Florecieron en la 1era mitad del I milenio aC., siendo las referencias históricas grecolatinas muy posteriores, de las que destacan Herodoto y Plinio, así como en un principio la Biblia. La mención en la Biblia de Tarsis hizo que el jesuita Juan de Pineda considerara en 1580 que el pasaje en el que unas naves cargadas de riquezas volvían a Fenicia desde la remota Tarsis, considerando que era el fiel reflejo de la Tartesos grecolatina, fusión de conceptos que perduró hasta hace poco, pero la investigación actual descarta una ubicación occidental para la Tarsis biblica.