EL Anarco-Sindicalismo en Barcelona (De la Exposición Universal 1.888 a la dictadura de Primo de Rivera, 1.923)
Las celebraciones de las Exposiciones Universales en la segunda mitad del siglo XIX, eran el escaparate de los nuevos descubrimientos científicos y también de sus novedades tecnológicas. La primera de ellas fue en Londres, en 1851 y después le siguieron ; Paris, Viena, Amberes, Filadelfia…. La idea de organizarla en Barcelona fue de un particular, llamado Eugenio Serrano, pero por falta de recursos económicos, esta empresa de Serrano fracasó. Más tarde retomó la idea, el alcalde de la ciudad Condal, Francesc de Paula Rius i Taulet , el cual se puso manos a la obra, con un proyecto inmenso para aquellos años. La tenacidad y el esfuerzo del alcalde, apoyado por diversos prohombres barceloneses, hicieron posible este milagro.
El 20 de mayo de 1888, a las cuatro de la tarde, desde el castillo de Montjüic se lanzaron unas salvas de artillería, que fueron contestadas por los numerosos barcos que estaban amarrados en el puerto barcelonés. A los actos de esta inauguración de la Exposición Universal de Barcelona, asistieron la reina regente María Cristina, acompañada por su hijo Alfonso, de 2 años, (el futuro Alfonso XIII); el Presidente del Congreso de Ministros, Práxedes Mateo Sagasta, el propio Ruis i Taulet y un variopinto conglomerado de personalidades.
La Exposición estuvo abierta , desde el 8 de abril al 9 de diciembre y recibió la cifra de 400.000 visitantes. Esta Exposición estaba contextuada en una época de una fuerte crisis económica, debido a la política librecambista del Gobierno, con una crisis cíclica iniciada en 1882 y fue el revulsivo del sector de la construcción y sus ramos complementarios. El recinto se extendía por el actual Parc de la Ciutadella, Zoológico, parte de la Estación de Francia y del Hospital del Mar, ocupando una extensión de unos 380.000 m2.
En plena Exposición Universal, se celebró en Barcelona, el Congreso Fundacional de la U.G.T.(Unión General de Trabajadores), sindicato de inspiración socialista. También en la ciudad Condal, se celebraría el primer Congreso del P.S.O.E., cuyos dirigentes querían aproximarse a la masa del proletariado catalán, el más importante del país, tanto en calidad como en cantidad y sobre el que tenían una mínima incidencia. A finales de siglo y después de la clandestinidad, debido a la represión de los primeros Gobiernos de la Restauración la clase obrera organizada, en Barcelona, tenía dos tendencias: por un lado, el sindicato pacífico, apolítico, anti-revolucionario, asociados a la mejor tradición del proletariado catalán y por el otro; el anarquista, cuyas ideas calaron hondamente en un amplísimo sector obrerista barcelonés. El cual llevado hasta sus últimas consecuencias llevó a Barcelona un largo periodo de inestabilidad, con numerosos y trágicos atentados terroristas.
Las primeras acciones de conflictividad social se remontan al lejano 1831. Los obreros se quejaban de sus condiciones laborales y de la falta de trabajo. Presentaron unos documentos a los patronos, bajo el control gubernativo y de ellos surgieron las primeras pequeñas mejoras.
En una pequeña obra literaria de la época, llamada “Deberes de los trabajadores y los fabricantes”, nos ilustra sobre los pensamientos de estos años; ” El jornalero debe mirarse como un niño , cuya confianza hemos de adquirir , aconsejándole y convenciéndole por medios de raciocinios que estén a su alcance, que toquen de cerca sus intereses; pues poco los conocen aquellos que se lo figuran razonable y precavido”…..más adelante concluye: “ Cuando el jornalero se ve con mucho dinero reunido, lo cree inagotable y lo gasta en sus locuras”.
En esos años, los tejedores tenían un sueldo semanal de doce a catorce pesetas. Los trabajadores tienen una misma idea, el odio a la máquina que deja a sus compañeros en el paro e inutiliza los largos y difíciles años de aprendizaje y después el derecho a la coalición, que las leyes en toda Europa condenaban.
EL 1º DE MAYO DE 1890
La iniciativa de esta celebración surgió en el Congreso Internacional Obrero Socialista de París, en 1889. A raíz del cual surgió la II Internacional, (homenajeando a “Los mártires de Chicago”) y como medida de presión. Bajo este llamamiento, el 1º de mayo de 1890 se celebró en numerosas ciudades industriales europeas y norteamericanas. Mientras el movimiento obrero barcelonés, después de cada atentado, sufría fuertes represiones. A pesar de todo ello, en Barcelona se celebró el 1º de mayo, con un gran mitin en el teatro Tivoli, seguido de una gran concentración en la plaza Cataluña y terminada esta se dirigieron en una gran marcha de unos 25.000 obreros, los cuales se encaminaron a las Ramblas, en dirección al Gobierno Civil. Llegados allí, entregaron el pliego con sus reivindicaciones (entre ellas, la jornada de las ocho horas) al delegado gubernativo y acto seguido se disolvieron los manifestantes . Este era el “modus operanti” de una de las fuerzas obreras barcelonesas. Mientras la otra, los anarquistas adoptaron métodos más convincentes, convocando una huelga indefinida. Que fue contestada por el Gobierno republicano , con la declaración del estado de guerra en Cataluña.
LA CIUDAD DE LAS BOMBAS
Este trágico adjetivo le fue dado a Barcelona, entre finales del siglo XIX y principios del XX. Gracias a que el movimiento anarquista internacional impulsó una ola de atentados terroristas en esta ciudad.
En el año 1892, E. Malatesta, destacado anarquista italiano, exponente del anarco-comunismo y de la insurrección visitó España. Dio una serie de conferencias en Barcelona, su comarca y también en Reus. Contribuyendo a un decantamiento del anarquismo a sus formas más individuales. En esta época también convivían en Barcelona un destacado número de anarquistas individualistas franceses e italianos. Los unos, iluminados, los otros provocadores ; todos ellos tuvieron una importante participación en la conflictividad existente en la ciudad Condal.
En enero de este mismo 1892, se produjeron unos hechos en Jerez de la Frontera, que culminaron, en un juicio sin ninguna clase de garantías, con el ajusticiamiento de cuatro anarquistas, en el llamado caso de “la Mano Negra”.
El mismo día de la Patrona de la ciudad, “La Mercè ” , 24 de septiembre de 1893, un anarquista llamado Paulí Pallás , lanzó una bomba contra el capitán general Martínez Campos, en un desfile militar, en la esquina de la Gran Vía con la calle Muntaner. El general resultó con heridas leves, pero falleció un guardia civil , también hubo ocho heridos . El autor del atentado fue detenido poco después , juzgado y fusilado en el castillo de Montjuïc.
(Cuadro que ilustra la salida del público tras el atentado contra el Gran Teatro del Liceo. Obra de Salvador Rosés. Archivo Histórico de la ciudad de Barcelona.)
Esto dio pie a una serie de venganzas , Santiago Salvador(del cual no se le conocía militancia anarquista) quiso vengar a Pallás y un mes y medio más tarde(7 de noviembre de 1893) atentó contra el Gran Teatro del Liceo, en la noche de la inauguración de la temporada de ópera, lanzando 2 bombas “Orsini” contra la platea. De las que solo estalló una matando unas 20 personas(14 de ellas de forma inmediata) y causando muchos heridos. Tras este atentado, siguió una represión feroz e indiscriminada. Se procesaron unas dieciséis personas; además del citado Salvador, seis obreros más fueron ajusticiados. En el todo vale, cayeron inocentes y culpables(1).
En marzo de 1894, los detenidos eran 415 , casi todos ellos catalanes, con contadas excepciones, algún aragonés o valenciano . Las detenciones se centraron tanto, en dirigentes obreros, que no simpatizaban con los postulados terroristas , como también en otros totalmente contrarios a estos postulados, como Josep Fontanals , de “Les Tres Classes de Vapor” o Josep Llunas.
El 7 de junio de 1896, otro anarquista marsellés, Tomás Ascheri,(ex confidente de la policía) arrojaba una bomba en la Procesión del Corpus Chisti, en la calle de Canvis Nous, provocando seis muertos y cuarenta y tres heridos. Este atentado desencadenó una furibunda e indiscriminada represión , con más de 400 detenciones, de las cuales 87 fueron puestas a disposición judicial. Todos estos hechos, tuvieron su punto culminante en el llamado “Proceso de Montjuïc”. Este proceso estuvo marcado por una absoluta falta de garantías jurídicas . Se pidieron hasta 28 condenas a muerte, revisadas por el Tribunal Supremo se redujeron a cinco(entre ellos Ascheri). Sus detenidos sufrieron torturas y también hubo muchas condenas de cárcel y destierro.
La venganza no se hizo esperar y un joven anarquista italiano, Angiolillo asesinó a Cánovas, el 8 de agosto y la agresión en plena Plaza Cataluña del teniente de la Guardia Civil, Portas , responsable de atormentar los presos de Montjuïc , a manos del escritor anarquista Sempan.
Siguió un periodo de calma que finalizó en 1904, en que se reanudaron los atentados con bombas, que sembraron el pánico en la ciudad.
LA SEMANA TRÁGICA.
Esta semana fue la culminación de las campañas de protesta contra la guerra en Marruecos. Fue la llamada ”guerra de los banqueros”. Y los trabajadores fueron la carne de cañón de la aventura colonial, ya que la guerra estaba al servicio de los oligarcas de las minas del Rif; como también de los que aún conservaban sueños de grandeza o los que querían ascender en el escalafón militar.
(Embarque, en el puerto de Barcelona, de las tropas de la Tercera Brigada, en dirección a Melilla).
El 11 de julio, comenzó el embarque de reservistas hacía Melilla. Ese mismo día se celebraron unos mítines de protesta contra este embarque, tanto en Bilbao como en Madrid y durante esa misma semana, del 11 al 18, comenzó la movilización de reservistas, provocando que las campañas contra esta guerra se intensificaran. Los soldados, eran mayoritariamente obreros, así como también de las capas más desfavorecidas de la sociedad; muchos de ellos casados, con hijos o familiares que mantener. Esto poco le importó al Gobierno, al servicio de la oligarquía colonial.
Ese domingo día 18, un batallón recorrió las calles de la ciudad, antes de su embarque en el puerto y para mayor escarnio, unas señoras de la burguesía intentaron dar a los soldados, antes de embarcar; medallas, escapularios y tabaco. Ello provocó los primeros enfrentamientos. Mientras en Madrid, Pablo Iglesias, en un mitin planteó con todo su dramatismo la situación en Marruecos y amenazó con una huelga general.
La campaña que el P.S.O.E. emprendió durante ese verano, era debida al anti-belicismo y anti-militarismo del Partido Socialista. Estos se declararon abiertamente contrarios a las guerras coloniales. Fueron pacifistas y anti-bélicos, pero su anti-militarismo fue muy difuso, a excepción de algunas y contadas excepciones, llegando a diluirse completamente. Siendo substituido , por otro elemento menos comprometido, el anti-clericalismo.
La misma noche del 18 al 19 de julio, los moros ocasionaron muchas bajas a las tropas españolas en el Rif. La noticia corrió como un reguero de pólvora y llegó a España el mismo lunes ; el martes la información ya estaba en boca de todos. Las protestas subieron de tono y en Madrid se tornaron muy violentas.
Mientras en Tarrasa, la Federación Obrera convocó un mitin, con representantes tanto sindicales como anarquistas, que reunió unas 6.000 personas. Se aprobó una resolución condenando la guerra y denunciando la intervención militar en Marruecos. Esta resolución adoptó un tono más radical , como sigue :” Se protesta contra el envío de ciudadanos a la guerra, cuando son más útiles aquí para producir y nada partidarios al triunfo de la cruz contra la media luna. Estos mismos regimientos podrían estar formados por curas y frailes, más interesados en el triunfo de la religión católica, además de no tener familia, ni hogar, ni ser de ninguna utilidad para el país”. En este texto se unían el anti-belicismo y el anti-clericalismo.
Las clases obreras, se veían obligados a defender los intereses de los oligarcas, por no disponer de las 1.500 pts. que se necesitaban para librar a sus hijos del servicio militar.
El lunes, 26 de julio, comenzó una huelga general contra la guerra y el Gobierno. En Barcelona y otros lugares de Cataluña, Solidaridad Obrera-el periódico futuro embrión de la C.N.T.-no quiso responsabilizarse de la organización de la misma. A pesar de ello algunos de sus dirigentes , tuvieron una activa participación en la protesta. El comité de huelga intentó comandar estas acciones , ante la negativa de Solidaridad Obrera y los lerrouxistas(Lerroux se hallaba en Sudamérica). Este comité estaba formado por el socialista, Antonio Fabra i Ribas; el sindicalista, Miquel Villalobos i Moreno y el anarquista, Francesc Miranda. Si hubo algún máximo dirigente de esta huelga, pudo ser Miranda. Cuya semejanza personal con Francesc Ferrer i Guardia, fundador de la Escuela Moderna, se cree que pudo ser una de las causas de la condena a muerte de Ferrer i Guardia.
Esa misma tarde de la huelga del día 26 comenzaron las luchas entre los huelguistas y la policía. Por la noche, el éxito de la huelga era total, tanto en Barcelona como en las más importantes ciudades de Cataluña(Sabadell, Tarrasa, Badalona, Sitges, Granollers, Mataró…) . Pero esta protesta tomó un cariz de insurrección que no estaba previsto. Sabadell declaró, unilateralmente la República.
Ese mismo martes los huelguistas comenzaron levantar barricadas en las calles de Barcelona. Esta huelga general desembocó en una abierta rebelión. La falta de una dirección eficaz, cambió las protestas contra la guerra por un feroz anti-clericalismo.
También contribuyeron a atizar la revuelta , palabras como las de Alejandro Lerroux: “ Jóvenes bárbaros de hoy, entrad a saco en la civilización decadente y miserable de este país sin ventura, destruir sus templos, acabad con sus dioses, alzad el velo de las novicias y elevadlas a la categoría de madres.” .
En esta semana, del lunes 26 al viernes 30 ; unos 80 edificios eclesiásticos fueron quemados(60 según otras fuentes). Ni el susodicho comité , ni la izquierda fueron capaces de reconducir la situación. Las tropas enviadas por el Gobierno, a sofocar la rebelión, ocuparon los barrios obreros y acabaron con la protesta y el lunes 2 de agosto, se reanudaba el trabajo en la ciudad. Las bajas fueron de 9 soldados muertos y 125 heridos. Por el contrario la población civil perdió 104 hombres y 216 resultaron heridos.
(Unos guardias civiles deteniendo a un obrero-con su típica blusa- en la calle Pelayo de Barcelona. Mientras dos policías de paisano, en el portal observan esta acción. Archivo Salvat)
Según cuenta Connelly Ullman(2) , el hecho de quemar las iglesias y conventos, fue una salida buscada por los lerrouxistas y escogida para engañar a los sindicalistas más radicales, para así evitar una verdadera revolución social. En dos horas, quemaron todos los conventos de la ciudad. Eso según cuenta Ullman, estaba todo preparado, teniendo en cuenta la extensión de la ciudad Condal y las dificultades de comunicación, no era posible una cronometración tan perfecta. Otros historiadores apuntan que eran grupos de 8 a 10 personas los incendiarios. Se reunían al sonido de silbatos y campanillas, quemando iglesias , conventos y colegios religiosos de la ciudad. Otros cuentan que habían también anarquistas ultra-violentos. Lo que demuestra una coincidencia entre lerrouxistas y anarquistas violentos.
(El pedagogo y pesador Francisco Ferrer Guardia, fundador de la Escuela Moderna, institución pedagógica en 1901 en Barcelona, fue fusilado en 1909 por los hechos de la Semana Trágica.)
Los hechos descritos llevaron a una represión durísima , con más de 2.500 detenidos, de los cuales 1.725 fueron enviados a los tribunales militares. Se pronunciaron 59 condenas a cadena perpetua y 17 penas de muerte, aunque solo se ejecutaron cinco de ellas. Entre estas figuraba la de Ferrer i Guardia, como uno de los inductores de los hechos. De hecho el sabía que no se le condenaba por estos hechos, sino por ser el maestro y consejero de Morral, el personaje que atentó contra los reyes de España, el 13 de abril de 1906. Pero, según se cree, él lo tenía todo organizado todo de manera que se le fusilaba por ser el fundador de la Escuela Moderna, quiso poner su huella como mártir.
Se llegaron a clausurar más de 100 entidades recreativas, como por ej. “El Centre Excursionista de Catalunya” . Joan Maragall fue uno de los personajes notables que intentaron restablecer la concordia. Mientras el tibio papel de la burguesía catalana desencadenó la crítica de la izquierda y el movimiento unitario Solidaridad Catalana entró en crisis.
(Bandera de la Confederación Nacional de Trabajadores)
LA C.N.T.
Las “Tres Classes del Vapor” fue una organización fundada en 1855, agrupaba a los hiladores, tejedores y aparejadores(tres oficios , tres clases), con una estructura federativa. Durante un tiempo estuvo unida a la Unión Manufacturera, que unía a todos los operarios textiles, además del algodón y anteriormente unida a la Internacional. Las “Tres Classes” era de tendencía muy moderada, debido a la gran cantidad de mujeres afiliadas, pero sin llegar a ocupar lugares relevantes en el sindicato . Su táctica era crear “un buen hombre”(comisionado), que moderase en los pequeños conflictos laborales, una especie del delegado sindical de nuestros días. Su dialogo estaba limitado a hablar con los encargados o directores. En caso de fallar su mediación , pasaba el caso a la sociedad, que no se moviliza sino que deja de lado al encargado y dialoga directamente con el propietario de la fábrica.
Disponían incluso de médicos y facilitaban asistencia. Era un sindicato en línea con las “Trade-Unión” inglesas. Pedían siempre modestísimos aumentos de salarios y siempre los conseguían. Sus afiliados eran profesionales de edad avanzada, creyentes que los nuevos trabajadores no les igualaban en capacidad profesional hasta que finalmente se disolvieron en 1916. Dejando la herencia o huella a los sindicatos anarquistas de hoy.
Las dos corrientes sindicales mayoritarias en Cataluña(sindicalistas y anarquistas), no regatearon esfuerzos para consolidar su unión, celebrando en Barcelona, un congreso obrero entre el 30 de octubre y el 1 de noviembre de 1910. Hasta un año más tarde la unión no fue realidad, creándose la Confederación Nacional del Trabajo(C.N.T.), en su primer Congreso en la ciudad Condal. En el anarco-sindicalismo se conjugaban; el sindicalismo como pieza angular , en la lucha reivindicativa y el apoliticismo. Impulsando la solución de los conflictos laborales entre patronos y obreros, directamente, sin la intromisión de los órganos del Estado, ni otras instituciones.
La C.N.T. dio un paso adelante en la organización obrera , en su Congreso en Sants(1918), donde se formó un sindicato único por industrias, cambiando el modelo tradicional de los oficios. Este cambio substancial en su organización dotó al sindicato de más fuerza operativa y la burguesía vio con malos ojos esta potenciación de sus enemigos.
EL ASCENSO DEL ANARCO-SINDICALISMO(1915-1923)
Durante estos años, la C.N.T. era básicamente la fuerza principal del movimiento obrero y atravesó tres etapas; la primera, desde 1915 al 1918, aumentando la fuerza de los sindicatos, articulados dentro de la C.N.T. y constituyéndose un frente común con U.G.T. , cuya fuerza en Cataluña, continuaba siendo puramente testimonial. La segunda, del 1919 al 1920, fue el máximo exponente de su potencia sindical , así como también de la conflictividad laboral. Produciéndose la ruptura con la U.G.T. y el terrorismo pasó a ser algo habitual. Mientras que la tercera etapa, del 1921 al 1923, implicó un retroceso en el movimiento obrero, debido a la reacción de la patronal. Además de la represión gubernamental, durante noviembre de 1920 a octubre de 1922-la más dura del primer tercio de siglo-, por la lucha fratricida entre la C.N.T. y el “Sindicat Lliure”, Sindicato Libre.
LOS PRIMEROS AÑOS DE LA I GUERRA MUNDIAL
En octubre de 1915, se produjo la recomposición de la C.N.T.-que por aquellas fechas contaba ya con 30.000 afiliados-. Se había superado el miedo y el desconcierto a la recesión económica debido a la I Guerra Mundial. Estos primeros años de la guerra fueron una etapa muy próspera para la industria catalana, se aumentaron las exportaciones, al reducirse la competencia con los países en conflicto en el mercado interior. Ello propició una fuerte demanda de mano de obra, pero también un encarecimiento de la subsistencia humana, afectando al poder adquisitivo de los salarios. En Barcelona, el índice de precios de la subsistencia , sufría un alarmante aumento de un 8% en 1915, un 12% el 1916, un 14’9% en 1917 y un 20’9% en 1918.
Los obreros reclamaban su parte del gran pastel que tenía la clase patronal y del cual ellos no participaban y se lanzó en las manos de la C.N.T., que defendían sus derechos . La patronal se mostraba reacia a mejorar las justas reivindicaciones económicas de los trabajadores. Solo cedieron cuando comenzaron los atentados contra los patronos , con conflictos sociales en sus empresas. Los grupos de acción anarquistas habían encontrado el camino del éxito.
(La Huelga que tubo lugar en Barcelona en Febrero de 1902. Ramón Casas nos ofrece una visión de la zona portuaria de Barcelona, con la silueta de Santa María del Mar, en el centro de la composición, dominando a un gran grupo de huelguistas que son dispersados por la Guardia Civil. Esta obra fue expuesta por primera vez en París, como era habitual en Casas, en el Salón del Campo de Marte(Champ de Mars).
Debido a ello aumentó la conflictividad laboral, en la provincia de Barcelona y las huelgas se doblaron en número(mientras el número de huelguistas se quintuplicaba). De estas huelgas, el 29% fueron victoriosas para la clase obrera, mientras que el año anterior lo fue solo un 18%. También en 1916, comenzaron los atentados contra los patronos, encargados y obreros reacios a sindicarse o claramente esquiroles. Aunque no fue hasta 1919, que el terrorismo social, fue en Barcelona, un compañero inseparable de la lucha clasista. En 1916 fueron 12 los representantes patronales y 18 de los obreros, los que sufrieron esta práctica terrorista, mientras en 1919, estas cifras se doblaron(23 por 36).
En este año de 1916, se produjeron en Barcelona, dos conflictos laborales de importancia, durante los meses de julio y agosto ; la huelga general del textil, comandada por el sindicato La Constancia(fundado en 1913), la cual acabó con un fracaso para el movimiento obrero y la huelga de ferroviarios de la Compañía del Norte, durante el mes de julio, en la cual, gracias a la intervención gubernamental, los huelguistas consiguieron una parte de sus reivindicaciones.
(La plaza de Cataluña tomada militarmente por las fuerzas de artillería ; los soldados custodiando un cañón durante la huelga contra la monarquía alfonsina, convocada conjuntamente por la UGT y la CNT, el 13 de agosto de 1917.)
LA HUELGA DE 1917 CONTRA LA MONÁRQUIA
Los precios subían inexorablemente y con el aumento de la demanda de mano de obra, los obreros comenzaron a afiliarse a los sindicatos, con lo cual se produjo un crecimiento de la C.N.T. Esta , en noviembre de 1916, firmó un pacto de unidad con la U.G.T. contra la acción pasiva de los gobiernos ante el aumento de precios de productos de primera necesidad.
También, se sumó el éxito de la huelga de 24 horas del 18 de diciembre, potenciando la conjura revolucionaria del pacto CNT-UGT. La UGT era más numerosa en el resto de España que la CNT y dirigió el frente sindical , conteniendo la impaciencia de una parte de los dirigentes cenetistas. Se amenazó al Gobierno con una huelga general indefinida, sino se adoptaban medidas contundentes en política económica, que evitaran la reducción de los salarios reales, pero el movimiento obrero no era lo bastante fuerte, ni para dirigir, ni para desbordar, a corto plazo, la oposición burguesa.
La patronal se aprovechó de la crisis gubernamental producida en junio de 1917 por el sometimiento del Gobierno a las Juntas Militares de Defensa(especie de sindicato de jefes y oficiales del Ejército, excluyendo a los generales, por la parte alta y los suboficiales, por la parte baja), que desde noviembre de 1916, estaba dirigido desde Barcelona. Los cuales se posicionaban contra la línea de ascensos de los militares de África y tenían un doble cariz ; la hostilidad de estas Juntas contra el catalanismo y el sindicalismo obrero.
Estas Juntas tuvieron una gran influencia ya que tuvieron la capacidad para derribar cuatro gobiernos, tanto liberales como conservadores. Tanto fue así que Maura, dijo de ellos: “Que gobiernen los que no dejan gobernar”.
En 1922 estas Juntas fueron disueltas por el gobierno de Sánchez Guerra y oficialmente, los generales políticos retomaron el poder.
(La Asamblea de Parlamentarios, celebrada en Barcelona el 5 de julio de 1917, celebrada en la sala nueva de consistorio del Ayuntamiento de Barcelona, por una iniciativa de la “Lliga Regionalista”.)
En Julio de 1917, se reunió en Barcelona, la Asamblea de Parlamentarios, para redactar un programa para una reforma constitucional, formando un embrión contra el poder ya constituido. Lo constituían los siguientes partidos; La Lliga Regionalista, La Izquierda Republicana catalana, El Partido Radical lerrouxista, el Partido Reformista de Melquíades Álvarez y el PSOE. Todos ellos aspiraban a crear un amplio frente reformista, que pudiera provocar una ruptura institucional, a pesar de la mediación de la Lliga Regionalista, que era la fuerza orientadora.
La CNT no era indiferente a esta crisis política que presuponía un cambio de régimen. Si bien permanecía al margen de la Asamblea, tenía vínculos con el PSOE , por su pacto con la UGT.
La intransigencia de la Compañía del Norte, que contaba con el apoyo gubernamental, provocó una huelga general de ferroviarios. Provocada por la no readmisión de 43 trabajadores, despedidos en la planta de Valencia, por una huelga local que se produjo en esa ciudad el 19 de julio. El 13 de agosto, el frente sindical UGT-CNT declaraba la huelga general revolucionaria: exigiendo los cambios pedidos por la Asamblea de Parlamentarios y además la Republica.
Al tercer día de la huelga, la comisión permanente de esta Asamblea, hizo público un comunicado, en el que constaba que los parlamentarios eran ajenos a la huelga, pero no la condenaban. Culpabilizando al Gobierno por su actitud inmovilista ; Francesc Cambó dijo poco después, que el gobierno de Dato para perpetuarse en el poder , necesitaba ahogar una situación de violencia y esta huelga vino a satisfacer esta necesidad.
Además de Cataluña, en toda España (sobre todo en Madrid, Asturias y el País Vasco), esta huelga fue reprimida con dureza por el ejército, hecho que frustró la idea que tenían algunos, sobre la neutralidad de los militares. Los soldados obedecieron a sus mandos, al contrario de lo ocurrido en Petrogrado, cinco meses antes, donde los militares confraternizaron con los huelguistas, lo que dio inicio a la Revolución Rusa.
Esta huelga duró cinco días, con un balance de 32 muertos y 64 heridos(sobre todo en Barcelona y Sabadell), donde el ejército llegó a utilizar la artillería, contra la barricada en la calle de la Cadena de Barcelona y en Sabadell, contra la Federación Obrera Sindical. Igual que en la Semana Trágica, Sabadell fue la ciudad donde la revuelta fue más amenazadora para el régimen.
El fin de esta huelga, conllevó la represión contra ambos sindicatos. Esta huelga de 1917, no pretendía iniciar una revolución colectivista, sino una profunda democratización del régimen. Ni tan solo se consiguió la realización del programa más moderado de la Asamblea de Parlamentarios. La Asamblea se disolvió a fines de 1917 y al año siguiente colaboró con los gobiernos de coalición de García Prieto y Antonio Maura.
LA C.N.T. RESURGE DE SUS CENIZAS
Este sindicato no se rehizo de la huelga de 1917 hasta la primavera. Coincidió en este año de 1918, con un periodo de menor conflictividad, que en años precedentes. Pese a que la subida en Barcelona del índice de substancias, lo hizo a un ritmo superior del previsto.
La prolongación de la Gran Guerra fue la causante de que la coyuntura económica fuera favorable a la conquista de mejoras laborales y debido a ello, la mayoría de huelgas de 1918, consiguieron buena parte de sus reivindicaciones. Mientras tanto, la CNT vivía sus mejores momentos de afiliación. En el Congreso de Sants(en junio de 1918), contaba ya con 73.860 afiliados y a final de este año llegó a los 345.000. Más tarde en el Congreso de Madrid, en diciembre de 1919, superaba los 700.000 (400.000 según otras fuentes). En tan solo un año y medio, la CNT quintuplicaba sus fuerzas y tan solo en Cataluña, llegó a encuadrar el 25% de los obreros catalanes.
(Salvador Seguí , “el noi del sucre”, líder moderado en uno de sus mítines de la C.N.T.)
En el mencionado Congreso de Sants, Salvador Seguí, conocido popularmente como “El noi del sucre”(el chico del azúcar), secretario de la regional catalana y discípulo de la Escuela Moderna de Ferrer i Guardia y Ángel Pestaña, director de “Solidaridad Obrera”, consiguieron cambiar la estructura del mismo, pasando de ser un sindicato de oficios a un nuevo sindicato de industrias o Sindicato Único. En este los distintos oficios de un mismo ramo de la producción, constituirían simples secciones del nuevo engranaje.
(Cabecera del diario sindical “Solidaridad Obrera” , diario sindicalista órgano de las Sociedades Obreras. Este diario era llamado popularmente “La Soli” . En 1936 , los falangistas editaron un diario llamado “Solidaridad Nacional” que estuvo en la calle hasta 1979 y a pesar de no tener nada que ver con su predecesor, la gente también lo denominaba “La Soli”.)
Sin esta nueva estructura, con que se dotó al sindicato, la CNT no hubiera podido dar un soporte máximo a las grandes huelgas de febrero y marzo de 1919. Las cuales fueron una gran demostración de fuerza, para intentar forzar a la patronal a reconocer la fuerza sindical y obligarles a sentarse a negociar las leyes laborales. Mientras tanto, el índice de subsistencia subía en Barcelona, un 34,9% el trienio(desde 1915 al 1917), un 20,9 % en 1918 y un 36% el trienio siguiente(1918 al 1921). Esto empujaba a los obreros a sindicarse y en la CNT, se constituían conferencias regionales en Aragón, Valencia, Murcia y Andalucía.
En este periodo del 1919 al 1923, los gobiernos españoles siempre inestables, alternaron los periodos de represión con los de tolerancia. La represión fue contestada con terrorismo y la tolerancia tuvo escasa credibilidad, ya que se veía como una señal de debilidad, después de tantos intentos frustrados de acabar con las organizaciones obreras.
(Fotografía de las instalaciones de la “Canadiense”.)
LA HUELGA DE LA CANADIENSE(21/2 al 19/3/1919)
En este año de 1919, la empresa Riegos y Fuerzas del Ebro, filial de la Barcelona Traction Light and Power Limited Company, cuyo principal accionista era el “Canadian Bank of Commerce of Toronto” conocida popularmente como “La Canadiense” tuvo un conflicto en sus oficinas. En ellas ocho administrativos habían constituido el Sindicato Independiente. Llegado esto a oídos del director general de la Canadiense, Frase Lawson(hombre de talante autoritario), puso en marcha una estrategia para acabar con esta práctica sindical y convirtió a estos oficinistas de temporales a fijos, para acto seguido reducirles el salario. Obviamente ellos no aceptaron bajo la máxima de “ a igual trabajo, igual salario” y Lawson tomó la decisión de despedirlos.
Cinco de estos eran de la sección de facturación y el 5 de febrero de 1919, el resto de la sección(117 empleados) se declararon en huelga. Rompieron sus utensilios de trabajo y se negaron a trabajar hasta que Lawson no readmitiera a los despedidos.
Más tarde estos 117 administrativos se reunieron con el gobernador civil, González Rothwos. Este les prometió solucionar el problema a cambio del retorno a sus puestos de trabajo. Así lo hicieron y cual no seria su sorpresa , al volver a la oficina, cuando se encontraron con el comisario jefe de Barcelona, Francisco Martorell, acompañado de un fuerte dispositivo policial. Martorell les comunicó a todos que estaban despedidos. Al día siguiente la noticia se esparció por toda la ciudad.
Los despedidos acudieron a la CNT en busca de ayuda y estos viendo que se trataba de un ataque a la libre sindicación , se involucraron en el conflicto. La huelga se extendió a los encargados de las lecturas de los contadores. Estos con la sección de facturación en huelga lograron que los ingresos de la compañía se vieran mermados ostensiblemente. Un solo cobrador, Joaquín Baró, se negó a secundar el paro y siguió trabajando. Una noche, tres desconocidos lo asaltaron en la calle, disparándole y causándole la muerte.
Lawson ofreció hasta 10.000 pts. por cualquier información que llevara hasta los autores de los hechos, pero se topó con un muro de silencio y el 17 de febrero viendo su fracaso , accedió a sentarse a negociar el conflicto. Pero al saber que había un delegado cenetista entre los negociadores se negó en redondo a continuar las mismas.(Otras fuentes, hablan de una ruptura por las posturas radicalmente opuestas de ambas partes.)
El 21 de febrero, el conflicto se extendió y se cortó el suministro eléctrico a Barcelona. Dos días después se hizo extensivo a toda Cataluña, paralizando todas las industrias. Los diferentes sectores productivos se unieron a la huelga; comercios, servicios públicos y periódicos.
Esta huelga se inició a pesar de la clausura de los sindicatos y la detención de setenta y nueve dirigentes cenetistas por el gobierno de Romanones. La solidaridad de las demás empresas movió al gobierno a declarar el estado de guerra. Mientras los huelguistas en tan solo una semana, recolectaban hasta 50.000 ptas. para sus cajas de resistencia.
(El gobernador Martínez Anido junto con el conde Güell.)
A la llegada del nuevo gobernador militar, Severiano Martínez Anido, estas instalaciones eléctricas fueron militarizadas y se normalizó el suministro eléctrico. El ejército substituyó a los huelguistas y la burguesía aportó el somatén restableciendo el suministro energético.
Pero los huelguistas recibieron la adhesión de los empleados de “La Energía Eléctrica de Cataluña” y el día 23, el resto de compañías eléctricas secundaron la huelga. A las que se unieron, tres días más tarde las compañías de agua y gas. Todo ello llevo a las autoridades a aumentar la represión con la detención de los líderes sindicales, además de 3.000 obreros
El 13 de Marzo, llegó desde Madrid el nuevo gobernador civil, Carlos Montañés, para solucionar el conflicto. Convenció a Lawson de que se sentara a negociar con el comité de huelga y al día siguiente, se aceptaron las condiciones de los trabajadores.
(Trabajadores saliendo el mitin en la plaza de toros “Las Arenas”, en Barcelona, donde se puso fin al conflicto de la Canadiense. Foto archivo Planeta.)
El 14 de marzo, los sindicatos consiguieron reunir unos 20.000 trabajadores en un mitin en la plaza de toros “Las Arenas”, llegando a un acuerdo con la autoridad militar y cesaron en su lucha. Consiguiendo la mayoría de sus peticiones; la liberación de un gran parte de los presos, la nulidad de las sanciones en la Canadiense y diversas mejoras, entre ellas la jornada de ocho horas. A pesar de ello los obreros reaccionaron abucheando al propio Seguí(que durante esta huelga se mostró en todo momento, prudente y moderado) ya que algunos presos continuaban en manos militares. Seguí se vio en la encrucijada de aceptar las mejoras o rescatar a los compañeros por la fuerza. Esto hubiera ocasionado un auténtico baño de sangre. De hecho eran los dueños de las calles de la ciudad, pero no creía en una victoria contra las tropas de la Monarquía . Dieron un plazo de tres días para la liberación de sus compañeros. La euforia, en un principio se apoderó de los sindicatos, pero en tan solo unos días se transformo en decepción al ver que el general Milans del Bosch, capitán general de Cataluña, con el apoyo de la LLiga no cumplieron lo pactado , confiados en acabar con los anarquistas si se reanudaba la huelga.
Durante estos días los atentados se redujeron a la mínima expresión; asesinato de un empleado de la Canadiense; un contratista, herido; tiroteado un tranvía; una bomba sin explotar y otras dos que causaron heridos, provocados por los obreros, eran lamentables, pero no se pueden comparar con la desproporción de la represión sufrida.
(Somatenes armados durante la huelga, en la Gran Vía de les Corts Catalanes. Foto del Fondo Brangulí.)
La respuesta a ellos fue la que sigue ; despliegue de las tropas por la ciudad, cañones en la Plaza Cataluña, patrullas de hasta ocho mil somatenes por el centro de la ciudad; guardias civiles vigilando los accesos y un desproporcionado aumento de las detenciones.
Esta nueva acción de dos semanas de duración, nació debilitada, porque los obreros no se sobrepusieron a una nueva declaración de guerra. Las garantías constitucionales quedaron suspendidas y el 31 de marzo, se aplicó por primera vez la Ley de Fugas, cayendo abatido Miguel Burgos, secretario de la CNT del ramo de curtidores. El verdadero inventor de esta Ley era el general Miguel Arlegui, jefe de policía de Barcelona desde septiembre de 1919, que ya la había utilizado en la guerra de Cuba.
A pesar de ello, el 14 de abril de 1919, el gobierno de Romanones cedió a las reivindicaciones obreristas y declaró la jornada de las ocho horas, con efectos desde octubre, con el fin de preparar la vuelta al trabajo de los obreros. Consiguiéndose una de las principales reivindicaciones de los movimientos obreros.
Esta nueva medida(las 8 horas), les llevó a una nueva prueba de fuego con la gran patronal. Los cuales atemorizados por la fuerza creciente de los sindicatos, declararon el “locaut” o cierre patronal el 1 de octubre de 1919.
En estos días de “locaut” se puso un énfasis especial en los atentados contra los agentes del orden público; El 16 de diciembre de 1919, a las dos semanas del inicio del cierre patronal , fueron asesinados dos guardias civiles, muertos a traición en la calle Córcega, en una noche lluviosa. Después de su muerte les deshicieron la cabeza a martillazos y les robaron sus armas. La condena de la ciudadanía fue unánime y se llegaron a recaudar unas tres mil pesetas para los familiares de estas victimas. Se detuvieron cinco personas que se hallaban en una taberna, cercana a los hechos, además del tabernero. Juzgados por un consejo de guerra-La Guardia Civil tenía fuero militar- , los encausados fueron condenados a cuatro penas de muerte y dos a cadena perpetua, por complicidad. Los condenados fueron fusilados en Montjuïc el 31 de mayo de 1920.
Este cierre patronal, unido al final de la Gran Guerra, produjo un descenso de la demanda y por ello unos 140.000 obreros en Barcelona, quedaron sin trabajo. Esta acción fue el detonante de una guerra sin cuartel, que llenó de muerte las calles de Barcelona. La patronal contrató los servicios de un ex comisario Manuel Bravo Portillo(3), enemigo acérrimo de los sindicalistas, que se ofreció a acabar con la conflictividad, usando sus contundentes métodos. El mismo se encargó de contratar a un grupo de matones de gatillo fácil, bajo el mando de un sujeto(con amplio historial en delitos de sangre) llamado Antoni Soler, conocido también como “El Mallorquín”.
El primer contrato no tardó en llegarle y le ofrecieron 3.000 ptas. por eliminar a Pedro Massoni, obrero de la construcción, que se había significado en paralizar grandes obras en la ciudad. Los sicarios se personaron en el domicilio de Massoni , identificándose como policías y al sacarlo de su domicilio, un matón a sueldo lo estaba esperando para asesinarlo.
Este crimen encendió los ya caldeados ánimos y aparecieron entonces bandas de pistoleros, a sueldo de la burguesía, en un principio para proteger a los empresarios, pero más adelante algunos patronos los utilizaron para la eliminación de los líderes sindicales. No tardaron los sindicatos en aceptar el reto de la lucha sin cuartel contra los pistoleros de la patronal.
Hasta el 1917, los atentados eran más pasionales y se utilizaban para ellos ; garrotes, palos, piedras, navajas y otras herramientas. Después se pasó a utilizar las pistolas; la Star por los miembros de la CNT y la Brownig por los pistoleros del “Lliure”
(Esta arma, según cuentan algunos miembros de organizaciones anarquistas en sus propias biografías, solía, gracias a su pequeño tamaño, ser portada atada con una cuerda. Esta cuerda se enrollaba en la cintura y la pistola se llevaba colgando a lo largo de la pernera del pantalón. En caso de necesitar su utilización se accedía a ella a través de un agujero previamente practicado en el bolsillo y una vez finalizado el uso, se volvía a introducir por ese mismo agujero, sirviendo esta treta para despistar a la Policía cuando realizaban cacheos superficiales.)
Bravo Portillo les confeccionó a los patronos una lista negra con los nombres de los sindicalistas mas destacados y a cambio de unas 25.000 ptas. fue añadiendo más trofeos macabros a su colección, ya que la lista se hizo interminable. Seguí a duras penas pudo contener a los suyos y remitió una carta al Parlamento de Madrid , explicando la crítica situación que vivía la ciudad Condal. El gobierno de Sánchez de Toca exigió al gobernador civil de Barcelona, marqués de Retortillo, que acabara con la ola de violencia desatada. Este viéndose incapaz para cumplir este cometido presentó su dimisión. El nuevo gobernador Julio Amado, un político capaz y dialogante retomó las conversaciones con ambos bandos.
Mientras la ciudad estaba paralizada por las huelgas y las buenas intenciones de Amado no sirvieron para calmar la situación. Bravo Portillo campaba a sus anchas, bajo la protección de los patronos y con la ayuda de sus contactos, por lo que era prácticamente intocable.
Pero los anarquistas hartos de sus fechorías, le prepararon una emboscada y cuando se dirigía a la calle Córcega, en el barrio de Gràcia, a casa de una de sus amantes,en el portal le esperaba un pistolero anarquista, emboscado. Portillo consiguió huir hasta la calle donde le esperaban dos compañeros del emboscado que acabaron con su vida.
(El cadáver de Manuel Bravo Portillo fue exhibido ante la prensa.)
La muerte de Bravo Portillo llenó de jubilo a los anarquistas, pero su lugarteniente “el Mallorquín” fue informado que los asesinos de su jefe se reunían en un bar de la Ronda de S. Pablo. No tardó en acudir a dicho local, acompañado por sus matones y se entablo un feroz tiroteo, del que resultaron varios heridos graves.
La semilla de Bravo Portillo fue recogida por un extraño personaje llamado Rudolf Stallmann, el falso barón de Köning, un agente doble tanto de los Imperios Centrales como de Francia. Subordinado de Bravo Portillo, se ofreció al Presidente de la Patronal, Félix Graupera que no aceptó sus servicios y todo indica que fue el constructor Miró i Trepat quien fue su valedor . Asociado con Bernat Armengol, ex activista sindical, que conservaba papel impreso de la CNT y sabía como escribían los cenetistas, se encargaron de enviar cartas amenazadoras a los patronos, para extorsionarlos y preparar sangrientos atentados organizados para que sus servicios fueran necesarios.
La lucha entre los sindicalistas y los de la banda de Köning fue sangrienta , entre otras cosas se jugaba quien mandaba en Barcelona. Siendo destacable el hecho sucedido en un bar de la Plaza Peso de la Paja, verdadero fortín de los hombres de Köning. Siendo los amos y señores de ese local, hasta que los anarquistas se dispusieron a arrebatárselo, a punta de pistola. El tiroteo fue de los de época con dos muertos y varios heridos.
Esto provocó la envidia del mismo jefe de policía, Miguel Arlegui. Además estas noticias calaron hondo en Madrid y a raíz de las instigaciones del propio Arlegui al Gobierno de la nación , determinaron que el barón fuera expulsado del país. Lo cual sucedió en junio de 1920 , quedando disuelta la banda de Köning.
El 19 de diciembre de 1919, la patronal provocó otro “locaut” que dejo en la calle a más de 50.000 obreros. Mientras esto sucedía en el número 32 de la calle Tapicería se reunían Ramón Sales, un ex activista sindical, en compañía de dirigentes carlistas catalanes; Salvador Anglada y Pere Roma, y creaban la Confederación Nacional de Trabajadores-Unión de Sindicatos Libres de España, llamada “El Lliure”, la cual cobro siniestra fama en las luchas obreras en Barcelona
La mayoría de los líderes del “Lliure” , eran de procedencia tradicionalista , algunos de ellos requetés : Joan Laguia, F. Baratech. Ello implicaba la exaltación de la violencia, propia de los carlistas y parecida a la de algunos anarcosindicalistas. A pesar de ello evitaron ponerse la etiqueta de confesionales, debido a los muchos fracasos del sindicalismo católico en Cataluña.
El gobernador, conde de Salvatierra había ilegalizado la CNT y no confiaba en el “Lliure”, llegando incluso a precintar su local y clausurar su imprenta. El 5 de abril de 1920, caía asesinado el primer afiliado al “Lliure”. El segundo, el 7 de junio y el tercero el 6 de julio. Mientras que el primer cenetista muerto por los pistoleros del “Lliure”, lo fue el 11 de agosto; el segundo el día 12. Así comenzaba la batalla por el poder sindical en Barcelona. La CNT se impuso en este campo a sus adversarios hasta el noviembre de 1920, al ser nombrado el general Martínez Anido como gobernador de Barcelona, hasta entonces gobernador militar. Entonces se cambiaron las tornas y el “Lliure” protegido por Anido y con la CNT proscrita, se impuso en esta guerra sin cuartel.
Ramón Rucabado, político católico, conservador y catalanista, publicó en plena Dictadura de Primo de Rivera, que era un escándalo que unos hombres que se proclamaban como creyentes,(los del Sindicato Lliure), practicasen unos crímenes sin justificación como los pistoleros anarquistas.
La cifra de atentados sociales en Barcelona fue en 1920, tres veces superior al año anterior. La cifra de huelgas y jornadas perdidas de trabajo, duplicó a las de 1919. Mientras el salario medio por hora subía un 115% entre 1914 y 1920.
El mes de octubre la huelga de carreteros paralizó varias industrias. A ellos se unieron los barrenderos y los panaderos, hasta el día 9. Más tarde se agregaron los obreros metalúrgicos de distintos ramos, llegando a sumar 32.000 huelguistas. Todo ello dio lugar a un fracaso del movimiento obrero, debido al asesinato del presidente de la Patronal de los Electricistas, cuando se iba a sentar negociar con los líderes obreros, para firmar un acuerdo.
La CNT vio que estaba perdiendo el control de las huelgas y temiendo una nueva intervención militar, Salvador Seguí y Evelino Boal-secretario general cenetista-firmaron un pacto defensivo con la UGT. Los cuadros sindicales del “Noi del Sucre” se oponían al cariz exclusivamente anarquista que iba tomando la CNT y defendieron su independencia ante estos. Para ello, intensificaron los contactos tanto con los socialistas, como con la pequeña burguesía catalana. Estos contactos escandalizaron a los anarquistas del sector duro, como también el rumor que Seguí se presentaría como diputado o bien formaría su propio partido político. Bien es cierto que Seguí no dio nunca ningún paso en ese sentido, si lo hicieron sus colaboradores, máxime después del asesinato de Seguí.
El 20 de noviembre de 1920, el nuevo gobernador civil, Severiano Martínez Anido, intensificó la represión contra cenetistas y la izquierda pequeño-burguesa. Deportando al penal de La Mola en Mahón a 35 de los 64 sindicalistas detenidos, entre ellos varios de sus líderes : Seguí(4), Peiró, Barrera junto con varios cenetistas; también estaban LLuis Companys. Francesc Layret, invalido, abogado defensor de cenetistas y diputado por Sabadell fue asesinado por los pistoleros del “Lliure” , cuando iba a protestar por la deportación de Companys. Su entierro fue multitudinario y la Guardia Civil tuvo muchos problemas para desviar el cortejo fúnebre hacia la Gran Vía de les Corts Catalanes, cuando la muchedumbre lo encaminaba hacia las Ramblas. Hasta hubo un intento de carga de los servidores públicos contra los portadores del féretro, que fue detenido por el teniente de alcalde, Lluís Nicolau d`Olwer, que encabezaba el cortejo. Layret había sido regidor del Ayuntamiento barcelonés.
(Monumento dedicado al abogado y político Francesc Layret i Foix, en la plaza de Goya en Barcelona.(Muerto en 1920). Obra del escultor Frederic Marés i Deulovol, inagurado en 1933, fue desmontado en 1939 por las tropas franquistas y restablecido definitivamente en 1977.)
El 21 de abril de 1921, el abogado republicano radical Jesús Ulled fue herido de gravedad en su despacho. Su acompañante, el sindicalista Francesc Estrada fue también alcanzado por los disparos y murió. También el abogado José Lastra, defensor de cenetistas, fue herido en su propio despacho. El 23 de julio de 1923, se perpetró el tercer y último de los atentados contra abogados de izquierdas, el cometido contra Josep Mª Saserra, abogado de la CNT, también por los pistoleros del “Lliure”. A raíz de este último atentado fueron detenidos doce miembros del “Lliure” y se abrió proceso contra cuatro de ellos.
Para una parte de la opinión pública , loa abogados defensores de cenetistas, lo eran de asesinos y al hacerse públicos los nombres de los componentes de los jurados populares, los pasaban a los pistoleros para coaccionar al jurado que los había de condenar o absolver.
Comenzó así una sangrienta represión , por parte de estos pistoleros, amparados por Martínez Anido y por el general de la policía, Miguel Arlegui. Rompiose el pacto sindical , cuando la UGT no quiso secundar la huelga general, declarada por la CNT, sin ningún éxito, contra la represión en Barcelona.
Como curiosidad en el año 1921, existían en Barcelona 24 sociedades donde el juego estaba permitido y de ellas se cobraba , por parte del Gobierno Civil, unas 620.000 pesetas. Según unas interpelaciones en el Congreso de los Diputados, los días 31 de marzo y 22 de junio de 1922. del diputado republicano Guerra del Río. El diputado aportó datos del reparto de esta cantidad; unas 250.000 pts. se destinaban a beneficencia , otras 50.000 se dividían entre el 50% de los periódicos de Barcelona, afines al Gobierno Civil y el resto , según Guerra, servían para financiar la “banda negra” de Martínez Anido. Madrid en está época tampoco estaba muy protegido, ya que descontados los policías en servicio de las embajadas, restaban solo 250 agentes en tres turnos, en 1920, representaba un agente por cada 3.000 habitantes. Superior a Barcelona, pero inferior a Londres donde había un agente por cada 360 habitantes(50.000 policías para una población de 6.000.000 de personas.)
(Dibujo satírico de la revista “L`Esquella de la Torratxa” del 9 de marzo de 1923. La imagen muestra un catalán en Madrid que dice” Parece que aquí también florecen estas rosas”.)
Pero la situación de Barcelona era comparable a Madrid en cuanto a delitos contra las personas, durante el periodo de 1917 a 1925, según la media anual de las Audiencias de Barcelona y Madrid, con una población bastante similar ; 3.394 casos en Barcelona y 3.321 en Madrid, con una tasa de 1,61 por mil habitantes en la primera y de 1,38 la segunda. Por lo tanto no se puede hablar que la lucha obrera fue la causante de un mayor índice de criminalidad más alto en la ciudad Condal. En cambio, en los delitos sociales, entre 1917 y 1922, Barcelona registró 809 en contra los 127 de Madrid, con la proporción de 1,13 por mil en Barcelona y del 0,16 en Madrid.
Según cuenta Farré Moregó :” Puede ser cierto que mientras en Madrid, se atajo el problema con rapidez, en otros puntos, con gran índice de criminalidad-Barcelona especialmente- se guardó una cobarde inhibición o un expectante titubeo”.
(Estado en que quedó el coche del presidente Eduardo Dato, después del atentado que le costó la vida, perpetrado por tres anarquistas desde una moto con sidecar.)
En enero de 1921, se aplicó la Ley de fugas, hasta cuatro veces contra presos cenetistas, con el resultado de nueve sindicalistas asesinados. Estas acciones provocaron que tres anarquistas catalanes(Casanelles, Nicolau y Matheu), atentaran y asesinaran al jefe del Gobierno, Eduardo Dato, como represalia. Solo se consiguió detener a Matheu , el cual declaró: “Yo no quise matar a Dato. Solo al ministro que autorizo la Ley de fugas”. En enero de 1924, el rey le conmutó la pena de muerte por la de cadena perpetua.
En este periodo 1920-21 fueron asesinados 32 miembros del “Lliure”, contra 129 de la CNT. Es muy explicito el comentario de Martínez Anido, siendo ministro de la Gobernación en la dictadura de Primo de Rivera: “ Yo solucioné los conflictos sociales en Barcelona, sin usar la policía , ni la Guardia Civil. Lo que hice fue invocar el espíritu ciudadano y que dejaran de ser cobardes, recomendé a los obreros libres que por cada uno que cayera en la lucha, debían matar 10 sindicalistas”.
Después del desastre de Annual, se formó un gobierno de coalición, Cambó-Maura , con Martínez Anido, como gobernador de Barcelona, continuando las represalias contra los cenetistas, que empezó Dato. Entre 1920-21, los atentados sociales fueron 169(134 en 1920 y 35 en 1921), La burguesía estaba satisfecha con la disolución de la CNT y el Sindicato Lliure atrajo a sus filas una parte de los afiliados cenetistas. El “Lliure” tomó partido por la reivindicación, dejando de lado su pasividad anterior, incluso llegó a organizar en otoño, algunas huelgas, extremando su anticapitalismo, con gran disgusto de la patronal. Todo ello sin perder la protección de Martínez Anido. Ya en 1922, el Sindicato Lliure afirmaba tener 22 sindicatos y más de 100.000 afiliados.
Sánchez Guerra había substituido al gobierno de Maura-Cambó y La Cierva inició en marzo de 1922, una restauración de las garantías constitucionales , con las que chocaba la política de Martínez Anido. Pese a ello este continuó en su cargo hasta octubre de 1922. La libertad de los presos de Mahón , más 338 presos gubernativos en Barcelona, no supuso la legalización de la CNT . Cosa impensable con Martínez Anido y Arlegui, protegiendo el Lliure, cuya máxima aspiración era ocupar el espacio cenetista.
EL ÚLTIMO INTENTO PARA LIBERALIZAR
En junio de 1922, Ángel Pestaña presentó un informe en la reunión del comité cenetista, reunido en Zaragoza, después de asistir al II Congreso de la Internacional (1920), retirando la anterior adhesión cenetista a la Internacional Comunista. Entonces el ala fuerte pro-comunista(Andreu Nin, Joaquín Maurín y Hilario Arlandis) quedó en minoría. Mientras tanto se adhirieron a la A.I.T.(Asociación Internacional de los Trabajadores), con sede en Berlín. Seguí, Peiró, Pestaña y Viadiu intentaron evitar que la CNT cayera en manos anarquistas y en marzo de 1923 fundaron una federación nacional . Mientras los cenetistas comunistas a finales de 1922, se constituyeron en Los Comités Sindicales Revolucionarios.
El escandaloso atentado contra Ángel Pestaña , en agosto en Manresa, además de las tensiones entre Martínez Anido y una parte importante de la Lliga Regionalista , propiciaron el retorno de la Ley de fugas, con motivo del atentado frustrado contra el gobernador de Barcelona. Todo ello, llevó a la destitución de este.
(Portada de la “Campana de Gracia” , del 17 de marzo de 1923, que ilustran unos apuntes de Ricard Opisso, que reconstruyen el asesinato del “Noi del Sucre” el 10 de marzo de 1923; el cadáver del líder sindical en el Hospital Clínico de Barcelona y una hipotética reconstrucción de los hechos.)
Pero tras dos meses y medio de tregua , entre la CNT reorganizada y el Sindicat Lliure , que retrocedió en sus posiciones, se retomó la lucha armada callejera y una de sus victimas principales fue el mismo Salvador Seguí(5) , que fue abatido por los pistoleros del Lliure, en marzo de 1923. Ello sumado a los fracasos de la huelga del vidrio (seis meses); la de los ladrilleros(7 meses) y la derrota sindical en la huelga del transporte de mercaderías y del puerto de Barcelona, acentuaron la debilidad de la CNT. Estas derrotas sindicales provocaron tensiones internas dentro de su organización entre sindicalistas, anarquistas y comunistas.
Debido a ello varios grupos comunistas comenzaron una serie de atracos a mano armada, como preludio a un, más que posible, golpe de estado y la CNT que no estaba en sus mejores momentos, cuando llegó el pronunciamiento militar de Primo de Rivera, capitán general de Cataluña, el 13 de septiembre de 1923. Aplaudido por la burguesía catalana, debido a los hechos narrados y la división interna de los obreros, que no evitó el resurgimiento terrorista, que dio a los militares los motivos para la represión, menos sangrienta que en el bienio 1920-1922, pero más duradera ya que duró siete años.
(Miguel Primo de Rivera y Orbaneja, Marqués de Estella y Capitán general de Cataluña en 1922-23. Jefe del Directorio militar que dio paso a la dictadura.)
LA DICTADURA MILITAR DE PRIMO DE RIVERA
La noche del 12 de septiembre, Primo de Rivera se reunió en Capitanía General, con toda la oficialidad de la guarnición de Barcelona , convocando a la prensa, para entregarles el manifiesto “Al país y al Ejército españoles”, donde se detallaban las causas del pronunciamiento . En un principio solo se adhirió el general Sanjurjo en Zaragoza; mientras en Madrid, los cuatro generales participantes en esta acción, no consiguieron implicar al capitán general, Muñoz Cobos. Mientras tanto el Gobierno estaba a la expectativa, esperando al rey que estaba en San Sebastián. A su llegada a Madrid, el rey obligó a García Prieto a dimitir y llamó a Primo de Rivera. A su llegada a la capital, este se entrevistó con los generales; Duque de Tetuán, Cavalcanti, Federico Berenguer, Saro y Dabán. Formando un directorio militar, compuesto de un general y un contra-almirante de cada región militar.
(El rey Alfonso XIII, junto al dictador Miguel Primo de Rivera, acompañado de varios generales de su directorio militar. Foto Salvat)
El dictador tomó sus primeras medidas contra el terrorismo y además suspendió las instituciones democráticas; Gobierno, Congreso y los electivos del Senado. La burguesía catalana(el sector oligárquico de la Lliga, había colaborado en el golpe de estado)comprobó con asombro que las corporaciones locales eran disueltas y el propio ayuntamiento barcelonés pasaba a manos militares.
Pero esta no fue la última palabra de Primo de Rivera y llevado por su anti-catalanismo visceral, disolvió tanto la Mancomunidad, como prohibió el idioma catalán, tanto en actos oficiales, escuelas, comercios y en las iglesias. También prohibió que la “senyera” catalana, ondease en los edificios oficiales. Multando a las entidades que no izaran la bandera española. Clausuró diversas entidades culturales, suprimiendo las actuaciones del Orfeó Català y el mismo F.C. Barcelona, sufrió una suspensión por 6 meses, por una pitada a la Marcha Real, al inicio de un partido de futbol.
(Las cuatro columnas de Montjuïc, de Puig i Cadafalch, símbolo del catalanismo fueron derribadas en 1928, por la dictadura de Primo de Rivera y reconstruidas en el año2011.)
Incluso se intentó, vía consulta a la Santa Sede, substituir los obispos catalanes por otros del resto de España. El dictador no prohibió los partidos políticos, pero anuló todas sus actuaciones organizadas. Con la dictadura se agravaron los problemas internos de la CNT(ilegalizada en 1924) y con los sindicatos libres ocupando su espacio a cambio de renunciar a los delitos de sangre. La CNT perdió parte de su poder en Barcelona, pero se recluyó en las comarcas.
En un principio el sindicato Lliure también se encontró limitado en sus actuaciones, tanto es así, que en Salamanca, se conserva una carta de Ramón Sales a Arlegui del 18 de diciembre de 1923. Esta carta además de denunciar a los anarquistas, expresaba sus quejas sobre el gobernador de Barcelona, general Losada, ya que ni los atendía ni los protegía. Incluso indicaba que Sales había despedido a sus pistoleros y pedía la concesión de permisos de armas para una docena de militantes de su sindicato. Sales le comentaba: “ Estamos desarmados por completo. Las autoridades nos abandonan e incluso los mismos patronos que se beneficiaron de nuestras actuaciones nos dan la espalda”.
(Cartel alegórico de la celebración del centenario de la C.N.T.)
Las posiciones anarquistas más radicales se agruparon en el grupo “La Revista Blanca” y su actividad se hizo más potente en Francia, dentro del grupo “Los Solidarios”, formado por ; Buenaventura Durruti, Joan García Oliver, Francisco Ascaso y otros anarquistas sin ningún cargo sindical. Los cuales impulsaron varios actos de fuerza, como una serie de atracos a mano armada, espectaculares para aquella época (asesinatos del exgobernador de Vizcaya y del arzobispo de Zaragoza, intento de atentado contra Martínez Anido, en Melilla, asalto a las Drassanes, en noviembre de 1924, atentado contra el monarca en Paris, 1925). Mientras en 1927 se fundaba la F.A.I. (Federación Anarquista Ibérica), ya que no se consiguió que la CNT fuera completamente anarquista. Ambas facciones lucharon abiertamente contra la Dictadura.
Por lo visto anteriormente cuando se iniciaba una represión los actos terroristas iban en aumento. Por ello una de las reflexiones que se pueden hacer sobre este fenómeno, es que al inicio de la Dictadura, Primo de Rivera, colocó a Martínez Anido, primero como subsecretario de Gobernación y luego como ministro del ramo y a Miguel Arlegui, como Director General de Seguridad. Mientras el Gobierno civil de Barcelona estaba en manos de Milans del Bosch(antiguo mandatario de Martínez Anido), desde octubre de 1924 hasta el fin de la Dictadura. Coincidían en la cúspide del poder los personajes ya famosos anteriormente, pero sin necesidad de la Ley de Fugas, ni de recurrir a la caza del hombre
El régimen se descomponía y el 26 de enero de 1930, el dictador pidió a los capitanes generales que le ratificaran su confianza, para así reforzarse en el poder. Estos se la negaron y forzaron su dimisión (28 de enero) y posterior exilio(12 de febrero). La desaparición política del dictador provocó el envejecimiento de los partidos dinásticos, principal soporte de la Monarquía.
La presión política, la crisis de 1929 y la falta de apoyo del ejército, acabaron con la dictadura de Primo de Rivera.
Escrito por Josep Subirats.
FUENTES
El pistolerisme, Barcelona(1917-1923), explicado por Albert Balcells. Pòrtic, Historia Nacional.
Entre el roig i el negre: una crónica de la Barcelona anarquista, por Miquel Mir Serra. Llibres dels Quatre cantons. CCG Ediciones, marzo 2005.
Historia de Cataluña, Salvat editores.
Cabaret Pompeya de Andreu Martin. Edicions 62, Barcelona 2011.
Els gansters de Barcelona, Josep M. Planes. Proa
(Trabajadores agolpados en las cercanías del Hospital Clínico de Barcelona, donde fueron trasladados los heridos de la sala de baile “Pompeya”. Archivo Planeta.)
(1) Este atentado contra la burguesía catalana, de la cual el Liceo era su máximo exponente, fue contestado con otro(menos conocido) contra el Cabaret Pompeya, en el Paral.lel, el 12 de septiembre de 1920.(Fue llevado a cabo por Inocencio Feced, el mismo pistolero del “Lliure”, que acabó con la vida de Salvador Seguí). Este lugar era frecuentado por los obreros, que después de su jornada laboral acudían a este local en busca de diversión.
(2) Joan Connelly Ullman, es historiadora y profesora emérita de la Universidad de Washington. Autora del libro “La Semana Trágica”, editado en 1968. Considerado por muchos el trabajo más riguroso sobre esta semana.
(3) Este siniestro personaje, en su época de comisario de policía en Barcelona, formó una verdadera red de confidentes, formada por policías y soplones de los barrios bajos barceloneses, que puso al servicio del Imperio alemán. En la I Guerra Mundial, Barcelona era un hervidero de espías de ambos bandos, que intentaban sabotear las fábricas barcelonesas , que producían material, tanto para los aliados como para los alemanes. Las informaciones proporcionadas por Portillo permitían a los submarinos alemanes atacar a los buques españoles que transportaban material de guerra a los aliados.
Tras el asesinato de Barret, patrono de los metalúrgicos, algunas fuentes acusaron tanto a Portillo como a los anarquistas de su muerte. Bravo Portillo había recibido un encargo del barón de Rolland, jefe de los espías alemanes, para asesinarlo ya que Barret fabricaba material para los franceses.
Los servicios de información de Francia, filtraron cartas de estos dos personajes a Ángel Pestaña, de “Solidaridad Obrera”, que al publicarlas destaparon la estrecha relación entre Portillo y Rolland. Descubierto el asunto a resultas del juicio contra los asesinos de Barret, se vertieron graves acusaciones contra Portillo. El comisario ingresó en prisión y en sus largos días en el presidio fue incubando todo su odio a los anarquistas.
(4) Martínez Anido declaró años más tarde que al recluir a Seguí en Mahón en realidad le había alargado la vida durante más de dos años, ya que la suerte de este dirigente sindical estaba marcada por el destino.
(Imágenes del entierro de Francisco Comas y la salida del féretro del Hospital Clínico.)
(5) El 2 de junio de 1931, Inocencio Feced, el asesino de Seguí, declaraba al periódico “Informaciones” ser el autor material de la muerte del “Noi del Sucre” y que por ello cobró la tarifa máxima para estos casos, 25.000 pesetas(la categoría de las tarifas, variaba según la importancia de la persona a asesinar eran de 5.000 pesetas; 10.000 pts. … hasta llegar a las 25.000 pesetas). Asimismo declaró desconocer si Martínez Anido, desde una isla de la Coruña, donde se hallaba incidentalmente, tuvo alguna participación en la organización del mismo. Seguí iba protegido siempre por dos o tres sindicalistas, que lo adoraban hasta el fanatismo, comentaba Feced. “Nosotros nos apostamos cerca de su casa y al salir de ella, abrimos fuego contra este y sus acompañantes, le dispararon hasta un total de cuarenta disparos, de los cuales cinco de ellos alcanzaron a Seguí; otros dos hirieron de muerte a Francisco Comas, otro dirigente del Sindicato Único y dos más a una pobre mujer que circulaba por la calle de la Cadena. Los dos dirigentes ingresaron en la Casa de Socorro , muriendo poco después, mientras la mujer salvó su vida. El entierro de Seguí fue efectuado en la clandestinidad, en un furgón escoltado por un escuadrón de guardias de Seguridad, por miedo a los disturbios. Pero no se pudo evitar el entierro público de su compañero Francisco Comas(Peronas), que al no ser considerado tan peligroso fue multitudinario y amenazador.(Ver fotos del “Diario Gráfico”)
- Leones2233's blog
- Inicie sesión o regístrese para enviar comentarios