Richard Sorge El alemán al servicio de los sovieticos imprescindible para la derrota del 3º Reich de Hitler
Este espía soviético está considerado como “El espía del siglo”. El y la “Orquesta Roja” dirigida por el polaco Trepper, son dos ejemplos magníficos en materia del espionaje soviético y nos demuestran que esta actividad está al alcance de unos pocos, ya que requiere una gran inteligencia y dotes de “artista”.
A finales de los años 30, no había un periodista con mejores contactos, que el alemán, Richard Sorge, que a la sazón residía en Tokio. Entre sus allegados e informantes se encontraban el consejero del Gobierno japonés, Hotzumi Ozaki y el coronel alemán Eugen Ott, agregado militar de la Embajada alemana en el Japón. En marzo de 1.938, Hitler se anexiona Austria e invade Checoslovaquia y Polonia. Con la idea de expandir todo su dominio por toda Europa, era evidente que más tarde o temprano se enfrentaría con sus enemigos de la Gran Guerra: Reino Unido, Francia, URSS y EE.UU. Al igual que el Führer, von Ribbentrop, ministro de Asuntos Exteriores alemán, veían al Japón como un potencial aliado para ellos, máxime después que estos hubieran invadido la China en 1.937.
El nombramiento de Ott, como agregado en el Japón, fue auspiciado por Sorge, cuyos informes sobre las disposiciones e intenciones de los japoneses, para entrar en la guerra, convirtieron a Ott en uno de los diplomáticos más exitosos del III Reich. El mismo Ribbentrop, consciente de la valía de Sorge, le hizo extensiva una felicitación por carta, en octubre de 1.938, en su 43ª cumpleaños, por su “gran contribución” al desarrollo del III Reich. Pero las aptitudes más importantes de Sorge, fueron captadas por el Departamento Central de Inteligencia soviético(G.R.U.), que unos días antes le había enrolado para liderar un grupo de espías soviéticos, que enviaran información a Moscú.
(El coronel Eugen Ott, ignoraba que Sorge informaba a Moscú de los secretos que él le confiaba en la embajada alemana en Tokio).
¿QUIEN ERA SORGE?
Sorge nació en Bakú, el 4 de octubre de 1.895, en los campos petrolíferos del Cáucaso, que actualmente pertenece a la República Democrática de Azerbaiyán. Su padre, Wilhem era un ingeniero alemán de minas y su madre, Lina Kobellev, también era nacida en Bakú. Con tres años de edad, su familia se traslada a Berlin. El era el menor de 9 hermanos y el 4º varón. Su hermano mayor era un destacado extremista de izquierdas y su propio abuelo había sido secretario de Carlos Marx, en la época de la Primera Internacional. Asiste a la Escuela Superior de Lichterfelde, destacando en historia, literatura y deportes, gracias a su buen físico. El 11 de agosto de 1.918, se presenta voluntario al centro de adiestramiento militar de Berlin y tras una breve instrucción es destinado al batallón de estudiantes del 3er. Regimiento de Artillería de Campo. En el corto espacio de un mes es enviado a Flandes y en Dixmedes, las unidades universitarias fueron diezmadas por las ametralladoras francesas. Más tarde es herido de consideración en su pierna derecha. En marzo de 1.916, es enviado al frente oriental, donde nuevamente es herido en la misma pierna, por lo que le queda una cojera permanente y tras un viaje alucinante por toda Rusia es ingresado en el hospital de Koening y posteriormente condecorado con la Cruz de Hierro.
VINCULACIONES MARXISTAS
En su etapa hospitalaria Sorge conoce a una enfermera judía, cuyo padre es un conocido intelectual marxista, relacionado con el Partido Alemán Social-Demócrata. Su desencanto con la llamada “Guerra Patriótica” y su amargura por su lesión física le hacen abrazar las ideas marxistas. Con 21 años, ávido de ampliar conocimientos sobre la izquierda, se sumerge literalmente en la lectura de “El Capital” de Marx, “Anti-Dühring” de Engels y “El capital financiero” de Hilferding. Así como en los clásicos de Grecia y Hegel.
En octubre de 1.916, ingresa en la Universidad de Berlin, donde abraza las ideas socialistas. En enero de 1.917, es licenciado del ejército y se traslada por estudios a la Universidad de Kiel. Es aquí donde sus convicciones revolucionarias se fortalecen. Meses después ingresa en el Partido Social-Demócrata Independiente de Alemania, el cual condena el apoyo de los socialistas a la guerra. Lo que le lleva meses más tarde a ingresar en el PC Alemán, tras esto se traslada a Hamburgo, donde acaba su tesis doctoral en Ciencias Políticas. Años más tarde le encontramos participando activamente contra el golpe de estado del Ejército contra el Gobierno, participando en huelgas y manifestaciones. Se traslada a el Rühr y participa en el rotativo “La voz de los mineros”. Luego en mayo de 1.921, contrae matrimonio con Christiane Gerlach, divorciada de un amigo suyo(aquí surgen discrepancias, según otras fuentes su boda fue en 1.926, con una bailarina rusa, Yekaterina, llamada Nina en su entorno familiar).
(Yekaterina)
Más tarde ostenta varios cargos en el PC local, hasta que en noviembre de 1.923, este es ilegalizado por el Gobierno de Weimar. Cuando el Komintern Internacional Comunista envía una delegación a Alemania, es cuando se cree que Sorge pasó a formar parte del grupo de espionaje de la Internacional Comunista. Tras esto en 1.924, se traslada a Moscú, junto con su esposa. Según los rotativos de la ciudad, es cuando se incorpora al PC soviético, en marzo de 1.925, con el número 0049927.
En 1924 inició su carrera de comunista profesional, fue enviado a Moscú y se convirtió en agente del Komintern, ingresando en el Servicio de Inteligencia del Ejército Rojo, conocido también como el 4º Buró del Estado Mayor del Ejército Rojo (NKVD13), cabeza suprema del espionaje militar. Trabajó para el Komintern durante tres años en Moscú, y en 1927 fue enviado como corresponsal de una revista alemana durante dos años a los Países Escandinavos e Inglaterra, ejerciendo la doble misión de espionaje y de actividades para el Partido Comunista Ruso. Volvió en 1929 a Moscú, dejando el Komintern e integrándose a tiempo completo en el NKVD, recibiendo las órdenes del general Beldin jefe del 4º Buró del Ejército Rojo, siendo este el único que tenía autoridad sobre él.
En 1.929, parte al Lejano Oriente, con pasaporte alemán y con dos contratos, bajo el brazo, como periodista independiente corresponsal de la revista alemana Soziologisches Magazine, con cartas de recomendación para el cónsul alemán en Shangai. En realidad como jefe de la red de espionaje soviética en China, tenía la misión de recopilar información sobre las actividades del Japón, sus intenciones, orden de batalla y operaciones en China. Para ello estudió la política, la historia y la cultura de China y Japón, alcanzando un extraordinario conocimiento sobre dichas naciones, sus gentes y condiciones, complementando de este modo sus grandes cualidades de profundo conocedor de los caracteres humanos y su comprensión de las mentalidades de la gente del resto del mundo. Al principio entra en contacto con el único agente soviético del que se fía, Agnes Smedley periodista de origen norteamericano, forjadora de la idea de que los comunistas chinos no eran realmente comunistas, sino tan solo revolucionarios agrarios nacionalistas, libres de toda conexión con la URSS.
(Carnet de corresponsal del periódico “Frankfurter-Zeitung” de Richard Sorge).
JAPÓN
Luego tras un periplo por Francia y los EE.UU. regresa a Berlin donde conoce al teniente coronel Eugen Ott, agregado militar de Alemania, en la Embajada en Tokio, lo que dio comienzo a una provechosa amistad. Inmediatamente ingresa en el Partido Nacional Socialista, donde la gran afluencia de ingresos en el mismo por estas fechas hizo que no se comprobaran sus antecedentes comunistas, que pasaron desapercibidos. El 30 de julio de 1.933, comunica a sus jefes en Moscú que hubiera cumplido sus propósitos y decidió trasladarse al Japón, como corresponsal del “Frankfurter Zeitung”, del "German Kurier" y de la "Teknische Runsdshau" y miembro del Partido Nazi. Con esta última credencial logra un puesto en la embajada alemana en Tokio en 1939. Llega a Yokohama el 6 de septiembre de 1.933 y su primera visita es al director del Departamento de Información del Ministerio de Asuntos Exteriores japonés, Amau Eiji, quien le presenta los reporteros de más notoriedad en esta ciudad.
(Hotzumi Ozaki, corresponsal de guerra y militar japonés, se convirtió en un miembro clave del círculo Sorge).
Su amigo Ott es ascendido a general y más tarde a Embajador de Alemania en Tokio y esto estrechó aún más su relación con Sorge. Este confiaba ciegamente en Sorge y le consultaba los papeles oficiales, le mantenía informado de todo y comenzada la II WW, le nombró agregado de prensa a la embajada. En 1.934, las investigaciones de este debían ir encaminadas a averiguar las intenciones japonesas para la URSS, ya que las relaciones estaban muy deterioradas por el problema con el Ferrocarril del Oeste en China, controlado por los soviets. Esta línea la intentarían comprar o tomar por las fuerza los japoneses. Para la mayor parte de expertos militares extranjeros en el Japón, en 1.935, el conflicto estaba garantizado.
Como es sabido en estas fechas, Stalin y su URSS, tenían dos grandes enemigos en potencia: La Alemania nazi en el oeste y el Japón al este. Sorge era una pieza fundamental para descubrir los planes de ambas naciones, gracias a su relación con Ott, por parte alemana y el consejero, Ozaki, un simpatizante comunista, corresponsal militar e infiltrado en el gobierno de Tokio, miembro clave del círculo de espías de la “red Sorge”. La cual contaba con dieciséis miembros entre agentes y colaboradores, entre hombres y mujeres traidores a su patria, que servían al Kremlin. Sus principales agentes eran:
Max Godofredo Federico Klausen alemán, comandante del Ejército Rojo, operador de radio y agente secreto del NKVD. En julio de 1935 el general “Olitsky”, jefe del 4º Buró, y “Kalin” jefe de la sección de Extremo Oriente le ordenaron que partiera para el Japón. Ozaki Hotzumi periodista japonés, captado en 1930 por Smedley. Sorge lo hace su lugarteniente y le encarga recopilar principalmente, información de carácter político y económico, ya que se había ganado la confianza del tres veces primer ministro del país, el príncipe Konoye y su círculo de confianza (Kazami, Sainji, Inukai y Goto), logrando ascender a consejero oficioso del Gabinete. Caído el Gabinete en enero de 1939 fue nombrado asesor del Ferrocarril de Manchuria del Sur, y desde esta posición excelente se podía informar de toda clase de actividades en Manchuria y Siberia. De estas fuentes obtenía información vital tanto política como bélica, conociendo con detalle los planes y posibilidades del Japón en una guerra con la URSS. Hotzumi encabezó un circuito secundario de agentes importante - Branco Vukelich yugoslavo, corresponsal de la revista francesa “La vue” y del diario yugoslavo “Politika”, en 1938 ingresó en la agencia Havas, tenía acceso a los puntos de vista de las embajadas: francesa, británica y norteamericana, que complementaba la japonesa de Hotzumi y alemana de Sorge. - Miyagi Yotuku, japonés que había emigrado a EEUU, captado por el Partido comunista americano y posteriormente agente del NKVD, es el que se dedicó a los pequeños detalles como la composición de las divisiones, el armamento nuevo, los movimientos de tropas, informes de bajas, etc. Yotuku también dirigía un circuito de agentes importante de segundo nivel . Sorge implantó una serie de reglas de uso interno para sus integrantes:
(Foto del matrimonio Branco Vukelic, colaborador de Sorge en su red de espionaje, con su esposa Ioshiko Yamasaki Vukelic, en 1.938).
- Evitar, dentro de lo posible, que ningún ruso forme parte del equipo y no utilizar este idioma en sus comunicaciones, siempre se emplearía el inglés o alemán..
- Evitar todo contacto con asociaciones marxistas y aún menos con la embajada de la URSS.(Condición esta que en algunos miembros no se cumple).
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No funcionar como un grupo homogéneo, que pocos miembros conozcan a otros pocos, y menos que sepan de sus cometidos y funciones. Cada miembro debe tener un nombre de guerra, los verdaderos no deben ser usados y conocidos por los demás. Lo que deben saber es que trabajan por la causa, pero desconocen la cadena a la que pertenecen.
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Todos los miembros deben tener un trabajo adecuado que les sirva de camuflaje. Las mejores pantallas eran el periodismo y comercio al por mayor. No dar la impresión de que se tiene interés en recoger información. Se debe ser un especialista en una materia, por la que acudirán a nosotros terceras personas, y de ellas son de las que trataremos de obtener la información requerida.
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Establecer grandes medidas de seguridad en el uso de la radio como medio de transmisión de los mensajes.
(El ejército japonés “Kwantung, en Manchuria).
El consejero Ozaki, pretendía desviar los ataques del Japón a la URSS, contra los territorios: británicos, franceses y norteamericanos en el Pacífico. Estos estaban muy preocupados por una guerra en Europa y no prestaron atención, en 1.939, al conflicto que enfrentó a japoneses contra soviéticos, en la frontera con Manchuria. En Manchuria, los japoneses tenían destacado, el llamado ”Ejército de Kwantung”, más de 50 divisiones(un millón de hombres), apostados en la frontera siberiana, prestas a invadir el territorio de la URSS, cerrando por el este, la tenaza que Hitler había emplazado en Rusia, por el oeste, el 22 de junio de 1.941. Pendiente de esta amenaza, Stalin estaba obligado a mantener otro millón de hombres, para defender este territorio, muy poderoso industrialmente y rico en materias primas, frente a la amenaza japonesa. Esta contienda que se saldó con victoria rusa, frena la expansión japonesa hacia la URSS y la desvía al Pacífico. Tras esta contienda, Hitler y Ribbentrop consiguen que el Japón, entre a formar parte del Eje, aunque los japoneses eran reticentes al ataque a Rusia, que era el objetivo final de Hitler.
(Firma del Pacto de no-agresión Germano-Soviético. Firma Molotov y detrás se hallan Ribbentrop y Stalin).
Pero Hitler no se podía arriesgar una guerra contra las potencias de Occidente, sin tener la seguridad de que la URSS no tomaría partido y por ello, el 23 de agosto de 1.939, en Moscú se reúnen Ribbentrop con su homólogo ruso, Viacheslav Molotov y firman un pacto de no agresión ruso-germano. Ante este hecho los más radicales comunistas se indignan por este pacto con su enemigo ideológico, pero los expertos agentes como Sorge, indican que se trata de una estratégica, entre dos regímenes antagónicos para medir sus fuerzas antes de su enfrentamiento final.
Las turbulencias en el Japón han llegado a tal punto, que Nagata, ministro de la Guerra es asesinado y se abre paso a un proceso de facistización y los sectores militaristas salen muy reforzados. En el juicio contra el asesino de Nagata, este se pavonea delante del Tribunal, de no haber ejecutado a Nagata de un solo golpe de sable, como manda la tradición. El Presidente del Tribunal, presenta a este asesino como un patriota sin interés.
El 26 de febrero de 1.935, se produce un levantamiento militar, denominado “Ni Ni Roku Jiken”. Unos 1.400 soldados, mandados por jóvenes oficiales, salen de sus acuartelamientos y asesinan a dos ex-jefes de Gobierno, pero el Primer Ministro consigue salir con vida de la revuelta. Los rebeldes declaran haber actuado así por obediencia al Emperador y propugnan un Estado socializante.
La derrota de los rebeldes pone en entredicho las contradicciones que imperan en el país y se plantean dos alternativas: emprender reformas sociales o una agresiva política de expansión. Este último es el camino que acepta el Gobierno, con el beneplácito de los generales más reaccionarios. Sorge establece con precisión que el nuevo conflicto que se avecina es, entre chinos y japoneses. No se equivoca.
Objetivo y éxito de la misión de Sorge en el Japón
En diciembre de 1932 Sorge es enviado a Moscú y de allí a Tokio, los japoneses se encuentran en las primeras fases de su campaña de Manchuria, invadiendo con ello el área de influencia de los soviéticos en el Extremo Oriente. Estos necesitan saber cuáles eran las verdaderas intenciones y posibilidades de los japoneses, y esa será la misión de Sorge ya que los soviéticos temían una guerra en dos frentes. Sorge tenía que dibujar el gran cuadro: los planes secretos del Ejército Japonés y del Gobierno, el orden de batalla, los grandes movimientos de tropas, las instalaciones y equipo militar. Desde 1933 a 1941, informó del potencial militar e industrial del Japón, de los planes de guerra japoneses, por lo que los soviéticos podían elaborar con éxito sus propios planes. Durante el año 1941, Hotzumi proporcionó a Sorge informaciones vitales sobre las relaciones soviético-japonesas, las posibilidades de una guerra entre Alemania y la URSS y las relaciones japonesas-estadounidense. El 18 de diciembre de 1940 Hitler emitió la directiva nº 21 en la que se ordenaba planificar la invasión de la URSS, y que se debería estar en condiciones de ser ejecutada a mediados de mayo de 1941. Inicialmente se esperaba organizar 180 divisiones para la operación “Barbarroja”, pero al tener que implicar fuerzas en Libia, Grecia y Yugoslavia se redujeron a 148 divisiones y se pospuso su ejecución a mediados de junio de 1941.
Por el contrario el general Alfred Jodl Jefe de Operaciones de OKW, había propuesto el cierre del Mediterráneo con la ocupación de Gibraltar y Egipto que eran uno de los golpes más eficaces que se podían dar al Reino Unido, ya que Egipto estratégicamente era el centro de las comunicaciones del Imperio, para evitar crear un segundo frente, uno de los temores del Alto Mando Alemán. El general Köstring agregado militar en Moscú persona muy capacitada, había mantenido bien informado al ejército alemán sobre la situación del ejército ruso, este disponía de unas 155 divisiones en la Rusia occidental, pero Hitler, al igual que Stalin, no le hizo caso.
(Como indican estos carteles, tanto en la Alemania nazi como en la U.R.S.S., quienes no mantuvieran la boca cerrada corrían el riesgo de enfrentarse a penas muy severas).
También había visitado varios complejos de fábricas de armamento en Siberia, Stalin lo había autorizado con la finalidad de que los alemanes fueran conscientes de su potencial militar y disuadirles de intentar cualquier agresión, y por lo tanto sabía del peligro soviético y que con el tiempo los alemanes estarían en inferioridad numérica frente a estos en una guerra prolongada. El 20 de mayo de 1941 Sorge envió urgentemente desde Tokio a Moscú, el aviso de que el Ejército alemán concentraría de 170 a 190 divisiones en la frontera soviética y que el 20 de junio (en realidad lo harían el día 22), días antes al 22 de junio integrantes de la división Brandenburgo de fuerzas especiales, varios de ellos conocedores del idioma ruso, se iban infiltrando en la URSS, lanzados en paracaídas o cruzando simplemente la frontera, para sabotear las comunicaciones soviéticas. Desgraciadamente para el Ejército Rojo, Stalin no hizo ni caso a Sorge, ni tampoco a otros agentes soviéticos en Europa, como la famosa red “la orquesta Roja” que habían proporcionado parecidos informes, y que también fueron rechazados. Stalin desoyó las numerosas advertencias que también le hicieron su Estado Mayor y las autoridades de Londres (los británicos antes de la conquista de Creta en Mayo de 1941 por los alemanes, ya les descodificaban sus transmisiones vía radio en la que empleaban su máquina Enigma, por lo que se encontraban en el ideal de la inteligencia militar de conocer las intenciones del enemigo, sus capacidades y planes, mientras que los alemanes no sabían que sus planes habían sido descubiertos), ya que de estas últimas, Stalin recelaba y sospechaba ya que creía que era un plan de Churchill para enemistarle con Alemania. Hasta tal punto circulaban los rumores de invasión, que el 24 de abril, el agregado naval alemán en Moscú telegrafió al OKM: “Circulan rumores insistentes pretendido peligro de guerra entre Alemania y Unión Soviética…. Según consejero de la embajada italiana, el embajador ingles pronostica fecha 22 de junio como día señalado para la iniciación del conflicto”.
El 31 de mayo de 1.941, Joseph Newman, corresponsal del New York Herald Tribune, publicaba un artículo, con el siguiente titular:” Tokio espera que Hitler ataque Rusia” Esta información exclusiva, anónima le fue facilitada por Sorge, que se enteró por medio de sus confidentes japoneses y del general Ott. Durante 1.941, Stalin ignoró a Sorge, que le alertaba de la amenaza alemana. Stalin, desconfiaba y creía que que las potencias rivales-Reino Unido, EE.UU. y Japón-le querían empujar a entrar en la guerra con Alemania. Acción para la que el Ejército Rojo no estaba preparado, por la acuciante escasez de muchos altos mandos militares eliminados en sus purgas de 1.930. Tal era su ceguera, que ignora una información muy solvente, que llegó a sus manos desde Berlin, a través del Embajador Ott, en Tokio y su confidente, Sorge, recibida en Moscú el 30 de mayo:” Berlin ha informado a Ott, que el ataque alemán comenzará a finales de junio”.
Cuando el 22 de junio se puso en marcha la Operación Barbarroja, Stalin no daba crédito a lo que estaba sucediendo y su cambio de opinión fue radical, respecto a Sorge, a quien había acusado de mentiroso y de difundir propaganda extranjera, lo que hizo que este, a partir de ahora disfrutara de una posición privilegiada, para responder a una cuestión clave, para todos: ¿Cual sería el aliado del Japón?. El Pacto Tripartito, entre Alemania, Italia y el Japón, firmado en 1.940, no requería la participación japonesa en la ofensiva alemana. Pero Ott intentaba convencer al Japón para que atacara Siberia y que se quedaran con una parte del botín después de la derrota rusa.
(Principales protagonistas del Eje: Adolf Hitler, Benito Mussolini y el Emperador Hiro-Hito).
Stalin había prohibido: emprender cualquier acción que pudiera provocar a los alemanes, poner en estado de alerta a las tropas del frente occidental e incluso disparar a las unidades antiaéreas sobre los aviones de la Luftwaffe que sobrevolaban el territorio soviético. No obstante, pese a las numerosas advertencias recibidas en el Kremlin, el ataque constituyó una auténtica sorpresa, de la que era únicamente responsable Stalin. Franz Halder Jefe del Estado Mayor del Ejército, nos dice: “Al parecer, la sorpresa táctica había sido conseguida en toda la línea. Los puentes del Burg y de toda la frontera fluvial estaban indefensos…. Muchas tropas se hallaban aún en sus cuarteles, los aviones permanecían cubiertos y los grupos enemigos preguntaron a sus puestos de mando de retaguardia que debían hacer…. Uno de ellos informó que se registraba una alocada huida en la carretera Brest-Litovsk-Minsk. Mientras en el Mando ruso reinaba la confusión más absoluta.
(Divisiones alemanas a punto para atacar la U.R.S.S., dando comienzo a la Operación Barbarroja”).
El desconcierto había dejado mudo a Stalin, ese mismo día 22 de junio a las 12,15 horas delegó en Molótov (que era tartamudo) que anunciara por la radio al pueblo ruso de que los alemanes les habían invadido y que estaban en guerra con Alemania. Aún con lo acontecido, Stalin, erre que erre, pasó varios días aferrado a una absurda esperanza de que todo fuera cuestión de un mal entendido. El día 28 de junio con la caída de Minsk, pierde toda su credibilidad y se retira a su Dacha a las afueras de Moscú, donde se mantiene aislado. El día 30 una delegación del Kremlin va a implorarle que vuelva a ponerse al frente y lidere la reacción, inicialmente desconfía de ellos ya que los había traicionado con sus descomunales errores. Pensaba que le iban a derrocar y que su vida estaba en peligro, no es hasta el día 3 de julio cuando sale de su letargo y se dirige por radio al pueblo ruso, llamándoles hermanos y amigos, pidiéndoles que defiendan la madre patria y que lucharan por la libertad. Llegando al colmo del cinismo, tras las primeras batallas, ordena fusilar a miles de oficiales y soldados por ser culpables de incompetencia o cobardía, incluido el mismo general Dmitri Pávlov comandante del frente occidental. El día 16 de agosto firma la orden 270 por la que se requería la ejecución de los “perversos desertores” y la detención de sus familias. El 8 de julio la Abwehr, informó que se habían destruido 89 de las 164 divisiones identificadas en el frente ruso. El 11 de agosto el general Halder confirma que se ha subestimado al enemigo, se creía que tenía 200 divisiones y ahora se han contabilizado unas 360.
Sorge utilizó sus credenciales para alertar al Ejército y al Ministerio de Asuntos Exteriores japonés, que los alemanes subestimaban, adrede, el potencial militar soviético, para que estos entraran en la guerra. Mientras Hotzumi, influyente aliado y miembro del círculo de Sorge, tuvo noticias que la cúpula militar japonesa no era partidaria de entrar en la guerra, contra la URSS, a menos que esta estuviera a punto de ser derrotada por los alemanes. Sorge pasó el siguiente informe: ”Si el Ejército Rojo frena a los alemanes en Moscú, Japón no entrará en la guerra”.
EL GRAN ÉXITO POR EL QUE FUE NOMBRADO HÉROE EN LA UNIÓN SOVIÉTICA
Durante el año 1941, Hotzumi había proporcionado a Sorge informaciones vitales sobre las relaciones soviético-japonesas, las posibilidades de una guerra entre Alemania y la URSS y las relaciones japonesas-estadounidenses. Sorge a mediados de agosto de 1941 había informado, que el gobierno japonés había decidido no atacar a la URSS. Tan grande era la amenaza alemana, que el 13 de octubre en Moscú comienza la evacuación de la administración estatal y del partido comunista, a excepción de Stalin, a Kúibishev (Samara), a unos 800 kilómetros al este de la capital sobre el rio Volga. Las principales instalaciones de Moscú estaban listas para ser demolidas, el pánico llevó a los moscovitas a saquear los comercios, se detuvo a más de 47.000 presuntos desertores y se ejecutaron a cientos de personas acusadas de espionaje, deserción o agitación fascista.
El 15 de octubre de 1941 Sorge transmite a Moscú, que los japoneses habían decidido avanzar hacia el sur y que no existía ningún peligro serio de ataque para el Ejército Rojo a través de la frontera siberiana, con lo que se pudieron trasladar numerosas divisiones siberianas con las que defender Moscú y posteriormente iniciar la contraofensiva de invierno.
Exactamente se trasladaron tres ejércitos con 400.000 hombres en total(500.000 según otras fuentes), junto con cientos de tanques y aviones, apostados al este del lago Baikal, en Siberia, que fueron decisivos para la defensa de Moscú. La batalla de Moscú se inició el 16 de noviembre y por primera vez en la campaña se hicieron prisioneros siberianos, un día después una división alemana se desmoronó y se dio a la fuga ante el ataque de carros T-34.
El 28 de noviembre el mariscal Timoshenko contraataca sobre el 1º Ejército Panzer de Kleist en Rostov obligándole a replegarse hacia el oeste, este era el primer gran contraataque ruso de la campaña. El 3 de diciembre el general Hoepner jefe del IV Grupo Panzer comunica que su unidad ha perdido todo su potencial ofensivo y solicita iniciar la retirada. Pero el alto mando alemán considera que el enemigo que se opone al Grupo de Ejércitos Centro, no está en condiciones de efectuar una contraofensiva sin recibir un significativo refuerzo de unidades. La Abwehr desconocía que Zhúkov había recibido 37 divisiones de refresco y que las había ocultado intencionadamente. El 6 de diciembre el mariscal Zhúkov lanza con 100 divisiones su preparada contraofensiva, en la que toman parte numerosas divisiones siberianas de refresco, las tropas alemanas se dispersan como una manada en estampida, la Wehrmacht se pasó diez días en retirada. Muy pronto la contraofensiva se propagó por todo el frente.
(Contraofensiva soviética con tanques y esquiadores).
INTRIGA EN TOKIO
Sorge recibe información del secretario del Canciller japonés, que le informaba de los planes secretos japoneses, que acababan en manos soviéticas. En contrapartida, este le suministraba información secreta de los alemanes, que estos ocultaban a sus aliados.
El lugar donde Sorge escribía sus informes era el restaurante “Alt-Heidelberg”, de estilo alemán, frecuentado por gentes de mal vivir, que negociaban sus turbios asuntos entre estas paredes. Este local, igual que todo lo extranjero, era detestado por los japoneses.
Sus informes periódicos iban a manos de Ott y este basándose en ellos redactaba el suyo propio que enviaba a Berlin. Mientras Sorge cortejaba a una periodista sueca y le entregaba las fotografías que él mismo había tomado de la oficina del secretario, los movimientos navales alemanes y luego se retiraba con la sueca, que fue su amante, a retozar en el hotel. Sorge había fotografiado las claves de la Kriegsmarine, las cuales descifró en una sola noche, cuando los japoneses lo intentaron durante meses, sin ningún resultado positivo.
Aquí fue clave la actuación para que los rusos detuvieran a los alemanes frente a Moscú: Convenció a Stalin que retirara la mitad de sus efectivos en Siberia para desplazarlos a reforzar las defensas de Moscú, contra el ataque alemán. Esto ocurre cuando Sorge informa que el ataque japonés se dirigirá al Sureste asiático y al Pacífico, con bombardeos a bases británicas y estadounidenses. Su informe es lacónico y acertado:”El Japón atacará a los EE.UU. entre este mes y el próximo”, reportaba el espía en el mes de octubre.
(A las afueras de Moscú, llegan las tropas de refuerzo, protegidas por sus tanques KV-1, procedentes de Siberia).
Cuando el conflicto estalló el 7 de septiembre, tras el ataque al Pearl Harbor, los soviéticos gracias a los refuerzos, llegados de la Siberia, habían hecho retroceder a los alemanes hasta las afueras de la capital soviética.
Pero las actividades realizadas por el círculo de Sorge no pasaban desapercibidas para el coronel Osaki, jefe de la inteligencia japonesa, que estaba sobre los pasos del informante soviético que había facilitado a los rusos el dato definitivo. En esta etapa del conflicto, solo unos pocos cargueros alemanes, podían atravesar el bloqueo impuesto por los aliados, a través de una impresionante ruta de circunvalación, para poder llegar hasta las aguas del Japón, con suministros imprescindibles, para el Imperio japonés, entre otras, por ejemplo: instrumental óptico de alta precisión. Los que lo consiguieron regresaron a Alemania con un flete no menos imprescindible: caucho virgen.
Esta ruta era tan larga que estos estaban obligados a repostar, en alta mar, gracias a un buque nodriza japonés que les suministraba el combustible necesario. El mapa con este punto de encuentro, descansaba en la caja fuerte del agregado naval alemán y era el único momento en que la posición de los buques alemanes quedaba al descubierto.
Este mapa llegó a manos soviéticas, en junio de 1.941 y a partir de ese momento, los cargueros alemanes era hundidos irremediablemente, en el momento de su re-aprovisionamiento.
Pero Osaki, que estaba al acecho, descubrió que aquel Richard Sorge, de quien nadie podía sospechar, estaba detrás de estas filtraciones. El documento donde constaban estos datos, estuvo unos momentos en manos de la agente que Sorge, colocó tras su pista. Este mínimo contacto, dejó el papel, impregnado el perfume utilizado por esta dama:”Mei Ling de Indochina”. El amante de esta mujer era el mismo secretario del Canciller imperial, que esa misma noche descubrió, alarmado el significado de este aroma, en ese documento que solo había de pasar por sus manos. Informó al coronel Osaki y más tarde se hizo el harakiri.
En junio de 1.941, Ito Risu delata a dos miembros japoneses del círculo de Sorge, el matrimonio Kitabayashi Tomo. Ritsu al ser interrogado afirmó que Tomo era comunista y con toda posibilidad una espía. Detenida esta afirmó que Yokutu era su mentor y al ser registrado el domicilio de este se encontraron pruebas inequívocas de su labor de espionaje. El próximo en caer fue Hotzumi, el 14 de octubre de 1.941, permitió la detención del resto del grupo(Klausen, Vukelic...).
El sagaz Osaki, ya le había preparado otra trampa a Sorge, conociendo la debilidad de este por las mujeres, se valió de una dama distinguida de la sociedad japonesa, de padre inglés, pero de un patriotismo fuera de toda duda.
El 18 de octubre de 1.941, Sorge regresaba acompañado de dicha dama, cuando rompió unos documentos que tiró por la ventanilla de su coche. Ella, de inmediato le dijo que parara en una cabina telefónica, porque debía avisar a su casa que pasaría la noche fuera. Al momento, Sorge detiene el coche en el lugar indicado, desde cuya cabina la dama, avisa a Osaki del punto exacto donde han caído los papeles rotos.
A la mañana siguiente, la Tokkoka(sección especial de la policía metropolitana japonesa), irrumpe en la casa donde dormía la pareja y se llevan detenido a Sorge. La dama en cuestión es felicitada por su gran servicio al Japón. Sin demora, Sorge es conducido a la comisaria de Toriizaka y horas después a la cárcel Sugamo.
Posteriormente la Gestapo en Berlín, investiga los antecedentes de Sorge desde los tiempos de su primera estancia en Alemania, obteniendo un informe completo que indicaba sus conexiones con los soviéticos.
Sin duda alguna es torturado, procedimiento habitual de la policía japonesa, en esta época. Hay unos antecedentes, en 1.940, un corresponsal de Reuter, fue torturado hasta la muerte y unos años antes, en 1.933, había sufrido el mismo destino, el novelista Kobayashi Tajiki y el dirigente marxista, Noro Eitaro y ahora estaban ante el hombre que había violado sus grandes secretos.
Durante el periodo de septiembre de 1.941 hasta junio de 1.942, son detenidos 35 hombres y mujeres y juzgados a puerta cerrada. El catedrático Ikoma(intérprete del juez Nakamura y del procurador), recuerda que cuando comentó a Sorge la derrota en Stalingrado, este la celebra y atisba la posibilidad de un canje por otros espías.
En la prisión recibió la visita de Ott y del agente, Mitsusada Yoshiskawa, que fue quien le detuvo. Sorge estuvo muy reacio a recibir a su amigo Ott, tras haberle engañado durante varios años. Tan afectado lo vio Yoshiskawa que tuvo miedo que se quitara la vida y ordenó extremar su vigilancia. Sorge en este momento era un alma torturada,-padre alemán, madre rusa-. Es irónico que Ott quisiera visitarlo en la cárcel e hizo gestiones para su liberación y los soviéticos, principales beneficiarios de su espionaje, se negaran hasta en tres ocasiones a canjearlo por otros espías. Según nos cuenta el general Kyosi Tominaga, la respuesta de estos era siempre la misma:” No conocemos a ningún Richard Sorge”.
El 29 de septiembre de 1.943, el Tribunal del Distrito de Tokio, le sentencia a muerte y fue ahorcado a las 10,20 a.m. del 7 de septiembre de 1.944, precisamente el 27ª aniversario de la Revolución rusa.
A la finalización de la II WW, el Ejército de ocupación norteamericano, realizó una serie de investigaciones, que resultaron infructuosas, en torno a su paradero. No encontraron documento alguno sobre este y tampoco ningún rastro del coronel Osaki, que había ascendido a general y que desapareció sin dejar ningún rastro.
Una de las amantes de Sorge, Hanako-San, fue detenida por dos veces y puesta finalmente en libertad, al comprobar que no había indicios de espionaje en ella. Esta tras la capitulación del Japón, decide buscar y recuperar sus restos, que se hallan en el cementerio de Zoshigaya y se pone en contacto con Asasuma Sumiji, el abogado de Sorge y durante dos años pleitean con las autoridades carcelarias, para conseguir hallar su ataúd en la sección de los vagabundos sin techo. Se conserva el esqueleto, con un gran cráneo y los huesos de un extranjero, en los huesos de las piernas se encuentran las heridas de la guerra de Sorge. Hanako-San se hizo un anillo de oro con los empastes de su amante y sus restos son trasladados al tranquilo cementerio de Tama, en las afueras de la ciudad.
(Tumba de Richard Sorge, en el cementerio japonés de Tama).
En 1.965, la Unión Soviética reivindica a Sorge, nombrándolo Héroe nacional, pero sin revelar ningún dato sobre su paradero, ni su muerte.
(Más tarde, Richard Sorge fue reconocido por la U.R.S.S. como héroe y le dedicó, tanto sellos como calles).
Escrito por Josep Subirats
FUENTES
La contra-inteligencia militar: la otra cara de la misma moneda, por Tomás Fernando Prieto del Val. Documento Opinión. Instituto Español de Estudios Estratégicos.
Richard Sorge en Exordio.
El Espía dormido: Los casos de Abel y Sorge por Eduardo Chamorro. https://cvc.cervantes.es/literatura/cuadernos_del_norte/pdf/25/25_46.pdf
Sorge, el espía del siglo por Héctor Anabitarte. https://gredos.usal.es/bitstream/handle/10366/23587/THIII~N30~P92-99.pdf;jsessionid=4F02C545591EA34DBDDDD2CF4DE54C71?sequence=3.
La historia secreta de la segunda guerra mundial: Espías, códigos cifrados y operaciones encubiertas. Por Neil Kagan y Stephen G. Hyslop. Historia National Geographic.
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