Armamento japonés antiguo: La katana (sable)
AUTOR: alexgabriel
Armamento japonés antiguo: La Katana (sable)
Esta arma blanca en muchas ocasiones es mal llamada “espada”, terminología inglesa aplicada solamente a las armas blancas del periodo feudal que presentaban dos filos pronunciados en ambos lados de la estructura principal o cuerpo. Esta es la principal característica que resalta la diferencia entre el sable samurai y las espadas Inglesas y Europeas.
Si se establece un paralelismo podemos observar que existe un cierto grado de parentesco entre los sables árabes (cimitarra, alguitarra, etc...) algunos de origen chinos (Tantao, kamase) y los sables japoneses (sable samurai, sable ninja to) Todos estos presentan un solo filo sobre uno de los lados del cuerpo principal del arma, cierta curvatura que puede verificarse a lo largo de toda la estructura (en algunos casos más pronunciados que en otros) un mango hiperdecorado y un “tope o guarda” de forma circular, para evitar que la mano se eleve sobre el filo del sable.
Los samurai utilizaban la katana para defenderse y atacar y, por eso, nunca incluyeron como defensa los escudos, a diferencia de los caballeros europeos. Gracias a la resistencia del acero, podían bloquear y desviar golpes que habrían hecho añicos cualquier arma de acero ordinaria. Por otro lado su cortante filo le otorgaba la habilidad de rebanarle hasta los huesos a un oponente. Estas dos cualidades eran el resultado de la destreza y experiencia que los espaderos habían acumulado a lo largo de siglos de experimentación. Ninguna otra arma blanca, ni siquiera el famoso acero toledano, pudo compararse con estas armas japonesas.
El sable de un samurai se fabricaba mediante muchas capas de hierro y acero. Ambas se alisaban a martillazos y se doblaban muchas veces hasta conseguir un "sándwich" de muchas capas. Por cada forjado se duplicaba el número de capas de metal de una espada. Así se le proporcionaba a la espada una gran dureza, cuando se fundían el acero y el hierro juntos. El hierro aportaba flexibilidad a la hoja, mientras que el centro de acero se podía endurecer hasta conseguir un filo perfecto. El proceso final del forjado era especialmente ingenioso. Se cubría la hoja con arcilla de diferente grosor a lo largo de la misma: fina en el filo cortante y gruesa hacia el extremo. Cuando una vez cubierta de arcilla se calentaba y después se enfriaba, bajaba de temperatura a diferente velocidad y los cristales de metal a cada punta de la hoja terminaban adquiriendo diferentes tamaños. Eran grandes donde se había puesto arcilla final y por tanto flexibles, y pequeños en el filo para formar un extremo firme que podría afilarse. Una vez lustrada, el cambio del acero más blando y el filo más duro quedaban como la yakiba, una línea que se parece a una ola que rompe.
El resultado de todo esto era una espada que podía cortar a un hombre en dos, literalmente. A veces los criminales condenados a muerte servían para probar las nuevas espadas, pero era más normal tomar un manojo de ramas y bambú o utilizar cadáveres.
El sable se convirtió en el "alma del samurai" que la blandía y muchas se convirtieron en reliquias de familia. Hasta en la Segunda Guerra Mundial, algunos oficiales recubrieron sus sables de familia con accesorios apropiados para el ejército y las utilizaron de forma activa. Aquellas que se llevaban a casa los oficiales aliados como recuerdos de guerra de las batallas de Asia y el Pacífico se siguen reconociendo hoy en día como aceros antiguos y valiosos.
TACHI: sables hiperdecorados de escaso filo, sin balance adecuado para un combate y que simplemente eran utilizados para desfiles patrióticos o exhibiciones protocolares que eran cargados del lado izquierdo. Sin embargo, en un primer momento fueron utilizados en forma asidua porque sus características estaban adaptadas al combate.
Tachi
KASARITO: Sables hiperdecorado, carentes de todo balance, muy pesados, frágiles, que demuestran el escudo de la familia a la cual pertenece el sable y que solo pueden ser utilizados para ser exhibidos sobre un porta Katanas (Katana Kake) adecuado para tal fin.
DAISHO: Son realmente las armas del samurai. Consta de dos sables, el primero la Katana, de cuerpo alargado y semi curvo a lo largo de la hoja peligrosamente filosa, en los primeros tiempos realizada en acero pulido, templado y forjado a mano cuidadosamente lustrado; el segundo el Wakisashi o Shoto japonés, es un sable mucho más corto con las misma características que la Katana. En sus orígenes eran armas de decoración sobria y muy cuidada, pero con el tiempo estas adquirieron profusos dibujos, símbolos y escudos familiares que eran labrados por artesanos en los mangos, Tsubas, y en las hojas identificando al sable con su propietario.
Wakisashi
IAITO: Esta es la imitación de los sables DAISHO , Katana y wakisashi, que son utilizados para la practica de IAIDO (arte marcial que basa sus preceptos en el correcto manejo de los sables samuráis) Sus hojas son generalmente hechas de una aleación de aluminio y zinc poco afiladas o carentes de filo. A pesar de esto, son sables balanceados a fin de facilitar la práctica y el control del arma.
Iaito
Fuentes:
- http://www.budoya.es/katana/
- http://www.bugei.com/subcategory_101.htm
- http://www.surplusandadventure.com/ishop/800/shopscr1685.html
- http://nicnac.net/en-us/dept_96.html
- Armas orientales, compilación de Juan Rojas
Saludos
Como practicante de artes marciales pondre una informacion:
Sobre el filo, cuando paras un golpe con una katana debes en la medida de lo posible proteger el filo, si el golpe es de arriba a abajo lo paras con el contrafilo con una ligera rotacion de la muñeca, si ves que te van a parar el ataque con la espada, haces lo mismo, en esta caso debes dar con el lateral, siempre protegiendo tu filo.
Sobre si los filos son mas o menos afilados,un ejemplo, es comun que los novatos, y no tanto, se corten al enfundar la katana en la funda, y eso que el enfunde se realiza despacio pues se supone que ya has vencido y no tienes prisa, se suelen cortar el aductor policis o sea, la piel que hay entre el pulgar y el indice de la mano izquierda.
Sobre el peso de la katana, solo decir que tras una repeticion de 8 katas realizadas con el maximo realismo, acabas algo cansado. Estamos hablando de unos pocos minutos.
En un combate con katanas buscariamos cortar al desenfundar, evitando prolongar el duelo.
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Moon.less
Prefecto de caballeria
Mensajes: 1.589
Desde: 12/Jun/2005
RE: Armamento japonés antiguo: La Katana (sable)
Alex que bien que pusiste este post,
es tan interesante la historia de la katana,
a mi me llama mucho más este tipo de armas
que las de fuego.
respecto al mango y la guarda que mencionas
me gustaría agregar algo.
LA VAINA Y LA EMPUÑADURA (SAYA TO TSUKA)
La hoja constituye la parte más importante y respetada del sable, lo que no
quita que el resto no lo sea. Sin embargo, el soporte o funda de la misma
también tiene importantes repercusiones: no sólo protege el sable, sino que
también identifica a su portador y determina su posición social o relevancia
militar. Es preciso por tanto hacer hincapié en algunos de sus elementos fundamentales:
En primer lugar, nos encontramos con la vaina del sable(saya), que comienza
en la punta (kojiri) termina con una boca donde se introduce la hoja (koiguchi).
Para asegurar la vaina y permitir la colocación del sable en el fajín del guerrero (obi)
se utiliza un cordel de seda o algodón (sageo) que anudado de forma concreta (existen variaciones
en función de la categoría o clan del bushi) cumple con dicha función.
Al conjunto anudado y preparado para ser sujetado por el usuario se le denomina kurikata.
El nexo entre las diferentes partes del soporte de la hoja
se encuentran la guarda (tsuba) que impide que el usuario
pueda cortarse con la hoja al empuñar el sable. Para
permitir un ajuste perfecto del sable en la vaina y evitar
que se salga de la misma se coloca una arandela o espaciador
(seppa) actúa a modo de cierre.
Finalmente, el soporte del sable consta de una empuñadura
(tsuka) que separa la hoja de la espiga y que se recubre (same)
hasta la culata o extremo (kashira) y proteger así la mano.
La empuñadura tiene además un cuello (fuchi), así como un
remache especial (mekugi) que permite la unión del agujero
de la hoja (mekugi ana) con la empuñadura. Los restantes
elementos forman parte de un conjunto de estricta función
decorativa, entre los que figuran los ornamentos propios del clan,
del espadero o del portador (menuki) y el trenzado característico
de hilo o cuero a lo largo de la empuñadura (ito). Con el paso del
tiempo, las espadas más modernas incluyeron nuevos elementos
que no forman parte de la espada tradicional, como la colocación
de una argolla en la culata (sarute) o en la boca de la vaina (obi-tori).
esta información es de
http://www.kenwakai.org/katanaspecs.htm
Saludos
LordCaralon
Equite - Caballeria
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Desde: 20/Oct/2005
RE: Armamento japonés antiguo: La Katana (sable)
os posteo lo que alli se dice a cerca de las katanas, las supuestas armas indestructibles y el peso de las espadas(en la seccion de mitos y falsedades precisamente):
- Mito de las armas indestructibles:
Otro bulo promovido por las películas, que lleva a creer que las espadas son objetos indestructibles que no se rompen o ni siquiera se mellan al golpear con ellas barras de metal, verjas, piedras, troncos, columnas de hormigón armado, etc, etc...Cualquiera que haya blandido una espada se dará cuenta rápidamente de que si se le ocurre golpear con ella algo igual o más duro que el acero de su hoja tendrá muchas posibilidades de estropear la hoja irremisiblemente, y si insiste en ello acabará por partirla. Las hojas de las espadas se crearon siempre con el objetivo de poder cortar un cuerpo humano, y como mucho poder penetrar en determinados tipos de armadura, que no en todas. Algunas espadas son capaces de cortar a través de una armadura de cuero, otras, con puntas reforzadas y muy agudas, eran capaces de perforar una cota de mallas, y ninguna podía cortar una coraza de acero templado. Para derribar a un guerrero con Arnés Blanco se necesitaba un potente lanza, una ballesta, un enorme hacha, un martillo de guerra o mucha suerte y puntería para acertarle en alguna parte descubierta, como las axilas o las aberturas del yelmo. La carne también es más consistente de lo que se piensa, sobre todo porque los huesos no son fáciles de cortar. Una espada puede llegar a amputar miembros, pero para ello se requiere una gran fuerza y una técnica depurada, aparte de no encontrarse en el camino una pieza de armadura. Es habitual ver en las películas que los protagonistas cortan cabezas como si nada, aunque éstas tuvieran el cuello protegido por una gola o un ventalle de malla. Para dar una medida de lo difícil que era poder seccionar una cabeza podemos ir a un museo y contemplar alguna espada de verdugo, que eran diseñadas para tal fin. Comprobaremos que poseen unas hojas muy anchas y largas, dotadas de un considerable masa e inercia, y con todo los verdugos debían ser diestros en su oficio para poder tener éxito al primer tajo, pues en muchas ocasiones no conseguían cortar totalmente la cabeza del reo.
Lo dicho, ninguna espada es indestructible, ni puede cortar a través de objetos duros como si fuera un sable láser de Jedi.
-Katanas:
Este mito también está relacionado con el anterior, y efectivamente consiste en creerse que las Katanas, los legendarios sables de los guerreros Samurai, podían cortar absolutamente de todo de un solo golpe, incluyendo las hojas de las espadas del enemigo, las armaduras, y lo que se les ponga por delante. Efectivamente, los Nippon-to o sables japoneses están dotados de un tremendo poder de corte, pero en este caso, al igual que el anterior, lo que cortan bien es la carne, y nada más. Los sables japoneses están diseñados desde un principio para cortar por encima de todo, como cualquier observador avezado podrá comprobar. Son de un solo filo y hoja curva, para poder seguir cortando al deslizar la hoja por el cuerpo una vez alcanzado, tienen una empuñadura extraordinariamente larga que les permite un brazo de palanca considerable, y su punto de equilibrio está situado más adelante que en las armas europeas medievales, para potenciar la inercia en el momento del golpe y hacerlo más poderoso. Aparte de todo esto, los japoneses templan de una forma particular y única en el mundo sus espadas para conseguir un filo extremadamente duro y cortante. Todo esto combinado con las técnicas de Ken-Jutsu o esgrima japonesa, en las que priman los cortes circulares y el poder acabar con el enfrentamiento usando un solo corte con absoluta maestría, da como resultado la leyenda del poder de corte de las katanas. Aclaremos que efectivamente una Katana no es capaz de cortar una armadura ni otra espada, pero que su poder puramente cortante es superior al de las hojas rectas Europeas, y la técnica que usaban para cortar es más depurada y efectiva.
Otro mito asegura que los sables japoneses estaban afilados como navajas barberas, y esto tampoco es totalmente cierto. A partir del año1600, en el que Ieyasu Tokugawa conquistó el poder convirtiéndose en Seii Tai Shogun o dictador militar, comienza a cambiar el estilo de fabricar los sables japoneses. Hasta ese momento las Katanas han sido armas de guerra, y los forjadores son conscientes de que sus espadas se las tendrán que ver con armaduras de todas clases, por lo que no se dota a los sables de filos muy agudos, por resultar éstos demasiado frágiles. Un filo fino se destruiría al primer golpe contra algo duro, y lo que interesa es que el arma sea duradera y sirva a su guerrero a lo largo de toda una batalla sin perder efectividad, de modo que tienen filos obtusos y gruesos que resultan suficientes para este cometido, y serían comparables a los de las espadas europeas. A partir de la fecha antes señalada, Japón vive una era de paz que durará 250 años, en los cuales las Katanas cambian la forma de su filo porque si se las usaba solía ser para duelos en los que los contendientes sólo llevaban la ropa, y es en este momento cuando cobran sentido los filos más agudos y cortantes, que han pasado a la fama.
-En cuanto al mito del peso de las espadas:
Está extendido y es generalmente aceptado el concepto de que las espadas y demás armas medievales pesaban muchísimo, y que tan sólo los hombres más fuertes podían ser guerreros y manejarlas con soltura. He llegado a oír que la famosa Tizona, la espada del Cid, pesaba 11 kilos, y que sólo él podía manejarla. Además, para el profano en la materia es fácil llegar a esta conclusión por la sencilla razón de que nunca ha tenido una espada medieval auténtica en las manos, y porque si ha sostenido alguna espada casi con seguridad habrá sido una de las réplicas para turistas que fabrican en Toledo, y cuyo único objeto es servir como elementos decorativos; Estas "espadas" entre otros defectos serios, están cargadas de adornos y suelen pesar mucho, a causa de una construcción de cara a la galería, pensando únicamente en que la espada tiene que resultar espectacular.
Si las espadas auténticas fuesen realmente así de pesadas, no las habría usado nadie. Pensemos en que a la guerra iban toda clase de hombres, de muy variada condición física, y que todos ellos podían portar espadas, sin ser necesariamente réplicas de un culturista. Todos estos hombres tenían que servirse de un arma que les permitiera un manejo suelto y flexible, además de rápido, pues en una batalla se está rodeado de enemigos y hay que moverse en todas direcciones con presteza. Además el arma debe permitir que se la use durante un espacio de tiempo razonablemente largo sin agotar a su dueño, pues un guerrero agotado es un guerrero muerto, y si no se usaba escudo, la espada debía cumplir tanto la función de ataque como la de defensa, permitiendo pasar de un estado al otro con rapidez. Si las espadas pesasen lo que la gente cree, sólo la podrían usar unos cuantos prodigios de la naturaleza, que a los dos minutos ya se habrían agotado y no sentirían los brazos, y que es probable que no durasen en la batalla más de medio minuto porque llevaban un arma que sólo les permitía atacar, sin apenas posibilidad de defenderse.
Los armeros medievales eran excelentes artesanos que experimentaban hasta conseguir espadas que combinaban a la perfección las cualidades de poder de corte, resistencia, equilibrio y ligereza, que no son nada fáciles de conseguir. Las hojas de las espadas estaban dotadas de acanaladuras o costillas para rebajar el peso, y además las hojas disminuían su grosor según se iban aproximando a la punta para aligerar aún más y dotar de un correcto equilibrado la espada. Las espadas eran cortantes, rápidas, ágiles, resistentes, flexibles y muy caras también. En ocasiones, por necesidades de la guerra, se fabricaban armas de inferior calidad en masa, para poder dotar a algún ejército con rapidez, pero estas espadas nunca fallaban en el aspecto de peso, sino que eran menos resistentes o cortantes, pero permitían que se las manejase con corrección en todo caso. El peso de las espadas que se usan a una mano está entre un kilo 300 gramos y un kilo 600. Las espadas de mano y media, un kilo 600 gramos y dos kilos, las grandes espadas de guerra, unos tres kilos, y los espadones de dos manos usados en el renacimiento rondaban los cuatro kilos y medio.
Por cierto, la espada del Cid era una Jineta árabe, que se usaba a una mano y cuyo peso no superará el kilo 700 gramos.
Por extensión, podemos incluir en lo antes mencionado a todas las demás armas medievales, incluyendo los escudos. También se tiende a creer que los escudos medievales eran grandes y de acero, muy pesados y resistentes. Las Hachas y lanzas, los martillos, las mazas, las armas de asta y demás nunca fueron artefactos demasiado pesados como para impedir su correcto manejo por parte de un hombre normal, y los escudos eran de madera, si acaso con la piel de un buey curtida y tensada encima. Si el escudo pesase demasiado al guerrero se le cansaría el brazo y al poco rato no podría alzarlo para defenderse de los ataques, aparte de que un escudo de madera bien construido se basta para detener los golpes de casi cualquier arma. Se hicieron escudos enteramente de metal, pero siempre eran modelos pequeños , como los broqueles, o versiones más pequeñas de los escudos heráldicos o de lágrima. Los escudos que usaban los ballesteros para guarecerse de las flechas enemigas mientras recargaban sus lentas pero potentísimas ballestas, y que les cubrían el cuerpo entero, se llamaban Paveses, y estaban hechos de mimbre
Espero que os haya sido de interés.
P.D.: Narciso en lo referente a la habilidad y demás, en la misma web se dice (mas conretamente en http://www.esgrimaantigua.com/FAQ.php) lo siguiente:
De todos es conocida la belleza, elegancia y complejidad del manejo de las armas orientales, así como su efectividad, pero en cambio pocos conocen bien las armas Europeas, y que su manejo es tan elegante, complejo y efectivo como el de cualquier arma oriental, y en ocasiones más aún
Auxiliar Romano
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Desde: 23/Ago/2007
Forjado de una Katana
Las katanas, una de mis pasiones. Aprovechando que nadie lo ha puesto, os adjunto información acerca del proceso de forjado de una katana. Hay que tener en cuenta que los maestros en la forja de espadas creaban su propio acero, una variedad más blanda de lo habitual llamada tama-hagane. El acero debía ser más blando porque una de las cualidades de la katana a es su relación dureza-flexibilidad. El proceso de fabricar el acero era todo un arte que aún hoy en día pasa de padres a hijos de forma muy estricta, y se realizaba en un horno de barro (tatara) a base de introducir paladas de arena de hierro, que al mezclarse con el carbón van formando lentamente el acero. Es una labor artesanal y sumamente cuidadosa, ya que si la proporción de carbón y hierro se desequilibra, el resultado arruinaría días de trabajo. El único horno que sigue activo hoy en día se encuentra en Yokota, en la prefectura de Shimane. En el proceso de forjado podían llegar a intervenir diferentes especialistas y duraba varios días. Procedo a resumir los pasos:
Paso 1: Forjado de la hoja (Kitae)
El maestro herrero selecciona trozos de tama-hagane y procede a fusionarlos para convertirlos en un solo bloque de acero macizo. A continuación empieza el trabajo, la hoja se forma calentando y plegando una y otra vez el bloque de acero. Esto provoca que el carbón se disperse de forma uniforme por el acero, y de esa forma asegura una resistencia óptima de la hoja. En el proceso de plegado se va formando el patrón (jihada). Pensemos que con 14 plegados se forman 16.000 capas. El herrero decide hacia que dirección plegar el acero dependiendo del patrón que quiera conseguir. La parte exterior de la hoja (kawagane) se envuelve entonces con una suave capa blanda de hierro (shingane) formando dos capas. Esta combinación dará a la espada tanto la resistencia como flexibilidad necesaria. Se martillean y calientan las dos capas hasta conseguir una sola barra. Es en este momento cuando el herrero utiliza lijas y cepillos para darle la forma final a la hoja y proceder a definir su filo.
Paso 2: Endurecimiento del filo (Yaki-ire)
Esta es la parte más difícil y complicada del proceso, ya que este endurecimiento es el que dará el legendario afilado a la katana. Para empezar, la hoja recibe una capa de una mezcla aguosa de arcilla (yakibatsuchi). Cada herrero tenía su propia receta de esta sustancia, y pasaba de padre a hijo como un gran secreto. Se aplica una capa gruesa en el lomo de la hoja, y una fina en el filo. A continuación, y en una oscuridad casi total, se calienta la hoja hasta que el color va cambiando. Justo cuando el artesano cree que es el momento, retira rápidamente la hoja y la sumerje en agua. A 750º el acero pasa a un estado llamado "austenita", y el enfriado repentino lo cambia nuevamente a "martensita", que es el acero más duro. Pero recordemos que en el cuerpo de la hoja se puso más cantidad de yakibatsuchi, con lo cual en ese punto el enfriamiento es más lento y por lo tanto la flexibilidad final mayor. Eso confiere a la hoja un cuerpo flexible y un filo durísimo. El endurecimiento del filo produce también un efecto visible, y es el patrón del filo (hamon). Hay diferentes tipos de patrón, dependiendo de cómo se haya realizado el endurecimiento.
Si el herrero está contento con el resultado, pasa la hoja al pulidor, que se encargará de darle el aspecto que toda katana tiene. Otros artesanos se encargarán de la empuñadura, la vaina o el grabado.
Hoy en día apenas se encuentran auténticas katanas ("shinsakuto") y las que hay son realmente caras. No se consideran reproducciones, ya que están hechas con técnicas tradicionales y con materiales tradicionales.