Federico II de Prusia, El Grande (1712-1786)
Esta historia está fundamentada en una familia, los Hohenzollern. Desde que en 1415, el Emperador les cedió bajo pago, la propiedad de una extensa zona arenosa situada entre el curso medio del Elba y el bajo Older. Esta se extendía en la ribera de ambos ríos. Esta familia fueron los señores de Brandeburgo, los cuales en el año 1473, promulgaron una ley familiar, en la que prevalecía el derecho de los primogénitos e impedía las sucesiones en Brandeburgo así como dividir la herencia en partes iguales. Este hecho había representado la ruina de Alemania.
(Federico de Hohenzollern, elector de Brandeburgo y primer rey de Prusia, en una recepción oficial en su palacio. Museo de Dahlem. Berlín.)
Esperando y sabiendo aprovechar las buenas oportunidades, los Hohenzollern sea en base a nuevas adquisiciones o bien tratados que prometían la sucesión recíproca en el caso de no existir herederos directos. Estos tratados fueron firmados con familias vecinas que luego se extinguieron. En tan solo 200 años, Brandeburgo cuadruplicó su territorio. Al inicio de la Guerra de los Treinta Años y con ella la historia moderna, el señor de Hohenzollern ya era uno de los siete Electores del Imperio y gobernaba un territorio de más de 80.000 km2.
(Mapa de Prusia 1618-1871)
Una de sus posesiones más preciadas era la Prusia Oriental, cuyo nombre alemán era Ost-Preussen, con la capital en Köniesberg, fue adquirida en 1525 y era litoral con el Mar Báltico. Había sido un antiguo dominio de los Caballeros Teutónicos, unos cruzados que habían llevado la paz y la civilización a los eslavos paganos del Báltico. A comienzos del siglo XVI, la Gran Reforma produjo una grata impresión en el Gran Maestre, Alberto de Hohenzollern y pidió consejo a Lutero.
La orden estaba sometida al celibato y una vez acabada con la misión de conversión, el marido de la hermana Catalina Boro, aconsejó a la Ost-Preussen , que esta orden quedaría relevada del servicio a la religión y pasaría a formar parte del dominio de los Hohenzollern. En 1619, aunque dependiendo de la soberanía de Polonia, entró a formar parte de los estados del Elector. Los Hohenzollern podían presumir de gobernar estados donde el Imperio no había poseído nunca el menor derecho. Esto sumado a la heredad que tuvo esta familia: Clèves, Mark y Ravensberg en la Alemania Occidental, todo esto sucedió unos diez años antes en 1609. Poco antes de la Guerra de los Treinta años, en 1613, Juan Segismundo abandonó el luteranismo por el calvinismo. En vísperas que toda Alemania se alzara en armas en la contienda religiosa más importante de la época moderna.
El príncipe era calvinista, su pueblo luterano y para colmo Jorge Alejandro, el nuevo Elector-de hecho una marioneta en las manos de su primer ministro, Schwarzenberg – era católico, romano.
Brandeburgo sufrió muchísimo durante la década, entre 1630 y 1640, entre el desembarco de Gustavo Adolfo en Alemania y el advenimiento del Elector. Los invasores (tanto los imperiales como los suecos), crucificaron el país a impuestos, cuando no a torturas.
(Federico Guillermo I de Brandeburgo “El Gran Elector”, Pintura de Gover Flinck.)
EL GRAN ELECTOR(1640-1688)
Federico el Grande dijo en más de una ocasión que sus abuelos necesitaron cien años para rehacerse de la Guerra de los Treinta Años y esta tarea le fue encomendada a un joven de 20 años, hijo único en el cual ni su propio padre confiaba, al cual sucedió en 1640. Federico Guillermo de Brandeburgo, llamado el Gran Elector, abuelo de Federico el Grande. Fundador de la gloría de los Hohenzollern, en los tiempos modernos.
Se encontró un país devastado, con el tesoro agotado y el palacio medio derruido. Luego tras la Paz de Westfalia(1648), consiguió nuevos territorios (la parte oriental de la Pomerania y los obispados de Cammin, Minden, Halberstadt y el derecho de Magdeburgo en 1680). Consiguió crear un ejército permanente y centralizar la administración, se elevó cuantitativamente por encima de los estados provinciales, de forma autoritaria, para alcanzar las metas que se había propuesto; independencia de Brandeburgo-Prusia y ampliar sus fronteras con la anexión de la Pomerania sueca.
Prusia se benefició de las sucesivas oleadas migratorias; En 1685, fueron los protestantes franceses, tras la revocación del edicto de Nantes(1685), en una primera oleada, a la que siguió una segunda, también francesa, provocada por el edicto de 1724, así también de los protestantes de Salzburgo en 1730/31. Además de los campesinos de Hesse y Suiza(que se beneficiaron de unos censos más favorables y una exención temporal de impuestos). Tras estas corrientes migratorias, Prusia llegó a un millón y medio de habitantes a finales del siglo XVII y a dos millones doscientos mil en 1740. Con el aparte de que teniendo en cuenta la anexión de la Pomerania occidental sueca, en 1720, las bocas del Oder, el aumento fue más débil.
(Nº 1 Granadero de la guardia de Federico I; nº2, Abanderado 1er. Regimiento del Príncipe de Orange; nº3 bandera de la época de Federico-Guillermo I, nº4 Oficial del Regimiento del Príncipe,1710; nº5, Soldado del Regimiento del Rey,1729; nº6, Granadero del Regimiento Von Gersdorf,XVIII, 1730; nº 7, Granadero gigante del Rotes Leiddbatallón de la guardia de Federico-Guillermo I. Estos gigantes fueron reclutados por toda Europa y eran el orgullo del llamado “Rey Soldado” en Alemania y “Rey Sargento” en el resto de Europa.)
La nobleza dio su visto bueno al ejército, pero exigiendo que se confirmaran sus derechos sobre los campesinos, sobre la administración del campo y sobre los altos cargos civiles y militares. Federico Guillermo I, añadió la protección de las tierras de la nobleza contra su venta a los plebeyos.
Al inicio de la guerra entre Polonia y Suecia, en 1655, Federico Guillermo se alió con los polacos y obtuvo de estos la renuncia a la soberanía feudal sobre Prusia(tratado de Wehlan en 1657) y ya de manera definitiva en la paz de Oliva en 1660. Durante la Guerra de Holanda(1672-1679), se alineó con el Imperio y las Provincias Unidas. Y tuvo su momento de gloria en 1675, cuando todos los hilos del Elector-ambiciones, creaciones militares, organizaciones internas y venganzas contra Suecia- le llevaron al campo de batalla de Fehrbellin, cuando los suecos protegidos por Luís XIV de Francia, invadieron sus dominios. Federico volvió la espalda al Rin, atravesó toda Alemania y con su ejército derrotado y extenuado en Turena, también por los elementos. Desoyó a sus generales, atacando con decisión a su enemigo, de la escuela de Gustavo Adolfo y que gozaban de la protección del río a su espalda.
La lucha cuerpo a cuerpo fue brutal, entre arenas y pantanos, y Brandeburgo se salvó porque su jefe se puso al frente de un escuadrón temeroso y con una gran carga, acabó con el prestigio de los suecos. Fehrbellin fue un paso importante para los Hohenzollern. Federico era sabedor que el gran río para Brandenburgo era el Oder y en 1677, el Gran Elector arremetió contra Setting y su esplendido puerto, el cual cayó en sus manos tras un aterrador bombardeo. Derrotó nuevamente a los suecos en enero de 1679 y conquistó la parte sueca de la Pomerania, que luego tuvo que devolver por la paz de Nimega(1679), presionado por Luís XIV. Su muerte tuvo lugar en 1688, ocupando su lugar su hijo Federico.
(Federico Guillermo I de Prusia. Pintura de Samuel Theodor Geriche.1713)
FEDERICO GUILLERMO I DE PRUSIA.El Rey Sargento(Rey de Prusia en 1713-1740.)
Este príncipe se formó como heredero en la Guerra de Sucesión de España, y pronto estuvo interesado en los asuntos de estado. En 1710, hizo dimitir a los marqueses de Wittgesntein y Wartenberg, los favoritos de su padre. Su obra fue la adecuación de la administración a un estado centralista. En su subida al poder, en 1713; redujo los gastos de la corte, realizó una política austera en gastos públicos, puso orden en la Hacienda, aumentó los impuestos y mejoró su distribución. Esto permitió que Prusia no fuera dependiente de ayudas externas. Reorganizó la administración en tres grandes áreas; El Generaldirektorium, que cubría los gastos(militares, económicos y financieros); el Justizstaatsrat, la justicia , religión y educación y el Kabinetsministerium, que se ocupaba de la política exterior. Además colonizó la Prusia Oriental(1732) y con la base de un mejor reclutamiento y un severo reglamento hizo del ejército prusiano una gran fuerza de combate. Combatió contra su gran enemigo Suecia , en la Guerra del Norte, donde obtuvo la cesión de Setting y la Pomerania Occidental(tratado de Estocolmo, 1720). De Austria consiguió la cesión de los ducados de Renania, de Jülich y Berg(tratado de 1726-28) y después se alió con Francia cuando Austria cambió de opinión.
(Regimiento de Fusileros de Infantería nº 46.)
DESAVENENCIAS CON SU HEREDER0
Del matrimonio entre Federico Guillermo de Prusia y Sofía Dorotea de Hannover, nació en Berlín , el Kronprinz Federico, futuro Federico el Grande puso así fin a la ansiedad de la familia por un heredero varón. Esta familia se había aprovechado en demasía de familias aliadas que sufrían la falta de herederos. Federico Guillermo dio rienda suelta a su entusiasmo después de la muerte de dos hijos varones, en su lactancia y su abuelo Federico I le dio gran pompa en Berlín.
Bajo este reinado de Federico Guillermo, su familia era apenas eso y muy poco real. El tenía los modos de un batelero. El monarca era muy aficionado a la bebida y se mató antes de llegar a los 50 años. Pero donde le salió su peor cara fue en la educación de su hijo.
En la familia real habían tres personajes que suspiraban por una vida más refinada en la corte, que el Rey sargento no les podía proporcionar: Su esposa , Sofía Dorotea, su hija Guillermina y su hijo Federico. Detestaban el militarismo prusiano y querían una corte como la de Versalles. Mientras Berlín que era una ciudad provinciana, al menos disponían de sus palacios y sus festejos. Pero la residencia del rey estaba en Wusterhausen, ciudad aburrida y perdida. Hay que tener en cuenta que en esta época, Luis XIV era el Apolo de la cultura , a pesar de su política y los príncipes de Alemania hablaban francés, se vestían también como los franceses y construían palacios como el de Versalles.
Todo este afrancesamiento era detestado por el rey y cuando podía ponía en entredicho a su propio hijo, delante de quien fuera, mientras su madre y hermana le prestaban todo su apoyo. Lo extraño es que odiando tanto lo francés, encargó la educación de su hijo a una francesa, madame De Rocoulle y que velase por sus primeros pasos de su hijo. Su preceptor, Jacques Egide Duhan, también era un hugonote francés. Al heredero se le prohibió estudiar el latín, ya que su padre fracasó en este empeño, no aprendió el inglés y nunca escribió o habló con fluidez el alemán.
El rey llegó a pensar que había ayudado a engendrar un bicho raro; se deleitaba tocando la flauta más que asistiendo a una parada militar y prefirió hablar en francés que en alemán. Nunca llegó a pensar que su sistema educativo fuera inapropiado y esto provocó una larga batalla entre padre e hijo.
Si Federico Guillermo hubiera pensado en el porvenir y el futuro: “Que nadie en la larga dinastía de los Hohenzollern había traicionado su causa”, que un joven que pensara con la cabeza podía ser influido , no obligado. Tal vez la historia no hubiera hablado del ”Ogro de Postdam” y se hubieran evitado millones de muertos en las guerras de Federico.
El rey de Inglaterra, Jorge I era de la casa Hannover y quería casar a su nieta Amelia con Federico, y al Príncipe de Gales con Guillermina de Prusia, contando con el beneplácito de la reina también una Hannover, para unir más las casas de Hannover y Prusia.
En 1727, subió al trono de Inglaterra, Jorge II y envió a Sir Charles Hotham, a concretar los esponsales. Una vez en Berlín, se entrevistó con el heredero Federico. Y este le comentó las malas relaciones que tenía con su padre; sus malos tratos, la poca disponibilidad monetaria que tenía él. Además le comentó la posibilidad de refugiarse en la Gran Bretaña. Hotham consultó a su gobierno y le comentó que Londres no quería verse implicado en ese asunto, pero como compensación el Tesoro británico le asignaría una elevada compensación económica que hiciera más llevaderas sus penurias.
(Federico II en “El concierto para flauta). Pintura de Adolph von Menzel, mientras toca la flauta en la Sala de Mármol, pabellón central del Palacio de Sans Souci.)
Tres años más tarde las relaciones entre ambos países se enfriaron un tanto. Federico Guillermo no renunció a este proyecto, pero estaba frustrado como rey y como padre. No contento con privar a su hijo de su flauta, libros y obligarle a ver a su madre a escondidas, un día en el campamento del rey de Sajonia, le dio una tanda de bastonazos, delante de todo el mundo. Se dice que el monarca había comentado, que si a él su padre le hubiera humillado de ese modo, se hubiera suicidado.
Desgraciadamente para el rey de Prusia, Federico era una pieza valiosísima en el tablero político europeo , tanto para Inglaterra, como para Austria y también para los ministros de su padre. El rey estaba envidioso de la rápida integración y devoción que sus soldados le habían profesado al príncipe heredero. Varios jóvenes oficiales le habían prestado su ayuda a Federico, unos esperando favores del fututo rey, en el futuro. Sobresaliendo un lugarteniente, llamado Von Katte, que a diferencia de los demás le profesaba un aprecio hacia su persona, más que por las futuras prebendas. Juntos planearon huir de las garras del tirano, aprovechando un viaje que tenían programado junto con su padre a las cercanías de la frontera con Francia.
El 4 de agosto de 1730, fue la fecha señalada para la fuga. Esto no era nuevo en los Hohenzollern, ya que el abuelo de Federico tenía sospechas que su madre adoptiva le quería envenenar, después de haberlo hecho con su marido. Federico a la sazón solo contaba con 18 años y no previno las consecuencias de su acto, ¿Dónde se refugiaría? La Francia de Luís XV no tenía posibilidades de ayudarle. Jorge II de Inglaterra no quería arriesgar a los Hannover a la venganza de Prusia y el Emperador no sacrificaría la alianza con Prusia por una cuestión sentimental y además hubiera dejado dos rehenes en manos de su padre. “Vuestra madre habría sufrido las mayores vejaciones-le comentó el rey a Federico, un año después- y vuestra hermana habría sido encerrada de por vida, sin ver el sol , ni la luna”.
La fuga fue cercenada por el coronel Von Rochow, su perro guardián: Federico Guillermo no llegó a ejecutar a su hijo, pero si a su amigo Von Katte. El fue confinado en la fortaleza de Cüstrin. Mientras el 11 de octubre declaraba ante la comisión que estaba dispuesto a renunciar a la sucesión al trono y cinco días después, el rey manifestó que estaba dispuesto a declarar heredero a su segundo primogénito, pero esto estando Federico con vida era muy peligroso. En otras cortes, el asesinato hubiera sido la solución a este problema, pero en el seno de los Hohenzollern esto era impensable. Es cierto que para los súbditos de Prusia, los decretos reales no tenían apelación, pero el rey era también Elector de Brandeburgo y por lo tanto vasallo del Emperador, como también lo era su heredero, el cual podía apelar ante el César. Los soberanos europeos protestaron contra la violencia que deshonraba esta casa real.
El nuevo sistema educativo fue aún más severo y si la primera educación de Federico lo convirtió en un rebelde, la segunda hizo de él un hipócrita. “ El nuevo Federico se interesaba por los soldados de mayor estatura-los famosos gigantes, la debilidad de su padre-, siempre vestía uniforme militar, llegó a fingir que su madre era una intrigante y se alegró que su hermana, Guillermina renunciara al trono de Inglaterra, para casarse con un oscuro Hohenzollern. Continuó preso en Cüstrin y en las Navidades cayó enfermo, pero el perdón real no le llegó hasta el 15 de agosto de 1731.
(Federico II en el palacio de Sans Souci, con Voltaire a su izquierda y los principales científicos de La Academia de Las Artes y las Ciencias de Berlín.1759.)
LA BODA DE FEDERICO
El distanciamiento del rey hacía los Hannover y su aproximación a Austria, pasaba por los esponsales de Federico con la princesa Isabel Cristina de Brunswich-Bevern, sobrina de la Emperatriz del mismo nombre. Esta se había casado con Carlos VI en 1708 y había sido soberana de Catalunya y parte de la Península Ibérica durante la Guerra de Secesión. El heredero de Prusia hizo gala de su ironía para poner en entredicho la boda y de su sarcasmo sobre el matrimonio.
El 19 de junio de 1732, el embajador comunicó al príncipe Eugenio de Saboya, arbitro de la política austriaca, que el heredero estaba dispuesto a “emanciparse” y por ello aceptaba la boda. Federico insinuó que prefería casarse con la hija menor del duque de Bevern, ya que era más talentosa, pero su padre no dio su brazo a torcer y le eligió la hermana mayor. El heredero exclamó: “Es digna de compasión será otra princesa desgraciada en este mundo”.
Desde principios de este año, Federico ejerció como coronel de un regimiento en Ruppin. El resultado fue exitoso y su unidad estaba a la altura de las mejores del ejército prusiano, cosa que complació a su padre.
La ceremonia de esponsales se celebró el 10 de marzo de 1732, delante de 300 invitados . Terminada esta Federico regresó a Ruppin y este fue su comentario: “ Se me quiere imponer un enamoramiento a bastonazos”. El rey presionaba a su hijo para que este para que fuera atento con su prometida y en una ocasión de una visita de la familia real a la de Bevern, llegó a fingir tanto Federico, que su padre exclamó: “Están locamente enamorados”.
(Federico ovacionado por sus tropas.)
Un 12 de junio de 1733 tuvo lugar la ceremonia en Wolfenbüttel y el rey les obsequió con unas fiestas intimas. Federico volvió solo a Ruppin y pocas semanas después marchó al frente, a la Guerra de Sucesión polaca, sirviendo a las órdenes de Eugenio de Saboya , generalísimo austriaco, a quien profesaba admiración.
La salud del rey empeoró en la primavera de 1740 y llamó a su hijo y heredero, le puso al corriente de los asuntos del Estado y la noche del 31 de mayo de 1740, ordenó su abdicación cuando la muerte ya le rondaba , cosa que tuvo lugar a las 3 de la madrugada de ese mismo día. Se fue loando a su heredero tan valeroso y justo.
Algunos de los íntimos del heredero, continuaron al día siguiente con el mismo trato desenvuelto con el nuevo monarca, pero este les sorprendió, con su fino francés: “ Monsieure, à present je sui roi”. Subió al trono a los 28 años de edad, con su carácter llano, cordial y amable, pero bien visto su talante era burlón y desdeñoso, encubierto por su finura y simpatía.
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Una de las herencias más preciadas del finado rey, era sin duda su ejército de unos 80.000 hombres, en un país con 2.000.000 de habitantes(1 de cada 25), cuando la proporción en Francia era de 1 por cada 150.
Según cuenta el conde de St. Germain, ministro francés de la guerra, entre 1775 al 1777, en la actualidad el ejército esta compuesto por la escoria de la nación y por los inútiles de la sociedad. Los soldados en esta época se consideraban desertores potenciales. Estos debían utilizarse en formaciones controladas , en cercanía y constantemente supervisadas. Los oficiales huían de tácticas de merodeador, basadas en iniciativas personales y posibilidades de pasar inadvertidos, porque si esto era así, ¿Qué les impedía desertar.?
El mismo Federico le daba la razón en una de sus obras más completas: “Instructions Militaires du Roi du Prusse pour ses gérénaux”, comentaba “que la mitad de la tropa son mercenarios extranjeros, dispuestos a saquear y prestos a desertar. Hay que poner centinelas para evitar las deserciones, no acampar cerca de un bosque, no trasladarse de noche, ni dejar que la tropa conozca en que dirección partirán. Si el general no los mantiene controlados , no tardaran en dispersarse . Los soldados han de temer más a los oficiales que a los peligros que les vendrán”. El rey era sabedor del timo del soldado que se alistaba, cobraba un dinero, desertaba y se enrolaba en el otro ejército y cobraba la prima del otro ejército, con lo cual se daba la paradoja que medio ejército vigilaba al otro medio. El castigo por faltar a un superior era ser pasado por las banquetas: recorrer una o varias veces, un pasillo formado por cientos de soldados, en dos filas , armados con una vara que descargaban en la espalda del reo. La poca intensidad en golpear, era motivo para someter al infractor al mismo castigo. Heredó la mejor infantería del mundo y el rey apremió a su caballería para igualar a sus infantes.
Su organización se basaba en la nobleza(oficialidad), las clases productivas(campesinos y burguesía) y los indigentes y mercenarios(tropa), el Rey los encuadraba principalmente en regimientos de infantería y caballería, ya que por sus limitaciones de población , tuvo que recurrir al sistema mixto, súbditos-mercenarios, para poder asegurar la recolección de sus cosechas. Federico tuvo que aplicar un férreo control para mantener esta unión en esta amalgama de ejército.
Su unidad táctica básica era el batallón de infantería(setecientos hombres) , formado por cinco compañías de fusileros y una de granaderos . Dos batallones formaban un regimiento y dos de estos ,una brigada. Las unidades de caballería formaban en torno al escuadrón y los artilleros nutrían a las baterías de los diferentes materiales.
Su cuerpo de oficiales se nutria de la joven aristocracia prusiana, obligados a servir por Federico y era el más profesional de Europa. Él mismo dirigía a sus hombres desde la primera línea. Estaban bien remunerados, ya que la retribución de un teniente o capitán se situaba por encima de un alto funcionario civil.
Las primeras instrucciones a sus soldados fueron: “Los prusianos deben llevar siempre la iniciativa en el ataque. Los infantes deben disparar una salva de fusilería, en las narices del enemigo y luego ensartarlos con sus bayonetas. Los caballos deben galopar a rienda suelta e iniciar así su carga”.
(María Teresa I de Austria, reina de Hungría y de Bohemia.)
MARIA TERESA DE AUSTRIA
En Austria gobernaba el Emperador Carlos VI, conocido en nuestro país como Carlos III, el cual guerreó contra Felipe V de Borbón , por el trono español. Esta guerra dejó una enemistad creciente entre ambos. Además Felipe V y su esposa, Isabel Farnesio, quisieron instalar a sus hijos en tierras italianas, lo que enemistó España con Austria. Mientras Prusia estrechaba relaciones con la Gran Bretaña, contrapuesta a los Borbones, franco-españoles.
El 20 de octubre de 1740, moría Carlos VI, y su hija Mª Teresa, heredaba la corona imperial. Antes de su muerte, el Emperador trató de conseguir numerosos acuerdos para garantizar la posición de su hija . Pero estos se malograron y sus ambiciosos vecinos: Baviera, Sajonia, Francia y Prusia, la obligaron a guerrear constantemente.
El 16 de diciembre de 1740, menos de un año de su subida al trono, Federico aprovechó la paz en Silesia , para invadir esta rica provincia del Imperio. Ofreció a la emperatriz Mª Teresa, ayuda para sostener su trono , bajo la cesión de la Baja Silesia. Ante la negativa de Mª Teresa, los prusianos conquistaron Breslau y derrotó a los imperiales en Neisse y Mollwitz. Esta última, era la primera que contemplaba Federico, fue ganada por el mariscal Kurt Chirstoph Graf von Schwerin, después de que Federico y sus tropas personales huyeran creyéndose derrotados.
Infantería prusiana del 20º regimiento avanzando en Mollwitz.por Carl Rochling.
Schwerin había pedido al joven rey que le dejara maniobrar a su antojo y así les sonrió el éxito. El mariscal mandó un piquete en busca del rey y el mordaz Voltaire, a la sazón enemistado con el rey, dijo que Federico solo le estaba agradecido a su caballo, con el que había huido de Mollwitz.
Estas victorias animaron a los adversarios de Austria. Hasta el nada militarista Fleury, arbitro de la política en Francia, cedió ante los mas belicosos y se decidió a apoyar a Carlos Alberto de Baviera. Este era nieto del emperador Fernando I y de José I y el rey de Prusia había ideado amparar sus pretensiones a la corona imperial, como también lo hicieron nuestro Felipe V, Carlos Manuel III de Cerdeña y Augusto III de Sajonia entre otros. El rey sajón casaría a su hija María Amalia con Carlos III de España. Este matrimonio se entrelazó con los intereses de Prusia, en el tratado de Nymphemburg, en 1740, en que Francia y Baviera se unieron militarmente contra Austria. Meses después el Imperio estaba desangrado, partido y sin ninguna alianza.
Silesia era una rica provincia , con una población con varias etnias muy cultas. Bien comunicada con el Oder y cerca de la frontera prusiana . Fue conquistada por Prusia, a la que permaneció anexionada hasta el 1945.
Thomas Mann, en su escrito sobre Federico II de 1914, nos dice que este recién subido al trono, dijo esta frase, en la preparación de la invasión de Silesia: “Todo está dispuesto. Solo se tienen que ejecutar los proyectos que tengo en mi memoria desde hace largos años”. Mann se pregunta: “No habíamos quedado que el joven Federico era un pisaverde, que solo quería tocar la flauta, recitar versos y leer novelas sentimentales”.
Todas estas naciones se lanzaron como jauría de lobos sobre Austria; Los franco-bávaros atacaron la parte alta; los prusianos Moravia y España las posesiones austriacas en la Península Itálica, el brillante mariscal Mauricio de Sajonia , al servicio de Francia, atacó con las tropas franco-bávaras, dentro de Bohemia, la ciudad de Praga. La cual cayó en noviembre de 1741. Federico receló que el de Baviera acumulase tanto poder, Carlos Alberto fue elegido Emperador, con el titulo de Carlos VII, el 24 de enero de 1742.
Este hecho provocó el recelo de la Gran Bretaña, que un aliado franco fuera tan poderoso. La Cámara de los Comunes acorraló a Sir Robert Walpole, hasta conseguir su dimisión y acto seguido, su sucesor Lord Carteret envió en ayuda de Mª Teresa; 12.000 soldados y 300.000 libras esterlinas para nivelar la balanza.
Tanto Luís XV como Londres enviaron sendos emisarios para convencer a Federico, los franceses querían una estructura cuadripartida, bajo la influencia de Francia; Baviera , Sajonia, Prusia y Austria, cosa a la que negó Federico. Los ingleses estaban agotados por sus guerras contra España. Así el enviado inglés a Federico le dio una respuesta evasiva y este, desdeñó las que le ofreció el enviado de Austria.
Aunque luego llegó a pactar, en secreto, con Mª Teresa(Klein-Schnellendorf, el 19 de octubre de 1741), por el que Austria entregaba la Silesia a Prusia y se apartaba de la guerra. En las mismas fechas que se coronaba emperador Carlos de Baviera, los austriacos invadían este país , llegando a ocupar Munich. Por el otro lado, Prusia, Sajonia y Francia invadían Moravia y amenazaban Viena. Con ello se pasó a otro tipo de guerra; la resistencia. Schwerin impuso a Moravia una pesada contribución de guerra y llegó a saquear el país para aprovisionarse. Los moravos se refugiaron en los bosques y organizaron la resistencia. Federico no asimiló este tipo de guerra y se quejaba que los moravos eran mala gente y se escondían a la vista de los prusianos. Llegó a padecer depresiones y remordimientos y aunque en Chotusitz, consiguió la victoria , perdió 5.000 hombres contra los 6.000 austriacos, Federico tenía las arcas vacías y firmó la paz con Austria.
El 11 de junio de 1742, en Berlín y en Breslau se firmó la paz; Austria cedió la Silesia y Glatz a Prusia y Berlín hizo suya una deuda austriaca con la Gran Bretaña de un millón setecientos mil táleros. Esta posesiones hicieron crecer un tercio el territorio prusiano, tanto en riqueza como en población.
(Infantería prusiana atacando las posiciones austriacas.)
LA SEGUNDA GUERRA DE SILESIA
Los tratados firmados por Federico, como ya conocían sus aliados, eran papel mojado, cuando iban contra sus intereses. En agosto de 1744, atravesó violentamente Sajonia, invadiendo Bohemia, con un ejército de 80.000 hombres, ocupando Praga, para después ir contra la misma Viena. Esta era una maniobra muy temeraria y no contó con Hungría, aliada de Austria y el numeroso ejército austriaco que luchaba en la frontera con Francia. Acosado por los franceses, el mariscal austriaco Traun , replegó a sus tropas, en perfecto orden, y las situó a la retaguardia de Federico y aún siendo inferior numéricamente , supero tácticamente a los prusianos y sin presentar batalla obligó a Federico a retroceder y abandonar el territorio conquistado. Federico reconoció a Traun, un maestro de la guerra,
Esta conflagración puede ser considerada una guerra mundial, antes que la de 1914, ya que por un lado lucharon los aliados de Mª Teresa; Sajonia, Gran Bretaña, Holanda, Cerdeña y Rusia y en el Federico II; Francia, España, y el emperador Carlos VII. El emperador murió el 20 de enero de 1745, cuyas aspiraciones eran un estimulo para Federico para continuar sus guerras. Su sucesor, Maximiliano José, firmó la paz con Austria(la paz de Fussen, 22 de abril), renunciando a ampliar su Imperio.
La caída de Carteret en la Gran Bretaña, enfrió los ánimos de los ingleses, más el cansancio de Francia por las guerras con España, en litigio por los territorios en Italia. Mientras tanto, el esposo de Mª Teresa, Francisco de Lorena, era elegido Emperador por los príncipes imperiales en Frankfurt, en septiembre de 1745.
Ataque de la infantería prusiana en la Batalla de Hohenfriedeberg. Obra de Carl Röchling.
Federico se quedó sin aliados frente a Austria, pero les venció en Hohenfriedeberg, Sohr y Kesselsdorf y se confió en la Gran Bretaña que le aseguró Silesia, firmando, con Mª Teresa la paz de Dresde, el 25 de diciembre de 1745.
Federico afirmó que ahora eran la envidia de toda Europa y que solo participaría en guerras defensivas. Temía una coalición austro-rusa, que ya se estaba gestando, habiéndose firmado convenios en ese sentido.
(Federico II de Prusia, llamado el Grande)
FEDERICO EL GRANDE
Berlín le tributó un recibimiento entusiástico, a finales de 1745, a su regreso de Silesia. Era uno de los principales motivos de júbilo y el pueblo se echó a la calle, siendo uno de los primeros en la historia moderna, en hacerlo. Los ciudadanos le recibieron como: “ Friedrich der Grosse.”
Este titulo fue aireado por toda Europa, por Pierre Louis de Monpertnis , presidente de la Academia de Ciencias. El rey asumía su papel con todo lo positivo y negativo, ni feliz, ni contento. Esto chocaba con el talante de Mª Teresa, vital y segura de si misma, enamorada del infiel de su marido y madre de dieciséis hijos; ni tampoco se asemejaba al porte pomposo y arrogante de Luís XV, que se jactaba de llamar a Federico, “El marqués de Brandeburgo”.
Hay muchas anécdotas que se cuentan sobre él, que demuestran su talante. En una ocasión vio a un soldado, cargado de grilletes y preguntó porque le llevaban preso, le dijeron: “Se le ha encontrado cometiendo actos de vandalismo con su caballo”. A lo que Federico respondió :”Vaya tontería, lo que hay que hacer es destinarlo a infantería” Y luego espetó al soldado:” Te has quedado sin tu caballo”.
LA GUERRA DE LOS SIETE AÑOS(1756-1763)
Este fue uno de los conflictos mundiales de estos años, librado en Europa, América del Norte y el sur de Asia. Gran Bretaña era aliada de Prusia y Austria contaba con Francia y Rusia, como aliados y Mª Teresa quiso castigar a Federico por “haberle robado Silesia”.
(Infantería prusiana atacando las posiciones austriacas.)
El año 1757 fue el del máximo exponente de los hechos de armas de Federico II. Un año antes, este había requerido a los austriacos que depusieran las armas y ante su negativa, invadió Sajonia con 60.000 hombres , sin declarar la guerra. Austria y sus aliados tenían buenos motivos para atacar Prusia, no es pues de extrañar, en 1756, que Federico sintiéndose en peligro , atacara primero. Conquistaron Desde , en una operación que pretendía ocupar Bohemia por el flanco y aplastar a los austriacos antes de que pudieran organizarse.
Augusto III “el Fuerte” contuvo durante unos días a los prusianos y el mariscal irlandés Browne, al servicio de Mª Teresa, acudió en su socorro y se enfrentaron en Lobositz , la victoria sonrió a Federico y el rey de Sajonia se refugió en Polonia, de donde también era monarca. Una cantidad considerable de su ejército se pasó a los prusianos, pero desertaron a los pocos días.
Federico invernó en Dresde el resto del 1756, mientras sus enemigos se aliaron contra el: Francia, Austria, apoyados por Rusia y varios estados alemanes. Al comienzo del nuevo año, Federico reanudó su marcha , mientras la reina preparaba tropas en Bohemia, decidió alistar 150.000 hombres, pero disminuyó la capacidad de su ejército al poner al mando al príncipe Carlos. Los austriacos pensaron que Federico se establecía a la defensiva en Sajonia , mientras este jugaba sus cartas y los austriacos se ilusionaron al ver que Federico fortificaba Dresde y Torgau y que había construido barricadas en los caminos entre Bohemia a Sajonia. Lo último que esperaban es que Federico les atacase.
(Príncipe Carlos Alejandro de Lorena. Pintura de Martín van Meytens,)
En abril, llegó Schwerin, desde Silesia, con 17.000 hombres, acampando en Bohemia . Ante estos refuerzos los austriacos se replegaron a Praga, esperando la llegada del mariscal Daun desde el sur.
Federico actuó con rapidez, sabedor que poseía el mejor ejército del mundo, pasó el Moldau que atraviesa Praga y pidió a Schwerin que se reuniera con él. Carlos permaneció inmóvil y esto solo se comprende por una de estas tres razones: que su posición fuera inexpugnable, que se sintiera débil o que esperara a Daun, para asegurar la victoria. Federico envió a Schwerin con 64.000 hombres que atacaran una posición fuertemente defendida por unos 60.000 hombres. Schwerin se resistió a obedecer, pero la vanguardia de Daun , con 30.000 hombres, se encontraba a solo 15 km. y dio su brazo a torcer.
El 6 de mayo de 1757 atacaron Praga. Cercando el ala derecha austriaca. Browne dispuso un eficaz contraataque. Schwein atacó el flanco, en condiciones desfavorables, la caballería inició el ataque y después de un encarnizado combate, Zieten con la reserva, rechazó a la caballería austriaca. Los infantes estaban tan maltrechos que durante ese día poco pudieron aportar.
(Infantería austriaca preparada para el combate.)
Federico llevado de su impaciencia, confundió prados con unos estanques recubiertos de hojarasca, salvándolos con extrema dificultad, pero los cañones austriacos los masacraban desde unos 400 pasos y los granaderos de Austria rechazaron el ataque. Schwerin recogió una bandera el suelo y fue alcanzado por la metralla, pereciendo en el acto. Ello enardeció a sus granaderos que se lanzaron en pos de la victoria. En el otro bando no disponían de caudillo, Browne había caído en la primera carga y Carlos estaba bloqueado.
(La muerte del mariscal Schwerin, al frente del Reg. de infantería nº 24 en la batalla de Praga de 1757, abatido por la metralla.)
La segunda línea prusiana enmendó la papeleta y tras un enconado cuerpo a cuerpo, se impusieron a sus enemigos. Federico estimó pérdidas de unos 18.000 hombres(otras fuentes hablan de 12.000) más la pérdida de Schwerin que valía por diez mil. Mientras los austriacos perdieron unos 13.000 hombres; otros 11.000 huyeron a través del Sazawa y los prusianos se apoderaron de una gran cantidad de artillería y suministros.
El éxito dependía de la toma de Praga, si hubiera capitulado pronto, Federico hubiera proseguido con su audaz plan; rechazar a Daun, penetrar en Moravia y dictar a Viena sus condiciones de paz. Marchar con sus tropas al teatro de batalla occidental, acabar con las tropas del Imperio y obligar a Francia a repasar el Rin.
Federico era el héroe de la Gran Bretaña y su victoria entusiasmó en Europa. La cancillería austriaca azuzó a Francia y Rusia, con sus llamadas de socorro. Austria era incapaz de proteger a sus aliados de Alemania y Luis XV temía el abandono de Austria, como lo hizo Prusia en el 1742. Praga era la clave para debilitar o destruir la coalición.
Inicialmente la ciudad contaba con 8.000 hombres, reforzados ahora con 40.000 más y Federico sabía que necesitaría tiempo para conquistarla. Envió al duque de Bevern con 17.000 hombres para controlar a Daun, mientras él bombardeaba la ciudad, con grandes pérdidas humanas en la población, pero nulo resultado militar. El príncipe Carlos disponía en la ciudad de poca carne y mucha harina , no se arriesgó a intentar una salida esperando a Daun. Federico envió una misiva a su hermana Guillermina , el 29 de mayo, diciéndole que Praga caería en pocas semanas, pero luego admitió que podía estar equivocado.
(Granaderos prusianos atacando en la batalla de Praga 1757.)
KOLIN
Daun había ido retrocediendo ante Bevern, contaba con 53.000 hombres y continuaba rehuyendo el combate. Mientras el príncipe Carlos, sino hubiera sido aconsejado por sus generales habría huido de Praga. Esto fue beneficioso para Federico, ya que sus hombres estaban adiestrados con el máximo grado de perfeccionamiento, cambiaba de posición con una rapidez inusitada y este podía ocultar sus movimientos hasta última hora. Eligió el ala más débil , mientras reforzaba la otra ala sin temor a una contra-maniobra enemiga por la parte más debilitada. Esta batalla estaba ganada ya que los prusianos superaban los obstáculos naturales o militares. El ala elegida como objetivo sería deshecha y el centro quedaría al descubierto y el prudente Daun se retiraría con honor ante Federico.
(Infantes prusianos repeliendo un ataque en la batalla de Kolin. Pintura de Richard Knotel.)
Esta fue la táctica empleada en Kolin, el 18 de junio de 1757, viendo el ala austriaca emplazada en un montículo pequeño y con el terreno favorable al ataque, Zieten y sus húsares pusieron en fuga a la caballería austriaca. Daun envió refuerzos a su derecha, sus tropas combatían encarnizadamente y recibieron a los prusianos con un mortal fuego artillero , pero los infantes prusianos continuaron su avance, conquistando uno por uno los reductos de Daun. Los prusianos esperaban los refuerzos para dar el golpe definitivo, mientras los mosqueteros austriacos cargaron hasta seis veces contra sus enemigos, agotando las municiones.
Daun comenzó a dar orden de retirada y el príncipe Mauricio llegó con los refuerzos al centro y Federico escribía: “ cuatro batallones frescos y esto está ganado”, pero un fatal error debido a la premura con que el rey dio las órdenes y Mauricio atacó al enemigo a unos 500 mts. debajo la línea.
(Granaderos prusianos esperando el ataque en Kolin. Pintura de Carl Röchling.)
Los prusianos atacaron frontalmente, pero su inferioridad se hizo notar. Federico disponía de sus reservas de caballería, pero estas se negaron a seguirle bajo el intenso fuego artillero. Tras cuatro horas de lucha, los prusianos dominaron las alturas. Daun envió a la caballería sajona contra ellos y la infantería prusiana como en Mollwitz , formaron el cuadro y rechazaron el ataque. En ese crítico momento, un regimiento de dragones de los Países Bajos, sin experiencia , pidieron permiso a Daun, para atacar. Este dudó de sus imberbes muchachos , pero el conde de Thiennes convenció al feld-mariscal y lanzó sus dragones a la carga contra los cuadros prusianos. Estos no resistieron el feroz ataque holandés y se batieron en retirada.
Federico perdió 14.000 de sus 31.000 hombres y como en Praga su infantería perdió 12.000 de sus 18.000 hombres. Los austriacos perdieron 8.000 hombres y Daun no les persiguió.
(Leopold Josef von Daun. Mariscal del ejército austriaco.)
Las malas noticias se cebaron en Federico ya que Francia había conquistado la Frisia oriental y proseguían el avance hacía el este; los suecos enviaban 17.000 hombres a Pomerania y los rusos destruirían Celwatz en Ost-Preussen. Las tropas imperiales estaban a punto de contactar con los austriacos , en suma la situación era muy complicada. Federico debía abandonar Bohemia, pero ¿podría conservar Sajonia, Silesia y Brandeburgo? Se dijo de él que con la muerte de Schwerin , Federico había perdido su espada.
(Infantes prusianos prestos a rechazar un ataque enemigo.)
ROSSBACH Y LEUTHEN
El 31 de octubre de 1757, Federico se hallaba parado por la quema de un puente en Weissenfels sobre el Saale , mientras los franceses e imperiales abandonaron la línea del río y se fortificaban en el terreno accidentado del oeste. El 3 de noviembre , Federico consiguió cruzar el río y después de inspeccionar las posiciones del enemigo, las tropas de los príncipes de Sajonia-Hildburhausen, José Federico y de Soubise , Charles de Rohan. Federico vio que tenía una inferioridad numérica en la proporción de dos a uno y temió otro Kolin(41.000 soldados y 45 cañones contra los 22.000 hombres y 79 cañones de Federico). Retirose , con gran jolgorio de los aliados , bajo el fuego artillero enemigo y acampó en Rossbach , donde se apoyaba su ala izquierda.
(Charles de Rohan, Príncipe de Soubise, Duque de Rohan-Rohan y de Ventadour y señor de Roberval y José Federico de Sajonia-Hildburghausen. Pintura de Johann Valentín Tischbein.)
Federico pensaba circuncidar la posición aliada o en otra circunstancia aferrar su retaguardia cuando el hambre los obligara a retirarse. Los aliados vieron el temor en la maniobra prusiana y pidieron a Soubise, permiso para atacar.
Los aliados atacaron, pero en vez de hacerlo frontalmente, circuncidaron el ala prusiana y les atacaron por el flanco y la retaguardia. Después de tres horas de marcha se situaron al sur de Rossbach y los franceses propusieron acampar allí , o sea al flanco de los prusianos. Sajones e imperiales montaron en cólera, no querían más preámbulos. Y en ese preciso momento les llegó la noticia de la retirada de Federico. Ya no quisieron esperar más, Suobise y los suyos descuidaron la prudencia y no fijaron un punto de retirada o una formación en caso de un ataque enemigo.
Con tres generales encabezando la carga de la caballería y tras ellos, en confusión, la infantería aliada comenzaron el ataque. Mientras las reservas francesas se habían introducido entre sus columnas en cuadro y la artillería. En una cresta, Federico preparaba a sus tropas para el combate, creyendo que los aliados se retiraban, cuando un oficial le informó que atacaban, montó en cólera, pero pronto varió sus órdenes y dirigió la columna prusiana hacía Merseburg , confundiendo aún más a sus enemigos, que creyeron que se retiraba. Luego, tras una cresta, los prusianos se dirigieron al este primero, para luego virar al sudoeste y converger hacía el enemigo. La artillería a su derecha, la infantería con el príncipe Enrique, a la izquierda y Federico Guillermo von Seydlitz , al extremo izquierdo, con sus dragones.
(La caballería de von Seydlitz arrollando a los aliados)
Seydlitz cargó varías veces contra la caballería aliada y les expulsó. La infantería de Enrique bajó del monte Janus y los franceses los vieron cuando sus batallones los rodeaban. A ello colaboró una hondonada que ocultó la presencia prusiana y estos con descargas de fusilería, masacraron a los aliados, mientras Suobise intentaba , en vano, poner a sus tropas en orden de batalla. Mientras franceses, suizos y alemanes del oeste, querían batirse. Seydlitz atacó por la retaguardia y solo las sombras de la noche, evitaron una matanza. Prusia perdió solo 500 hombres , pero puso en fuga a un ejército de más de 60.000 hombres, que sufrieron la pérdida de 5.000 muertos y 5.000 heridos. Federico se convirtió en el héroe alemán por excelencia.
Soubise culpó del desastre a su aliado José Federico de Sajonia-Hilburghausen y a pesar de su derrota recibió el bastón de mariscal.
La enfermedad grave de la Zarina salvó a Ost-Preussen , ya que las tropas rusas se retiraron y Lehwaldt, libre de rusos, se enfrentó a los suecos en Pomerania. Mientras la Gran Bretaña preparaba un ejército para defender Hannover.
Federico se puso en marcha y recibió la noticia de la caída fácil de la fortaleza de Schweidnitz, el 18 de noviembre de 1757, mientras el día 22 de noviembre, el príncipe Carlos derrotaba a los prusianos en Breslau, tomando como prisionero a Bevern. Este había entregado el mando a Zieten, que consiguió vencer al ala izquierda enemiga en el mismo Breslau. Zieten se detuvo cuatro días en Parchwitz, con las tropas vencedoras de Carlos enfrente y la guarnición de Liegnitz, a su flanco. Los austriacos dejaron pasar esta oportunidad.
El 2 de diciembre, Zieten reforzó a Federico, que ya en total contaba con 32.000 hombres, bien provistos de caballería y artillería y pensando en morir antes de abandonar Silesia.
(Mapas de los distintos movimientos de tropas de Federico en Leuthen. Carlos de Lorena observó un dispositivo lineal de sus tropas en Leuthen, pero Federico le hizo una finta de ataque. Se resguardó en paralelo a su orden de marcha , resguardado por unas lomas y le apareció a Carlos en su flanco izquierdo. Carlos había enviado sus reservas a la derecha, cuando se dio cuenta del ardid ya era demasiado tarde. )
El príncipe Carlos fue aconsejado por su estado mayor que la prioridad era marchar sobre Neumarkt, para salvar Liegnitz y evitar que Federico se hiciera más fuerte. Marcharon rápidamente hacía su objetivo al saber que Federico había aniquilado la vanguardia de Neumarkt y el 4 de diciembre , ambos ejércitos se encontraban a poca distancia, uno del otro. Federico vio con satisfacción que sus adversarios habían cruzado el río y abandonado su formidable posición.
Los prusianos se pusieron en marcha antes de las 5 de la mañana del 5 de diciembre, sin conocer la posición de los austriacos , hacia la llanura de Leuthen. Divisaron hogueras de un campamento, en una altura al este de Neumarktz. Era la vanguardia; tres regimientos de caballería sajona y dos de húsares imperiales que estaban recogiendo la desbandada de Neumarkt pendientes del camino a Breslau. Fueron aniquilados por la vanguardia prusiana; 11 oficiales y 540 soldados fueron hechos prisioneros. Federico tuvo que contener a sus húsares que salían en su persecución.
Los prisioneros proporcionaron una buena información para Federico, que el príncipe Carlos había dejado su artillería pesada en Breslau. A la luz de la mañana quedó visible la posición de Carlos, que era muy extensa de unos 8 km. de extensión y numerosos puntos naturales que defender. Solo el ala derecha estaba defendida por el general Luchesi y los flancos por colinas, arbustos y lagunas. Siendo totalmente imposible un ataque sobre ella, si los prusianos hubieran atacado por el centro, el italiano los hubiera rodeado por el bosque y atacado su flanco, pero el ala izquierda no estaba fortificada, a pesar de que Carlos conocía la táctica de Federico.
(Granaderos prusianos en la batalla de Leuthen.)
Federico en las batallas de este año; Praga, Kolin y en Rossbach, siempre atacó la ala derecha enemiga, y Luchesi pidió que se reforzara esta y cuando los prusianos comenzaron su avance hacía Leuthen y Nippern, la caballería de Daun se lanzó al galope hacia el centro y la izquierda hacía Nippern.
(General de los húsares prusianos , Hans Joachim von Zieten)
Cuando Federico preparaba la acción, los veteranos de Mauricio y Zieten, se desplazaron hacía el sur, en una marcha paralela a la línea del enemigo y ocultándose en las imperfecciones del terreno. El rey de Prusia contemplo complacido el error de Daun, a una distancia de tres km. los prusianos daban la impresión que se batían en retirada. Luego al ser el terreno más llano , se lanzó contra la izquierda enemiga.
(Otra instantánea del ataque al cementerio de Leuthen.)
Solo disponían de cuatro horas de luz para vencer a casi 80.000 hombres, pero los prusianos haciendo honor a su fama y el ataque oblicuo(complicado) funcionó de maravilla, como nunca lo había echo antes y como no se volvería a repetir nunca más. En el asalto tomaron la altura de Sagschütz y la batería. Austriacos y bávaros intentaron retomar esta altura, pero los prusianos se imponían en toda regla, a pesar de los refuerzos aliados que llegaban constantemente. A la caballería prusiana le costaba maniobrar en las zanjas del accidentado terreno, pero sus infantes impetuosamente los condujeron a un terreno más llano y allí Zieten y su caballería dieron cuenta de los aliados.
(La lucha fue enconada en las calles de Leuthen.)
Carlos era aún superior en número a los prusianos, a pesar de la derrota de los wurttemburgueses en el ala izquierda. Tenía su centro y su ala derecha intactos y con ellos formó una segunda línea de batalla en Leuthen. Este pueblo con sus angostas calles, cementerio y sus alrededores llenos de soldados y cañones hubiera podido resistir, para dar tiempo a que Luchesi y su caballería llegaran en su auxilio.
(Soldados prusianos atacando la iglesia y el cementerio de Leuthen.)
La primera línea austriaca fue barrida por la artillería pesada prusiana, pero el pueblo se tuvo que tomar luchando encarnizadamente casa por casa y el cementerio fue más difícil todavía. A pesar del fuego de una batería austriaca colocada en la retaguardia , Leuthen cayó en manos prusianas, aunque durante dos horas el resultado de la batalla estuvo indeciso. Federico envió a su ala izquierda y los austriacos se defendieron bien, pero Luchesi dio al traste con las aspiraciones aliadas y cambió la suerte de la batalla , al precipitarse sobre el flanco prusiano. Fue aniquilado en el acto por los cuarenta escuadrones de caballería de Driesen, ocultos detrás de la aldea de Radaxdorf. El pánico se apoderó de los infantes austriacos y los prusianos iniciaron una carga a la bayoneta que hizo que los austriacos huyeran despavoridos hacía Breslau. Dejaron un regimiento para proteger la retirada y este , después del ataque, quedó reducido a un oficial y 8 hombres.
(Artillería pesada prusiana bombardeando las posiciones aliadas.)
La falta de luz impidió a los prusianos completar su victoria. Mientras estos habían perdido una 5ª parte de sus hombres, los austriacos perdieron 10.000 y les hicieron 12.000 prisioneros(23.000 según otras fuentes) de un ejército con el triple de efectivos en combate. Federico tomó Breslau y se aseguró la Silesia. Napoleón dijo de esta batalla: “La batalla de Leuthen es una obra maestra de movimientos, maniobras y resolución.” Y encumbró a Federico como uno de los mejores generales del mundo.
(Federico II el Grande en la batalla de Leuthen.)
Rossbach y Leuthen salvaron a Prusia, pero la guerra duró otros seis años más. A lo largo de esta contienda sus enemigos mejoraron su estrategia, armamento y administración ; Los rusos modificaron su código en 1755, adaptándolo al prusiano, modernizaron sus cañones y los mejoraron en precisión y velocidad, así como se mejoró el tren de abastecimientos; los austriacos lo hicieron tras la Guerra de Sucesión, su infantería adoptó un manual de instrucción normalizado, perfeccionando el adiestramiento y la artillería mejoró con una puesta al día que les hizo superar a los prusianos, el cuerpo de su oficialidad se abrió al pueblo llano y en 1758 se instauró el estado Mayor. Federico a pesar de su habilidad y recursos en los campos de batalla se vio superado por estos y a finales de 1761, no vio una salida coherente y se retiró a Berlín desesperado.
(Infantería austríaca, Guerra de los 7 Años, Oficial de granaderos y oficial de fusileros del IR 24 von Staremberg, 1759 A. Yezhov)
La inveterada Isabel de Rusia vivía aún y bajo su mando la paz con Prusia era imposible ; sus ejércitos estaban mal armados y sus ministros eran corruptos , pero ella no tuvo ninguna dificultad en atacar el flanco, no muy bien defendido de Prusia en el Oder.
(El ejército ruso del conde Guillermo de Fermor, invadió Brandeburgo y saqueó y quemó las ciudades que halló a su paso.)
Su general Fermor, con 34.000 hombres en enero de 1758, invadió el Ost-Preussen y obligó a sus habitantes a jurar fidelidad a la Zarina. En enero, caía Könisberg y Federico tomó venganza en los sajones .Tuvo en consideración que la vanguardia de Fermor sería lenta en maniobrar; había que pasar por una larga y estéril franja de terreno polaco que los separaba de Prusia y una acción atacante en el sur podía ser mejor que defenderse en el norte. Federico marchó contra Moravia, tres meses después de que cayera Könisberg en manos rusas.
(Infantería prusiana marchando hacía Cüstrin.)
Mientras tanto las hordas rusas continuaban su ofensiva, invadiendo Polonia y penetrando en el Oder; en el ejército ruso la oficialidad era de la nobleza, pero el resto de la tropa se comportaba como verdaderos salvajes, saqueando, torturando y quemando tanto hombres como mujeres. Federico marchó a Cüstrin , su antigua cárcel. La encontró intacta, pero sin defensas y la ciudad reducida a cenizas por los cañones de Fermor. Los rusos contaban con 40.000 hombres , situados a la orilla este del Oder , con el camino expedito a Polonia , los otros estaban cortados por lagos y ríos. Antes de llegar Federico, su general Dohna con unos miles de hombres, el Oder y los muros de Cüstrin eran los únicos defensores de Berlín. Ahora con el refuerzo de Federico contaban con 38.000 hombres más veloces que los rusos.
(Federico comentando la batalla de Zorndorf con sus generales.)
Fermor no disponía de avituallamiento y a sus espaldas tenía centenares de km. de desierto .Federico no lo quiso vencer con su estrategia , dejando morir de hambre a los invasores. Conocedor de cada metro del terreno , preparó una estrategia para vengar el pasado y preparar el porvenir.
Fermor abandonó el sitio de Cüstrin y ocupó una posición protegida en el Oder y el Mietzel , su afluente. Federico atravesó el Oder unos km. más abajo de Cüstrin , rodeó a los rusos y se preparó para arrojarlos al río.
Nos les dio alternativa, ahogarse o morir, los rusos presentaron sangrienta batalla en Zorndorf, el 25 de agosto de 1758, con un encarnizado cuerpo a cuerpo , con tal violencia que los rusos fueron despedazados. De los 30.000 muertos o heridos en el campo de batalla, 20.000 eran rusos y Federico con grandes sacrificios había protegido sus territorios orientales.
(Federico el Grande en la batalla de Zorndorf , por Carl Röchling.)
Daun se tomó venganza y derrotó al hermano del rey de Prusia, Enrique en Hochkirch. Acampó en esta población con 65.000 hombres y Federico solo le podía oponer menos de la mitad y el diez de octubre, quiso ocupar una posición insostenible al lado del enemigo. Los generales prusianos; Dessauer, el joven, Seydlitz y Zieten, más tarde también Keith le reprocharon este movimiento con mucha lógica , pero este no cambió de opinión y antes del 14 de octubre los austriacos les sorprendieron. La temeridad suicida de Federico le reportó la pérdida de un cuarto de su ejército , 100 cañones, material bélico y la muerte de cinco generales, entre ellos el mismo Keith. Kolin, Domstädtl y Hochkich eran tres derrotas de Federico ante un general sumamente prudente.
Federico dijo en Berlín : “Nuestras pérdidas no superan los 3.000 hombres…Esto es inevitable en el juego de azar , llamado guerra”. Los rusos de Soltykoff estaban en el Oder, amenazando la capital de Federico, pero estaban dubitativos y temerosos del vencedor de Zorndorf; tenían una buena infantería y artillería, pero su caballería dejaba mucho que desear. Daun envió a Ernest Gideon Freiherr von Laudon , con 36.000 hombres como refuerzo, de ellos 6.000 de caballería. Mientras Federico disponía de cerca de 50.000 hombres contra los 68.000 de los aliados, pero de estos una cuarta parte eran caballería ligera, que en la fuerza de la batalla servia de poco. El 12 de agosto de 1759 en Kunersdorf , Federico tenía poco conocimiento del terreno estéril y de la región de Francfort. Observó que austriacos y rusos solo tenían un camino pequeño para comunicarse. Al finalizar la jornada, Federico descubrió que habían dos caminos. Esta fue la segunda vez que pagó muy caro las informaciones incompletas. Pero el error de Praga no tuvo nada que ver con Kunersdorf, de 48.000 hombres solo le quedaron 30.000.
(Kunesdorf, 12 de agosto de 1759. El Regimiento prusiano nº 43 de Bredow, ataca la vanguardia de la montaña del Verhave, cerca de Baker y Nahun , con un fuego furioso que llevó a destrozar el molino.)
Se inició el combate y la infantería prusiana, fresca y a la bayoneta sacaron a los rusos de sus trincheras, mientras un segundo ataque sorprendía al enemigo por el flanco. La izquierda rusa estaba derrotada ya que había perdido 70 cañones y Federico envió un correo a Berlín, saboreando la victoria. Un tercer ataque diezmó a su infantería y sus generales clamaron : ” Basta” , pero Federico se negó a escucharlos. Envió a sus infantes a tomar el Spitzberg y su batería. Si lo hubieran conseguido, suya hubiera sido la victoria. La intervención de Laudon dio un vuelco a la batalla. Seydlitz se negó a sacrificar a sus hombres como en Zorndorf, pero Federico le hizo oídos sordos y le mandó atacar. Este fue obediente y recibió una herida y sus jinetes fueron diezmados.
Laudon les dio el golpe de gracia con su ataque en masa, completando el desastre de la caballería prusiana. Los infantes prusianos resistieron lo indecible pero un nuevo y fresco ejército austriaco acabó con ellos, provocándoles 18.000 bajas. El mismo Federico pensó en buscar el fin de sus días en esta batalla. En los últimos años llevaba consigo un veneno entre sus pertenencias. La suerte es que Daun y Soltykoff con 120.000 soldados no le supieron dar el golpe de gracia, debido a que sus intereses eran divergentes y los de Federico eran solo los suyos.
Aún el destino no le había dicho la última palabra, su hermano, el príncipe Enrique logró escapar de Soltykoff. Federico les impidió llegar a Silesia, ya que los rusos iban escasos de municiones y Daun no se las podía suministrar y estos no querían avanzar sin recibirlas. Berlín y Breslau respiraron aliviadas, ya que Soltykoff regresó a la madre Rusia y Daun estaba ocupado en Dresde, rechazando los ataques de Enrique que reconquistaba Sajonia. El mariscal austriaco era conocido por ser mejor defensor que atacante. A su mujer le enviaron en tono burlón, un paquete que llevaba en su interior:” Un gorro de dormir”.
Federico en este año de 1759, tenía fiebre y sufría frecuentes ataques de gota pero reforzado por Pitt(premier británico), tuvo arrestos para pedir compensaciones para Prusia, en las conversaciones de paz con Rusia. El 4 de noviembre retomó el mando de su ejército y Daun se batió en retirada, Federico ordenó a Finck que le siguiera y Daun se hizo fuerte en unas alturas, al sur de Dresde, con 15.000 hombres y 70 cañones y los prusianos que le seguían temieron verse rodeados por fuerzas tres veces superiores en número y extraordinariamente se rindieron en Maxen, el 21 de noviembre de 1759.
(Maxen, 21 noviembre 1759. Captura de los regimientos de infantería prusianos, nºs. 11,12,14,36 y 45 y del Regimiento de Húsares nº8)
Esto fue la mayor humillación para Federico desde Kunersdorf. El había fanfarroneado con Voltaire, que su próxima misiva se la enviaría desde Dresde y se auto-flageló permaneciendo varias semanas más en su campamento desafiando el crudo invierno y logró impedir la reconquista de Sajonia por Austria. Federico era el sostén del ejército y este era el defensor de Prusia. Si el rey había perdido su suerte, habilidad y salud, el destino de Prusia era una incógnita.
Gran Bretaña no quería abandonar Prusia a su suerte. William Pitt reconocía que sus triunfos en 1759, en Lagos, bahía de Quiberon y el Quebec eran debidos a la alianza con Prusia.
En agosto de 1760, Federico penetró en Silesia donde le esperaban Laudon y Soltykoff, mientras los prusianos iban acompañados de los ejércitos de Daun y Lacy, según Federico dijo, parecían la vanguardia y retaguardia de su ejército. Laudon y Daun habían unido sus fuerzas y los aliados sumaban tres veces más hombres que los prusianos. Estos cortaron el paso a los prusianos, en el camino a Breslau y Schweidnitz y pusieron a estos en trance de perecer de hambre. Al otro lado del Oder, los rusos eran los dueños del país y esperaban una victoria austriaca para lanzar a sus tropas sobre los puentes ya reconstruidos. La retirada prusiana era abandonar Silesia ; la inmovilidad, morir de hambre o ser destruido y atacar era inimaginable hasta para Federico. Su oficialidad temió otro Maxen, mientras Federico recibía una confidencia de un desertor, que Daun le preparaba una sorpresa y se movió hacía el Oder, prefiriendo acercarse a los rusos.
El 14 de agosto de 1760, abandonaron su campamento en silencio y ocuparon una buena posición al nordeste de Liegnitz. El oeste donde podía venir Daun era ideal para su defensa. Su ala derecha ocupó posiciones en un llano, donde aún hoy es el campo de maniobras de Liegnitz. Se agazaparon en silencio a la espera de acontecimientos.
(Infantería prusiana iniciando una carga.)
Llegado el amanecer un mensajero trajo las nuevas del ataque de Laudon a su extrema izquierda y Federico fue a contrarrestarlo. Este dijo: “Si el ataque se produce 15 minutos antes, no lo contamos”. Laudon y Daun planearon el ataque a las trincheras prusianas, ocupadas siete horas antes. Daun ni siquiera los vio y Laudon se lanzó sobre los suministros prusianos. Sin la vanguardia de Daun se encontró comprometido en un flanco, pero lejos de acobardarse, atacó enérgicamente y partió la izquierda prusiana en dos, que fueron salvados por los infantes prusianos que defendieron Panten, para después quemarlo, deteniendo la avanzada austriaca y los prusianos consiguieron que Laudon se retirara, atravesando el Katzbach, después de haberle hecho 6.000 muertos y 4.000 prisioneros. Unas pérdidas tres veces superiores a las de los prusianos. Daun no llegó ante la presencia de los prusianos más que para informarse de la derrota de Laudon. Ni siquiera la autoridad de la Emperatriz consiguió que Daun atacase.
(Escenas de caballería, se supone dragones rusos contra coraceros prusianos.(1785)
En octubre de 1760, Berlín caía ante 40.000 ruso-austriacos y fue ocupada durante cuatro días. La noticia de la pronta llegada de Federico les hizo abandonar la ciudad, el invierno se acercaba y los rusos se retiraron a su país.
El 1761, nació con los ejércitos exhaustos y con la muerte de Jorge II de Inglaterra, en 1760 y la dimisión de W. Pitt, superado por los pacifistas, apoyados por el ahora rey, Jorge III. En 1762, murió la Emperatriz Isabel de Rusia y su sobrino, Pedro III(ferviente admirador de Federico), subió al trono y no tardó en firmar la paz de San Petesburgo con Prusia, incluso se les unió Suecia. Pedro ordenó a sus tropas que abandonaran a los austriacos y se unieran a los prusianos.
A las pocas semanas de reinar, Pedro III fue asesinado, mientras las tropas rusas y prusianas batieron a las austriacas. La subida al trono de Catalina de Rusia hizo neutral a su país. Federico no les necesitaba para nada, pero le complació su neutralidad y siguió batiéndose contra franceses y austriacos. El ejército austriaco volvió a su frontera y Daun pactó una tregua con Prusia, Inglaterra y Francia firmaron un preludio de paz en Fontainebleau y los franceses se retiraron de Alemania.
Estas victorias fortalecieron la posición de Federico a la hora de firmar la paz de Hubertusburg con el Imperio el 15 de julio de 1763. El día siguiente se firmó en París el tratado de paz entre la Gran Bretaña, España y Francia, a resultas del cual ; Menorca pasaba de manos de Francia a Gran Bretaña, así como el Canadá y el Senegal. La Gran Bretaña devolvía a Francia sus conquistas en la India pero con unas exigentes y restrictivas condiciones, que en la práctica estaban extinguidas. Devolvía a España, Manila y La Habana mientras España, cedía Florida a la Gran Bretaña y unos terrenos al sur del Missisipi. Devolvíamos a Portugal la colonia de Sacramento y Francia nos cedía la Louisiana. Federico II adquirió una fracción de Polonia y la fisonomía de Prusia no cambió. Su país y el mismo se salvaron en el último momento por la muerte de Isabel de Rusia. En 1945, con los rusos invadiendo Berlín, Hitler y sus fieles, vieron con la muerte del presidente Rooselvet, que se repetía esta historia, celebrando la muerte del presidente, al grito de :” La Emperatriz a muerto”. Pero las casualidades solo se dan una vez en la historia y la de 1762 no se volvió a repetir.
(Catalina II de Rusia, llamada la Grande.)
RUSIA Y AUSTRIA
La Emperatriz Catalina II de Rusia, esposa del asesinado Pedro III(en cuyo complot de asesinato habían rumores de su participación, junto a su amante Orlov). Era alemana de nacimiento, se desligó de sus raíces en el mismo momento de su subida al trono.
En sus últimos años, Federico estuvo siempre pendiente de Rusia, preocupado por no importunarles. La expansión natural de Rusia era hacía Turquía y los Balcanes y por tanto le convenía la aquiescencia de Prusia.
El Emperador Francisco, esposo de Mª Teresa de Austria, falleció en el 1765. Soberano de un país muy católico , afiliado a la masonería y padre de dieciséis hijos, con una larga lista de amantes. Su esposa le cedió el cetro imperial a su hijo José II , poseedor del ardor juvenil y ebrio de gloria y acción. Federico quería mantener conversaciones con él , pero tardó más de cuatro años en conseguirlo, para la corte de Viena él era considerado un monstruo.
Un nuevo capitulo, la guerra ruso-turca propició el acercamiento y José quedó fascinado por Federico. Tanto fue así que firmaron un tratado de neutralidad por si estallaba el conflicto entre Francia y la Gran Bretaña.
En 1779, estalló en Europa un nuevo conflicto por la sucesión del Elector de Baviera, Maximiliano José, suegro de José II, fallecido a finales de 1777. Esta fue una de las muchas tensiones que agitaban las relaciones internacionales. Se extinguía la rama de los Wittelsbach y Baviera se unía al puzzle de piezas sueltas. Austria ligada a Francia; Catalina en su guerra con Turquía; Prusia dirigiendo sus territorios en Polonia no quería guerrear. Al otro lado del océano, los EE.UU se independizaban de Inglaterra, el 4 de julio de 1776 y Francia azuzó a España para que ayudase a los rebeldes norteamericanos, el 7 de enero de 1778.
José II pensó en sacar tajada , invadiendo Baviera para vengar lo de Silesia, para ello amedrentó al Elector Carlos Alberto del Palatinado, que había heredado, en paz, sus posesiones a ceder buena parte de ellas a Austria. Antes que Carlos decidiera, los austriacos ya habían ocupado esos territorios.
Federico impulso con celeridad a sus tropas y se otorgó el papel de defensor de los países alemanes menores y atribuyó a Austria el papel de violadora de la ley germánica. Europa estaba a un paso de reanudar la Guerra de los Siete Años. El conde de Vergennes, ministro francés de Exteriores, le hizo ver a José que no veía con agrado la anexión de parte de Baviera y lo mismo le comentó Catalina de Rusia.
Las dos potencias mediaron un acuerdo para que Austria saliera de las tierras bávaras, conservando alguna posesión simbólica. Y en su apoyo, Catalina envió al príncipe Repnin, con 30.000 soldados a la frontera con Austria para acabar de convencer a José II. Este dio su brazo a torcer.
(Granaderos prusianos atacando en Hochkirch.)
Prusia estaba en pie de guerra y tanto Federico como su hermano, con sendos ataques de gota. Ello no fue impedimento para que Federico con 100.000 hombres invadiera Austria y avanzaran rápidamente sin encontrar mucha resistencia. José II estaba ansioso por entrar en combate , pero Francia, su madre y el canciller Kaunitz unieron sus esfuerzos para contenerle.
Viena consintió en llegar a un acuerdo, presionada por Rusia se llegó a la paz de Teschen; Austria se conformaba con una pequeña porción y aceptaba que a la muerte del príncipe , los señoríos de Ansbach y Bayreuth, pasaran a manos del rey de Prusia. La herencia de Baviera era favorable a Carlos Teodoro del Palatinado, protegido de Prusia.
EL FIN
Federico abusaba de la buena mesa, esta máxima la siguió hasta el fin de sus días. Sus comidas constaban de ocho platos, predominando los de caza y patés franceses, muy pesados de digestión. Abusaba del café ora mezclado con champagne ora con ginebra debido a una teoría que esto le preservaba de la apoplejía. Bebía vino de Bergueran, rebajado con agua; champagne y vino de Hungría y tomaba tabaco español como rapé, que le estimulaba.
Era capaz de aguantar seis horas seguidas las maniobras de sus tropas, montado en su corcel, agravando su gota. El 24 de agosto de 1785, soportó una fuerte tormenta , sin abrigo alguno, cogiendo un fuerte resfriado que le duró hasta el fin de sus días. Para sus médicos, Federico era el peor enfermo del mundo y solo consiguieron que prescindiera del rapé, ya que a la mínima mejoría volvía a la buena mesa; caviar, patés de anguila, foie gras, platos de caza y demás. Le siguió un derrame cerebral, en 1785 y le aplicaron sangrías, vegitoríos, quinina y no conciliaba el sueño sin el opio. La gangrena amenazó sus extremidades y se le hinchó la pierna izquierda. Y tuvo el detalle de escribir a su esposa que no podía ir a verla por los achaques, cuando prácticamente la enclaustró.
A las dos de la mañana del 17 de agosto de 1786, Federico dejó de existir. Él había previsto ser enterrado en Sans Souci, pero su sucesor impuso Garnisonskirche , en Postdam. Lugar mandado construir por Federico Guillermo I entre 1731 y 1735. En este lugar, Hitler fue proclamado canciller por Hindenburg , tras las elecciones de 1933 y en años sucesivos se celebro “El día de Postdam”.
Un tiempo antes, el príncipe Luís Fernando de Hohenzollern , trasladó sus restos junto con los de Federico Guillermo I a su castillo de Hechingen, situado lejos de la guerra. Se abrió el féretro y por un momento los presentes pudieron ver a Federico con el uniforme azul de su guardia y sus botas gastadas. Luís quiso cumplir la voluntad de Federico de ser enterrado en Sans Souci. Ello ocurrió en agosto de 1991, en presencia del presidente de República Federal Alemana, Helmunt Kohl y varios dignatarios europeos, al son de las marchas compuestas por el rey Federico II.
(Palacio de Sans Souci en Postdam, Alemania y la poco ostentosa tumba de Federico II, donde los alemanes acostumbran a dejar patatas, como agradecimiento por la introducción de este tubérculo en Alemania en un época de fuerte hambruna .)
Fue sucedido por su sobrino Federico Guillermo, el cual reinaría entre 1786 al 1797, hijo de Augusto Guillermo, hermano del Gran Rey. Su talante no era el de su tío y quedó en manos de cortesanos y favoritos, a pesar de ello el territorio de Prusia se extendió después de las ganancias del reparto de Polonia, de 1793 a 1795, que otorgaron a Prusia; Danzing, Thorn, Varsovia y su región.
Napoleón quiso visitar la tumba de Federico II , haciendo descubrir a sus mariscales y les dijo: “ Descubrámonos, si él estuviera aquí, nosotros no estaríamos en Berlín”.
(Corona del rey de Prusia. Palacio de los Hohenzollern.)
(Gran escudo de Prusia en el imperio alemán.)
Escrito por Josep Subirats.
FUENTES
Federico II, Leuthen, La guerra de los siete años y la batalla de Rossbach, por Wickipédia.
Federico el Grande por W.F. Reddaway. Circulo de Lectores.
History of Frederick II of Prusia, called Frederick the Great, por TH. Carlyle. Londres 1858-1865.
Frederick the Great, The ruler, the writer, The man, por G.P.Gooch, Londres 1947.
Federico el Grande de Prusia por Pedro Voltes. Ediciones Palabra. Madrid.
Miniaturas militares por Alfons Cànovas.
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