Cerebral, fanático, encerrado en sí mismo. Son las palabras que en muchas ocasiones se utilizan para definir a Felipe II, el rey en cuyo imperio no se ponía el sol, y sin embargo, este monarca fue también un hombre culto y sensible, que creció rodeado de mujeres, en las que confió incluso para convertirlas en regentes.
Descubrir esta cara oculta del poder en su obra Las mujeres de Felipe II le ha valido a la historiadora María Pilar Queralt el IX Premio Algaba de Biografía, Autobiografía, Memorias e Investigaciones Históricas (dotado con 24.000 euros) convocado por Ámbito Cultural de El Corte Inglés y Editorial EDAF.