Little Big Horn - 25 junio 1876
En el viejo Oeste la violencia estalló cuando los colonos invadieron las tierras indias. Estas llanuras centrales eran tierras ocupadas por tiempo inmemorial por etnias nativas como los Dakotas, Crow, Comanches o Cheyennes. En la época en que ocurrió esta batalla, el enfrentamiento entre “pieles rojas” y blancos tenía dos siglos de historia. Remontémonos a la primera confrontación, entre los colonos ingleses que se establecieron en Jamestown, en el estado de Virginia y los indios de la Confederación Powhatan , la cual ocurrió en 1607. Los guerreros indios se negaban a que les invadieran las tierras y lucharon valientemente. Este conflicto acabó con el casamiento de Pocahontas con el colono John Rolfe, en 1614. Este matrimonio entre dos razas trajo un periodo de paz entre ambos contendientes, pero de muy breve duración.
Tras diversos encuentros en las guerras indias, las tribus fueron derrotadas y las asentaron en tierras proporcionadas por el gobierno estadounidense, pero crearon un problema al ferrocarril que debía unir las costas del este y oeste y que forzosamente atravesaría el territorio indio, con el consiguiente exterminio del búfalo, verdadero sustento de los indios, ya que de él aprovechaban todo, desde su carne hasta sus huesos. Antes de la Guerra civil entre estados, el gobierno de Washington era partidario de mantener a los indios en el oeste del Missisipi. En 1867, comenzaron a asentar a las tribus en reservas, alejadas de sus territorios de origen.
Pero en 1875, la masiva llegada de buscadores de oro a la zona de las Colinas Negras(Black Hills), la cual era reserva Iakota-como gustaban llamarse ellos mismos a los conocidos por sioux y era un territorio sagrado para ellos-enojó a los nativos y provocó la partida de estos de sus reservas. El gobierno, lejos de tolerarlo les dio un ultimátum que vencía el 31 de enero de 1876, pero los indios alegando su condición de nómadas, se negaron a volver a las reservas. Instando a intervenir al propio presidente Ulysses Grant, el cual les advirtió” Sino hacen caso y se niegan a irse, alertaremos al Departamento de Guerra y les declararemos como indios hostiles y enviaremos a las tropas para obligarles a obedecer a la Agencia India”.
(Buscadores de oro en una explotación en el río)
El ex general George Amstrong Custer, bajo las órdenes del general George Crook encabezó varias operaciones de castigo contra los indios y fue uno de los encargados de cumplir las órdenes del Presidente. Pero el jefe sioux Caballo Loco(Tasunka Witko) no estaba dispuesto a abandonar las tierras de sus antepasados sin luchar y su destino estaría ligado al de Custer , en las cercanías del río Little Big Horn en Montana, pero vayamos paso a paso para luego retomar este pasaje histórico.
GEORGE AMSTRONG CUSTER
Salido de la academia militar de West Point en 1861, año en que estalló la guerra de la Secesión , Durante esta contienda obtuvo varias victorias en situaciones estratégicas difíciles con arriesgadas maniobras de ataques relámpago y rápidos desplazamientos de la tropa. Era un verdadero entusiasta del general napoleónico Murat. En Gettysburg , por ejemplo, Custer hizo frente a la caballería confederada del general Jeb Stuart-imbatible hasta ese momento-cargando contra su vanguardia y haciéndolo retroceder. Al cabo de dos años y cuando tenía 23 años, ya era conocido como el joven general. Siempre impulsivo y alborotador, su arrojo nunca se puso en duda , pero sus hazañas, siempre costaron muy caras, sobre todo en muertos y heridos.
Después de finalizada la guerra pensó en dedicarse a la política en el Congreso, y discutió en público el trato que debía darse a los estados del Sur, inclinándose por la moderación.
George Amstrong Custer persiguió durante toda su vida una gloria que solo la muerte le proporcionó cuando él y sus hombres fueron masacrados en el curso del enfrentamiento inmortalizado como el ultimo combate de Custer.
El general Sheridan tomó aprecio a Custer y al finalizar 1864 este último mandaba una división. En julio de 1868 un año después de luchar en la guerra , Custer, paso del rango de general en tiempos de guerra a teniente coronel en el ejército regular, recibió de Sheridan el mandato de dirigir una operación de castigo contras las tribus indias de los cheyennes y los arapahoes. Con 700 soldados del 7º de Caballería encontró un campamento indio en el río Washita y masacró todo el campamento, incluidos hombres mujeres y niños, en una de estas clásicas matanzas que fueron la deshonra del ejército norteamericano en la segunda mitad del siglo XIX. El comandante Elliot y 19 soldados al vez huir a los indios se dispusieron a perseguirlos. Un explorador advirtió del tiroteo en la parte más baja del valle; Custer no prestó atención y se retiró con su regimiento casi intacto. Pero a menos de 3 kilómetros del poblado devastado por Custer, otro colono descubrió los cuerpos mutilados de Elliot y sus hombres.
(Emblema del 7ª de Caballería)
DAR CAZA A LOS NATIVOS
(Buscadores en busca del preciado metal precioso)
En la primavera de 1876, miles de colonos invadían el oeste en busca de fortuna, mientras los indios veían, una vez más, amenazado su modo de vida. Desde el este cada vez más colonos accedían a la Gran Pradera de los hunkpapas-una de las siete tribus sioux-, y para empeorar las cosas para los indígenas, en el oeste se empezaba a construir el “Caballo de Hierro”, nombre dado por los habitantes de la pradera al ferrocarril, bajo la protección del ejército, que iba hacia los campamentos de los buscadores de oro alrededor de Virginia City, en la actual Montana.
(Gambusino buscando oro en el río)
En mayo de ese mismo año, el gobierno de la nación envió dos mil quinientos soldados de caballería contra los sioux y cheyennes. Estos soldados estaban distribuidos en tres columnas que partieron de lugares muy distantes, en cientos de kilómetros, entre ellos el 7º de Caballería, creado el 21 de mayo de 1866 y con base en Fort Riley(Kansas), mandado por el teniente coronel George Custer, apodado Cabellos Largos “Hi-Es-Tzie” por los indios, formando parte de la 3ª columna, bajo el mando del general Alfred Terry. El teniente general Philip Sheridan preparó contra los indios una triple operación; el general Cook marcharía al norte desde fuerte Fetterman, el coronel Gibbon iría hacía el este desde fuerte Ellis y el general Terry se encaminaría al oeste desde fuerte Lincoln. Las tropas de Terry comprendían el 7º de Caballería , cuyo coronel Custer estaba relegado del mando por disgustar al presidente Grant. Pero Terry insistió en que Custer , buen conocedor de la región le acompañase y Grant cedió. Todo esto como parte de una operación para realizar una maniobra envolvente.
(“The Last Stand” , cuadro de Frederic Remington sobre la batalla)
Si embargo estos desconocían que casi siete mil indios, entre ellos cerca de dos mil guerreros, se habían unido a los sioux y cheyennes, bajo el mando del jefe Iakota, Sitting Bull (Toro Sentado) y Crazy Horse(Caballo Loco), los cuales reunieron una coalición de sioux, arikara, cheyennes, arapahoe, y otras tribus en un gran Consejo de Guerra, en Rosebud Creek, al sur de Montana. Mientras tanto, las tres columnas del ejército se acercaban desde el sur, este y oeste, siendo la prima de las columnas avistada por los exploradores cheyennes el 16 de junio; unos mil trescientos soldados al mando de Crook. Sin esperar ningún apoyo del resto de las tribus, los hombres de Caballo Loco decidieron lanzar un ataque, ya que querían evitar a toda costa, que el ejército se acercara al campamento indio. Al amanecer, Caballo Loco con más de mil guerreros, cargó contra Crook , antes de que sus tropas estuvieran situadas, cogiéndoles desprevenidos en la orilla del Rosebud, estos ataques por sorpresa eran algo inusual en los indios. Este ataque sorpresivo provocó que algunas de las tropas quedaran aisladas de la principal, con serio riesgo de ser aniquiladas. El mismo Crook fue salvado por sus exploradores absarokes y shoshones, que lograron rechazar varios de los ataques indios. Sin su ayuda, los soldados habrían sido diezmados. Caballo Loco había logrado, con verdadero éxito, detener la marcha de esta columna , e infligido numerosas bajas , viéndose obligado Crook a volver a su base de operaciones, en la cual estuvo seis semanas, reponiéndose del duro golpe sufrido. Después de esta sonada victoria, los sioux y cheyennes desplazaron su campamento al norte, en la orilla occidental del río Little Big Horn, donde habían encontrado buenas tierras y muchas manadas de búfalos.
El 21 de junio en la confluencia de los ríos Rosebud y Yellowstone, Terry accedió al ardiente deseo de Custer de tener bajo su mando una unidad autónoma. Este debía remontar unos 150 km. el Rosebud antes de girar a la izquierda en el valle de Little Big Horn. Rechazó imprudentemente la proposición de Terry que le ofrecía cuatro escuadrones suplementarios del 2º de Caballería y también dos ametralladoras Gatling y el 22 de junio partió hacía su destino, con doce compañías del 7º de Caballería , unos 750 hombres, armados con una carabina Springfield, calibre 45-70 y cien cartuchos, así como un revolver Colt 45, modelo 1872, con veinticinco cartuchos, prescindiendo en esta ocasión de los sables.
(Ametralladora Gatling fue la primera arma de fuego de repetición que tuvo éxito, combinando alta cadencia de fuego, fiabilidad y fácil recarga en un solo movimiento.)
Custer apremió el paso y el 24 de junio, por la tarde, ya había recorrido 110 km y a pesar del cansancio de hombres y monturas al acabar dos fatigosos días y medio , rechazo hacer un alto e inició una marcha de noche hacía Little Big Horn que acabó de agotar a sus hombres. Cuando se detuvo, al amanecer del 25 de junio, Custer por fin, dio orden de descansar a sus tropas con vistas al ataque del día 26, fecha que estaba prevista la llegada de Gibbon. Pero sus exploradores le indicaron que a menos de 25 km. al nordeste había un campamento indio como no habían visto hasta entonces. Le llegó un segundo informe en el que decía que parecía que los indios iban a levantar el campamento en breve . La tentación pudo más que él y dio inmediatamente orden de ataque, antes que los indios se marcharan.
(Custer rodeado de sus exploradores indios, delante de una tienda del ferrocarril Northern Pacífic en 1873, en el transcurso de la expedición a Yelowstone. A su derecha, su explorador favorito Cuchillo Sangriento, de la tribu de los Crow, el cual se encontraba con Reno el día 25 y fue de los primeros en caer en Little Big Horn)
Sus exploradores le habían advertido que habían muchos sioux y cheyennes, y que el regimiento no disponía de muchas municiones, pero él sonrió seguro que podía dispersar a una banda de salvajes, de unos 1.500 a lo sumo. Estaba muy equivocado ya que un reconocimiento más exhaustivo le hubiera apercibido que allí habían unos 3.500 pieles rojas.
(Mapa de la batalla de Little Big Horn)
Como ya hizo en Washita, dividió sus fuerzas para atacar en varios flancos a la vez. Tres escuadrones partieron con el mayor Marcus Reno, otros tres con el capitán Frederick Benteen y uno con capitán Mc Dougall , quedó en la retaguardia con las municiones. El propio Custer tomó cinco escuadrones. Benteen debía marchar al sudoeste, hacía Little Big Horn, para atacar todo aquello que encontrara, Reno debía atacar el campamento por el flanco sur y Custer marcharía al norte y se ocultaría detrás de las colinas para atacar por la otra cara.
Tras avanzar 16 kilómetros, Benteen no encontró al enemigo, por lo que dio media vuelta y marchó tras Custer. Mientras Reno atacaba el campamento indio por el sur, para desviar la atención de los indios, pero estos al grito de “Hoka Hay” (Hoy es un buen día para morir), unos mil guerreros partieron de inmediato a repeler el ataque, en este momento Caballo Loco tenía bajo su mando siete tribus: (hunkpapas, sans arc, pies negros, miniconjou, brule , cheyennes y oglagla), además de un pequeño grupo de two-kettles y arikara. Caballo Loco obligó a Reno a replegarse hasta un pequeño bosque, al lado del río, donde le forzó a los soldados, ocultos en los árboles a salir con un hostigamiento a distancia, mediante una lluvia de balas y flechas, obligando a los soldados a atravesar el río, perdiendo unos 30 hombres en el intento. Esto se convirtió en una retirada en toda regla cuando Reno estaba atrincherando a sus hombres en una colina del sur.
Mientras Custer desde las alturas divisó un mar de “tipis” (tiendas de los indios), donde todo parecía desarrollarse normalmente, por lo que los indios no se disponían a levantar su campamento. Había destacado a Benteen para nada, ordenó a su corneta ir en busca del capitán para hacerlo regresar, trayendo las reservas de municiones.
(un tipi, tiendas que servían de hogar a los guerreros indios.)
En el momento que el enlace, un inmigrante italiano que apenas hablaba el inglés se disponía a salir, Cooke, un adjunto de Custer le dio un mensaje escrito a toda prisa :” Benteen, venga. Gran poblado. De prisa. Traiga refuerzos.W.W. Cooke PS. Traiga refuerzos” Esta nota garabateada es la última señal de vida que se tuvo de Custer y sus 225 hombres.
(Guerrero cheyenne.)
Mientras tanto Custer estaba convencido que cogería a los indios por sorpresa, cuando estos se dirigían al sur contra Reno, atravesó el Little Big Horn y atacó el campamento indio por el extremo norte. Los indios se encontraban entre dos flancos y Caballo Loco debió decidir si marchaba contra Reno, desprotegiendo su campamento o enfrentarse con Custer, o ambas cosas a la vez porque disponía de fuerzas suficientes para ello. Cabellos Largos se acercaba con sus soldados al galope y eran la mayor amenaza y Caballo Loco eligió enfrentarse a Custer, la decisión fue un acierto.
Mientras tanto , Toro Sentado planificaba la estrategia para proteger niños y mujeres en el campamento y decidió trasladarlos en pequeños grupos, más difíciles de localizar por los hombres de Custer.
(Los indios con sus armas tradicionales-tomahawk, cuchillos de escalpelo, lanzas y flechas-estaban mejor preparados para el combate cuerpo a cuerpo que los soldados de Custer que habían prescindido de sus sables, para mitigar el ruido. Además con sus Winchester de 1866, con cargador, era bastante superior a la carabina Springfield de la caballería de 11 mm. de retrocarga. Esta fue el arma de ordenanza del ejército estadounidense hasta la década de los 90. Esta carabina fue bautizada con el nombre de la ciudad de Connecticut, donde residía la fábrica de armas del 1794 a 1796. El Springfield se alimentaba bala a bala, por tanto era más lento que el Winchester 44, también de 11 mm. fusil de repetición que podía disparar 13 cartuchos.
Mientras el Winchester fabricado para abrir fuego a lomo, era un arma muy fiable, adoptado por los pioneros durante la conquista del Oeste, fue también muy popular entre los indios, que lo consiguieron a través de los traficantes. Se cree que en Little Big Horn, uno de cada cinco indios portaba un Winchester.)
LAS FLECHAS CONTRA LOS RIFLES
Para los guerreros indios era indispensable protegerse en las irregularidades del terreno del fuego de los rifles, pero sobre ellos las flechas tenían una gran ventaja , puedes estar escondido sin sacar la cabeza y lanzar las flechas hacía lo alto, pierdes en precisión pero estás a cubierto. Con el rifle has de sacar la cabeza para apuntar y disparar y una vez hecho produces una pequeña nube de polvo gris que facilita tu localización. Bajo una lluvia de flechas cayeron muchos de los hombres de Custer, muertos o heridos, los cuales desmontaron y formaron una línea defensiva delante de sus monturas, pero los indios ahuyentaron a los caballos que huyeron con las municiones.
Poco después Benteen y el resto del 7º de Caballería se reunieron con el comandante Reno, se encontraron con una masa impresionante de pieles rojas y decidieron retirarse a su perímetro defensivo. Custer cuando descendió de las colinas se vio cercado por unos 1.500 indios, estando al límite de sus fuerzas y en campo descubierto, se retiró hacía la derecha para intentar alcanzar una elevación en el terreno norte de las colina, donde poder colocarse defensivamente en círculo y esperar refuerzos.
Pero Caballo Loco mientras los soldados buscaban desesperadamente escalar la colina, condujo otros 1.500 guerreros por el flanco de la orilla opuesta a lo largo del Little Big Horn , que atravesaron para atacar a Custer por la espalda y atraparlo en un cerco mortal antes de que pudiese alcanzar la cumbre. Probablemente todo acabaría en media hora. La jornada había costado a los indios unos 40 guerreros(otras fuentes hablan de 200) , mientras el único superviviente del 7º de Caballería fue el caballo de un oficial, de nombre “Comanche”. Después de la batalla la prensa y la opinión pública hicieron de Custer un héroe, pero la historia le ha tratado de otra forma.
(Guerrero Sioux, en la pradera)
ERRORES TÁCTICOS DE CUSTER
El peso de su pésimo historial como cadete en la Academia Militar de West Point, le pasó factura en este encuentro en el que perdió la vida: primero fue su decisión de rechazar a aceptar los refuerzos de Terry , su desobediencia a la orden de ese mismo general de no atacar antes de que llegara la fuerza principal, sus marchas agotando a sus tropas, para llegar al campamento indio antes de Gibbon, con el resultado que hombres y monturas llegaron extenuados a la batalla final.
(Jinete Sioux portando la bandera de los EE.UU. después de la batalla)
Sin embargo, si la fuerza de Custer no se hubiera fraccionado y a pesar de contar los indios con rifles de repetición , las carabinas Sprinfield tenían un mayor alcance y el fuego cohesionado de una fuerza militar (750 hombres) hubieran podido enfrentarse a los dos mil guerreros en condiciones…..siempre claro está que estos estuvieran en terreno descubierto, en las grandes praderas, no en el cañón del Little Big Horn donde Custer precipitó a sus soldados, con un terreno impracticable, lleno de matorrales y árboles, donde los guerreros indios se acercaban sin ser vistos.
Cuando la situación se volvió crítica, Custer envió a un pequeño grupo de cinco hombres, montados en busca de Reno y Beenten, ninguno de ellos salió con vida de la batalla. Otra medida desesperada de Custer , fue enviar a la compañía E, con 40 hombres, desmontados hacía el río. La única explicación para esta maniobra era que Custer los quería hacer servir de cebo , mientras él podría huir. Esto tenía un precedente en la historia de Custer, ya que en la acción de Whashite River contra los cheyennes, abandonando 19 hombres a su suerte, los cuales acabaron muertos. Pero Caballo Loco no cayó en la treta y pensó con buen criterio acabar primero con Custer y después seguir con los hombres de la compañía E.
En resumen, la fuerza de Custer era lo bastante poderosa, unida, y contando con el resto de tropas, para siguiendo las órdenes del Gobierno, “empujar” a las tribus indias a sus reservas, no aniquilarlas, como está claro pretendía Custer, repetir lo realizado en el río Whashita, en Oklahoma, destrozando la mayor concentración de tribus indias. Aunque esta idea hoy en día nos pueda repugnar, en aquella época era lo que esperaba la opinión pública norteamericana.
(Monumento nacional erigido en memoria de la batalla.)
Little Big Horn como algunos de los combates entre británicos y zulúes demostró que no pueden menospreciarse el valor de las fuerzas no regulares, en especial cuando aparte de llevar la iniciativa, estas cuentan con un caudillo que sabe explotar todas las cualidades de sus hombres y sacar el máximo rendimiento de los errores del enemigo. Esta victoria de estos irregulares tantas veces menospreciados sobre un regimiento de caballería al mando de un oficial de prestigio como Custer, debió de servir de experiencia para que hechos similares no se repitieran. Siendo esta batalla la primera vez en la historia de las guerras coloniales en que los guerreros nativos disponían de una mayor potencia de fuego que un ejército regular de un país civilizado.
Pero Custer cometió una serie de errores imperdonables, como no tomar las debidas precauciones en este caso básicas, debido que se hallaba en un territorio enemigo que le era adverso, los británicos padecieron experiencias similares en las guerra de los bóer. Otra de las batallas que ocurrió lo citado anteriormente fue la de Dien Bien Phu, el menosprecio por el enemigo más una mala planificación fueron el resultado de una de las batallas más famosas del siglo XX, en las que las fuerzas de élite francesas con apoyo aéreo se dejaron cercar y vencer por un enemigo más débil, el Viet Minh. Little Big Horn no deja en buen lugar a Custer, en cuanto a jefe táctico.
La importancia de Little Big Horn reside en que fue una de las pocas batalla en la cual los indios vencieron a los norteamericanos y fue el canto del cisne de los guerreros indios , ya que la muerte de Custer encolerizó a los norteamericanos. Se reforzaron las tropas que dieron caza a Toro Sentado y Caballo Loco , en las batallas posteriores, La Horquilla de la Mujer Loca y Monte del Lobo, y los sioux nada pudieron contra la artillería estadounidense y fueron masacrados. Caballo Loco se convirtió en el objetivo de las tropas de los EE.UU y fue sorprendido a los pocos meses en su campamento de invierno por el general Nelson A. Miles , logrando escapar , pero unas semanas después se rindió al general Crook, en Rosebud. Tan solo meses después de Little Big Horn era asesinado a bayonetazos por los soldados del fuerte Robinson. Toro Sentado huyó al Canadá con algunos de sus guerreros, donde permanecieron hasta 1881. Murió, ya anciano después de participar en el show de Buffalo Bill , el 15 de diciembre de 1890, cuando iba a ser detenido, debido a la aún autoridad moral que ejercía entre los indios. Pero esta detención que acabó con su vida, alimentó la idea que se trató de un crimen político. Esto ocurría días antes de la batalla de Wounded Knee, el 29 de diciembre de 1890 donde el resto de tribus indias fueron vencidas.
(Monumento a Caballo Loco, en el monte Rushmore, mucho mayor que la esfinge de los cuatro presidentes, con las cuales rivaliza en número de visitantes.)
Como es sabido, el gobierno de los EE.UU, confinó a los sioux y cheyennes en las reservas y se apoderó de sus tierras .El mayor triunfo de los indios se convirtió en una tragedia y el que lo hizo posible, con su loca jactancia, George Amstrong Custer, se convirtió en un héroe popular.
(Custer fue enterrado, con honores militares, en el mismo campo de batalla de Little Big Horn, pero años más tarde su cadáver fue exhumado y enterrado en la Academia Militar de West Point.)
(Custer interpretado por el actor Errol Flynn, en el film “Murieron con las botas puestas” de Raoul Waslh.
Autor.: Josep Subirats
FUENTES
La batalla de Little Big Horn, por Wickipédia.
Little Big Horn, por Artehistoria.
Little Big Horn, La Historia en la guía 2000.
Cavalier in Buckskin: George Amstrong Custer and the Western Military Frontier, by Robert Utley, University of Oklahoma Press, revised 2001.
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Buen trabajo Josep, acabo de leer el relato de Custer y me a gustado.
saludos
El general Custer dio una lección antológica de incompetencia militar. Cometió todos los errores posibles. Fue glorificado tras su muerte por morir "con las botas puestas", algo que gusta en un general; pero de un general habría que esperar que supiera guiar bien a sus soldados y que ahorrara sus vidas, mejor que morir gallardamente en medio de una masacre. Unos 270 soldados americanos perdieron inútilmente la vida (las cifras de muertos indios son totalmente especulativas, nunca se conocerán ni siquiera aproximadamente, creo que no tiene sentido dar ninguna cifra... fueron menos que los soldados americanos seguramente, eso es todo lo que se puede decir).
Hay otros ejemplos de incompetencia militar que crean una derrota de lo que se preveía un paseo militar frente a un enemigo pretendidamente inferior a priori. La derrota de los ingleses frente a los zulúes en Insandlwana en 1879 (3 años después y con armas muy parecidas a las de los americanos, fusiles Snider-Enfeld de disparo único) tiene semejanzas con la de Little Big Horn, en ambos casos las armas de fuego no permitieron mantener una línea defensiva coherente ni evitaron el cuerpo a cuerpo. Los zulúes tenían también armas de fuego, pero seguramente proporcionalmente muchas menos que los indios, casi todos combatieron con arma blanca; a cambio, la desproporción del número de combatientes fue mucho mayor en la guerra anglo-zulú: frente a 1400 hombres del ejécito inglés, de los cuales unos 800 eran de origen europeo, hubo unos 30.000 zulúes.
Otro ejemplo podría ser la derrota de las legiones de Varo en el bosque de Teutoburgo, o la de la XIII legión cesariana comandada por Sabino y Cotta en el río Sambre, aunque pertenecen al mundo antiguo, o la derrota italiana en Adwa frente a los etíopes en 1896: 7000 italianos muertos y unos 3000 prisioneros. También la de Dien Bien Phu sería un buen ejemplo de derrota causada por una absurda dirección militar.
Pero la palma en las derrotas de ejércitos modernos frente a rivales supuestamente primitivos, se la lleva nuestra derrota de Annual-Monte Arruit, en 1921: 10.000 muertos, sin contar desaparecidos y prisioneros, frente a los rifeños. El día de Annual, el 22 de julio, frente a los 5000 hombres que puede reunir en el campo de batalla Fernández Silvestre los rifeños no son más de 6000, no tienen en ese momento artillería y muchos tienen fusiles anticuados, los españoles tienen ametralladores y artillería... será difícil encontrar otro ejemplo mayor de mala dirección militar. Si se suicidó Fernández Silvestre, como parece ser que sucedió, entonces completó sus disparates militares, el ejército en retirada caótica necesitaba un general que los dirigiera y restableciera algo de orden, no un falso héroe muerto.
Yo encuentro en muchas de estas derrotas, y otras tantas similares, una traición del general a su ejército. Por su ambición de gloria militar en una victoria fácil descuidan lo que para ellos tiene que ser de la mayor importancia: la salvaguarda de las vidas de sus hombres. Los muertos en Little Big Horn (o en Annual, Insandlwana, Adwa, etc.) no merecían tener esos mandos. Pero mientras que el general francés Navarre (el de dien Bien Phu), el italiano Baratierí (el de Adwa) y Fernández Silvestre (postumamente) vieron arruinada su reputación militar, y lord Clemsford (el de Insandlwana) tuvo serios problemas, a Custer se le consideró a partir de Little Big Horn un héroe militar. Ved, si no, la película "Murieron con las botas puestas", estrenada, por cierto, cuando aún vivía su viuda. una injusticia.
un saludo
Carlos:
No seas injusto, "Murieron con las Botas Puestas" dejó el importante legado del despegue de Anthony Quinn...
No te olvides en tu listado de derrotas de un ejército numeroso (9.000 hombres, 18 generales) contra uno pequeño (800 hombres, 1 coronel) a la Guerra de las Malvinas. Plan impecable, abandonado exactamente la mañana siguiente a la invasión por un megalómano consumidor de whisky.
Al menos Custer tuvo la decencia de morir con sus hombres.
Saludos
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