En la segunda mitad del XVII Polonia-Lituania sufriría su particular "Diluvio" cuando en 1655 estuvo a punto de ahogarse bajo una marea de rusos, suecos y cosacos. Unos pocos años más tarde, también Dinamarca se estaba jugando su supervivencia como estado independiente. Suecia iba a vivir su apogeo como potencia y rozaría con los dedos el dominium báltico.