Los Granaderos polacos de la Guardia 1813
Entre las unidades polacas que sirvieron durante el reinado de Napoleón, quizás las más famosas fueron los regimientos de lanceros polacos., en concreto, las unidades de la Guardia Imperial fueron el modelo y ejemplo a seguir por su valentía y coraje en batalla.
Sin embargo la infantería polaca, quizás las fuerzas menos conocidas de Napoleón, también aquí tuvieron su cabida y al igual que los laceros, resaltaron por su valor, aunque la propaganda de guerra se fijó menos en ellos y en sus cualidades.
En la Guardia de Napoleón, la infantería polaca tuvo un papel casi inexistente, ya que los lanceros acapararon todo el protagonismo. Sin embargo, tras el desastre de Napoleón en la campaña de Rusia de 1812, la infantería polaca tuvo un pequeño papel en el escenario de la Guerra.
Napoleón por la razón que fuere, quizá por reforzar la destruida Guardia Imperial, levantó en el invierno de 1813 una reconstituida Guardia reforzada en todos sus aspectos., aunque es muy posible, que su nivel nunca llegara al que ostentara anteriormente a 1812.
Entre las nuevas unidades creadas y otras reforzadas cuantitativamente, el batallón de Granaderos Polacos entró en escena. La unidad se componía de los siguientes números:
4 Compañías, cada una con los siguientes efectivos:
- 183 granaderos.
- 8 zapadores.
- 3 tambores.
- 8 cabos.
- 1 Furriel.
- 4 sargentos.
- 1 sargento.
- 4 oficiales.
La unidad constaba de soldados de cierta experiencia militar, por lo que oficialmente fueron agregados en la Guardia Imperial, entre las unidades de la “Media Guardia”.
Ciertamente sus componentes tenían experiencia militar, junto a una juventud que les daba un uso óptimo para el combate. Sus componentes tenían al menos 23 años, con lo que posiblemente fueran veinteañeros los que poblaron el batallón.
Napoleón Bonaparte
A los reclutas también se les exigió tener al menos 2 años de servicio militar en su haber, por lo tanto no se admitió reclutas sin experiencia o soldados noveles. El Comandante de la unidad fue Stanislaw Kurcyusz, un oficial que a los 29 años de edad, era uno de los militares más condecorados de las fuerzas polacas, participando en las campañas de 1807, 1809 y 1812, y después de haber ganado la medalla de “Virtuti Militari” y la “Legión de Honor”.
En el momento de su nombramiento, Kurcyusz pertenecía al regimiento nº15 de la infantería regular polaca., sus ayudantes eran el capitán Laski, del 12º regimiento de la Infantería polaca y el Teniente Gawronski.
Las cuatro compañías que conformaban el batallón de granaderos polacos, lo componían los siguientes oficiales.
-1 ª Compañía: Capitán Smette, perteneciente a la famosa “Legión del Vístula”.
-2 ª Compañía: Capitán Chmielewski, del 12º Regimiento de Infantería polaca.
-3 ª Compañía: Capitán Sulejowski de la Legión del Vístula.
-4ª Compañía: Capitán Czerwinski, del 1º Regimiento de Infantería polaco.
Con estos mimbres y la valentía que los polacos solían desplegar en batalla, no hay duda de que al batallón le auguraba un buen porvenir, aunque de corto tiempo, habida cuenta de lo poco que le quedaba a Napoleón de mando, ya que en 1814 finalmente abdicó, y aunque en 1815 volvió de nuevo al poder, cien días de mandato de los destinos de Francia, era todo a lo que pudo aspirar.
Sin embargo la vida de este batallón de Élite de la Guardia Imperial, a pesar de la valentía que desplegó en combate, solo pudo disfrutar de un periodo de tiempo en servicio muy corto, apenas un año.
Sin embargo, el poco tiempo de servicio activo será aquí relatado. Dado que era una unidad con experiencia en combate, (aunque no muy veterana) para Napoleón era muy útil, ya que evitaba el farragoso periodo de instrucción que tota una novel creada necesitaba para su formación.
La formación de la unidad no fue fácil, ya que el “Gran Ducado” que conformó en la misma Polonia como estado títere suyo, (y donde se abasteció durante años de reclutas polacos) estaba en manos de sus enemigos, por lo que tuvo que recurrir a los polacos que todavía militaban en las fuerzas de su ejército.
Concretamente del VIII Cuerpo de ejército del general Poniatowski conformado por tropas polacas, fue donde se abasteció de reclutas el batallón de granaderos polaco de la Guardia.
Mapa de la batalla de Probstheida 1813
A pesar de la dificultad de aquel año de 1813, entre los polacos de Poniatowski no hubo problema de abastecer de reclutas al batallón de granaderos, ya que fueron numerosas las solicitudes de prestar servicio en el batallón, hasta tal punto, que Poniatowski tuvo que escoger a 22 oficiales para ayudarle ante la avalancha de peticiones efectuadas, ¡La Guardia Imperial de Napoleón tenía todavía un gran magnetismo entre las fuerzas regulares napoleónicas!.
El uniforme de los infantes era el clásico de corte y confección polacos, al estilo en que solían equipar los originarios de esa nacionalidad en las fuerzas de Napoleón, la infantería polaca incluía como sombreros pieles de oso, pero parece (hay dudas) que fueron chacós sajones lo que se suministró al batallón., toda la uniformidad y equipamiento corrió a costa de Francia.
Poco tiempo estuvo (tras su formación) esta unidad inactiva, ya que las necesidades de Napoleón en guerra eran muy apremiantes, máxime ese peligrosos año de 1813, combatiendo a la desesperada contra Austria, Prusia, Rusia, Gran Bretaña u otros tantos países enemigos.
No obstante, no fue hasta los combates en la batalla de Leipzig, cuando el batallón de de infantería polaca de los Granaderos de la Guardia entró en combate. En 1813 algunas unidades de “Media Guardia” fueron ascendidas a la “Vieja Guardia”.
No obstante ese supuesto “ascenso” era solo meritorio en el plano “teórico”, ya que en cuanto a beneficios económicos o sociales, no pudieron disfrutar de ninguno de los que disfrutaban de las que para Napoleón, eran las verdaderas unidades de la “Vieja Guardia”.
En la batalla de Leipzig, (primer enfrentamiento del batallón de los Granaderos) encontramos a la unidad agregada en la “Vieja Guardia”, (pero en la práctica, clasificada como “Media Guardia”) en la 2º división de infantería del general de división Jean Baptiste Curial.
Tal división constaba de dos brigadas y el batallón esta agregado a la 2º brigada mandada por el general de brigada Rothembourg. Teniendo en cuenta los efectivos de cada compañía desgranados un poco arriba del relato, los efectivos teóricos del batallón podían rondar los 800 hombres.
Aunque dado el porcentaje de bajas que solía haber en aquella época, muy posiblemente este estuviera algo mermado los efectivos por bajas de todo tipo: enfermedades, deserción, (muy alta en las campañas napoleónicas, pero en las unidades de la Guardia escasas) desaparecidos o extraviados en las largas marchas y un largo etc. de pretextos o posibilidades.
Granadero polaco de la Guardia
En los combates librados en la batalla de Leipzig, el batallón polaco se distinguió especialmente cuando fue destinado el 16 de octubre a la defensa de río Pleisses, donde los granaderos defendieron tenazmente la línea defensiva del mismo, la cual fue atacada por el ejército austriaco.
Los polacos tenían que defender la pequeña una finca cercana llamada Doliz y los puentes intactos que cruzaban el río Pleisses., cuatro regimientos austriacos habían combatido en los cercanos pueblos de Gautsch y Connewitz intentando cruzar el río Pleisses.
Pero la defensa francesa había sido tan audaz, que estos intentaron cruzar el río por otra ruta alternativa, la cual recaló donde estaban apostados el batallón de granaderos polaco.
Dos compañías del 24º regimiento Strauch, pertenecientes al II Cuerpo de ejército del general Maximilian Merveldt se lanzaron sobre las tropas polacas. La acometividad austriaca fue ciertamente vigorosa, al punto de hacer retroceder a los efectivos polacos que defendían el lado del río donde se produjo el ataque, y hacerles cruzar al otro lado del puente.
Pero los polacos apelaron a su casta y orgullo de combatientes serios y combativos, se rehicieron y efectuaron un contraataque demoledor., atacaron a la bayoneta calada y con no menos vigor que el adversario, los hicieron cruzar nuevamente el puente.
Los austriacos intentaron retomar la cercana caseta del guarda del puente, pero el coronel del regimiento fue herido de muerte. Para colmo de males la munición austriaca fue casi consumida, por lo que fueron relevados en el ataque al puente.
Ahora le tocó el turno pasar al ataque a 3 compañías pertenecientes al 20º regimiento Kaunitz, la lucha fue fiera y casi sin cuartel, según un testigo ocular del hecho, el general austriaco Bubna, describió la escena:
"La resistencia polaca aquí era desesperada, y sus muertos yacían en los escombros de las casas cercanas y entre las barricadas del puente.... muchos de nuestros camaradas habían derramado su sangre aquí y el bosque estaba lleno de nuestros muertos”.
En el combate el fuego graneado de ambos bandos se había realizado de manera cercana, incluso a doce pasos unos de otros, con lo que las bajas en ambos bandos fue letal.
A las tres de la tarde la artillería austriaca emplazó cerca sus piezas, efectuando un fuego letal sobre los granaderos polacos.
Los polacos tuvieron que abandonar las posiciones cercanas al puente, algunas como un molino sito en la rivera oriental estaba en llamas, pero en su retirada, varias casas cercanas al puente fueron pasto de las llamas por los propios polacos, prendiendo fuego a varios fardos de paja.
Lucha por el río Pleisse donde se distinguieron los polacos
En esos momentos ocurrió uno de los sucesos más afortunados del combate., el Comandante de las tropas austriacas que luchan a lo largo del río Pleisse, el general Merveldt, era extremadamente miope y confundió algunas de las tropas enemigas a través del río Pleisse con tropas prusianas.
Ordenó a sus hombres que tendieran un puente, el cual cruzó en compañía de algunos ayudantes suyos de su Estado Mayor. La maniobra que fue observada por los granaderos polacos, los cuales no perdieron la oportunidad de capturar al oficial, extrañados de su comportamiento temerario.
Los polacos abrieron fuego sobre la comitiva poco después de que cruzara ésta a sus posiciones., el caballo de Merveldt fue herido en la descarga, y él mismo general fue capturado por los granaderos polacos.
Los polacos no solo pudieron sentirse ufanos por la captura, sino lo más importante., el mismo Merveldt era portador en su bolsillo de una copia del plan de batalla de los aliados, dato tan importante fue llevado con celeridad al mismísimo Napoleón para que tuviera conocimiento del mismo.
Tras el combate del puente en el río Pleisse junto con la afortunada acción de la captura del general austriaco y su valioso documento, a los granaderos polacos les fue asignada a una nueva misión, la defensa de un pequeño pueblo llamado Probstheida.
En el marco de la gran batalla de Leipzig, (concretamente el tercer día de batalla), la actuación del batallón de granaderos polacos de la Guardia fue distinguida, aunque su labor no pudo destacarse, ya que eran una pieza más en el engranaje de la maquinaria de guerra de Napoleón.
Las tropas rusas y prusianas de las aliados, confluyeron sobre el pueblo de Probstheida, donde los franceses ya estaban convenientemente posicionados listos para la acción., 55.000 rusos dirigidos por el general ruso Barclay de Tolly estaban dispuestos a tomar el enclave estratégico.
La aldea fue atacada en cuatro ocasiones por las tropas aliadas, siendo rechazadas con grandes pérdidas a pesar del gran valor desplegado en combate. No menor fue la firmeza defensiva de los franceses, los cuales estimulados por la presencia del mismo Napoleón, era un acicate para la defensa a ultranza de sus posiciones.
El último asalto fue el más espectacular., Barclay de Tolly atacó las posiciones francesas con cuatro divisiones de infantería y algunas fuerzas prusianas. Cerrando la formación de ataque, dos divisiones de granaderos rusos encabezados por el general Raievski.
El ataque fue terrible, el cual fue detenido por la artillería de la Guardia, la cual abrió fuego sobre las fuerzas de ataque aliadas., posteriormente encabezados por el mismo Napoleón, la 1ª Brigada perteneciente a la 2º división de la Guardia pasó al contraataque, mientras que la 2ª Brigada de esa división, (donde militaba el batallón polaco) pasó a unirse a las fuerzas del VIII Cuerpo francés (formado por polacos) dirigido este por el general polaco Poniatowski.
General polaco Poniatowski
Por desgracia, no tengo información de que brigada específica pasó al ataque. Sé que los miembros del batallón de granaderos polaco estaban en la 2ª brigada, pero no puedo confirmar si esta unidad era la que atacó con Napoleón, o la que se unió a Poniatowski.
Lo que sí que sé, es que el ataque ruso fracasó, en parte gracias a la actuación de una de las brigadas de la 2ª división de la Guardia. Las fuerzas aliadas se retiraron sin poder tomar Probstheida.
La batalla de Leipzig tuvo finalmente un dramático final para Napoleón, ya que fue derrotado y su ejército destrozado. Para el batallón de los granaderos de la Guardia, la batalla en sí, tuvo un desolador panorama., se supo que los granaderos polacos cruzaron el río Pleisse y se dirigieron a la localidad de Lindenau.
El VIII Cuerpo de ejército francés compuesto por las fuerzas polacas del general polaco Poniatowski fueron literalmente destruidas., incluso su general murió, el líder más carismático de las fuerzas polacas al servicio de Napoleón, y uno de los mejores generales de caballería más relevantes y de gran valía.
Su muerte fue un duro varapalo para la moral y espíritu de combate de los polacos supervivientes, no menos afectó a la moral y cohesión de los granaderos polacos. El comandante de la unidad, el oficial Kurcjusz, se rindió a los aliados en la localidad de Weissenfels.
La pérdida de Poniatowski junto con la rendición del carismático jefe de la unidad, tuvo un efecto pésimo en los miembros de la unidad., muchos soldados desertaron de las filas del batallón de granaderos, para unirse a otros soldados polacos en retirada.
La batalla en sí también tuvo un suceso cuasi-divertido para la posteridad, y es que el general de división Jean Baptiste Curial, el cual ostentaba el mando de la división de la Guardia donde estaba desatinado el batallón de granaderos, se empecinó en que los granaderos tenían que llevar en la cabeza pieles de oso y no los chacós sajones que portaban.
Sombreros de piel de oso solo estaban al alcance de muy pocos, como los granaderos de la “Vieja Guardia” de Napoleón. Así que los granaderos polacos solo pudieron abastecerse de cierta cantidad de ellos en el inmenso campo de batalla que era Leipzig.
Poco más se sabe del destino del batallón de Granaderos polaco de la Guardia., se supo gracias a un escritor llamado Yves Martin, que los restos del batallón fueron puestos al frente del capitán Smett, el cual lideraba la 1ª compañía del batallón de granaderos.
Infantería polaca en la batalla de Leipzig 1813
Éstos lucharon en la batalla de Hanau el 30 de octubre de 1813, cuando Napoleón se retiraba de Alemania buscando la seguridad de Francia donde poder rehacerse para la próxima batalla.
Las fuerzas austriacas lideradas por el general Von Wrede intentaron bloquearle la huida tras la batalla de Leipzig, pero Napoleón con el concurso de todas las unidades de la Guardia Imperial, (incluido el batallón de granaderos polaco) derrotaron contundentemente a las fuerzas austriacas.
Claro que tal victoria no podía compensar el desastre de Leipzig, Napoleón se retiró a Francia para rehacer sus tropas, confiando en que los aliados en rehacerse, le dejaran los meses de invierno de 1814 para recuperar fuerzas.
Tal cosa no ocurrió, los aliados invadieron Francia en enero de 1814, sin dar tiempo a Napoleón a recuperarse. El Emperador dio muestras (a pesar de su inferioridad) durante eses invierno de un genio arrollador, digno de los tiempos de Austerlitz., pero solo pudo retrasar lo inevitable, rindiéndose el 6 de abril de 1814.
Tal derrota no fue vivida por el batallón de los granaderos de la Guardia., tras la victoria de Hanau, el 1 de noviembre, el batallón de granaderos en su retirada alcanzó la localidad alemana de Mainz, cerca de la frontera francesa., un informe señalaba que sólo 15 oficiales y 82 soldados y suboficiales componían el batallón.
La deserción se había detenido por aquel tiempo, y a mediados del mes de diciembre el batallón de granaderos se hallaba en la localidad francesa de Sedan, con aproximadamente los mismos efectivos que en Mainz.
Muchos de los soldados desaparecidos del batallón polaco, militaban eventualmente a su vez en otras unidades polacas, ya que aparentemente el impacto de la derrota en Leipzig se estaba superando y se estaba recobrando el espíritu de lucha entre los polacos.
A finales de 1813, los miembros supervivientes del batallón de granaderos polaco fueron trasladados a París, para militar en el 3º Regimiento de Exploradores de la Guardia, siendo equipados de modo similar a la caballería ligera y con equipamiento al estilo polaco.
Fueron tres regimientos creados por Napoleón., ya que en la Guardia, este tipo de unidades eran imprescindibles o se notó su falta en las campañas de 1813, con lo que el Emperador quiso reparar en parte esta carencia.
Poco más se puede decir sobre los polacos del batallón de Granaderos de la Guardia., su vida fue muy corta, apenas un año, pero por encima de todo, demostraron ser una unidad de Élite, la cual luchó con pundonor y valentía en los escasos enfrentamientos en los que participó.
Dio ejemplo de valentía y valor, y de cómo los polacos que lucharon en las filas de Napoleón, (ya sea en infantería, caballería o artillería) fueron las tropas extranjeras de más confianza para el emperador.
Autor: eljoines
Bibliografía:
- http://www.napoleon-series.org/.
- http://www.baroquemusic.org/bachleipzig.html.
- Eljoines's blog
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Curiosa historia. Es raro ver mencionada a esta unidad al hablar de la Guardia Imperial, ya que apenas duró unos meses y cuando se la menciona apenas se le dedica una línea.
Para los polacos las Guerras Napoleónicas tienen una especial significación ya que eran una guerra de liberación. Están muy orgullosos de su participación en ella ya sea como miembros de las legiones de Dabrowski al servicio primero de la República y después del Imperio como legiones del Vistula, de las tropas del Gran Ducado de Varsovia o como parte de la propia Guardia Imperial.
Una pena lo de Poniatowski; sin duda fue un gran golpe para la moral de todos los combatientes polacos ya que él representaba para muchos la esperanza de una Polonia libre.
Saludos.
Bueno en este caso es comprensible ya que fue una unidad muy efímera. Peor trato en cuanto a reconocimiento recibieron otros muchos como por ejemplo las propias legiones polaco-italianas/legiones del Vistula que lucharon mucho y bien durante muchos años y a las que Napoleón quería mantener alejadas de la propia Polonia para que no infectaran con su espíritu excesivamente republicano a las tropas del Grand Ducado de Varsovia.
De los aliados de Napoleón sin duda los polacos fueron los más eficaces pero también se hizo mucho desprecio a otras tropas de otros países que lucharon bien y eran habitualmente ignoradas en los partes de la victoria, pero enseguida se les echaba la culpa en caso de derrota.
Hola Eljoines.
Muy buen trabajo. Felicitaciones.
Josep
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Efectivamente Flavius, las unidades polacas en el ejército napoleónico, fueron las unidades extranjeras a las que Napoleón dio mayor confianza, ya fueran unidades de la Guardia Imperial o del ejército regular.
A grandes rasgos, todas en mayor o menor medida se distinguieron por su firmeza y valor en combate, ganándose el aprecio del Emperador francés. Quizá los más famosos de los polacos que lucharon junto a Napoleón fueron los laceros de la Guardia, la proverbial carga en Somosierra contra los cañones españoles en 1808 le dio fama imperecedera, de hecho, les otorgó la gracia de servir en la Guardia de Napoleón.
No obstante entre las unidades de la Guardia Imperial, me gusta de vez en cuando (como ahora en este caso) rescatar del olvido alguna unidad olvidada, de las cuales la prensa francesa de aquellos tiempos, injustamente no le otorgó tanto bombo y platillo como a los Granaderos, Lanceros Polacos etc...
saludos