Si fijamos nuestra atención a la baja Mesopotamia, denominada Sumeria, entre los años 8000 y 7000 a.C. y nos trasladamos allí, descubrimos literalmente que nos estamos ahogando. La zona que luego será por miles de años el eje social, político, económico y cultural de Oriente Medio se encontraba absolutamente inundada; el Golfo Pérsico abarcaba varios miles de kilómetros más hacia el norte; los asentamientos se hallaban sobre todo concentrados en la alta Mesopotamia, el valle del Indo o la península de Anatolia.