Se trata de la continuación de La caída de los Gigantes. En este segundo volumen de la trilogía, de la mano de las familias que el autor nos presenta en el primer volumen. Y realizando un salto temporal de una década, recorreremos otro de los periodos más convulsos del siglo XX, entre 1933 y 1949, desde los primeros pasos del nazismo hasta los primeros compases de la guerra fría. No sé si considerar un acierto o no el salto temporal, creo que se trata, de un periodo poco explotado y que bien podía haber dado para un libro más. Pero la verdad es que el libro desde el principio capta la atención del lector y para nada se echa en falta el periodo temporal omitido.