En ocasiones se tiende a decir que Madrid es una ciudad sin historia, sin interés hasta que por capricho de Felipe II se convirtió en capital de España. La causa quizás es, que los orígenes de Madrid fueron demasiado modestos con vistas a formar un pequeño pueblo que no quedara registrado en los anales de la historia. La realidad, sin embargo, es algo distinta.
En este artículo pretendo registrar la riqueza de los yacimientos prehistóricos madrileños que, sin duda, convierten a la provincia en uno de los centros más importantes de Europa en materia prehistórica para asombro y extrañeza de todos aquellos que creían en la escasa importancia histórica de Madrid.