Pío Moa: "Una novela se construye con vivencias propias y ajenas"
Con su última novela, Sonaron gritos y golpes a la puerta, el historiador y escritor español Pío Moa explora los entresijos de una de las épocas más turbulentas de la Historia de España. Autor de numerosos ensayos y artículos, Pío Moa se propuso un nuevo desafío: escribir su primera novela.
-M. H. M.: A la hora de escribir, ¿tiene en mente algún escritor en particular que le haya servido de modelo a seguir?
-P. M.: No. De las influencias en que puedo pensar estarían La noche quedó atrás de Jan Valtin, autobiografía novelada de un agente de la Komintern, y El enamorado de la Osa Mayor de Sergiusz Piasecki, una historia de contrabandistas en la frontera entre Polonia y la Unión Soviética de entreguerras. Las dos apasionantes para mi gusto. De forma inconsciente, seguramente me influyen muchos más autores, aunque sólo he leído novela con intensidad cuando era joven.
-M. H. M.: ¿Cuáles son sus libros de cabecera?
-P. M.: Ninguno en particular. Creo que la literatura griega clásica siempre es muy necesaria para formarse un criterio y como antídoto contra la chabacanería y la pretenciosidad que hoy dominan gran parte de la novela. Y contra la novelística de mero entretenimiento. A una novela le conviene ser entretenida, claro, pero debe tener también otras cosas. De otro modo pasa como con ciertas películas que saben emplear trucos para mantener la atención pero al final uno se pregunta por qué ha perdido el tiempo viendo tal insustancialidad.
-M. H. M.: El título de su novela es muy llamativo, ¿por qué lo eligió?
-P. M.: Un buen título es importante y suele ser difícil encontrarlo. Uno da vueltas a unos y otros, al final se cansa y sale con cualquiera. No sé si éste es especialmente bueno, pero me quedé con él porque instala al lector ya en medio de la acción. Además, representa algo que vivieron muchas personas por entonces en España.
Pío Moa. |
-M. H. M.: ¿Qué le ha hecho embarcarse en la elaboración de esta novela?
-P. M.: La idea me la dio el relato de unos hechos reales muy semejantes a los del comienzo del libro, contados por una señora mayor a un abogado amigo mío, y que habían sucedido en Barcelona. Fui postergando la idea porque tenía otros trabajos y por fin me puse a ello, como un reto. La verdad es que no sabía al principio cómo se desarrollaría. Una vez comenzada, los personajes y las situaciones se fueron formando un poco por su cuenta, sin un plan deliberado.
-M. H. M.: ¿Por qué escoger una época tan turbulenta política y socialmente?
-P. M.: Para una novela histórica es una época interesantísima por los peligros y las pasiones a flor de piel y con tanta gente jugándose la vida. Y es en esas situaciones donde el ser humano se ve forzado a elegir de forma imperiosa y extrema y a asumir imprevisibles consecuencias de sus actos. Claro que por eso mismo es muy fácil caer en lo convencional o en un moralismo simple o tosco, algo muy frecuente en novelas de guerra.
Por otra parte, en una novela histórica puede ocurrir que la historia se coma la novela o que la novela se coma la historia, es decir, se desvirtúe demasiado “por necesidades del guión” o por los prejuicios del autor. Creo haberlo evitado, a juzgar por las reseñas en blogs como el de Aquilino Duque, que tiene premios literarios importantes, entre ellos el Nacional de Literatura; el de un novelista joven, Luis Segura; el de Luis del Pino; y comentarios de algunas profesoras y personas diversas en mi propio blog. Son comentarios desinteresados y muy de agradecer porque, desde hace varios años, los grandes medios de masas me hacen el vacío, tanto los de izquierda como, aún más, los de derechas. En general dedican mucha más atención y espacio a personajes de actualidad o de moda como Belén Esteban. Parece que es lo que pide la gente, aunque no estoy muy seguro.
-M. H. M.: ¿Se podría establecer algún paralelismo con la situación política actual?
-P. M.: Hay muchos paralelismos. Ante todo, la guerra se produjo por la destrucción de la ley republicana por parte del Frente Popular, después de unas elecciones fraudulentas. La ley es lo que mantiene el orden en las sociedades humanas, en las que chocan constantemente intereses, ideas y sentimientos muy distintos u opuestos. Al caer la ley, surge la violencia o bien se entra en un proceso de disgregación y putrefacción social.
Hoy vemos cómo los políticos destrozan la Constitución, los mismos jueces lo hacen, algunos líderes de partido se ponen abiertamente al margen de la ley, como Mas, o colaboran con la ETA como ha hecho Zapatero y sigue haciendo Rajoy, o llevan al país a la ruina… Y no pasa nada, al menos en apariencia. Son políticos corruptos en su mayoría, y digo corruptos no sólo ni principalmente en el terreno económico, sino ante todo en el intelectual y moral. Recuerdan a aquellos que tan bien retrataba Azaña en su tiempo: “política de amigachos, de codicia y botín, sin ninguna idea alta”. En todo esto hay grandes semejanzas entre aquella época y ésta.
Difiere, en cambio, el carácter de las generaciones respectivas. La de los años '30 tuvo capacidad y valor para reaccionar, aunque lo hizo algo tardíamente, por lo que la guerra se volvió al final inevitable. Encuentro a la generación actual muy desconcertada y desmoralizada. Sería exagerado pero no del todo irreal calificarla como la generación del botellón y la telebasura. Ignora la historia de su propio país o tiene ideas completamente falsas sobre la república, la guerra y el franquismo. Y, ya lo dijo Santayana, un pueblo que ignora la historia se ve forzado a repetirla. La crisis actual no es sólo económica, es ante todo moral, y resulta imposible predecir qué saldrá de ella.
"Una novela se construye con vivencias propias y ajenas" |
-M. H. M.: ¿Qué opina de otras novelas situadas en este período?
-P. M.: Creo que las mejores siguen siendo las dos primeras de Gironella (Los cipreses creen en Dios y, algo menos, Un millón de muertos) y también las de Agustí. Las que se escriben actualmente son en su mayoría pura filfa, más o menos como la mayoría de los libros de historia sobre esa época. Se ha impuesto en muchos medios la idea de que en la Guerra Civil el Frente Popular defendía la libertad y la democracia. Es decir, que esas cosas eran defendidas por los marxistas del PCE y del PSOE, cuando el marxismo ha sido la ideología más totalitaria y genocida del siglo XX, que eran defendidas por los anarquistas, los racistas extremos del PNV, golpistas como Azaña y Companys, que en cuanto perdieron las elecciones de 1933 intentaron golpes de estado y todos ellos tutelados por Stalin…
En fin, es como pretender que Hitler defendía a los judíos. Cuando se hace de ese disparate la clave explicativa de la Guerra Civil, de ahí no puede salir más que una sarta de tonterías más o menos rebuscadas. Pero ése es el nivel real, el de la simple tontería, al que ha llegado la mayor parte de la historiografía y la literatura y la televisión sobre aquel período. Parece que estamos de nuevo en el tiempo de la charlatanería y el embuste triunfantes. La sociedad española actual, con la demagogia de tres al cuarto omnipresente, no resulta demasiado inspiradora, salvo para una novela satírica o de cachondeo.
-M. H. M.: ¿Alguna persona de la actualidad le ha servido de inspiración para sus personajes?
-P. M.: Para los personajes comunistas me he basado en mis propios recuerdos de situaciones y de antiguos camaradas y, para otros, en personas anónimas que he conocido. Por ejemplo, tuve un amigo que a los dieciséis años era un poco el chulo de una prostituta, y lo he utilizado como un rasgo de uno de los protagonistas, Paco. Las relaciones amorosas las he tomado un poco del entorno y de situaciones que he vivido o conocido de otras personas.
Una novela se construye con vivencias propias y ajenas y con lecturas. Pero no he querido hacer costumbrismo ni caer en el realismo cutre tan en boga en la literatura española desde hace mucho tiempo, ése que se centra en personajes con poco espíritu y poco inteligentes y con afanes algo sórdidos. Los personajes que luchan contra el comunismo en Sonaron gritos no encajan en los tópicos ni en los tipismos de la derecha. Tienen una individualidad muy pronunciada. A Aquilino Duque les han parecido de espíritu proletario, aunque no sé si eso los define, creo que no.
-M. H. M.: Háblenos de su motivación, ¿qué mensaje quiere transmitir al lector?
-P. M.: No he pretendido transmitir un mensaje sino, ante todo, reflejar el conflicto y la evolución de las personas en un tiempo determinado y en unas circunstancias radicales, evitando maniqueísmos. Los personajes se revelan de dos maneras: en la acción misma y en sus reflexiones y discusiones pero no he querido que éstas lleguen a conclusiones precisas. No he querido hacer una novela de tesis. Evidentemente, siempre hay un mensaje pero cada lector puede encontrar el suyo y a veces se sacan significados opuestos, como he podido comprobar por los comentarios. Dice Aquilino Duque que se trata de una novela dantesca. Luis del Pino la ha encontrado delicada. Otros le han encontrado paralelismos con Guerra y Paz de Tolstoi (salvando las distancias…). En fin, esa misma disparidad de opiniones me anima porque es propia de la buena literatura.
Sonaron gritos y golpes a la puerta es la primera novela de Pío Moa. |
-M. H. M.: ¿Cuáles eran sus objetivos al escribir Sonaron gritos y golpes a la puerta?
-P. M.: En primer lugar, comprobar si era capaz de escribir una novela larga. Cuando presenté a la editorial el borrador de la primera parte, Ymelda Navajo y Berenice Galaz la encontraron muy emocionante, o impactante, y por eso me aconsejaron que no la alargase mucho ya que era difícil mantener el mismo nivel de interés y una novela se echa a perder si la tensión decae.
Pero la segunda parte, más larga, les pareció mejor todavía. Esa parte es propiamente una novela de guerra, un tipo de literatura que no suelen apreciar las mujeres y, sin embargo, muchas me han comentado que es la parte que más les ha gustado. Y creo que la tercera parte no desmerece de las anteriores, aunque eso es opinable, claro está.
Por otro lado, mientras la escribía me di cuenta de que podía cumplir un papel que no llenan los libros de historia y ser fiel, sin embargo, a la historia. La izquierda comprendió hace tiempo que lo que influye realmente a la gente no son los estudios académicos sino la literatura y el cine y se ha aplicado a fondo. De ahí bodrios como Cúentame o Amar en tiempos revueltos, pura basura pero muy eficaz propagandísticamente si no tiene réplica. He pensado que Sonaron gritos podría contrarrestar en alguna medida –pequeña medida— esa distorsión sistemática de nuestro pasado.
-M. H. M.: ¿Cuáles han sido las mayores dificultades con las que se ha encontrado al documentarse?
-P. M.: Ninguna. En gran parte la documentación la tenía previamente. Además, me he basado en las memorias, testimonios y autobiografías de personas que vivieron la época. Esto es importante porque te permite romper muchos tópicos. Por ejemplo, algunos me han criticado que describa una misa negra o la libertad con que se expresan los personajes en las tertulias en el “Café Gijón” o “El Gato Negro”, porque dicen que en aquella época eran imposibles tales cosas. Pero me he basado, ya digo, en recuerdos de personajes que vivieron aquello.
Además, los años '40 fueron muy variados, dependiendo del curso de la guerra mundial y de los sucesos posteriores. La imagen “espesa” y homogénea que suele darse de ellos es falsa. Cuando la Segunda Guerra Mundial se acercaba a su fin, muchísima gente, dentro y fuera de España, daba por sentado que al Franquismo le quedaban cuatro días y se expresaba en tono amenazante para el régimen, creyendo que pronto iba a llegar su hora. Luego no fue así, claro, y la novela recoge aquel ambiente en que se desenvuelven los protagonistas.
-M. H. M.: ¿Qué opina acerca de las críticas que ha recibido su novela?
-P. M.: Las críticas, por parte de quienes la han leído, son casi todas muy positivas, incluso entusiásticas en un grado que podría ruborizarme, al comparar la novela con las de Tolstoi, Galdós o Baroja. Todos coinciden en adjudicarle fuerza en la acción y en los personajes y situaciones, aunque sobre las figuras femeninas algunos las consideran planas y otros sugestivas.
También entienden el relato de distintas maneras, lo que me parece bien. Después de todo, un autor literario no puede valorar adecuadamente su propia obra, que en gran medida ha surgido de su inconsciente, y ésta en particular no ha partido de ningún plan previo y deliberado, como dije. Y son más de agradecer esas críticas porque en su mayoría vienen de personas con cultura literaria, que no me conocen y escriben libremente en blogs, sin obligaciones o conveniencias de política editorial como las que se perciben muchas veces en los suplementos literarios. Luego está ese tipo de gansos, tan abundantes, que dicen que ni me han leído ni me piensan leer pero que opinan con mucha furia. Son la gente influida por Cuéntame o lo de los tiempos revueltos, a veces por historiadores a los que he rebatido concienzudamente. Qué le vamos a hacer, así está el patio.
-M. H. M.: ¿Podría darnos alguna pista sobre sus futuros proyectos? ¿Tiene pensado escribir una nueva novela?
-P. M.: Este otoño publicaré dos libros: España contra España, que viene a ser una versión popular y acortada de Nueva historia de España; y otro de Textos polémicos, recogiendo debates y críticas a Juliá, Preston, Viñas, Beevor, Carr, Moradiellos y bastantes otros. En España existe pánico al debate, un indicio de la baja calidad de nuestra universidad. Pienso también en una introducción a la historia de Europa, tan necesaria en este país lleno de beatos europeístas que no tienen ni idea de la Europa histórica. Luego intentaré una nueva novela, si todo sale bien.
"Lo esencial [en una novela] no son las formas ni el virtuosismo técnico sino la calidad del argumento y el relieve de los personajes." |
-M. H. M.: ¿Cuál es su opinión sobre el panorama literario en España en la actualidad? ¿Cómo cree que pueden afectar los libros electrónicos a la literatura? ¿En qué medida cree que el público al que se dirige se verá afectado por la subida del IVA?
-P. M.: El panorama literario me parece muy mediocre o menos que mediocre, con las excepciones de rigor. La subida del IVA se añade a la crisis general, pues la venta de libros ha bajado enormemente en los últimos años. En cuanto al libro electrónico, sólo hay que ver a la gente leyendo en tabletas en el metro, cada vez más. El mundo editorial tendrá que adaptarse y ya lo está haciendo. Pero no creo que el libro de papel vaya a desaparecer ni mucho menos.
-M. H. M.: ¿De qué manera le ha influido Internet a la hora de documentarse?
-P. M.: Internet es muy cómoda. Hoy puedes obtener gran cantidad de información que todavía hace poco te obligaba a emplear mucho tiempo en archivos y bibliotecas. No todo lo que hay en los archivos y bibliotecas está en Internet, por supuesto, pero hay cada vez más. Por otra parte, esa abundancia de información, mucha de ella falsa o de baja calidad, obliga a formarse un criterio muy depurado para distinguir, comprobar y seleccionar.
-M. H. M.: Por último, ¿podría ofrecernos algún consejo básico para los que se proponen ser escritores?
-P. M.: En primer lugar, leer bastante literatura y yo recomendaría, en general, la griega, la española del Siglo de Oro y la del XIX, gran época de la novela europea. Luego es cuestión de saber si uno vale o no, lo que exige probar. Ya dije que me impuse esta novela como un reto y parece que no me ha salido mal del todo.
Escribir exige bastante trabajo pero sin eso que llaman inspiración, el trabajo se pierde en gran medida. Como empieza la Ilíada, gran parte de la obra no se debe al artista sino a “la diosa”, la musa. Hay autores con muy buena prosa pero que no cuentan nada de interés; o que dominan los trucos eficaces para provocar emoción, tensión, hasta lágrimas o risa y, sin embargo, resulta de ahí un relato intrascendente. Para mí, lo esencial no son las formas ni el virtuosismo técnico sino la calidad del argumento y el relieve de los personajes.
Luego, hay quienes trazan de principio un esquema bastante detallado de la historia, hasta su final, y lo van rellenando; otros, como es mi caso, van desarrollando una idea muy general que además se transforma según se va escribiendo. En fin: cada uno debe probar según su propio espíritu, conociendo lo que han hecho otros pero sin supeditarse a ello. Es un consejo muy vago pero no se me ocurre nada mejor.
Autora: Elisabet Seijo, licenciada en Historia (UB)
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Las visiones de este señor sobre la guerra civil siguen siendo "de juzgado de guardia". Estoy preparando una serie de artículos que detruyen sus teorías. Yo al contrario que el, aporto pruebas documentales e historiográficas.
Que a este señor se le siga añadiendo el adjetivo de historiador me parece -y es opinión mia- un insulto a la profesión y a los que si lo somos.
Yusuf, con ese comentario lo único que demuestras irrefutablemente es que le tienes un odio visceral a este señor. Mucho desprecio para tan poca demostración de sus cualidades (ya sé, estás presto a escribir, desenmascarar etc. pero el caso es que NO lo has hecho aún).
A la postre, lo que consigues en un lector imparcial (porque no seré yo quien ponga la mano en el fuego por ningún historiador y menos éste) es un sentimiento de simpatía más que de antipatía. Porque, siendo justos, nadie se merece unas acusaciones tan gratuitas.
Si tú quieres criticar la labor historiográfica de este individuo, adelante, tienes bytes y bytes de sobra en el subforo correspondiente para demostrar fehacientemente que este señor es, como dices "un insulto a la profesión". Y de hecho, si esto es así, no hará falta ni que lo explicites; sobrará con la demostración para que cualquier buen lector sepa apreciarlo. Y hasta para ti será mucho mejor, pues vaya diferencia de estilo personal habría entre ese hipotético escenario y éste, donde apareces en el hilo de una simple novela, sin venir a cuento, sin argumentos, pero con cantidad de insultos y dando una impresión más cercana a un fanático que a un historiador, o al menos, a lo que pienso que debería ser un historiador.
Desde luego, da la sensación de que has leído "Pío Moa" y te ha empezando a gotear el colmillo sobre el teclado. Piensa si esa impresión es realmente la que quieres dar.
Un saludo
Indudablemente que me caen mal los terroristas y los mentirosos. Si he entrado es por - repasa bien la entrevista y verás que Moa hace comentarios históricos - los hechos históricos que comenta y que no son verdad.
Me tengo por buen historiador, al menos serio, y como tal para desmontar -ya lo han hecho otros antes- las mentiras de Moa estoy utilizando la metodología propia de un historiador -algo que él no hace-, es decir: leer bibliografía sobre los temas; consultar fuentes, cotejar documentación en archivos, etc. Esta labor no se hace de un día para otro ya que lo que pretendo en la serie de artículos es dejar las cosas claras, argumentadas y con apoyo documental.
Llevo más de dos meses con el tema -no le puedo dedicar el tiempo que quisiera ya que mis líneas de investigación profesionales van por otros derroteros -, y ten por seguro que los publicaré en esta web.
No sólo voy a desmontar a este señor, también a historiadores anteriores, por ejemplo De la Cierva, y actuales, por ejemplo Vidal.
Como profesional y amante de mi profesión estoy harto de que esa parte de la historia de España haya sido tergiversada y llena de mentiras desde la misma finalización de la contienda. Durante el franquismo no había más remedio que aguantarse, pero afortunadamente ya no es así.
Te voy a dar la exclusiva de los temas que voy a tratar:
- Los historiadores franquistas
- La caverna revisionista
- El Alcázar de Toledo (mito de la historiografía franquista)
- Guernica
- La conspiración
- Cómo y porqué comenzó la Guerra Civil
- Paracuellos
- La represión franquista
- La represión en la zona republicana
- La intervención extranjera en la guerra civil
Y algún tema más. Lo que no es de recibo -bajo mi punto de vista- es que las mentiras de este individuo y sus "colegas" se queden sin respuesta, porque eso sería aceptar lo que ellos dicen.
Sobre todas las cosas de la vida se pueden tener distintos puntos de vista, pero solamente existe una Historia: la que cuenta la verdad.
Un saludo
En síntesis; aún NADA, salvo más insultos y acusaciones gratuitas. Pues muy bien yusuf, yo pretendía darte un consejo, pero vamos, los consejos son sólo para quienes los aceptan.
Desde luego, como historiador no puedo juzgarte porque no he leído ningún libro tuyo. Pero como polemista resultas bien poco serio, descargando toda tu argumentación en una hipotética demostración futura.
Yo creo que esto no se hace así, que hay que mantener un orden y que no se puede acusar públicamente a nadie (ni siquiera a un ex-terrorista) sin haber demostrado previamente la acusación. De otra manera esto estaría lleno de gente criticando a otra en base de futuras demostraciones, en algunos casos reales, en algunos casos imaginarias, porque a casi todo el mundo le encanta criticar, sobre todo a aquellos que piensan diferente.
Y es mi opinión personal, pero yo creo que realmente ahí es donde se ve a quién le mueve el afán por descubrir la verdad y a quién el afán de criticar al contrario, que es decir lo mismo que el afán de acabar con el debate que cuestiona sus ideas. Unos se centran en los hechos, la documentación y el análisis. Los otros en el insulto, la descalificación y, generalmente aluden a un gran conocimiento de causa que jamás se demuestra u otras falacias de autoridad semejantes.
Sobra decir que los segundos, titulitis aparte, no se deberían considerar historiadores. Propagandistas titulados me gustaría llamarlos a mí.
Afortunadamente aun quedan sitios como MundoHistoria donde tratamos de dejar aparte esta lacra para el estudio de la Historia y buscamos siempre centrar el debate sobre los hechos comentados, no sobre los comentaristas (que para eso ya están las tertulias de la tele).
En fin... Roma no se construyó en un día tampoco.
Un saludo
Se trata de una entrevista, como labor divulgativa la autora la ha realizado de manera correcta y efectiva, el que nos guste mas o menos el entrevistado no quita ese hecho.
Las normas de Mundo Historia nos piden sensatez, educación y saber estar. El entrevistado expone sus ideas sin insultar a nadie, si queremos argumentar... adelante, pero no hagamos lo que pasa siempre con este autor que todo el mundo lo critica y ataca pero nadie presenta pruebas de nada en contra de lo que dice con argumentos solidos. Mundo Historia da la oportunidad a todos para poder argumentar de manera correcta a favor o en contra, solo se pide que se haga con respeto.
Un saludo.
Como anticipo:
Administrador: « (...) este autor que todo el mundo critica y ataca pero que nadie presenta pruebas de nada en contra de lo que dice con argumentos sólidos.»
Siento discrepar con lo que dices, aquí va una somera -podía poner muchos más- lista de autores que han rebatido las "teorías" de Moa.
- Moradiellos, Enrique: Amargura y maniqueísmo, en RDL, nº 61, enero 2000
- Moradiellos, Enrique: 1936: Los mitos de la Guerra Civil. Contra las mentiras, BArcelona, 2004
- Moradiellos, Enrique: Las razones de una crítca histórica: Pio Moa y la intervención extranjera en la guerra civil española, en El Catoblepas, nº 15, mayo 2003
- Reig Tapia, Alberto: Memoria de la guerra civil. Los mitos de la tribu, Madrid, 1999
- Reig Tapia, Alberto: Revisionismo y política. Pio Moa revistado, Madrid, 2008
- Reig Tapia, Alberto: Anti Moa. La subversión neofranquista, Barcelona, 2006
- Sevillano Calero, Francisco: El revisionismo historiográfico, sobre el pasado reciente en España, en Pasado y Memoria, nº 6, 2007
- Southworth, Herbert R.: El mito de la cruzada de Franco, Barcelona, 2008 (prólogo de P. Preston)
- Temas para el debate, nº 147, 2007 (artículos de J. Aróstegui, A. Viñas, E. Moradiellos, A. Reig Tapia, F. Espinosa, G. Cardona, etc.)
- Tusell, Javier: El revisionismo histórico español, en El País, 8-7-2004
- Viñas, Ángel: La conspiración del general Franco, Barcelona, 2011
- Viñas, Ángel (ccord.): En el combate por la historia, Barcelona, 2012.
Lo primero que hay que decir es que Moa jamás ha aportado ninguna tesis inédita sobra la República o la Guerra Civil, todas sus conclusiones ya las habían realizado antes autores como R. De la Cierva o J. Arrarás, por citar a alguno - léanse las obras de estos y se comprobará-.
Reproduzco algunas de las respuestas de Moa en la entrevista:
« Ante todo la guerra se produjo por la destrucción de la ley republicana por parte del Frente Popular, después de unas elecciones fraudulentas.» Debe ser que se le pasó leer lo que al respecto decía su admirado Gil Robles (No fue posible la paz) que dice todo lo contrario, o Salas Larrazábal - historiador militar que luchó en las tropas sublevadas- cuando mantiene que « la República no estaba secuestrada» (Estudios sobre la República y la Guerra Civil Española) Se olvida explicar también el sistema electoral vigente -Buenaventura publicó un artículo explicandolo claramente-, y que este sistema favorecía a las coaliciones. Efectivamente en el 36 favoreció al Frente Popular, de la misma manera que en el 33 favoreció a la coalicción entre la CEDA y el Partido Republicano Radical de A. Lerroux. ¿Que pruebas aporta Moa en sus obras para tal aseveración? Ninguna.
« Se ha impuesto en muchos medios la idea de que en la Guerra Civil el Frente Popular defendía la libertad y la democracia. Es decir que esas cosas eran defendidas por los marxistas del PCE y del PSOE, cuando el marxismo ha sido la ideología más totalitaria y genocida del s. XX, que eran defendidas por los anarquistas, los razistas extremos de del PNV, golpistas como Azaña y Companys, que en cuanto perdieron las elecciones de 1933 intentaron golpes de Estado y todos ellos tutelados por Stalin.» Ahora resulta que la democracia y la libertad la defendían los sublevados, por eso nos tuvieron cuarenta años bajo una sangrienta dictadura. Parece que Moa ha leído poco las indicaciones del Koniterm sobre como debía actuar el PCE en la guerra, e incluso las del propio Stalin. Indicaciones que iban encaminadas a que el PCE apoyara en todo momento al gobierno de la República, e insistiendo en que no era momento de hacer ninguna intentona revolucionaria.
« Hoy vemos como los políticos destrozan la Constitución (...) o colaboran con ETA como ha hecho Zapatero y sigue haciendo Rajoy.» ¿Zapatero y Rajoy terroristas? Que pruebas aporta, ninguna. ¿Como se puede decir semejante barbaridad?
« (...) éste país lleno de beatos auropeistas que no tienen ni idea de la Europa histórica.» Pero él si, ¡faltaría más! Los historiadores españoles somos una banda de indocumentados, juntaletras y además pagados por el oro de Moscú.
Veamos ahora algunas de las "verdades" de Moa y de su excelente metodología; como aperitivo de lo que mostraré en los artículos que estoy preparando.
Para demostrar que fue el Gobierno quién mandó asesinar a Calvo Sotelo, cita una frase de Casares Quiroga en las Cortes: « De cualquier cosa que pudiera ocurrir, que no ocurrirá. Su señoría sería el responsable con toda responsabilidad.» (Los mitos de la guerra civil, p. 143). Pues bien o no sabe citar, o tergiversa las citas para su convenciencia, o simplemente miente. Ésta fue la frase: « De cualquier cosa que pudiera ocurrir, que no ocurrirá, le haré responsable ante el país a su señoría.» (Diario de Sesiones de las Cortes, nº 45-60, tomo III, Madrid, 1936, p. 1398), también se pasa por el arco del triunfo las manifestaciones del propio Gil Robles en las Cortes eximiendo al Gobierno del asesinato de Calvo Sotelo; también se le olvida decir que en principio al que fueron a buscar los individuos que asesinaron a Calvo Sotelo fue a Gil Robles, y al no encontrarse éste en su domicilio fueron al de Calvo Sotelo que vivía cerca.
Otro ejemplo, éste sobre el Alcázar de Toledo. Su mayor apoyo bibliográfico, por no decir el único, es la obra de Alfonso Bullón y Luis Eugenio Tagores: « El Alcázar de Toledo: final de una polémica», Madrid, 1997 - si tengo tiempo os daré información de estos dos historiadores-De las conclusione -documentadas y razonadas- de Southworth pasa por se éste último un rojazo. Su fuente documental: la placa que había en el despacho de Moscardó, una fuente totalmente digna de crédito. Pues bien, primera mentira de Moa: a Cándido Cabello -supuesto interlocutor de Moscardó en la famosa conversacion telefónica- lo tacha de lider revolucionario. Cándido Cabello era un abogado militante de Izquierda Revolucionaria, secretario del Colegio de Abogados y que actuaba como abogado defensor en los Tribunales Populares de Toledo; todo menos un revolucionario ávido de sangre. Segunda mentira: según Moa el bombardeo que provocó el fusilamiento del hijo de Moscardó -algunos historiadores franquistas mantuvieron durante muchos años que fue fusilado inmediatamente, incluso que Moscardó oyó los disparos que le causaron la muerte, cuando en realidad fue fusilado un mes después- lo realizó un piloto republicano que sobrevolaba Toledo y al que le cayó una bomba; el que este documentado el bombardeo que la aviación franquista realizó en esas fechas parece ser que a el no le importa un comino.
Sobre otro hecho: el famoso oro de Moscú. La teoría de Moa es que el oro sirvió para que la URSS pagara propaganda en contra de España y para financiar a los republicanos en el exterior y el interior. Su base documental, las obras de un anarquista y foribundo anticomunista, Francisco Olaya (El oro de Negrín, y El expolio de la República. De Negrín al PSOE con escala en Moscú: el robo del oro español.) de las obras de Viñas -posiblemente el mayor experto en el tema que hay en España- pasa olímipcamente. Según Moa el envió de oro fue una exigencia de Stalin -pruebas que porta ninguna-, se pregunta, para refirmar su tesis de que fue todo idea de Stalin y no del gobierno republicano, que porqué el traslado del oro fue reservado. No dice que en la orden se expresa claramente que el gobierno dará cuentas en su momento a las Cortes. Además en pura lógina a una empresa de esta envergadura no se le puede dar publicidad, que pretende ¿Que los franquistas supieran con pelos y señales el recorrido del traslado y pudieran hacerse con él?. Mantiene que la orden de Stalin la trajo a España, Stashevski (experto ruso en finanzas) que según él llegó a España el 27 de agosto; miente, no llegó hasta finales de octubre. Otra, la compra de ventas a la URSS la solicitó Giral, no Largo Caballero, y eso después de que fracasara su intento de comprarlas a Francia - por cierto país al que también se enviaron reservas de oro-
Última "verdad" de Moa - no sigo hoy con más porque me estoy agotando-. Esta vez sobre Guernica. Moa continua con la tesis de De la Cierva. Éste, en una entrevista concedida al diario Arriba (31-1-1970) decía cosas como: « fue bombardeada por un grupo especial de prueba que vino directamente de Alemania, destrutó Guernica y se volvió a Alemania sin que nos enteráramos.». Moa, como no puede ignorar las declaraciones de Mola sobre Bilbao, se limita a desprestigiar al corresponsal del Times, George L. Sterr -primero en dar la noticia del bombardeo-. Las amenazas de Mola eran claras: « Arrasaremos Bilbao hasta el suelo y su solar vacio y desolado quitará a Inglaterra todo deseo de apoyar a los bolcheviques vascos en contra de nuestra voluntad. Es preciso que destruyamos la capital de un pueblo perverso que se atreve a desafiar a la causa irresistible de la idea nacional.» (Dailly Herald, 29-IV-1937), estas palabras la mencionó el propio Von Richtofen.
Cuando vaya terminando mis artículos -paciencia Zamora no se ganó en una hora- podremos seguir discutiendo sobre el carácter de historiador de Pio Moa. De momento para muestra sobra un botón.
Saludos.
Este señor Yusuf con su enorme autoridad historiográfica dice cosas como que Pío Moa no basa sus tesis en documentación fehaciente cuando su obra primigenia "Los orígenes de la guerra civil" está repleta de citas textuales de documentos internos de los partidos de izquierda (especialmente de uno) consultados precisamente en la Fundación de ese partido.
La lista de autoridades que aporta no contiene más que historiadores de la misma tendencia historiográfica, es decir- pseudo o plenamente- el materialismo histórico. Y además, en historiografía es totalmente inválido el método que emplea él (Yusuf) de publicar las conclusiones antes que las exposiciones, además de una falta de respeto, siquiera intelectual hacia los lectores en general.
Tal vez algunos hayan considerado duro a Yusuf cuando atacó a Moa en el plano personal, pero es que leyendo las cosas que dice Moa creo que no es raro que se produzcan reacciones así. Este autor tiene una forma de hablar en la que siempre ataca a diestro y siniestro y donde muestra un ego pocas veces visto en escritores. No es una persona que se corte en cuanto a insultos. En la propia entrevista ya ha dejado alguna perlita donde llama racistas extremos por ejemplo a los militantes del pnv. Luego habla de "mediocre" panorama literario español "salvo excepciones". También habla de "chabacanería y la pretenciosidad" en la mayoría de novelistas. Supongo que para él no hay ningún escritor a su altura en toda España. Llama terroristas a Zapatero y Rajoy (o dice que "colaboran con ETA" que para el caso viene a ser lo mismo). Llama a la generación de jóvenes españoles como "generación del botellón y la telebasura". Si eso no son insultos no se qué lo son. Cuando uno tiene esas "maneras" provoca las mismas reacciones en quienes lo leen. Si fuera un escritor de gran talento como lo era Cela, la gente puede incluso tolerar esa falta de educación, como ocurría con aquel, pero no se si es el caso. Reverte por ejemplo emplea ocasionalmente un lenguaje agresivo e irreverente, pero creo que nunca rebasa el límite del insulto gratuito. El insulto no razonado, el insulto por puro regodeamiento de odios personales.
Son comentarios desinteresados y muy de agradecer porque, desde hace varios años, los grandes medios de masas me hacen el vacío, tanto los de izquierda como, aún más, los de derechas. En general dedican mucha más atención y espacio a personajes de actualidad o de moda como Belén Esteban. Parece que es lo que pide la gente, aunque no estoy muy seguro.
Teoría de la conspiración: "todos contra mí". No se si considera que su fama es poca. Creo que en España todos conocen a Moa, y eso que todos los medios de masas "le hacen el vacío" según él. Pues no se que pensarán entonces los cientos de novelistas magníficos que tenemos en el país. Pido por ejemplo hacer un repaso en la tienda de novelas de MH y ver cuantos nombres de escritores os suenan, o si los veis habitualmente en los grandes medios... Eso que dice me parece otra falta de respeto hacia muchos colegas de profesión.
Por lo demás felicitaciones a Mh por traernos la entrevista a un personaje tan polémico. Desde luego no deja indiferente a nadie, y eso ya lo hace interesante. Sea para unos por sus opiniones revisionistas, sea para otros porque al tratar de desmontar sus argumentos otros historiadores consiguen ofrecernos una visión más realista y consolidada de este periodo convulso de la historia española. Yo al menos considero a Moa interesante por provocar esto último.
Desde luego es curioso que esta entrevista ha tenido más reacciones y comentarios que ninguna otra. Y seguirán... Ya digo que Moa no deja indiferente a nadie.
Un saludo
MIs opinnes sobre este individuo, gran propagandista, ya la he expuesto en numerosas ocasiones. Sus lamentables teorías ya han sido refutadas donde deben, osea en el ámbito historiográfico donde el no tiene cabida ni la tendrá. Es curioso comprobar como este personaje, además de mentiroso y cínico, basicamente no tiene abuela, llegando a hacer unas afirmaciones sobre su novela que mueven mas a la pena y la lástima que a otra cosa.
Estando de acuerdo en lo básico que ha dicho Tito, no lo puedo estar en sus últimas frases. No soy nadie para dar consejos, pero dar pávulo a este tipo de gente puede ayudar a dar una mayor repercusión a Mundo Historia, pero también le hará perder credibilidad y prestigio. Este señor aparte de ser un ......................., como puede comprobar cualquiera que se acerque a su blog, ......................., ....................... y un ......................., expulsado incluso de una página tan radical como libertad digital y que ha ido a caer ni mas ni menos que a intereconomía.
Por mi parte intentaré no darle ni un m inuto mas de gloria.
SALUDOS.
EDITADO POR LA ADMINISTRACION MUNDO HISTORIA POR CONTENER CALUMNIAS E INSULTOS INJUSTIFICADOS, SE TOMARA EN CUENTA HACIA EL USUARIO BUENAVENTURA66
Pues como el prestigio de MHM esté en manos de personas como Yusuf y Buenaventura, no creo que las universidades inglesas, americanas o alemanas lo valoren muy alto.
Enfin, únicamente adjuntar unos autores para quien de buena fe quiera adentrarse en el tema de la guerra civil española sin ignorancias y dogmatismos patéticamente indigentes intelectualmente.
Stanley G. Payne (numerosos títulos)
Stalin y España. La ayuda militar soviética a la República, Yuri Rybalkin
España traicionada: Stalin y la guerra civil,varios autores
El Gran engaño, Burnett Bolloten
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