Weddigen y el sumergible U.9
En septiembre de 1914 se produjo un hito notable en la guerra submarina cuando el U.9 de Otto Weddigen hundió de golpe tres cruceros acorazados británicos. Otto Weddigen recibiría las más altas condecoraciones del Imperio y el U.9 se convertiría en el sumergible de la “Cruz de Hierro”.
La Escuadra “Carnada Viva”
Al iniciarse las hostilidades entre Gran Bretaña y Alemania, Gran Bretaña dispuso varias fuerzas para vigilar los accesos alemanes al Mar del Norte y Canal de la Mancha. Una de ellas era la 7ª escuadra de cruceros (cruise squadron) formada por cruceros acorazados de la clase Cressy: HMS Cressy, HMS Aboukir, HMS Hogue, HMS Bacchante, HMS Eurylaus. Su misión era patrullar un área enfrente de la costa holandesa dando apoyo a 2 escuadrillas de destructores con base en Harwich.
El HMS Hogue en una fotografía de preguerra
Aunque los Bachhantes (como se les conocía) habían sido terminados entre 1901-1904, para 1914 ya eran considerados cruceros obsoletos. Y eso que la clase Cressy había sido la primera de una nueva generación de cruceros acorazados mejor protegidos, desplazando 12.000 toneladas buena parte de ellas dedicadas a darle un grueso blindaje, y con un potente armamento pero a costa de una baja velocidad. Poco después el concepto de crucero acorazado se vio superado por la aparición del concepto “crucero de batalla”. La clase Cressy había sido puesta en la lista de “no merece la pena reparar” en caso de que sufrieran averías graves.
El uso de los Bacchantes en primera línea fue criticado por varios oficiales. No sólo eran obsoletos sino que estaban tripulados por un alto porcentaje de reservistas; en caso de una salida de las fuerzas alemanas corrían serio peligro, tanto que la escuadra recibía el apodo de “carnada viva”. Las advertencias llegaron al Primer Lord del Almirantazgo: Winston Churchill, que recomendó en una nota del 18 de septiembre su retirada a un puesto más seguro al oeste del Canal y su sustitución por cruceros más modernos.
Pero de momento no había otros cruceros a mano y como los destructores no podían operar bien en condiciones de mala mar, la escuadra inició su rutinaria patrulla en solitario el 19 de septiembre. Su comandante (contraalmirante Campbell) estaba ausente con el Bacchante, siendo sustituido por el contraalmirante Christian. Christian a su vez, se tuvo que retirar de la patrulla con el Eurylaus para carbonear y reparar el daño que el mal tiempo había causado en su sistema de radiotelegrafía; mal tiempo que le impidió transferir su insignia a algún otro crucero. Por tanto el fatídico 22 de septiembre permanecían 3 cruceros acorazados de patrulla al mando del capitán Drummond del Aboukir.
Diagrama de los cruceros de 12.000 t. de la clase Cressy. Estaban armados con 2 cañones de 238 mm y 12 de 152 mm. Tenían una cintura blindada de entre 51-152 mm y cubierta blindada de 25-76 mm. Su velocidad máxima era de 21 nudos.
El U9.
En el camino de la escuadra británica no se encontraba una moderna fuerza de cruceros o buques de línea alemanes sino un sumergible, uno de los primeros construidos para la Kaiserliche Marine en una época en que la tecnología submarina avanzaba a pasos agigantados.
El SM U.9 entró en servicio en 1910 como primero de una clase que iba hasta el U.12. Se trataba de un sumergible que funcionaba todavía con gasolina ya que en el momento de su construcción los alemanes todavía no se fiaban de los motores diesel; eso llegaría a partir del U.19. El uso de motor de gasolina implicaba tener que usar una chimenea en superficie y generar una columna de humo que era lo suficientemente llamativa cuando se navegaba a máxima velocidad como para resultar preocupante en un aparato cuya mejor defensa era la invisibilidad. El alto consumo del motor de gasolina también limitaba mucho el radio de acción. Alcanzaba un máximo de 14,2 nudos en superficie y 8,1 en inmersión.
Diagrama de un sumergible de la clase U.9 (fuente: uboat.net)
Se trataba de un sumergible relativamente pequeño que desplazaba 611 toneladas sumergido y 493 en superficie. Los dos motores de gasolina y los dos motores eléctricos asociados a unas enormes baterías ocupaban buena parte del espacio. La tripulación la formaban 4 oficiales y 25 marineros. El teniente Johannes Spiess (segundo de a bordo) lo describía así:
Tanto la cámara del comandante como la camareta de suboficiales tenían que desmontarse cada vez que se cargaba un tubo de lanzar. Para poder vivir en la cámara de oficiales era preciso poseer ciertas habilidades. La litera del oficial de puente, por ejemplo era tan chica que no permitía acostarse de espaldas. Debía el oficial echarse de lado, y así le era posible quedar acuñado entre el costado de estribor a su derecha y un armario a la izquierda, formando cuerpo con el submarino durante los bandazos. No podía ni aun estirar las piernas, pues sobre la litera, en la parte posterior, había una caja de fusibles, cuya tapa saltaba a veces si el durmiente movía los pies, corriendo el riesgo de sufrir una sacudida eléctrica.
En la misma cámara de oficiales, a babor, estaba la litera del jefe de máquinas, y el centro servía de pasillo para el interior del buque. A cada banda había una pequeña caja o cofre, y entre ellas podía instalarse una mesilla plegable. Dos sillas también plegables completaban el mobiliario.
Ningún comportamiento estaba revestido de madera, y como la temperatura a bordo era muy superior a la del mar, la humedad se condensaba sobre las planchas de acero de la cubierta y el agua caía en la cara de los que dormían, gota a gota, o la salpicaba con los balanceos. Había que cubrirse el rostro con tela impermeable o con cartas naúticas. Aquello era verdaderamente una cueva llena de humedad. Y si entraba algo de agua de mar en los acumuladores se desprendían gases de cloro venenosos.
Cuando no se tenía que navegar mucho tiempo en inmersión, se instalaba sobre la torreta el llamado puente. Era una balaustrada que se fijaba a tornillo y se cubría con tela engomada de color gris, cuya altura llegaba a la mitad del pecho de un hombre. Cuando se navegaba en situación de “¡Listos para inmersión!”, el personal de guardia en la torreta no tenía ninguna defensa contra los golpes de mar y corría peligro de caerse al agua. Cada inmersión resultaba al principio un acontecimiento, y aquella maniobra, que duraba unos cinco minutos, era muy compleja.
El U.9 navegando en superficie y “echando humo” (fuente: wrecksite.eu). Los sumergibles alemanes se diferenciaban de la mayoría de los de las otras potencias por poseer desde el inicio un equipo radiotelegráfico.
Como armamento ofensivo se contaba con 4 lanzatorpedos, 2 a proa y 2 a popa, pero sólo se disponía de 6 torpedos. El U.9 había sido el primer sumergible alemán en practicar la recarga de torpedos en inmersión (16/07/1914).
Contaba con una tripulación entrenada al mando del comandante (Kapitänleutnant) Otto Weddigen que se había incorporado a la marina en 1901 como cadete. En 1908 Weddigen se incorporó a la nueva arma submarina (U-Boot-Waffe). Entre 1909 y 1911 serviría a bordo de todos los primeros sumergibles alemanes, del U.1 al U.5 para al final asentarse como comandante del U.9.
Al comenzar la guerra el U.9 participó en la primera operación submarina alemana (agosto 1914): un barrido efectuado por 12 sumergibles que salieron de la isla de Helgoland. Una operación desafortunada ya que no sólo no se pudo torpedear ninguna nave enemiga, sino que se perdieron el U.13 por causas desconocidas y el U.15 embestido por el crucero HMS Birmingham.
Tras un paso por el astillero para reparar unos desperfectos surgidos en su primera travesía, regresó a Helgoland, de donde salió el 20 de septiembre hacia el Oeste en una misión de reconocimiento. Ese mismo mes el arma submarina ya se había cobrado sus primeras victimas: el germano U.21 había hundido el crucero HMS Pathfinder (3.000 ton.) el 5 de septiembre y el británico E-9 había hundido el crucero SMS Hela (2.000 ton.) el 13 de septiembre. Sin embargo todavía había muchas dudas acerca del valor del nueva arma.
Fotografía de la tripulación del U.9, con Weddigen en el centro.
22 de Septiembre de 1914
El mal tiempo que privó a los cruceros británicos de su acompañamiento de destructores había hecho que el U.9 buscara refugio bajo el mar. Con las baterías casi agotadas tuvo que subir a superficie para recargar con el amanecer, el humo de la chimenea estorbaba a los observadores de la torreta, así que se optó por navegar en zigzag. El teniente Spiess avistó un mástil en la lejanía y ordenó parar los motores; se avisó a Weddigen que ordenó inmersión.
Por el periscopio se avistaron 3 cruceros de cuatro chimeneas. El U.9 había tenido suerte ya que los cruceros no habían avistado la delatora columna de humo del sumergible antes de sumergirse. Los cruceros seguían rumbo NNE a unos 10 nudos y sin hacer zigzag: no había informes de alerta submarina en su zona de patrulla y se optó por ignorar las ordenes de zigzagear, gravosas para unos cruceros anticuados.
Weddigen eligió como blanco el crucero que navegaba en medio, se acercó a 500 m. y lanzó un torpedo a las 6.25 (AM) que alcanzó al crucero Aboukir tras una carrera de 31 segundos. Los sorprendidos británicos creyeron haber alcanzado una mina y Drummond señalizó a los otros cruceros para que le asistieran. Pronto se vio que el Aboukir era insalvable por lo que se ordenó abandonarlo, algo problemático porque sólo había quedado un bote intacto tras la explosión. La mayoría de los marineros se lanzaron al agua confiando en ser asistidos por los otros dos cruceros que habían procedido a parar maquinas y enviar botes en auxilio. El Aboukir se hundió en unos 35 minutos.
Diagrama de la acción (fuente: worldwar1.co.uk)
En el U.9 no sabían que efectos esperar en su nave de una explosión cercana de un torpedo, así que se dedicaron primero a comprobar que todo estaba funcionando correctamente antes de volver a ascender a cota de periscopio. Comprobaron los graves daños en el objetivo y Weddigen ordenó preparar dos nuevos torpedos. A las 6:55 se dispararon los dos torpedos de proa contra el Hogue, a poco menos de 300 m. El Hogue fue alcanzado en la mitad por ambos torpedos, inundándose rápidamente. En cuestión de unos 10 minutos se había dado la vuelta y estaba perdido.
El efecto del lanzamiento de dos torpedos provocó que el sumergible emergiera ligeramente, siendo localizado por los británicos. El Cressy abrió fuego hacia la zona en que se había avistado el sumergible y sus marineros creyeron equivocadamente haberle acertado en el periscopio y/o la torreta. El U.9 se había sumergido a 15 metros a toda la velocidad que podía y se esforzaba en describir un arco, preocupados no por haber sido avistados -cosa que ignoraban- sino por no colisionar con el moribundo Hogue.
Recreación propagandística de la acción en una postal. El Aboukir se hunde mientras el U.9 alcanza al Hogue.
A pesar de la advertencia del jefe de maquinas de que no le quedaban demasiado tiempo a las baterías, Weddigen decidió maniobrar para liquidar al tercer crucero. El Cressy ya se había puesto en marcha con intención de embestir al U.9 pero habiendo desaparecido éste (tal vez dañado o hundido) se resistía a alejarse de la zona para poder seguir asistiendo a los naúfragos de sus cruceros hermanos. Desde el Cressy avistaron un nuevo periscopio (que creyeron de un segundo submarino) y abrieron fuego de nuevo.
Dado que el Cressy estaba en marcha y zigzageando, Weddigen se esforzó en aproximarse a pesar de que era evidente que le estaban disparando y en sus propias palabras los británicos “no sabían donde apuntar, aunque un disparo pasó perturbadoramente cerca de nosotros”. A unos 1.000 metros se lanzaron los dos torpedos de proa (7:20), el primero alcanzó al Cressy que como consecuencia se inclinó 10º pero permaneció estable, el segundo falló. El Cressy estaba herido pero no de forma letal, al U.9 le quedaba un torpedo en uno de los lanzatorpedos de popa. Weddigen maniobró y disparó al Cressy un tercer torpedo desde más cerca que remató la faena (7:35), hundiéndose el crucero 20 minutos más tarde. Desde el sumergible Spiess contempló la escena:
El tercer coloso enemigo, con sus cuatro altas chimeneas, escoró a babor lenta pero irresistiblemente, y como un negro hormiguero vimos a centenares de hombres que corrían por el costado del buque y luego sobre el inmenso pantoque, para ser poco más tarde devorados por la mar. ¡Triste espectáculo para un marino!
Ilustración de los últimos momentos del Cressy, por Henry Reutherdal (1916).
Aunque se puede observar otro crucero aún a flote, el Cressy fue en realidad el último en hundirse.
Los naúfragos fueron socorridos por varios mercantes cercanos, incluidos dos holandeses. Se rescataron a 839 hombres pereciendo 1459, entre los muertos estaba el infortunado capitán Drummond.
No tardaron demasiado en llegar los destructores de la flotilla de Harwich; de hecho habían salido el día 21 cuando empezó a mejorar el tiempo pero a Drummond no se le ocurrió que hubiera sido recomendable acudir a su encuentro en vez de proseguir con su ruta. El U.9 puso rumbo a casa y en el anochecer del 22 llegó a ser avistado por los destructores británicos. Se hizo un intento de perseguirlo pero se desistió al considerar peligroso alejarse demasiado en dirección a aguas alemanas.
Postal alemana dedicada a la hazaña del U.9 (fuente: europeana)
Repercusiones.
El del U.9 fue el primer éxito submarino de gran resonancia. En el lado de la Royal Navy generó bastante preocupación a pesar de tratarse de 3 cruceros anticuados cuya pérdida no producía efecto alguno en el balance de fuerzas entre Inglaterra y Alemania. Por su puesto había que lamentar la dolorosa perdida de tantos marineros, pero aun así la Armada lo haría a su manera, lamentando la falta de “glamour” de la derrota:
La perdida de cerca de 60 oficiales y 1.400 hombres no habría generado desazón si hubiera sido resultado de un cañoneo en una acción abierta, pero es particularmente molesta bajo las condiciones que prevalecieron. La ausencia del ardor y la excitación de un combate no debe sin embargo ocultar el despliegue de disciplina, alegre coraje y pronto autosacrificio entre todos los rangos y clases puestos a prueba.
En el terreno más práctico además de animar a retirar a viejos cruceros similares de las patrullas de primera línea, el desastre sirvió como recordatorio a fuego de principios ya establecidos pero ignorados por muchos comandantes británicos. Así se recordó que las patrullas se debían hacer en zigzag y a una velocidad de por lo menos 12-13 nudos. Además cualquier choque con una mina o ataque con torpedos se debía regir por las normas generales de enfrentamiento: las naves principales debían dejar a las naves dañadas a sus propios medios y al socorro de unidades auxiliares.
Reportaje británico sobre el hundimiento, haciendo hincápie en el supuesto impacto alcanzado por el Cressy en “uno de varios sumergibles” responsables de la tragedia (fuente: prints-4-u.com)
En el caso del U.9, su tripulación fue recibida como héroes y recibieron el raro honor de recibir todos la cruz de hierro de segunda clase; Weddigen recibiendo además la cruz de hierro de primera clase. Weddigen recibió permiso para que el propio U.9 la luciera en la torreta. El crucero SMS Emden y el U.9 fueron los únicos buques en recibir la cruz de hierro para la totalidad de la tripulación. Al igual que sucediera con el Emden, cuando se volvió a construir un nuevo U-9 (1935) éste ejercería su derecho a lucir en su casco una cruz de hierro como divisa y en homenaje a su antecesor.
La hazaña se convirtió en una favorita de la propaganda germana pero por otro lado contribuyó a generar un espejismo y alentar la creencia de que las minas y sumergibles podían diezmar a la Grand Fleet británica y compensar la inferioridad alemana en número de grandes buques de superficie. Más tarde se descubriría que el filón del arma submarina no consistía tanto en ataque a naves de guerra como en la guerra contra el tráfico mercante.
Recibimiento del U.9, el 24 de septiembre en Wilhelmshaven.
Carrera posterior
De vuelta al trabajo, el 15 de octubre de 1914, el U.9 de Weddigen se volvió a encontrar con otros 3 cruceros en aguas del mar del Norte, cerca de Escocia. Nuevamente se trataba de 3 cruceros anticuados: los cruceros protegidos de la clade Edgar (7.700 ton.) HMS Hawke, HMS Endymion y HMS Theseus. Estos habían aprendido la lección y navegaban en zigzag, acompañados de destructores.
Weddigen trató infructuosamente de ponerse en posición de tiro y cuando ya había desistido le sonrió la fortuna. El Hawke y el Endymion frenaron brevemente para intercambiar correo, lo que le dio tiempo al U.9 a acercarse. Cuando se acercó a punto estuvo de ser embestido por uno de los dos y tras una rápida inmersión, emergió de nuevo y consiguió acertar con un torpedo al Hawke que se hundió, salvándose sólo 70 de sus 594 tripulantes. Los otros cruceros quedaban ya demasiado lejos, aunque el Theseus llegó a esquivar el torpedo del U.17, sumergible que acompañaba al U.9 en su misión.
Postal de preguerra dedicada al U.9.
A continuación Weddigen prosiguió con su misión que consistía nada más ni nada menos que en intentar penetrar en la base británica de Scapa Flow. Sin embargo se encontró con una pantalla de destructores que se lo impidieron; estuvo cerca de llevarse al destructor HMS Alarm por delante con un torpedo y a su vez muy cerca de ser embestido por el HMS Nymphe.
A su regreso Weddigen se encontró con una grata sorpresa, en forma de la “Pour le Mérite”, la máxima condecoración del Imperio Alemán.
Tras una lesión, Weddigen dejó en enero de 1915 el mando del U.9. Una vez recuperado pasó al U.29, un sumergible diesel de 685/878 toneladas. Entre el 11-14 de marzo hundió 4 mercantes (12.934 ton. en total) y dañó otros dos. El 18 de marzo se encontró con la Grand Fleet británica -29 acorazados y cruceros de batalla, más su escolta cruceros y destructores- que navegaba en zigzag a 15 nudos. Weddigen logró acercarse y a punto estuvo de alcanzar con un torpedo al acorazado HMS Neptune. Descubierto el sumergible por los británicos, fue embestido y hundido por el acorazado más cercano, que resultó ser el célebre HMS Dreadnought -cabeza de fila de los acorazados modernos-, que cerca estuvo de colisionar con otro acorazado por culpa de dicha maniobra. El Dreadnought se convirtió en el único acorazado que ha hundido un submarino y de hecho fue su única victima en su carrera bélica.
Weddigen luciendo la Pour le Mérite además de la Cruz de Hierro.
El U.9 resultaría más afortunado que su antiguo capitán. En mayo de 1915 se cobró 12 mercantes enemigos (la mayoría pequeños buques) y después fue destinado al Báltico, donde se cobraría otras dos victimas en 1915. Al final de su carrera activa su registro de hundimientos totalizaba 18 naves (4 de guerra) y equivalía a unas 53.000 toneladas hundidas.
Para 1916 el anticuado sumergible pasó a dedicarse a labores de entrenamiento, lo que le supuso sobrevivir al conflicto. Tuvo que ser entregado a Gran Bretaña en 1918 y fue desguazado en 1919.
Autor: Flavius Stilicho
Fuentes:
-
De la Sierra, Luis. El Mar en la Gran Guerra.
-
Gibson R.H. & Prendergast M. The German Submarine War 1914-1918.
-
Web firstworldwar.com: Sinking of the Aboukir, Cressy and Hogue by the U-9.
-
Web uboat.net: U 9 y Otto Weddigen.
-
Web worldwar1.co.uk: Loss of HMS Aboukir, Cressy and Hogue.
-
Wikimedia Commons para las ilustraciones salvo en las que se indica expresamente el origen.
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Muy buena respuesta Hartman, pero voy a tocarte un poco los ::::: Sólo es para animar el debate a ver qué me enseñas con tu sigueinte respuesta
El color negro del humo es producto del hollín, que son partícula que no han completado su combustión. O que no son combustibles.
La quema de un hidrocarburo es lo que llamamos una reacción exotérmica (expulsa calor). HC + Oxígeno + chispa (producida en la bujía) genera calor, AGUA y dióxido de carbono. Ese AGUA sale en forma de vapor, así que con una comustión perfecta seguimos teniendo humo, blanco en vez de grisaceo, pero tenemos columna de humo. Aunque en este caso sólo sería vapor de agua. Pero el agua en forma gaseosa al salir caliente del motor y entrar en cotnacto con la atmósfera más fría se condensa y se hace visible en forma de humo. También es cierto que se deshará más rápidamente.
En el caso de los motores diesel en lugar de chispa lo que tenemos es una gran comrpesión del combustible y el aire que produce la detonación del mismo (reacción exotérmica de igual forma).
Si la combustión es incompleta, además de dióxido de carbono se produce monóxido de carbono (el que mata personas cada invierno por culpa de estufas en malas condiciones). Cuál es el problema de los combustibles? Que nunca son carbono e hidrógeno puros, por mucho que se refinen, simpre hay azufre, nitrógeno y otros elementos químicos. Esos elementos se combinan en la reacción y surgen otros compuestos que dan olor y color al humo.
Bueeeeeno, que me he ido, todo esto para decir que efectivamente, necesitamos chimenea, siempre emitiremos humo.
Hartman, dame cancha: Los motores que usa el submarino en inmersión funcionan entonces de las baterías, en correinte continua? Y por ende, todo el interior del submarino?
Los fusibles que podía tocar con el pié el oficial de máquinas mientras dormía, no lo dejarían frito? Ya sé que es epdir mucha info, pero ahí habría unos cuantos amperios y si encima son en CC...
Saludos y perdón por meterme tanto en la parte técnica!
Muchas gracias por la explicacion Hartman, solo una cosa más dices que la chimenea impide también la entrada de agua. ¿Que montaron en la salida de gases de los siguientes submarinos que sin chimenea no les entraba?
Muchas gracias por la explicacion Hartman, solo una cosa más dices que la chimenea impide también la entrada de agua. ¿Que montaron en la salida de gases de los siguientes submarinos que sin chimenea no les entraba?
¡Compresor!
Haría falta la confirmación de Stephen Maturin (que sabe a fondo del tema) pero tengo entendido que mandan la salida de gases bajo el agua, con lo que, si se produce hollín o vapor, quedan en el mar, y las burbujas, forman parte del revoltillo de la estela y ni te enteras que hubo gases de escape alguna vez.
De paso esto sirvió para el siguiente experimento, los holandeses montaron un tubo de la longitud del periscopio, con una válvula esférica, e inventaron el snorkel (el snorkel de adultos no la tiene, pero el de los niños tiene forma curvada hacia abajo con una pelotita de ping pong, que evita que el agua entre en el tubo, esa es la dichosa válvula esférica) que utilizaron los alemanes en la SGM. La salida de gases, se hacía por el método que mencioné, se los bombea por el tubo de escape.
Saludos
Muy buena respuesta Hartman, pero voy a tocarte un poco los ::::: Sólo es para animar el debate a ver qué me enseñas con tu sigueinte respuesta
El color negro del humo es producto del hollín, que son partícula que no han completado su combustión. O que no son combustibles.
La quema de un hidrocarburo es lo que llamamos una reacción exotérmica (expulsa calor). HC + Oxígeno + chispa (producida en la bujía) genera calor, AGUA y dióxido de carbono. Ese AGUA sale en forma de vapor, así que con una comustión perfecta seguimos teniendo humo, blanco en vez de grisaceo, pero tenemos columna de humo. Aunque en este caso sólo sería vapor de agua. Pero el agua en forma gaseosa al salir caliente del motor y entrar en cotnacto con la atmósfera más fría se condensa y se hace visible en forma de humo. También es cierto que se deshará más rápidamente.
Distingamos, hay motores de combustión externa (calderas) y de combustión interna. Lo que digo en adelante sólo vale para los de combustión interna.
Lo que empuja los pistones es la dilatación del gas en el cilindro, la que se produce por el calor de la combustión, así que la cantidad de combustible es ínfima respecto a la cantidad de aire en el cilindro.
Ejemplo rápido (y no muy exácto)
Auto "moderno", 1.000 RPM (aprox), capacidad, 1.500 cc, impulsa un auto de una tonelada a 100 Km/h durante una hora con 10 lts de nafta.
1.000 RPM, en una hora = 60.000 revoluciones,
cada dos revoluciones el motor aspira aire en sus cuatro cilindros
total 30.000 aspiraciones = 45.000 litros de aire, para 10 litros de nafta
La peor nafta responde a la fórmula C7H16 , así que 100 gramos de nafta producen 144 gramos de agua, quiere decir que en los 45.000 litros de escape (más o menos) habrá como 14 litros de vapor de agua.
Salvo que haga muchísimo frío y humedad, el vapor no se condensará, así que no verás vapor en los gases de escape.
Cuando ves vapor en los humos de máquinas, generalmente estos tienen "sopladores" que inyectan el vapor por otros motivos, así que la cantidad de vapor es importante. Esto no se usa en motores Otto (bujía), así que el "humo" proveniente del agua sería poco menos que nulo.
Llevas razón en cuanto a las "cenizas". En los hidrocarburos, la fuente principal de ceniza son compuestos de azufre. Al quemarse, o bien producen partículas en suspensión, o humos blancos (si se llegan a quemar) de oxido de azufre.
En el caso de los motores diesel en lugar de chispa lo que tenemos es una gran comrpesión del combustible y el aire que produce la detonación del mismo (reacción exotérmica de igual forma).
Si la combustión es incompleta, además de dióxido de carbono se produce monóxido de carbono (el que mata personas cada invierno por culpa de estufas en malas condiciones). Cuál es el problema de los combustibles? Que nunca son carbono e hidrógeno puros, por mucho que se refinen, simpre hay azufre, nitrógeno y otros elementos químicos. Esos elementos se combinan en la reacción y surgen otros compuestos que dan olor y color al humo.
Si bien todo lo que dices es teorica y académicamente correcto, la principal fuente del humo es más pedestre.
Si el motor no quema en el punto óptimo (puede que jamás lo haga), el primer componente en combinarse con el oxígeno es el hidrógeno. El humo es, directamente, carbón finamente dividido, del combustible que no ardió. Pérdida pura. Lo demás (cenizas en suspensión, químicos indeseados etc.) son una cantidad ínfima (hablo de combustiones normales), el humo es, combustible que pasó por el motor, se descompuso sin quemarse y se fue al aire.
De hecho, para medir rendimientos de motores, se suele analizar su escape.
Estamos hablando de motores de 1914, los rendimientos eran malos. La compresión es fundamental para un buen rendimiento y, sencillamente, no había materiales ni tecnología para desarrollar compresiones elevadas, por lo que la combustión era mala.
En cambio el motor Diesel no fue una "evolución natural" (el Otto evoluciona de la caldera, en forma más o menos intuitiva) sino el fruto de años de investigación. Cuando sale a la luz (1897) exige materiales y tolerancias que en los motores nafteros comunes llegaron en la SGM. Es decir, la combustión de un Diesel de 1914 era comparable con la de un motor moderno, la de un naftero, competía con una caldera a leña. No lo menosprecies, esta capacidad de funcionar a baja presión, le permitía funcionar a gasogeno (gas de agua), cosa imposible a un motor más eficiente (diesel o naftero actual).
Bueeeeeno, que me he ido, todo esto para decir que efectivamente, necesitamos chimenea, siempre emitiremos humo.
jejeje, no es así, lee mi post anterior (humo hay, pero también trucos)
Hartman, dame cancha: Los motores que usa el submarino en inmersión funcionan entonces de las baterías, en correinte continua? Y por ende, todo el interior del submarino?
Los fusibles que podía tocar con el pié el oficial de máquinas mientras dormía, no lo dejarían frito? Ya sé que es epdir mucha info, pero ahí habría unos cuantos amperios y si encima son en CC...
Saludos y perdón por meterme tanto en la parte técnica!
Sí, un submarino en inmersión funciona todo electricamente. Sea convencional o nuclear, desde el Ictineo hasta hoy.
En principio, la piel tiene una cierta resistencia eléctrica, que hace que la corriente no pueda atravesarla. En principio, si la tensión es menor a 80 voltios, eres aislante, pero si hay humedad, ese valor baja a 25 voltios. El problemilla es que en la litera ¡gotea!, así que pudo haber recibido unos "toques" bastante desagradables.
Aquí un par de consideraciones. La corriente alterna no quema, pero paraliza los músculos. La corriente eléctrica quema (por temperatura y por electrólisis) pero no paraliza los músculos, así que si tocamos un conductor con corriente contínua, podemos sufrir una desagradable quemadura pero soltarlo antes que nos mate, mientras que uno de corriente alterna, obliga a nuestros músculos a contraeres aferrando al conductor (quedarse "pegado") con lo que terminamos electrocutados.
Que quieres que te diga, si yo tuviera que usar esa litera, dormiría de pie...
Saludos
Hola Flavius!
Se catalogó como suicidio.
Diesel trabajaba como ingeniero para Mann. Recuerda que el modelo de desarrollo Alemán era de Holding (Cartel) es decir, empresas vinculadas entre sí con una controladora financiera. Estos holdings eran controlados entonces por el Emperador, de modo indirecto. Así se fundaron y crecieron Basf, Bayer, Krupp, Zeppelin. No creas que los contratos estatales estaban a disposición de todos, era una forma de "toma y daca" que hacía que las empresas "privadas" fuesen 100% nacionales.
Esto se aplicaba a Mann, pertencía al holding Krupp.
Durante años, Diesel investigó la fabricación de un "motor racional de combustión interna". Lo que logró en 1897 sólo tuvo mejoras cosméticas en la segunda mitad del SXX, mientras que el motor Otto (mal llamado Otto) fue progresando desde mediados del SXIX hasta hoy, siendo su principal mejora la adopción de un sistema de inyección de combustible igual al Diesel... Así que la máquina de Diesel estaba como 50 años por delante del resto.
Diesel quería progresar, capitalizar su invento, difundirlo y beneficiarse de dicha difusión. Tuvo problemas económicos en Alemania y decidió ir a vender su invento a Inglaterra.
Ubiquemonos, no había las comunicaciones de hoy, ni las de cuando eramos chicos. Una máquina es algo complejo en sus detalles, en una memoria dices "las válvulas cierran el pistón", pero el detalle de las tolerancias, el entrenamiento del que lo hace, la superficie de contacto, el grado de pulimento... son muchos detalles. Y sólo estoy hablando del asiento de válvulas! imaginate una tecnología desconocida, como eran los inyectores. Así que, si bien Mann licenció la producción de motores Diesel en Inglaterra y Francia, estos no eran, ni de lejos, competencia para los motores Alemanes.
Retomo. Diesel viajó a Inglaterra. Desapareció, se lo encontró ahogado dos días después.
No hubo nota de suicidio, por lo que es poco probable
Diesel sufría de depresión, agravada por su situación económica (vaya paradoja) por lo que, pese a lo dicho, pudo suicidarse
Tambíen sufría migrañas, lo cual puede haberlo inducido a una confusión y caer accidentalmente por la borda
Estamos a fines de 1913, y se lleva un importante desarrollo industrial en su cabeza, justo al principal competidor. No hay que descartar el atentado.
Así que, sí Flavius, hubo algo raro en la muerte de Diesel.
Saludos
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Pues menudo peligro. La verdad es que si todavía hoy en día lo de embarcarse en un submarino debe ser toda una experiencia, en aquellos primeros días lo debía ser todavía más. No me extraña que consideraran cada inmersión como algo emocionante. Pero sorprende lo mucho que avanzaron en pocos años.
Aquí os dejo un video con imágenes de la época de submarinos alemanes:
P.D.1. Para los que os gustan estos temas he colgado un documental sobre Peral y su submarino: https://mundohistoria.org/videos/isaac-peral-la-ilusi-n-como-proyecto
P.D.2. Hartman ¿Hubo algo raro en la muerte de Diesel? Creo que supuestamente fue un suicidio.