Robert Clive (1725-1774), sería el hombre clave en uno de los sucesos más relevantes del siglo XVIII: el inicio de la dominación británica de la India. Clive no era un militar de la Corona, sino un hombre de la poderosa Compañía de las Indias Orientales. Íntimamente ligado al auge y posterior tragedia de dicha corporación, sus contemporáneos no sabrían si calificarle como un héroe o como un criminal.