación fue asignada a la séptima división del aire y al regimiento de asalto aerotransportado LLStR con unos efectivos en total de 13.000 paracaidistas, excepto la 22 división aerotransportada, todos los efectivos paracaidistas de Alemania fueron implicados en esta operación.
Los paracaidistas de dividieron en tres grupos, Este, Oeste y Centro, y fueron enviados en dos olas de ataque en 502 aviones de transporte Junkers y 85 planeadores DFS230. No obstante los alemanes se llevaron una sorpresa cuando sin saberlo, los ingleses que guarnecían la isla estaban al tanto de la operación.
Esto se debió a que los ingleses poseían la clave secreta alemana de encriptado, por lo que todos sus mensajes eran descifrados sin problema por la inteligencia inglesa, los alemanes hasta después de la guerra, no supieron este detalle tan vital. También la inteligencia alemana infravaloró los efectivos ingleses en la isla.
Para la toma de los siguientes objetivos se asignó los siguientes efectivos:
-La toma del aeropuerto de Maleme, se asignó al regimiento de asalto paracaidista del Coronel Eugen Meindl, con unos efectivos de 2.400 hombres y transportados en 53 planeadores.
-80 hombres del mayor Braun en 9 planeadores tomarían el puente sobre el Tavronitis.
-Al mayor Koch con el grupo de mando y la tercera y cuarta compañía se le asignó la toma de la fortificada colina 107.
-Los Junker alemanes lanzarían al II regimiento paracaidista al mando del mayor Stenzer, al IV regimiento del mayor Gericke y al III del mayor Scherber.
-La toma de Canea y Suda se asignó a los 270 hombres de la primera y segunda compañía del I regimiento paracaidista.
-El I y II regimiento de paracaidistas tenían que llegar a 1,6 Km. al este de Glatas.
-El tercer batallón de paracaidistas zapadores debería tomar Alikianou.
- Los aeródromos de Retimo y Heraklion fueron el objetivo del primer y tercer batallón del FJR el I, II y III regimiento de paracaidistas.
La guarnición de la isla de Creta la componían 30.000 ingleses formados por australianos y neozelandeses y 11.000 griegos, todos al mando del Mayor general Bernard Frieberg, todos en estado de alerta ante la invasión alemana.
El 20 de mayo fue el día de la invasión, se inició primero con el asalto a Maleme y Caea, los planadores tuvieron serias dificultades en aterrizar en sus objetivos, lo cual comportó serias bajas.
Al día siguiente la toma de la cota 107 y el aeródromo de Maleme dio nuevos bríos a la invasión, en el mismo aterrizando refuerzos que empezaron a presionar en serio a los ingleses.
Los ingleses viendo que la batalla estaba empezando a inclinarse en su contra se dirigieron al puerto de Skafia, donde empezaron a reembarcar todas sus tropas, operación que finalizó el día 31 de mayo.
Aunque los objetivos se cumplieron con éxito su coste fue terrorífico, el total, los alemanes sufrieron 3.250 muertos y 3.400 heridos contra 10.000 prisioneros y 2.500 muertos ingleses y griegos.
Cuando Hitler se enteró de las bajas (una buena parte de las mismas fueron paracaidistas) se quedó espantado por el alto coste en las elitistas tropas Fallschirmjäger. Ordenó que a partir de entonces, nunca más participaran en una operación de gran envergadura, y nunca más se montó operaciones de tal calibre.
El frente africano también conoció las actividades de estos hombres, una primera fuerza de 614 hombres fue enviada con el nombre de Fallschirmjäger Lehr.
En enero de 1942, coincidiendo con la ofensiva invernal de Rommel, (después de la retirada de 141) fuerzas paracaidistas alemanas se le unieron, concretamente, El Kampfgruppe Burckhardt, que lo mandaba el mayor Bruckhardt.
En el verano de 1942 nuevas fuerzas Fallschirmjäger fueron enviadas a África en julio, la brigada Ramcke al mando del mayor general Bernhard Ramcke, tomando posiciones en la vanguardia alemana, concretamente en las líneas del Alamein, a 100 Km. de Alejandría.
La contraofensiva victoriosa del general británico Montgomery a finales de octubre, hizo que los ejércitos alemanes tuvieran que replegarse al oeste. En noviembre, la continua retirada hizo que nuevos refuerzos paracaidistas arribaran a África, estos llegaron a Túnez desde la ciudad italiana de Nápoles.
Las fuerzas participantes eran del 5 regimiento de paracaidistas FJR 5, los cuales, participaron en los combates que se desarrollaron a continuación, hasta la rendición final de todas las tropas alemanas en África el 13 de mayo de 1943.
Tras la rendición de las tropas alemanas en África, la siguiente operación aliada fue la toma de la isla italiana de Sicilia en julio de 1943, tras desembarcar el 10 de julio, fuerzas paracaidistas alemanas fueron enviadas como refuerzo, las cuales se componían en la FJR 3 y la compañía I y III del FJR 4.
Estas tropas tras su traslado a la isla entre el 12 y 14 de julio, en la zona de Catania, trabaron pronto combate contra las tropas inglesas de la primera brigada paracaidista británica, fueron combates muy duros los que se desarrollaron, pero la superioridad aliada era decisiva, y los alemanes tuvieron que retirarse de todos modos, a finales de agosto, los paracaidistas alemanes fueron evacuados de la Sicilia.
En septiembre de 1943, los italianos negociaban con los aliados pasarse a su bando, como respuesta, los alemanes enviaron refuerzos considerables a Italia, con la misión de asumir el control de todo el país y desarmar a las fuerzas italianas acantonadas en el país.
Entre estas tropas que acudieron a Italia, se encontraba la 2 división Fallschirmjäger, la cual participó en la labor de desarme de soldados italianos.
Pero el 3 de septiembre de 1943 los aliados desembarcaron al sur de Italia y procedieron a marchar al norte, siendo estorbados en todo lo posible por la tenaz defensa alemana, la cual aprovechó que la delgada península, no se aprestaba a espectaculares operaciones de flanqueo por parte de los aliados.
El avance aliado llegó a la línea alemana de Gustav, cuyo eje de defensa fue la antigua abadía de Montecassino, si bien en un principio, la antigua abadía no fue utilizada como defensa, solo sus alrededores.
En enero de 1944 los aliados lanzaron varios ataques a la línea alemana mientras a la retaguardia alemana, los aliados realizaban una operación de desembarco en la zona de Anzio.
En Anzio destacaron las fuerzas de la cuarta división Fallschirmjäger, las cuales contuvieron a los aliados durante semanas. En Montecassino, los miembros de la elitista primera división Fallschirmjäger ofrecieron una resistencia legendaria.
Los aliados viendo que Montecassino no podía ser tomado, decidieron lanzar un bombardeo devastador sobre la antigua abadía, 287 toneladas de bombas incendiarias y rompedoras, más otro bombardeo posterior de 100 toneladas de alto poder explosivo, convirtieron Montecassino en un montón de ruinas.
Pero los paracaidistas alemanes hicieron de la necesidad virtud, aprovechando los escombros a que había sido reducido Montecassino, entraron en ellos y desplegando sus MG-42 esperaron a que los aliados se acercaran.
¡Efectivamente!, el asalto aliado posterior fue recibido con un fuego letal de ametralladoras provocado por parte de los “diablos verdes” como fueron apodados, el ataque aliado fue una vez más rechazado.
Pero los aliados no se resignaron y nuevamente con poderosos medios decidieron poner fin a la resistencia de los paracaidistas alemanes. El 5 de marzo de 1944, los bombarderos machacaron a conciencia Montecassino con 2.500 toneladas de bombas.
Para asegurarse bien, la artillería aliada lanzó casi 200.00 granadas durante tres horas, ¡nada podía quedar después de tan devastador ataque, no siquiera un colibrí!, tras esta demostración de fuerza, la octava división británica formada por hindúes, atacó siendo apoyada por carros de combate y una barrera de artillería de campaña que a todas luces se creía innecesaria.
Pero los británicos fracasaron, milagrosamente, los escombros de Montecassino habían formado una muralla natural contra la que no podía hacer nada ni la aviación ni la artillería, los paracaidistas contuvieron a las tropas aliadas una vez más.
Los aliados estaban desquiciados porque no sabían cómo hacer frente a la obstinación de los paracaidistas alemanes, finalmente un ataque aliado combinado en la playa de Anzio y Montecassino acabó derrumbando la defensa de la línea Gustav.
El 11 de mayo se inició el ataque, el cual produjo pocos resultados, pero tropas francesas lograron atravesar la línea Gustav lo cual derrumbó la defensa. Montecassino fue atacado por dos divisiones de tropas polacas del ejército británico, pero la defensa alemana era tenaz.
Finalmente, un asalto final el 16 de mayo, el cual costó a los polacos 4.000 bajas, hizo ver a los Fallschirmjäger que la resistencia no se podía prolongar más, al día siguiente por la noche, en pequeños destacamentos procedieron a evacuar Montecassino, el cual habían defendido con pundonor.
Aun que en el frente del este y Mediterráneo fue donde más éxitos alcanzaron los Fallschirmjäger, también el frente del este conoció sus éxitos, aun que en escala menos espectacular.
La 7° Fallschirmjäger tras las grandes pérdidas que sufrió en la toma de Creta, volvió a Alemania para ser rehabilitada y reequiparse para la nueva misión que tenía encomendada, participar en la operación “Barbarroja”, la invasión de la Unión Soviética”.
En septiembre de 1941 marchó a la ciudad de Leningrado, (la cual estaba sufriendo el cerco de los alemanes) con la misión de participar en los combates que se estaban desarrollando en las afueras de la ciudad. La división paracaidista participó de lleno en los combates, siendo utilizada como una unidad que marchaba allí donde los puntos eran más calientes.
Todo el invierno participó en estas operaciones de desgaste, recibiendo el apodo de “los bomberos del Führer”, por ir a las zonas del frente donde su presencia era más acuciante y participando en duros combates contra las tropas soviéticas, donde destacaron por su firmeza en el combate.
Permanecieron hasta diciembre en Leningrado hasta que fueron relevados y enviados a Alemania en busca de un merecido reposo. Mientras, la I y II/FJR, lucharon en el frente de Ucrania.
En febrero de 1942, un grupo de combate al mando del Mayor General Meindl, fue enviado a diversas zonas del frente ruso, como Vyasma, al este de Smolensk y al norte de Leningrado.
En mayo de ese mismo año, el FJR 2 participo en el frente de Leningrado luchado denodadamente ante una ofensiva soviética lanzada por 11° Ejercito del General Morozov y el 2° Ejercito de Choque del General Vlassov, con el fin de liberar la ciudad del mortal cerco al que estaba sumida.
En marzo de 1943 la FJR 1 detuvo con fortuna una ofensiva soviética en la zona de Smolensk, y en el mes de noviembre, la segunda Fallschirmjäger, lucho en la zona de Zhitomyr, apoyando a la primera división panzer de las SS y a mediados de diciembre luchando en la zona de Kirovgrad.
En 1945 la lucha en el frente del este había llegado casi al final, la novena y décima divisiones Fallschirmjäger, eran las únicas que operaban en el frente del este, algunos de cuyos elementos participaron en la defensa de Berlín, siendo esta su última participación en el frente ruso.
Volviendo al frente del Oeste, FJR 6 del Mayor von der Heydte, participó en los combates que se desarrollaron cuando los aliados desembarcaron en las playas francesas de Normandía, en la zona de Carentan, trabaron duros combates con las tropas aerotransportadas americanas de las divisiones 82 y 101.
Como parte de los refuerzos que se enviaron ante estos duros combates desarrollados en la zona de Carentan, se incluía a la tercera y quinta Fallschirmjäger y al FJD 5 y parte del FJR 6.
Tras los duros combates que se desarrollaron en la zona de Normandía (Francia) a principios de agosto, los cuales se saldaron con pérdidas ingentes de hombres y material.
El débil frente que los alemanes mantenían ante los aliados fue roto, y la invasión aliada se convirtió en una avalancha que los alemanes no pudieron contener, para colmo de males los aliados desembarcaron al sur de Francia en las costas de Provenza, a mediados de agosto, era el inicio definitivo de la retirada alemana de Francia.
En el mes de septiembre, las fuerzas alemanas habían sido empujadas a Bélgica con la liberación casi en su totalidad de Francia, salvo algún enclave aislado que resistió hasta el final de la guerra.
En la misma Bélgica se produjo una refundición de las fuerzas paracaidistas alemanas con la creación del primer ejército Fallschirmjäger.
Este mismo ejército fue puesto a las órdenes de general Student, y ubicado en la ciudad holandesa de Eindhoven. Oportunamente los paracaidistas intervinieron en los combates que se desarrollaron cuando los aliados lanzaron la operación “Market-Garden”.
Curiosamente al iniciarse la invasión, el general Student que se hallaba en Vught (Holanda) fue testigo ocular del paso de las tropas aerotransportadas por el aire por encima de su cuartel general, se quedó admirado por el enorme despliegue que tenía ante sus ojos, y recordó lo que él mismo realizó en otros tiempos.
Curiosamente un planeador de la clase Waco aliado fue derribado cerca de la posición de Student, y ese mismo planeador contenía las órdenes de invasión aliada, parte del contenido citaba:
“…....la 101ª División Aerotransportada debe capturar los cruces de los obstáculos fluviales en Son-St. Oedenrode y Veghel. Debe también retenerlos hasta la llegada de las fuerzas terrestres británicas - la División Blindada y las 43ª y 50ª Divisiones de Infantería”.
Student era lo suficientemente inteligente como para comprender lo que iba a suceder, además, era paracaidista, y él mismo había ejecutado operaciones similares hacía unos cuantos años, el corte de comunicaciones y la toma de los puentes estratégicos era la espina dorsal que haría triunfar a esta misión.
Student se propuso atajarla de inmediato y se puso de inmediato en comunicación con su superior, el Mariscal de Campo Walther Model, y le informó de todos los detalles del plan aliado, pero no fue fácil localizarle, porque Model había visto el lanzamiento de paracaidistas, y tubo temor de que fue una operación aliada destinada a capturarle a él.
Decidió Model marchar a Doetinchem, y de camino, alterno la ruta para intentar despistar a sus captores, por lo que el mensajero no pudo entregarle el mensaje de Student hasta pasadas 10 horas, no obstante, cuando recibió el mensaje, pudo hacerse una idea tanto de su errónea percepción del objetivo, como de preparar un plan de operaciones para la batalla que se avecinaba.
¡Pero vayamos a los hechos!, el 17 de septiembre los americanos de las divisiones aerotransportadas 82 y 101 fueron lanzados respectivamente sobre las ciudades holandesas de Nijmegen y Eindhoven y divisiones veteranas americanas, trabaron duros combates contra las no menos veteranas divisiones Fallschirmjäger, la contribución de estas últimas fue importante en el fracaso aliado de “Market-Garden”.
Ya en diciembre de 1944, a mediados concretamente, se produjo la última ofensiva alemana importante contra los aliados, aprovechando que las condiciones climatológicas iban a ser durante unos días nefastas, (hecho que impediría a la aviación aliada volar) los alemanes lazaron en el sector de las Ardenas (Luxemburgo) una ofensiva que pretendía dividir a las fuerzas aliadas y hacerlas retroceder.
Las fuerzas Fallschirmjäger participaron en esta importante batalla, concretamente un grupo de batalla al mando del Oberstleutnant von der Heyte. Si misión consistió en la toma de una carretera y mantenerla a toda costa contra el avance aliado, su objetivo estaba al norte de la importante ciudad de Malmedy (Bélgica).
La inexperiencia de los pilotos alemanes de los 112 aviones de transporte Junker 52, (los cuales despegaron en unas condiciones climatológicas dantescas) hizo que los 1.300 paracaidistas se lanzaran en una zona errónea a su objetivo, de hecho, solo un 10% aterrizó donde debía. Esto sin contar con que muchos aviones se despistaron de su objetivo y no lanzaron a sus paracaidistas.
No obstante Heyte logró reunir a unos 300 hombres de sus tropas dispersas, los paracaidistas lucharon con decisión contra los aliados intentando mantener la carretera hasta la llegada de las tropas alemanas, concretamente la 12 división SS panzer.
No obstante, las luchas se cobraron su precio en vidas y suministros para los alemanes, cuando se vió que la lucha no revestía esperanza, Heyte ordenó que se dividieran en pequeños grupos de 3 o 4 hombres y regresaran a Alemania por sus propios medios.
Heyte que había sido herido durante el aterrizaje, al inicio de la operación, se rindió a los americanos el 22 de diciembre en Monschau. También destacar que las divisiones Fallschirmjäger tercera y quinta, también participaron en la batalla de las Ardenas.
Los Fallschirmjäger continuaron luchando el resto de la guerra en una lucha que no revestía ya esperanza alguna, finalmente el 2 de mayo de 1945, los Fallschirmjäger recibieron la última orden de día citada por el Teniente General Richard Heidrich:
“Nosotros debemos cumplir nuestro deber hasta el final, y no debemos sentir que hemos sido derrotados. Mantened vuestro espíritu de Fallschirmjäger. Recordad a vuestros camaradas muertos, aquellos que murieron por todos nosotros”.
Reflexiones:
Solo destacar el digno espíritu de combate que desplegaron en la guerra las unidades Fallschirmjäger durante toda la guerra, desde el inicio hasta el final.
A mediados de 1944 por la necesidad de la guerra, se suprimió el entrenamiento de paracaidistas, esta controvertida decisión eliminó una parte fundamente de su entrenamiento elitista.
Todo esto se hizo en base a que se necesitaba un número de unidades de combate mucho mayor y que se necesitaba que su adiestramiento fuera más rápido, para su incorporación a la lucha.
El hecho es que su calidad aunque se resintió, fue compensada con el entusiasmo de sus nuevos reclutas.
El hecho del glamur de pertenecer a las unidades paracaidistas y al contar con el ejemplo de los veteranos ya existentes, minimizó bastante la menor calidad de los nuevos reclutas, a la par que el entusiasmo en el combate que desplegaron, hizo que no tuvieran mucha diferencia con las unidades veteranas.
Autor: eljoines
Bibliografía
-Wikipedia.
-http://www.panzertruppen.org/heer/infanteria/unidades/falls.html.
-http://www.geocities.com/fallschirmjager1936/.
- eljoines's blog
- Inicie sesión o regístrese para enviar comentarios