Durante 11 años (1467-1477) Japón se sumergió en la guerra (de) Onin. Iniciada por dos grandes señores rivales a cuenta de la sucesión en el puesto de sogún, la disputa acabaría arrasando Kioto e hiriendo de muerte al sogunato Ashikaga. El debilitamiento del gobierno central da paso a un periodo de inestabilidad conocido como la era de los estados en guerra (Sengoku), que duraría más de un siglo.