Pío Moa: "Una novela se construye con vivencias propias y ajenas"
Con su última novela, Sonaron gritos y golpes a la puerta, el historiador y escritor español Pío Moa explora los entresijos de una de las épocas más turbulentas de la Historia de España. Autor de numerosos ensayos y artículos, Pío Moa se propuso un nuevo desafío: escribir su primera novela.
-M. H. M.: A la hora de escribir, ¿tiene en mente algún escritor en particular que le haya servido de modelo a seguir?
-P. M.: No. De las influencias en que puedo pensar estarían La noche quedó atrás de Jan Valtin, autobiografía novelada de un agente de la Komintern, y El enamorado de la Osa Mayor de Sergiusz Piasecki, una historia de contrabandistas en la frontera entre Polonia y la Unión Soviética de entreguerras. Las dos apasionantes para mi gusto. De forma inconsciente, seguramente me influyen muchos más autores, aunque sólo he leído novela con intensidad cuando era joven.
-M. H. M.: ¿Cuáles son sus libros de cabecera?
-P. M.: Ninguno en particular. Creo que la literatura griega clásica siempre es muy necesaria para formarse un criterio y como antídoto contra la chabacanería y la pretenciosidad que hoy dominan gran parte de la novela. Y contra la novelística de mero entretenimiento. A una novela le conviene ser entretenida, claro, pero debe tener también otras cosas. De otro modo pasa como con ciertas películas que saben emplear trucos para mantener la atención pero al final uno se pregunta por qué ha perdido el tiempo viendo tal insustancialidad.
-M. H. M.: El título de su novela es muy llamativo, ¿por qué lo eligió?
-P. M.: Un buen título es importante y suele ser difícil encontrarlo. Uno da vueltas a unos y otros, al final se cansa y sale con cualquiera. No sé si éste es especialmente bueno, pero me quedé con él porque instala al lector ya en medio de la acción. Además, representa algo que vivieron muchas personas por entonces en España.
Pío Moa. |
-M. H. M.: ¿Qué le ha hecho embarcarse en la elaboración de esta novela?
-P. M.: La idea me la dio el relato de unos hechos reales muy semejantes a los del comienzo del libro, contados por una señora mayor a un abogado amigo mío, y que habían sucedido en Barcelona. Fui postergando la idea porque tenía otros trabajos y por fin me puse a ello, como un reto. La verdad es que no sabía al principio cómo se desarrollaría. Una vez comenzada, los personajes y las situaciones se fueron formando un poco por su cuenta, sin un plan deliberado.
-M. H. M.: ¿Por qué escoger una época tan turbulenta política y socialmente?
-P. M.: Para una novela histórica es una época interesantísima por los peligros y las pasiones a flor de piel y con tanta gente jugándose la vida. Y es en esas situaciones donde el ser humano se ve forzado a elegir de forma imperiosa y extrema y a asumir imprevisibles consecuencias de sus actos. Claro que por eso mismo es muy fácil caer en lo convencional o en un moralismo simple o tosco, algo muy frecuente en novelas de guerra.
Por otra parte, en una novela histórica puede ocurrir que la historia se coma la novela o que la novela se coma la historia, es decir, se desvirtúe demasiado “por necesidades del guión” o por los prejuicios del autor. Creo haberlo evitado, a juzgar por las reseñas en blogs como el de Aquilino Duque, que tiene premios literarios importantes, entre ellos el Nacional de Literatura; el de un novelista joven, Luis Segura; el de Luis del Pino; y comentarios de algunas profesoras y personas diversas en mi propio blog. Son comentarios desinteresados y muy de agradecer porque, desde hace varios años, los grandes medios de masas me hacen el vacío, tanto los de izquierda como, aún más, los de derechas. En general dedican mucha más atención y espacio a personajes de actualidad o de moda como Belén Esteban. Parece que es lo que pide la gente, aunque no estoy muy seguro.
-M. H. M.: ¿Se podría establecer algún paralelismo con la situación política actual?
-P. M.: Hay muchos paralelismos. Ante todo, la guerra se produjo por la destrucción de la ley republicana por parte del Frente Popular, después de unas elecciones fraudulentas. La ley es lo que mantiene el orden en las sociedades humanas, en las que chocan constantemente intereses, ideas y sentimientos muy distintos u opuestos. Al caer la ley, surge la violencia o bien se entra en un proceso de disgregación y putrefacción social.
Hoy vemos cómo los políticos destrozan la Constitución, los mismos jueces lo hacen, algunos líderes de partido se ponen abiertamente al margen de la ley, como Mas, o colaboran con la ETA como ha hecho Zapatero y sigue haciendo Rajoy, o llevan al país a la ruina… Y no pasa nada, al menos en apariencia. Son políticos corruptos en su mayoría, y digo corruptos no sólo ni principalmente en el terreno económico, sino ante todo en el intelectual y moral. Recuerdan a aquellos que tan bien retrataba Azaña en su tiempo: “política de amigachos, de codicia y botín, sin ninguna idea alta”. En todo esto hay grandes semejanzas entre aquella época y ésta.
Difiere, en cambio, el carácter de las generaciones respectivas. La de los años '30 tuvo capacidad y valor para reaccionar, aunque lo hizo algo tardíamente, por lo que la guerra se volvió al final inevitable. Encuentro a la generación actual muy desconcertada y desmoralizada. Sería exagerado pero no del todo irreal calificarla como la generación del botellón y la telebasura. Ignora la historia de su propio país o tiene ideas completamente falsas sobre la república, la guerra y el franquismo. Y, ya lo dijo Santayana, un pueblo que ignora la historia se ve forzado a repetirla. La crisis actual no es sólo económica, es ante todo moral, y resulta imposible predecir qué saldrá de ella.
"Una novela se construye con vivencias propias y ajenas" |
-M. H. M.: ¿Qué opina de otras novelas situadas en este período?
-P. M.: Creo que las mejores siguen siendo las dos primeras de Gironella (Los cipreses creen en Dios y, algo menos, Un millón de muertos) y también las de Agustí. Las que se escriben actualmente son en su mayoría pura filfa, más o menos como la mayoría de los libros de historia sobre esa época. Se ha impuesto en muchos medios la idea de que en la Guerra Civil el Frente Popular defendía la libertad y la democracia. Es decir, que esas cosas eran defendidas por los marxistas del PCE y del PSOE, cuando el marxismo ha sido la ideología más totalitaria y genocida del siglo XX, que eran defendidas por los anarquistas, los racistas extremos del PNV, golpistas como Azaña y Companys, que en cuanto perdieron las elecciones de 1933 intentaron golpes de estado y todos ellos tutelados por Stalin…
En fin, es como pretender que Hitler defendía a los judíos. Cuando se hace de ese disparate la clave explicativa de la Guerra Civil, de ahí no puede salir más que una sarta de tonterías más o menos rebuscadas. Pero ése es el nivel real, el de la simple tontería, al que ha llegado la mayor parte de la historiografía y la literatura y la televisión sobre aquel período. Parece que estamos de nuevo en el tiempo de la charlatanería y el embuste triunfantes. La sociedad española actual, con la demagogia de tres al cuarto omnipresente, no resulta demasiado inspiradora, salvo para una novela satírica o de cachondeo.
-M. H. M.: ¿Alguna persona de la actualidad le ha servido de inspiración para sus personajes?
-P. M.: Para los personajes comunistas me he basado en mis propios recuerdos de situaciones y de antiguos camaradas y, para otros, en personas anónimas que he conocido. Por ejemplo, tuve un amigo que a los dieciséis años era un poco el chulo de una prostituta, y lo he utilizado como un rasgo de uno de los protagonistas, Paco. Las relaciones amorosas las he tomado un poco del entorno y de situaciones que he vivido o conocido de otras personas.
Una novela se construye con vivencias propias y ajenas y con lecturas. Pero no he querido hacer costumbrismo ni caer en el realismo cutre tan en boga en la literatura española desde hace mucho tiempo, ése que se centra en personajes con poco espíritu y poco inteligentes y con afanes algo sórdidos. Los personajes que luchan contra el comunismo en Sonaron gritos no encajan en los tópicos ni en los tipismos de la derecha. Tienen una individualidad muy pronunciada. A Aquilino Duque les han parecido de espíritu proletario, aunque no sé si eso los define, creo que no.
-M. H. M.: Háblenos de su motivación, ¿qué mensaje quiere transmitir al lector?
-P. M.: No he pretendido transmitir un mensaje sino, ante todo, reflejar el conflicto y la evolución de las personas en un tiempo determinado y en unas circunstancias radicales, evitando maniqueísmos. Los personajes se revelan de dos maneras: en la acción misma y en sus reflexiones y discusiones pero no he querido que éstas lleguen a conclusiones precisas. No he querido hacer una novela de tesis. Evidentemente, siempre hay un mensaje pero cada lector puede encontrar el suyo y a veces se sacan significados opuestos, como he podido comprobar por los comentarios. Dice Aquilino Duque que se trata de una novela dantesca. Luis del Pino la ha encontrado delicada. Otros le han encontrado paralelismos con Guerra y Paz de Tolstoi (salvando las distancias…). En fin, esa misma disparidad de opiniones me anima porque es propia de la buena literatura.
Sonaron gritos y golpes a la puerta es la primera novela de Pío Moa. |
-M. H. M.: ¿Cuáles eran sus objetivos al escribir Sonaron gritos y golpes a la puerta?
-P. M.: En primer lugar, comprobar si era capaz de escribir una novela larga. Cuando presenté a la editorial el borrador de la primera parte, Ymelda Navajo y Berenice Galaz la encontraron muy emocionante, o impactante, y por eso me aconsejaron que no la alargase mucho ya que era difícil mantener el mismo nivel de interés y una novela se echa a perder si la tensión decae.
Pero la segunda parte, más larga, les pareció mejor todavía. Esa parte es propiamente una novela de guerra, un tipo de literatura que no suelen apreciar las mujeres y, sin embargo, muchas me han comentado que es la parte que más les ha gustado. Y creo que la tercera parte no desmerece de las anteriores, aunque eso es opinable, claro está.
Por otro lado, mientras la escribía me di cuenta de que podía cumplir un papel que no llenan los libros de historia y ser fiel, sin embargo, a la historia. La izquierda comprendió hace tiempo que lo que influye realmente a la gente no son los estudios académicos sino la literatura y el cine y se ha aplicado a fondo. De ahí bodrios como Cúentame o Amar en tiempos revueltos, pura basura pero muy eficaz propagandísticamente si no tiene réplica. He pensado que Sonaron gritos podría contrarrestar en alguna medida –pequeña medida— esa distorsión sistemática de nuestro pasado.
-M. H. M.: ¿Cuáles han sido las mayores dificultades con las que se ha encontrado al documentarse?
-P. M.: Ninguna. En gran parte la documentación la tenía previamente. Además, me he basado en las memorias, testimonios y autobiografías de personas que vivieron la época. Esto es importante porque te permite romper muchos tópicos. Por ejemplo, algunos me han criticado que describa una misa negra o la libertad con que se expresan los personajes en las tertulias en el “Café Gijón” o “El Gato Negro”, porque dicen que en aquella época eran imposibles tales cosas. Pero me he basado, ya digo, en recuerdos de personajes que vivieron aquello.
Además, los años '40 fueron muy variados, dependiendo del curso de la guerra mundial y de los sucesos posteriores. La imagen “espesa” y homogénea que suele darse de ellos es falsa. Cuando la Segunda Guerra Mundial se acercaba a su fin, muchísima gente, dentro y fuera de España, daba por sentado que al Franquismo le quedaban cuatro días y se expresaba en tono amenazante para el régimen, creyendo que pronto iba a llegar su hora. Luego no fue así, claro, y la novela recoge aquel ambiente en que se desenvuelven los protagonistas.
-M. H. M.: ¿Qué opina acerca de las críticas que ha recibido su novela?
-P. M.: Las críticas, por parte de quienes la han leído, son casi todas muy positivas, incluso entusiásticas en un grado que podría ruborizarme, al comparar la novela con las de Tolstoi, Galdós o Baroja. Todos coinciden en adjudicarle fuerza en la acción y en los personajes y situaciones, aunque sobre las figuras femeninas algunos las consideran planas y otros sugestivas.
También entienden el relato de distintas maneras, lo que me parece bien. Después de todo, un autor literario no puede valorar adecuadamente su propia obra, que en gran medida ha surgido de su inconsciente, y ésta en particular no ha partido de ningún plan previo y deliberado, como dije. Y son más de agradecer esas críticas porque en su mayoría vienen de personas con cultura literaria, que no me conocen y escriben libremente en blogs, sin obligaciones o conveniencias de política editorial como las que se perciben muchas veces en los suplementos literarios. Luego está ese tipo de gansos, tan abundantes, que dicen que ni me han leído ni me piensan leer pero que opinan con mucha furia. Son la gente influida por Cuéntame o lo de los tiempos revueltos, a veces por historiadores a los que he rebatido concienzudamente. Qué le vamos a hacer, así está el patio.
-M. H. M.: ¿Podría darnos alguna pista sobre sus futuros proyectos? ¿Tiene pensado escribir una nueva novela?
-P. M.: Este otoño publicaré dos libros: España contra España, que viene a ser una versión popular y acortada de Nueva historia de España; y otro de Textos polémicos, recogiendo debates y críticas a Juliá, Preston, Viñas, Beevor, Carr, Moradiellos y bastantes otros. En España existe pánico al debate, un indicio de la baja calidad de nuestra universidad. Pienso también en una introducción a la historia de Europa, tan necesaria en este país lleno de beatos europeístas que no tienen ni idea de la Europa histórica. Luego intentaré una nueva novela, si todo sale bien.
"Lo esencial [en una novela] no son las formas ni el virtuosismo técnico sino la calidad del argumento y el relieve de los personajes." |
-M. H. M.: ¿Cuál es su opinión sobre el panorama literario en España en la actualidad? ¿Cómo cree que pueden afectar los libros electrónicos a la literatura? ¿En qué medida cree que el público al que se dirige se verá afectado por la subida del IVA?
-P. M.: El panorama literario me parece muy mediocre o menos que mediocre, con las excepciones de rigor. La subida del IVA se añade a la crisis general, pues la venta de libros ha bajado enormemente en los últimos años. En cuanto al libro electrónico, sólo hay que ver a la gente leyendo en tabletas en el metro, cada vez más. El mundo editorial tendrá que adaptarse y ya lo está haciendo. Pero no creo que el libro de papel vaya a desaparecer ni mucho menos.
-M. H. M.: ¿De qué manera le ha influido Internet a la hora de documentarse?
-P. M.: Internet es muy cómoda. Hoy puedes obtener gran cantidad de información que todavía hace poco te obligaba a emplear mucho tiempo en archivos y bibliotecas. No todo lo que hay en los archivos y bibliotecas está en Internet, por supuesto, pero hay cada vez más. Por otra parte, esa abundancia de información, mucha de ella falsa o de baja calidad, obliga a formarse un criterio muy depurado para distinguir, comprobar y seleccionar.
-M. H. M.: Por último, ¿podría ofrecernos algún consejo básico para los que se proponen ser escritores?
-P. M.: En primer lugar, leer bastante literatura y yo recomendaría, en general, la griega, la española del Siglo de Oro y la del XIX, gran época de la novela europea. Luego es cuestión de saber si uno vale o no, lo que exige probar. Ya dije que me impuse esta novela como un reto y parece que no me ha salido mal del todo.
Escribir exige bastante trabajo pero sin eso que llaman inspiración, el trabajo se pierde en gran medida. Como empieza la Ilíada, gran parte de la obra no se debe al artista sino a “la diosa”, la musa. Hay autores con muy buena prosa pero que no cuentan nada de interés; o que dominan los trucos eficaces para provocar emoción, tensión, hasta lágrimas o risa y, sin embargo, resulta de ahí un relato intrascendente. Para mí, lo esencial no son las formas ni el virtuosismo técnico sino la calidad del argumento y el relieve de los personajes.
Luego, hay quienes trazan de principio un esquema bastante detallado de la historia, hasta su final, y lo van rellenando; otros, como es mi caso, van desarrollando una idea muy general que además se transforma según se va escribiendo. En fin: cada uno debe probar según su propio espíritu, conociendo lo que han hecho otros pero sin supeditarse a ello. Es un consejo muy vago pero no se me ocurre nada mejor.
Autora: Elisabet Seijo, licenciada en Historia (UB)
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PARA EL ADMINISTRADOR DE MH
Lamentablemente voy a seguir los pasos de P. Flores y esta será mi última intervención en esta web.
No me ha parecido correcta la actuación de la Administración en este asunto. Bajo mi punto de vista no se han tratado de la misma manera los comentarios de algunos de los participantes de los de otros. También considero que la participación de algún miembro del staff de MH no ha estado a la altura que cabia esperar -excluyo a Coracinero que ha mostrado una postura asépitca-.
Me parece perfecto que se haya realizado una entrevista a P. Moa en aras de la libertad de expresión. Pero, opinión subjetiva. se le tendría que haber pedido que se limitara a hablar de su libro -ya que ese parece ser el objeto de la misma- y no haberle permitido soltar las barbaridades e insultos -si señor administrador, el primero que insulta es él- que aparecen en la entrevista, aunque esto hubiera supuesto su negativa a que la entrevista se publicara.
Durante mi estancia en MH he tenido la suerte de conocer a personas de las que siempre tendré un grato recuerdo -incluso de algunos con los que tenido algún rifirafe, verdad amigo Coracinero-. Con estos buenos momentos son con los que me quedaré.
Gracias a todos.
Un saludo
PS: Aunque ya no este le rogaría publicará el artículo pendiente, creo que puede ser de interés para los seguidores de MH. Gracias.
Yusuf y Pilar,
De verdad, yo he tenido rifirrafes con mucha gente, yo defiendo una postura ciéntifica y todo ese rollo y la otra persona se pone a juntar letras como yo y defender algo. Ahí se debe parar el asunto, y ya está, lo importante son las personas. Si no discutimos dentro de la sana discusión, un foro de asentimiento es un rollo.
YO OS PIDO YUSUF Y PILAR QUE RECONSIDEREÍS VUESTRA POSTURA, que por el aprecio a MH y a la libertad de expresión uno tenga que convivir con posturas que las defiende personas antípodas en nuestro pensamiento.
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Esto lo hago a título personal.
Si Moa tiene expresiones que a uno le pueden parecer (de todo punto) intransigentes, allá él, es su opinión.
Me gustaría que me respondieras, Yusuf, y Pilar, si vaís a reconsiderar la postura, como petición que os hago.
Muchas veces, y me pasa a mí más que a otra gente, que las decisiones tomadas en caliente no son a lo mejor las más .... ¿idóneas?
Yo siempre he criticado las ideas y opiniones que para mi pudieran ser cercanas a la extrema derecha, me considero de ideas libertarias, y nunca jamás me ha censurado nadie. Si alguien de izquierdas se ha sentido injustamente tratado tal vez sea porque su crítica no ha sido hecha de la manera correcta y ha rebasado el límite del insulto. Moa insulta decís algunos, yo también lo señalé, pero Moa es una persone ajeno a nuestra asociación y responsable de sus propias palabras, porque no es un articulista ni redactor de MHM, sino un entrevistado. A ver si entendemos el concepto de entrevistado en una publicación. Yo mañana podría entrevistar al Mulá Omar y lo publicaría aquí sin dudarlo, y no por ello MHM se va a identificar con la ideología talibán. Y lo cierto es que Moa emplea el insulto con sutilidad, salvo en dos casos, sin referirse a nadie concretamente con nombres y apellidos, al menos en esta entrevista. Si Zapatero o Rajoy deciden meterle una demanda por decir que colaboraron con ETA (no es la primera vez que lo dicen en medios públicos) pues allá él.
Voy a ser sincero, no hay porqué ocultar nada, MH es responsable de lo que nuestros miembros, que no firman mas que con un nick, pueden decir sobre una persona con nombres y apellidos, siempre y cuando no sean localizados mediante su ip. Esto lo hemos debatido en moderación y consideramos que era mejor prevenir que curar, y por eso se han borrado dos post en los que se aludía a este personaje con palabras insultantes. Podríais decir que es mal historiador, o que sus ideas extremistas no os gustan, ni sus ideas sobre la mujer o sobre los homosexuales, o que no os merece ningún respeto, pero no podéis caer en la pura descalificación llamándolo directamente "t." o "x." o "h." (los que lo han dicho saben a qué me refiero). La decisión tomada ha sido tanto mejor para MH como para quien ha sido censurado. No nos apetecía recibir ninguna demanda por vulnerar el derecho al honor de nadie. Esta decisión no se ha tomado porque estemos contra las ideas de quienes lo habéis criticado, se ha hecho por pura prudencia, y porque como ya he dicho, una cosa es criticar y otra insultarlo.
MH no se identifica con ninguna ideología. Sus miembros a título individual sí, como todo ser viviente, y os puedo asegurar que en el staff hay una variedad ideológica que os sorprendería, a algunos les gustará Moa, a otros no le shará ni fu ni fa y otros no lo soportarán. Asi que eso de calificar a MH bajo prismas ideológicos nanai. Hoy cuando se publica a Moa a algunos no le gustará. Cuando en su día publicamos un artículo, este sí bajo nuestra absoluta responsabilidad, sobre una visión positiva de los movimientos libertarios recientes en Cataluña, nadie entró a llamarnos perroflautas o terroristas, así que mantengamos las formas y sepamos hacer críticas.
Os diré también que no hemos estado seguros de publicar la entrevista en ningún momento. Las entrevistas no se moderan, o se publican tal cual o no se publican. Al final nos decidimos a publicarla en pos de la libertad de expresión y, porque todo sea dicho, en realidad aquí se hablaba de un libro y no de política, aunque ésta estuviera presente en el trasfondo y sea la que al final haya destacado. Con las actitudes de algunos, hablando de injusticia personal, habéis incluso provocado que personas maravillosas de MHM se hayan ofrecido como culpables y responsables, como cabeza de turco por haber surgido todo este barullo. Personas por cierto muy alejadas de cualquier ideología de radicalidad y odio. Personas que consideraron con todo su buena intención que aunque polémica la entrevista sería de interés. ¡Pero si eso ya ha quedado ratificado aquí de sobra!
Os pido por favor P.Flores y Yusuf, que os quedéis. ¿O es que creeis que siempre todo lo que lees debe ser favorable a vuestras ideas? ¿Incluso creeis que sería posible que todos los miembros de un staff tan variado estuvieran siempre de acuerdo con vosotros? Yo en su día tuve unas buenas agarradas dialécticas con Utherkegal, al que por cierto hoy aprecio mucho, incluso también con coracinero, al que ahora considero un amigo aunque a veces nos tiremos vajilla a la cabeza.
Si no os gusta algo publicado lo criticáis y punto, o mejor aún, lo ingnoráis si no podéis soportarlo, pero no se puede huir a ninguna parte cuando leeemos algo que no nos gusta. Si todos actuaramos así la familia humana se hubiera extinguido desde los tiempos del Paleolítico. Siempre en todas partes encontraremos cosas que no nos gustan. Cuando ocurre que uno lee cosas que le pueden parecer una barbaridad nada consigue atacandolas de la misma manera, estamos en un foro de historia y tenéis armas lingúisticas en intelectuales de sobra. Y si no recordad la famosa discusión que mantuvieron en su día Miguel de Unamuno y Millán Astray, las réplica sy contrarreplicas que se dieron... Creo que sabéis a lo que me refiero. Si Unamuno hubiera respondido al estilo de Astray ese enfrentamiento dialéctico lo hubiera ganado Astray de calle.
Por mi parte, tengo que estar de acuerdo con Yusuf, la crítica no es censura, es crítica, y es un truco muy viejo de cierta parte de la derecha de este pais, acostumbrada a insultar y luego victimizarse cuando se le responde. En ningún caso creo que nadie, y en mi caso en particular tampoco, haya pretendido que se retire ni se censure la entrevista, lo que yo he dicho es que ninguna revista de historia seria publicaría nada de este señor, totalmente ajeno a cualquier circulo académico, de derechas o de izquierdas, relacionado con la Historia.
Quiero recordar que en el tiempo que llevo participando en esta página, se ha utilizado y se han abierto hilos sobre este individuo en muchas ocasiones, y en ningún caso se ha pedido su retirada ni nada parecido, simplemente se le ha criticado desde un punto de vista estrictamente histórico, por sus métodos y su evidente sesgo político. Hay muchos historiadores de derechas muy respetables, como Garcia de Çortazar o Tusell (En este caso criticado por la extrema derecha por no hacerle el caldo gordo) aunque no se esté de acuerdo con ellos. Sin embargo este señor simplemente no es un historiador, es un propagandista y este argumento lo he utilizado en demasiadas ocasiones como para que ahora se me tache de censor o intransigente y encima se me prive del derecho de respuesta.
En mi caso ya he comentado a la adminstración que es no participar mas en debates en es web si no se retiraban los insultos y falsas acusaciones vertidas por cierto usuario hacia varios foreros entre los que me incluyo. Como creo que ha pasado un plazo suficientge y no se ha hecho, me limitaré a enviar mis artículos, y si se considera oportuno por parte de la administración, que se publiquen.
SALUDOS.
PARA EL SEÑOR YUSUF
Sería bueno, señor, que no practicase usted lo mismo de que me acusa- es decir de hablar sin leer. Yo señalé que usted no reseñaba más que autores de la escuela del materialismo histórico y afines. Y no es que vaya a entrar en disquisiciones pedantescas sobre escuelas, pues la misma escuela positivista de von Ranke que se preciaba de "científica" metía la pata hasta el fondo muchas veces y no digamos la escuela de los Annales derivando a hacer la historia de minucias irrelevantes.
Por cierto que sería bueno que en lugar de darse autobombo presentase algún trabajo , o al menos tesis coherente, sobre el tema en cuestión. Por ejemplo ¿refuta usted la tesis de Moa de que la guerra civil fue comenzada en 1934 mediante la insurrección armada que las instrucciones escritas y documentadas del Comité insurrecional alientan a convertir en contienda fratricida?, lo que por otra parte no es nada más que la tesis de Lenin sobre la transformación de la revolución en guerra civil.
Enrique Castro Delgado fue el primer comandante del quinto regimiento comunista. Si lo lee-y a tantos otros, como Manuel Tagüeña y su "Testimonio de dos guerras", que mandó el XV Cuerpo del ejército popular en la batalla del Ebro- podrá comprobar cuales eran los métodos "democráticos" que ese partido aplicaba.
Creo que no hace falta que explique en mi caso particular la amistad y aprecio que tengo con P. Flores y el compañerismo que poco a poco he adquirido por Yusuf, ahora no es el momento de sentimentalismos sino de ser realistas.
Simplificar las cosas como lo están haciendo es casi de patio de colegio, y las posturas inadecuadas hacen que brille la inmadurez y la falta de realismo. La realidad es que la ley es para todos y que hoy día no se puede escribir lo que sea y como sea según nos venga en gana, la realidad es que la cuestión no es lo que se escribe sino el como se escribe, lo que vosotros llamáis critica, la ley española lo llama difamación, si en Mundo Historia damos marco a que eso se publique sin que hagamos ni tan siquiera una petición a editar entonces nosotros nos haríamos automáticamente colaboradores de dicho delito y por tanto tendriamos que asumir las consecuencias como organización, incluso alguno de nosotros como responsables podriamos sufrir en nuestro patrimonio tales tonterias.
Algunos miembros del staff de Mundo Historia ya tenemos muuuuuuuucha experiencia en conflictos después de 8 años desde que se fundó, y algunos incluso de antes, vimos lo que ocurria y ya advertimos que esto pasaría. Por que?
Pues porque cuando las personas se desubican pierden el sentido de lo que se puede y no se puede hacer, una publicación como es MHM es lo que es una publicación, desde ella tratamos de ser imparciales, tanto publicamos una entrevista de un autor como de otro o de un personaje con actividad política como lo hicimos en su día y no valoramos si su tendencia es de izquierdas o derechas, mucho menos si nos gusta o no, o si estamos de acuerdo o no, en el caso de Pio Moa sus opiniones están publicadas con su nombre y apellido por lo que es plenamente responsable de las mismas, es muy fácil para los usuarios de MH entrar, insultar, difamar detrás de un nick y encima pensar que eso se va a permitir. Lo peor es cuando encima algunos no solo lo apoyan sino que pretenden coaccionar a está administración solicitando cosas tales como....
Editar la entrevista, borrar contenidos, a parte de acusaciones de parcialidad y que se yo mas cosas que ya he perdido la cuenta y prefiero hacerlo.
Si, algunos piensan que por que den su opinión, esta administración tiene que ceder a todo lo que ellos digan, ni les importan los argumentos que se les mencionan, algunos incluso se hacen los ofendidos, es VERGONZOSA la postura de ellos en este tema y su falta de ejemplaridad y mas haciéndose los representantes de una tendencia política española, es tristisimo que se hagan los defensores de la libertad y sean los primeros que pretendan limitarla y coaccionarla.
Dicho esto, Mundo Historia se limitara a cumplir las normas y la ley como ha hecho hasta ahora, esperamos que como hasta ahora la mayoría de usuarios sean respetuosos y cumplidores, sin irse a extremos que al final nos llevan a esta situación tal como ya veníamos avisando que ocurriría (ya tenemos experiencia en estas cosas).
Para finalizar se felicita a los moderadores y coordinadores por su buena actuación en este tema y se espera de los usuarios reconsideren sus posturas, sino quieren entrar en este tema nos parece muy bien, lejos de coaccionarlos aplaudimos esa decisión.
Un saludo
Administración Mundo Historia.
PD. en este tema por inadecuadas se eliminaron algunas respuestas muy ofensivas, no asi las respuestas que se dieron a partir de las mismas, eso puede dar lugar a ciertas malas interpretaciones.
¡¡Chapeau, señor administrador!!. La libertad es flor delicada y preciosa que hay que proteger para que no se marchite, con el espíritu de la primera enmienda de la Constitución de los Estados Unidos de América.
- El Congreso no hará ley alguna con respecto a la adopción de una religión o prohibiendo el libre ejercicio de dichas actividades; o que coarte la libertad de expresión o de la prensa, o el derecho del pueblo para reunirse pacíficamente, y para solicitar al gobierno la reparación de agravios.
Hay una cosa en todo esto que nunca he terminado de entender.
Me refiero al asunto de Moa sí-Moa no.
Vamos a ver. Asumamos –como mucha gente asume- que todo lo que dice Moa es mentira, o bien absurdo, de manera que sus tesis no resisten el análisis de cualquier persona dotada de una inteligencia digamos que normal.
Si eso es cierto, no entiendo dos cosas: la primera, por qué ese afán en censurar a Moa. Si sus tesis son manifiestamente falsas o absurdas, ¿no se pone en evidencia él mismo?¿por qué ese paternalismo de decirle a la gente lo que tiene que leer o dejar de leer, o imponerle la visión, llamémosla, ortodoxa, mayoritaria, académicamente correcta, o como se quiera?
Por el contrario, parece que Moa genera dos tipos de reacción, y ninguna de ellas es la indiferencia, como debería de ocurrir con un supuesto friki que no puede, engañar a personas medianamente sensatas: la de aquellos que desmontan –o dicen desmontar- sus tesis, cosa que podría entenderse superflua si tan falsas o absurdas son, y otra que es la de la descalificación y el insulto aderezado con la falacia “ad hominem”: lo dice Moa, ergo es mentira.
Tomarse tanto tiempo por parte de unos en oponerse a lo que dice Moa me hace pensar que este señor no anda tan descaminado en lo que dice; igualmente, me parece loable que se genere debate.
Por el contrario, recurrir al insulto, a la descalificación, me parece peligroso, además de infantil. Es poco menos que pedir la censura sin más ni más. Eso cuando no se pide directamente la prisión, como ya ha sucedido con el personaje que nos ocupa.
Esto, además, trasciende ya también de la cantinela de si Moa es o no historiador. Estamos hablando de cosas que son de sentido común, y por lo tanto no es preciso tener un título para ver que el insulto, la censura o la descalificación personal no son argumentos para rebatir a alguien. Eso sin olvidar que muchas veces se dicen y escriben cosas sin sentido o contrarias al sentido común… teniendo títulos universitarios.
Estoy estupefacto viendo las reacciones ante la entrevista a Pio Moa, conociendo al personaje uno esperaba unas declaraciones infinitamente mas incendiarias, pero a pesar de ser notablemente más moderado que en sus declaraciones publicas, ha recibido estopa por todas partes, llegando a formarse una pataleta mas propia de un jardín de infancia.
Coincido con las declaraciones de mi predecesor, parece que hay un sector de la sociedad especialmente enconado contra este señor, entenderia que lo estuviera, si Moa inventara sus argumentaciones, pero para ello, nada mas simple que demostrarlo con documentación de la epoca, ya que muchas veces los testigos son juez y parte, pero aún así siempre se ha denigrado publicamente a cualquier testigo que no repitiera el mantra de la Arcadia feliz que se vivia en los tiempos de la republica. No importa que se aporten pruebas de los diarios de sesiones de la epoca, o articulos escritos en las diversas publicaciones de izquierdas de la epoca, de los archivos desclasificados de la ex-unión sovietica, o las declaraciones de testigos de absoluta relevancia en la epoca, como lo fueron Besteiro,Azaña o Tarradellas entre otros muchos, el mantra ha de mantenerse inamobible y si se pretende variar es a causa de una supuesta conjura de la extrema derecha. Las fuentes jamas pueden ser las opiniones personales de ningún historiador, ni las de Moa, ni las de Preston, ni las de nadie.
Nadie niega que tras la guerra se sufrió una dictadura que fué especialmente ferrea hasta entrados los años 50, pero ello no significa que el periodo republicano fuese un remanso de paz, no lo podia ser, porque los partidos politicos no eran partidos politicos como los conocemos hoy en dia, no buscaban el bien común, ni la alternancia en el poder, eran partidos revolucionarios que trataban de imponer su ideologia al resto de la sociedad, nisiquiera se dividian entre izquierdas y derechas, puesto que entre las propias izquierdas habia numerosas fracciones con comportamientos absolutamente cainitas, por no mentar a los grupos anarquistas.
Parece ser que Moa esta vez no escribe como historiador, sino mas bien como novelista, situando el contexto de su novela en la parte de la guerra civil que estaba ocupada por el frente popular, ignoro sobre su calidad como novelista, a mi personalmente me saturó como historiador, puesto que en alguna de sus obras, el 70% de la misma esta dedicada a refutar ataques personales en lugar de plantear los sucesos con la asepsia propia de un cirujano, la cual, sería lo deseable en todo historiador. Dicho todo lo anterior, le concedo la originalidad del tema planteado, pues siempre se idolatra a un bando concreto y se demoniza al contrario, como si se pudiera idealizar a alguno de los multiples bandos(otra cosa es lo que sucedio tras la guerra). Yo al leer el titulo de la novela, automaticamente evoqué como me habian contado que tras los bombardeos que sufria Barcelona, partidas de mienbros del frente popular se dirigian a los domicilios de la calle Balmes, Aribau,etc, donde escogian un piso al azar, acusaban a sus ocupantes de colaborar en los bombardeos señalizando objetivos, para a continuación llevarlos a la rabassada y fusilarlos. Hoy en dia se nos vende que Franco entró en la ciudad condal practicamente a sangre y fuego, cuando la verdad es que los habitantes le recibieron con los brazos abiertos, pues el acabaria con el regimen de absoluto caos e impunidad que se vivia en la ciudad, donde individuos armados egercian sus desos y llevan a cabo sus vendettas personales sin ningún control, una simple deuda podia saldarse con la ejecución del prestamista,etc. Basta con recordar los tiroteos y masacres vividas en Bcn en el año 1938, tan vividamente descritas por Orwell, o por quien tenia mayor numero de datos en aquel momento, el que era entonces el consejero de asuntos publicos, un tal Tarradellas.
Por cierto ninguna fuente mejor que el propio Tarradellas, tanto en los sucesos de la ciudad condal, como los previos al intento de golpe de estado y declaración de independencia del año 34, no solo por sus cargos publicos, sino porque nadie mejor que el puede hablar sobre Macià(era su suegro). Esa fuente como otras tantas de la epoca, sirve para ver que la guerra no se inció como si fuese una combustión espontanea, o un impulso irresisteble de unos militares que simplemente querian asumir el poder, en realidad aquello era una degollina prebelica, tanto de un bando como de otro, pero especialmente potencia por los partidos de izquierda tras la perdida de las elcciones, supongo que es a ese caldo de cultivo alque se refiere Moa, cuando lo compara con la actualidad, hay parecidos, pero notabilisimas diferencias, hoy no se asesina a los rivales por la calle, ni se exhuman cadaveres para mostrarlos en la via publica, ni se queman bibliotecas, colegios, iglesias, etc.
Lo siento, pero la Arcadia soñada nunca existió, ni existieron unos valientes internacionales que acudieron a luchar en pro de la libertad, vinieron aqui para realizar una revolución que no tenia nada de democratica, buen ejemplo de ello eran las selecciones de dicho personal efectuadas por los diversos agentes estalinistas, eso no significa ensalzar la repugnante dictadura, ni a los desmanes de las tropas africanas, ni al abominable Queipo de LLano, o a los fascistas, me da igual que fueran españoles,italianos o alemanes . Lo que no se puede hacer es ensalzar a uno u otro, sino relatar desapasionadamente los sucesos, por ello, lamento que ha dia de hoy se ensalce a Companys como un heroe de la libertad, el mismo heroe que espeluzo a Azaña cuando este visitó Barcelona.
Hace unos días, me despedí de MH, tras la decisión de su directiva de desestimar mi petición de retirar de la entrevista realizada ( por y para esta asociación cultural) al señor Pío Moa, en lo concerniente a su acusación a D. José Luis Rodríguez Zapatero y a D. Mariano Rajoy, de colaboración con la banda terrorista ETA: petición que fundamenté en la infamia que tal acusación supone contra las dos figuras de más alto rango institucional en nuestro estado de derecho; por tanto, una infamia que atenta claramente contra mi país, mi nación y el Estado Español y su Constitución.
La acusación de alta traición a España hecha a estos dos presidentes, es gratuita, dada la falta de pruebas sobre la misma;
lejos de suponer esa libertad de expresión sobre la que se ampara, es una flagrante violación de toda libertad, es una aviesa tergiversación, una perversión del leguaje.
Que al intento de evitar la difusión (a través de una revista de divulgación cultural dirigida a los interesados en los hechos de la Historia ) de tal bulo y semejante infamia, se la califique de infantil para con ello minusvalorar el argumento y quitarle toda credibilidad, en lo personal no me afecta lo más mínimo, pero si me preocupa y mucho, lo que este tipo de cosas pueda suponer en el pensamiento, en la mente de quienes las leen; especialmente en los más jóvenes, máximo dado el delicado momento que, en lo económico, pero sobre todo en lo político y lo social está atravesando España.
Lo que necesita este país, no son calumnias intoxicantes como la que hace el señor Moa, sino una critica constructiva y a fondo de la política española y de sus dirigentes por parte de los ciudadanos.
Hay motivos y muchos para hacer esa crítica de bisturí, absolutamente necesaria para que la política discurra por sus cauces, para que vuelva a cumplir con su función de estar al servicio a todos los ciudadanos: algo que no será posible si quienes han jurado o prometido ese cumplimiento, no lo cumplen con todo rigor . Hagamos pues esa crítica responsable y necesaria para preservar el Estado de Derecho, pues siendo cierto que todo régimen político es imperfecto: la democracia, salvaguardada de la lacra de la corrupción (a través, entre otras cosas, de un poder judicial desligado del ejecutivo), debidamente protegida de la ambición desmedida de poder, ( mediante, las listas abiertas en los procesos de elección y, entre otras cosas, mediante una revisión del poder de los presidentes autonómicos, para que no acabe de convertirse de manera irreparable en el de un auténtico señor feudal y España retroceda al Medioevo), la democracia bien regulada, es el menos malo, de cuantos regímenes conozco.
Hace, creo tres días, la periodista del Diario el Mundo, Esther Esteban, hablando de la tensión que se estaba viviendo en España, manifestó perplejidad y preocupación ante lo que calificó de un furor y un ardor guerrero, como no recordaba haberlo visto nunca en las redes sociales de Internet. Recuerdo y algunos tal vez lo recordéis, que hace un tiempo también yo escribí en MH sobre ese mismo fenómeno considerándolo un negro presagio para España.
Con poquísimas dudas, los prendedores de esos fuegos no están entre los jóvenes de hoy, están entre aquellos de ayer que nunca vieron con buenos ojos la concordia entre todos los españoles. Lamentablemente, erramos al creer haberles derrotado cuando dejamos de llamarnos, unos a otros, o rojos estalinistas, o nazis fascistas; cuando decidimos dejar de ser tétricas marionetas en manos de unos radicales extremistas tanto de la extrema derecha como de la extrema izquierda. Nuestras redes sociales, nos devuelven esa lúgubre y peligrosa realidad.
Tenemos que cortar, en la medida que podamos, por más que cueste hacerlo, todo aquello que nos lleve a volver a enfermar de locura colectiva. Tenemos que ser conscientes de que uno de los caminos que conducen a hechos difícilmente reparables, son las calumnias. ¿recordáis el caso Dreyfus?.
Todo lo anterior ha sido a modo de despedida, pues me he dado cuenta de que lo hice sin ofrecer de manera adecuada mis razones para ella; he querido remediarlo tanto en cuanto a las explicaciones, como en lo que se refiere a lo personal dentro de mi respeto a todos, propio de los lugares donde habita la convivencia dentro de las diferencias de cada uno. A todos gracias por vuestra acogida, vuestras enseñanzas, y vuestra cordialidad. A todos mucha suerte.
De manera más particular, ( derivada sobre todo de una mayor lectura, o del hecho de un mayor coincidencia en los foros en el que se comparten y contrastan opiniones, pensamientos y emociones) quiero ofrecer
unas palabras de despedida a algunos de vosotros
Galland, quiero decirte que mi amistad y mi aprecio no ha cambiado en absoluto, que aquí tú y tu familia tenéis una amiga.
Buenaventura66 y Yusuf , un cálido y muy cariñoso saludo para ambos.
Tito: si yo tuviese algo muy frágil a quien proteger, como una nietecita, la pondría en tus manos.
Coracinero: quien no ha perdido el conocimiento por amor , haya sido en la barra de un bar, o en cualquiera otro lugar, no ha vivido del todo. Me alegra sinceramente que hayas tenido el privilegio, no todos lo han tenido, de esa inolvidable experiencia humana.
Matiere: aun me emociono al recordar aquel viaje a tu tierra : que belleza y que paz tan honda la de aquellos lugares.
Tisner: sin duda alguna, el Barça hoy es el mejor equipo de futbol del mundo mundial. Enhorabuena por ese balón de oro.
Loli, de ti me quedo con tus fotos, especialmente de aquella en la que llevabas esas sandalias tan bonitas para celebrar el Nuevo Año. Me encantaron
Hartman: me recuerdas a los luchadores de esgrima J, con la espada ( la del razonamiento ) dando estocadas acá y allá . Sigue así de combativo.
Manolillo: espero que tengas en la UNED a Pilar como profesora, la conozco personalmente y es, además de una buena profesional, una persona encantadora. Suerte con esos estudios y mucho ánimo.
Matabishos: si vuelves por Benidorm me gustaría tomar un café contigo.
Un abrazo.
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