La llamada operación Tifón, la conquista de Moscú, infligió graves pérdidas en el Ejército Rojo (515.000 muertos y 414.000 heridos/desaparecidos, hasta el 5/12) pero la Wehrmatch era más pequeña numéricamente y sufrió en sus carnes la pérdida de muchos de sus oficiales y soldados más preparados(unas 200.000 bajas también hasta la misma fecha).
Von Bock fue forzado a reconocer al inicio de septiembre, que se “habían perdido las esperanzas de lograr un éxito estratégico”. A finales de 1941, sus ejércitos estaban agotados y habían padecido hasta 100.000 congelaciones entre sus soldados.