Cabo Bon (cerca de Cartago), año 468: Cientos de buques bizantinos arden mientras otros cientos huyen encabezados por su comandante, el magister militum Flavio Basilisco. En un ataque por sorpresa con naves incendiarias, la flota vándala ha puesto en evidencia la ineptitud de Basilisco; pero también ha lanzado el serio aviso de que la hegemonía naval romana en el Mediterráneo no es tan firme como antaño.