Si se pregunta por un personaje nacido hacia el 4 a.c., a quien seguía un buen grupo de seguidores, capaz de obrar prodigios excepcionales como sanar enfermos, resucitar muertos u otros milagros similares, que predicaba la paz entre los hombres y el dar a quien no tiene, que se rebeló contra los poderosos y que acabó siendo juzgado y condenado por la autoridad romana… Imagino que todos pensaréis en Jesús. Pero si os digo que este personaje nació en Tiana (Capadocia) y murió con más de 90 años, entonces la cosa se complica.