Los Royal Ecossais: 1744-1762

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Los famosos “Royal Ecossais”, fueron una fuerza militar de escoceses integrada en las fuerzas regulares del ejército francés. Los escoceses al igual que los irlandeses, aunque estaban sujetos bajo el mandato de Inglaterra y sujetos a la corona inglesa, no todos sus miembros estaban contentos con ser gobernados bajo los designios de la “Casa de los Hannover”, dinastía reinante en Inglaterra y de origen germano.

Buena parte de los escoceses anhelaban ser gobernados por “Casa de los Estuardo”, dinastía que gobernó entre 1371 y 1603, y que fue destronada por Inglaterra, la cual aspiraba a que Inglaterra, Irlanda y Escocia fueran gobernadas por un solo soberano, el rey de Inglaterra.

Los muchos escoceses no aceptaron de buen grado tal sumisión, y aspiraron en secreto que la antigua casa reinante fuera de nuevo instaurada. En 1715, el miembro de la Casa Estuardo James Francis Stuart, fracasó en un intento de recuperar el trono de Escocia.

En 1745, otro pretendiente estuvo a punto de conseguir su propósito, aunque también fracasó., su nombre era Carlos Eduardo Estuardo, aunque fue más conocido por los sobrenombres de “Bonnie Prince Charlie” o “El joven pretendiente”.

Representación en vivo de un soldado de los "Royal Ecossais"

Sin embargo antes de que aspirase al trono de Escocia, los Royal Ecossais entraron en escena. Écossais Royeaux o Royal Ecossais, fue una unidad militar creada por John Lord Drummond, “Earl of Perth” o Par de Escocia, miembro perteneciente a la alta nobleza escocesa.

Fue entre el 3 de diciembre de 1743 y el 1 de agosto de 1744 cuando el regimiento escocés se formó al completo., sus integrantes fueron de los más diversos destinos: escoceses exiliados en Francia y hombres pertenecientes a los regimientos irlandeses al servicio de Francia (y que como los escoceses, luchaban en el exilio bajo las banderas de Francia).

La composición que Drummond dio su regimiento de escoceses, se fraguó en base a los regimientos irlandeses al servicio en Francia., así el regimiento contó desde el inicio con 11 compañías de fusileros y una de granaderos, cada compañía disponía de 50 hombres más oficiales, en total unos 660 efectivos, si bien es cierto que Drummond escribió el 29 de diciembre 1744, que solo le faltaban 10 hombres para completar el regimiento.

Los hombres estaban bajo la disciplina del ejército francés y como tal, recibieron una formación profesional, amén de estar completamente equipados y pertrechados. Los Royal Ecossais tuvieron su campamento en la localidad de Saint-Omer, al Noroeste de Francia.

Fusileros Ecossais en línea de batalla

Puede que muchos creyeran que la unidad de los Royal Ecossais era una tropa de mercenarios, sin embargo, aunque probablemente los hubo, la mayoría podían ser considerados como exiliados políticos y religiosos, gente que en su lugar de origen se habían buscado problemas entre las autoridades inglesas, y los cuales por temor a ser arrestados o perseguidos, hubieron de emigrar de Escocia.

La unidad de los Royal Ecossais tuvo pronto la oportunidad de participar en batalla., la Guerra de Sucesión austriaca (1740-48) fue el primer escenario en que los escoceses midieron sus armas.

Sin embargo su actividad no destacó por su relevancia., En la primavera de 1745 el regimiento fue enviado a unirse al ejército del Mariscal de Saxe en la región Flandes. Las primeras armas de los Royal Ecossais consistieron en participar en el asedio de la localidad de Tournai, (ésta defendida por los austriacos) entre el 25 de abril hasta el final el 20 de junio.

Se dice que participaron en la batalla de Fontenoy el 11 de mayo, sin embargo no hay pruebas que lo avalen., se dice que fue un error basado en que el comandante del regimiento, Lord Durmmnod, estuvo en la brigada de irlandeses al servicio de Francia como observador, de ahí el error de apreciación.

Tambores del regimiento Ecossais

Ahora bajo el mando del general francés de origen alemán Ulrich Frédéric Woldemar, los Royal Ecossais siguieron operando en Flandes, participando en julio los asedios de Gante y Audenarde, en agosto en la localidad de Ostende y Nieuport en el mes de septiembre.

1745 fue un año decisivo para los Royal Ecossais, ya que volvieron a su amada patria Escocia., fueron junto a otro contingente de tropas francesas e irlandesas para participar en la gran rebelión que el Príncipe Carlos Estuardo pretendía desarrollar en Gran Bretaña, con el objeto de recuperar el trono británico y despojar a la Casa Hannhover del trono inglés.

Los escoceses en total eran una fuerza de infantería (Royal Ecossais), pero unida también a jinetes irlandeses mandados por Fitzjames, junto a otras fuerzas de infantes irlandeses, en total unos 1.000 hombres que, como pretendía el rey de Francia Luis XV, deseaba aliviar la presión que sobre sus ejércitos, ejercían en la región de Flandes austriacos e ingleses.

De ahí la expedición a Escocia, para entretener en Escocia e Inglaterra efectivos ingleses que de otro modo, podían ser enviados a Flandes.

Escocia fue la base de operaciones donde Carlos Estuardo desembarcó en agosto de 1745 para desde allí, iniciar la rebelión y marchar al sur de Inglaterra, con intención de deponer al rey inglés Jorge I. Las operaciones en Escocia fueron muy fructíferas, de hecho, los ingleses fueron desalojados del país.

Banderas del regimiento Ecossais

Los Real Ecossais se embarcaron en el 26 de noviembre 1745 y desembarcaron en la misma el 7 de diciembre en Montrose.

Los Royal Ecossais tuvieron oportunidad de participar en varios encuentros con los ingleses, Lord Drummond trajo unos 647 efectivos (otros cifran 400 hombres) de su regimiento, de los cuales, parte participaron en la Batalla de Falkirk el 17 de febrero 1746, siendo situados en segunda línea en el centro del dispositivo del ejército “Jacobita” o escocés, donde el Príncipe Carlos Estuardo se situó en la batalla.

El regimiento de los Royal Ecossais fue dividido en dos batallones, ya que en Escocia se autorizó en febrero a reclutar un segundo batallón con reclutas escoceses de la localidad de Edimburgo, los cuales se juntarían a los escoceses exiliados de Francia que formaban el 1º batallón.

En cuanto a las operaciones en curso, parte de los Royal Ecossais estuvo en el cerco del castillo de Stirling, donde las bajas escocesas fueron importantes., se sufrieron muchas bajas, perdiendo 600 de sus mejores hombres, sobre todo irlandeses al servicio de Francia.

Ecossais charlando en un alto en el camino

Sin embargo, el mejor servicio que los Royal Ecossais rindieron en Escocia fue en la batalla de Culhoden, donde a pesar de que el ejército Jacobita del príncipe Carlos Estuardo fue completamente derrotado, las fuerzas de los Royal Ecossais libraron junto a los irlandeses, una hábil acción de retaguardia, la cual sirvió para que parte de las tropas escocesas no fueran masacradas por la caballería inglesa del Duque de Cumberland.

Pero no adelantemos acontecimientos y entremos en la batalla de Culhoden, hasta entonces los combates de los escoceses contra los ingleses en Escocia, se habían cimentado en una carga de infantería de los “Higlanders” o escoceses, realizada con furia y al son de las gaitas escocesas, algo que había ciertamente aterrado a la infantería inglesa.

Los escoceses avanzaron velozmente por el norte de Inglaterra camino del sur, llegando sorprendentemente a 50 Km. de Londres, parecía el final, pero todo lo contrario, ya que inexplicablemente se retiraron a sus bases de Escocia, quizá debido al nulo apoyo que recibió Carlos Estuardo en Inglaterra., mientras, el ejército inglés se aprestaba firmemente a defenderse de la incursión escocesa.

El 16 de abril de 1746 en Culloden, el ejército inglés que había seguido a los escoceses hasta Escocia, (cuyas tropas había sufrido un duro entrenamiento por parte del duque de Cumberland, hijo del rey inglés Jorge II) se aprestó a la batalla contra las fuerzas “jacobitas” del príncipe Carlos Estuardo.

Lord John Drummond, fundador de los Royal Ecossais

Los Royal Ecossais fueron situados en segunda línea, los efectivos del regimiento en la batalla de Culloden se calculaban en 350 hombres, divididos en dos batallones.

La batalla fue muy dura, ya que la infantería escocesa (los famosos “Highlanders”) cuya fuerza rondaba los 5.000 hombres, lucho valentinamente contra los superiores en número y disciplina ingleses, cuya tropa se cifró en 9.000 hombres.

El Duque de Cumberland que lideraba a los ingleses, dejó atacar a los escoceses a su manera, cargando con gran vocerío esperando asustar a los ingleses. Pero estos aleccionados por Cumberland, dejaron que estos se acercaran y sin perder la calma, descerrajaron a corta distancia un graneado fuego de fusilería que diezmó a los valientes escoceses.

Al final de la batalla, los Royal Ecossais situados en segunda línea, detrás del ala izquierda de los Highlanders, tuvo que contener a la caballería del Duque de Cumberland, la cual se lanzó a masacrar la retirada escocesa, retirada en la cual cundió el pánico al acercarse la caballería inglesa.

Ecossais en marcha

Los infantes y jinetes irlandeses junto a los Royal Ecossais, formaron una improvisada retaguardia, la cual tuvo la fea tarea de contener el ataque de los jinetes ingleses.

El cometido se realizó con satisfacción, las serenas descargas de los Royal Ecossais contuvieron un tanto las acometidas inglesas, lo suficiente para que el ala derecha Highlander pudiera retirarse con celeridad, incluso el príncipe Carlos Estuardo pudo huir merced a la defensa de los Royal Ecossais.

Estos sin embargo no tuvieron un buen final, aunque no está del todo claro, parece que los miembros del 2º batallón se rindieron en el campo de batalla después de haber sufrido unos 50 muertos o heridos, fueron capturados y rodeados por jinetes del cuerpo de Dragones ingleses, siendo obligado a rendirse en la cercana localidad de Inverness.

Los miembros del 1º batallón de los Royal Ecossais, se retiró tras la batalla hacia Ruthven Barracks, donde no se rindió hasta que el 19 de abril.

Bandera de los Royal Ecossais 1744

Las tropas del 1º batallón de los Royal Ecossais eran tropas regulares bien uniformadas, por lo que, aunque eran escoceses y fueron tratados con dureza, fueron considerados por los ingleses como prisioneros de guerra, (no sufriendo la misma suerte que muchos montañeses Highlanders) siendo encarcelados en el Cuartel de Ruthven.

Un asunto espinoso fue el destino de los miembros del 2º batallón de los Royal Ecossais., estos fueron reclutados en Escocia en febrero, (un mes antes de la batalla) por lo que no dio tiempo a que estos fueran debidamente uniformados, en consecuencia, no se diferenciaban mucho comparados con las fuerzas de los Highlanders.

Fueron considerados por los ingleses como rebeldes y mucho peor tratados que los miembros del 1º batallón., algunos de estos reclutas tuvieron grandes dificultades para ser aceptados como prisioneros de guerra y no como rebeldes.

La diplomacia francesa tuvo que emplearse a fondo, logrando finalmente que todos los escoceses de ambos batallones (excepto uno) fueran puestos en libertad, siendo los sobrevivientes intercambiados por prisioneros de guerra ingleses.

Podía creerse que la campaña había sido un fracaso para la estrategia francesa en la guerra de Sucesión austriaca, pero no todos lo vieron así.

Los Royal Ecossais en línea de batalla

Fue considerada positiva en particular por el rey Luis XV de Francia, ya que éste consideró que se había realizado una acción de diversión estratégica.

Ciertamente, los ingleses habían tenido que retirar 10 batallones de infantería del frente de Flandes (amén de realizar nuevos reclutamientos en Gran Bretaña) para combatir la rebelión escocesa, aliviando con ello la presión que sobre el ejército francés en Flandes, ejercían las tropas inglesas.

Los miembros del Royal Ecossais embarcaron de vuelta a Francia donde se reconstituyo el regimiento., la unidad volvió a tener su primitiva composición, es decir, 11 compañías de fusileros y una compañía de granaderos., pero ahora respecto a la campaña escocesa, volvió a tener un solo batallón, ya que los restos de los dos batallones se fusionaron en uno solo en agosto de 1747.

Ese mismo mes agosto, se incrementó su número de compañías a 13, con la incorporación de una nueva compañía de fusileros. Las compañías de fusileros estaban compuestas cada una por los siguientes efectivos:

1 capitán
1 segundo capitán
Un teniente
Un subteniente
2 sargentos
3 cabos
3 gendarmes
1 tamborilero
41 fusileros

Equipamiento de los Ryal Ecossais en el año 1745

La compañía de granaderos consistió en:

1 capitán
1 segundo capitán
Un teniente
Un subteniente
2 sargentos
3 cabos
3 gendarmes
1 tamborilero
36 granaderos

Poco después de haberse reorganizado el regimiento, muere en su mítico líder John Lord Drummond, siendo los Royal Ecossais puestos al mando del teniente coronel Louis Drummond de Melfort.

Poco antes de la reorganización del regimiento, en la primavera de 1747, los Royal Ecossais vuelven nuevamente a la acción en la campaña final de la guerra de Sucesión Austriaca. Los Royal Ecossais se unen al ejército del Conde Lowendahl y luchan en el sitio de Berg Op Zoom, (Holanda), siendo tomada al asalto el 18 de septiembre.

Ecossais en acción

La última acción victoriosa en la que participan en esta guerra los Royal Ecossais, es la capitulación de Maestricht el 7 de mayo de 1748, siendo atacada la ciudad por las fuerzas francesas combinadas de los generales Saxe y Lowendahl.

La paz de Aquisgrán firmada el 18 de octubre de 1748 significó una nueva reorganización de los Royal Ecossais., la unidad fue reforzada el 20 de diciembre 1748, cuando un regimiento escocés (llamado "Albany") del príncipe Carlos y levantado en 1747 por un tal Donald Cameron, fue disuelto en 1748.

Los soldados de origen escocés del regimiento se redistribuyeron en parte entre la unidad de los Royal Ecossais. El 12 de febrero 1749 las compañías de los fusileros del Royal Ecossais sufren una reducción de sus efectivos, para adecuar la unidad con tropas de “tiempo de paz”, las compañías se redujeron de 50 a 35 hombres.

Fusilero de los Ecossais

Hasta el inicio de la guerra de los “Siete Años” en 1756, la unidad de los Royal Ecossais pasó plácidamente su tiempo en la nueva base en que fueron destinados, en la localidad costera de Calais.

Sin embargo a pesar de que fueron utilizados de manera activa durante la guerra se Sucesión Austriaca, en la guerra de los Siete Años no fue así. En los inicios de la guerra tuvieron los Royal Ecossais misiones de rutina, como patrullar y guarnecer la zona costera de Calais.

El 1 de agosto de 1757, los Royal Ecossais cambiaron de destino, siendo destinados como guarnición a la región de Flandes, concretamente, a la localidad de Gravelines. Posteriormente, el regimiento escocés y los regimientos irlandeses al servicio de Francia, estuvieron a la espera de realizar una vasta operación de desembarco en las playas de Inglaterra.

En dicha invasión iban a participar 100.000 soldados franceses, sin embargo para realizar la operación, los franceses necesitaban disfrutar de la hegemonía en el mar, algo que la potente flota británica echó por tierra., las derrotas navales en la “Batalla de Lagos” “Bahía de Quiberon” demostraron que la flota francesa no era rival para la potente flota británica, así que la operación prevista para 1759 se pospuso.

Situación geográfica donde se desarrolló la batalla de Culloden

No fue hasta cuatro años después cuando tuvieron cierta acción. En mayo de 1760 estaban acantonados en la pequeña isla de Belle-Île, (en la Bretaña francesa) cuando fueron trasladados al ejército del Mariscal De Broglie en Alemania, donde defendieron la localidad de Marbourg en invierno.

A pesar de que fueron derrotados por las tropas lideradas por el Duque de Brunswick, se tiene constancia de que lucharon con honor en la batalla.

En 1761 tiene lugar el último enfrentamiento en el que participarán los Royal Ecossais, la batalla de Villingshausen, donde tiene lugar un enfrentamiento de envergadura entre dos ejércitos franceses que suman 92.000 hombres liderados por De Broglie y el príncipe de Soubise y una coalición de tropas británicas, hannoverianas y prusianas lideradas por el Duque de Brunswick.

En el combate los Royal Ecossais formaron parte de las tropas del Príncipe de Soubise en el flanco izquierdo, las cuales fracasaron en el ataque a la posición que ocupaban las fuerzas británicas del Marqués de Granby.

La batalla fue una derrota francesa, aunque de escasa importancia, ya que la misma guerra estaba abocada a la derrota total de las armas de Francia.

Bandera de los Ecossais

El final de la guerra fue una época de grandes cambios para el ejército francés, muchos regimientos fueron disueltos o reestructurados, entre los disueltos, figuraba el de los Royal Ecossais., el regimiento había perdido la esencia de sus orígenes y el espíritu por el cual el regimiento fue creado, ya que la mayoría de sus reclutas no eran originarios de Escocia, debido a la tremenda dificultad durante la guerra de encontrar reclutas de este origen.

El Ministro de la Guerra, Duque de Choiseul ordenó disolver los Royal Ecossais., los escoceses o irlandeses del regimiento fueron trasferidos a uno de los regimientos irlandeses al servicio de Francia, (concretamente al de “Bulkeley”) el 21 de diciembre de 1762.

Con esto se ponía fin a 18 años de servicio de los Royal Ecossais al servicio del ejército francés. Estos soldados, compuestos en su mayoría por escoceses exiliados por la persecución en los ingleses en Escocia contra los elementos díscolos a la Corona Británica, fueron los que mantuvieron el espíritu rebelde de una Escocia libre de la opresión inglesa.

Equipamiento de un fusilero de los Royal Ecossais

Desgraciadamente para ellos, poco pudieron hacer para cambiar las tornas en Escocia, el ejército británico era una fuerza militar muy poderosa para oponerse a un grupo de rebeldes escoceses, los cuales poco podían hacer ante la maquinaria militar británica.

Incluso su permanecía en el ejército francés de poco sirvió., solo hicieron lo que buenamente pudieron, militando en un regimiento en donde demostraron valentía y disciplina en cuantas acciones bélicas tuvieron la oportunidad de participar.

Pero ante todo dejaron clara una cosa, y es que deseaban ante todo una Escocia libre de ingleses y donde los escoceses se pudieran regir por sí mismos, sin injerencias e interferencias de una potencia extranjera.