Las imágenes que Hitler quiso destruir
Recientemente se han publicado una serie de fotos de Hitler. Estas fotos se las habria tomado su fotógrafo personal, el bien conocido Heinrich Hoffman, después de la estancia de Hitler en la prisión de Landsberg, en el año 1925. Es en esta época cuando Hitler empieza a verse a sí mismo como el gran estadista que Alemania necesita, y, por consiguiente, retomará las riendas del NSDAP para convertirse en el Führer que él mismo había preconizado tiempo atrás.
Estas imágenes ciertamente impactan por el patetismo con el que Hitler se empeña en imbuír cada uno de sus gestos.
Lo interesante de la interpretación de las mismas, más allá del interés puramente sociológico, es que suponen una confirmación más del gran peso que Hitler atribuía a los medios de propaganda, encarnados en su persona, su personalidad, como ente público, estaba meticulosamente diseñada para provocar el respeto y la admiración de las masas, que embelesadas, seguirían gustosamente a este hombre al peor conflicto que el mundo ha conocido y lo soportarían con una abnegación imposible de concebir sin contar con la fe casi inamovible que el alemán de a pie profesaba por este hombre que aquí vemos.
No sólo su magnetismo se reducía al pueblo llano, pues hasta hombres cuajados y de mundo, como pudieran ser Skorzeny o Speer reconocían la influencia extrema que podía ejercer la personalidad de Hitler entre sus oyentes.
El mismo Hitler afirmaría, en esta época, que la palabra hablada tenía una capital importancia para el (de aquella) pequeño movimiento nacionalsocialista, ya que "sólo esta es capaz de impulsar grandes evoluciones sociales, debido a su componente psicológico". Es indudable que Hitler conocía la importancia de la psicología y la adaptó como nadie había hecho antes al mundo de la política. Estas imágenes prueban que tal adaptación fue una labor consciente y calculada, entrenada, quizás hasta ardua, y no exenta de errores, pues hasta el mismo Hitler ordenó a su fotógrafo que destruyera estos subproductos de su entrenamiento.
Fuente:
http://ecodiario.eleconomista.es/europa/noticias/4999311/07/13/Los-ensay...
"no se ha inventado nada mejor q la estupidez para creerse inteligente" - A.N.
Muy curiosas estas fotografías, están muy bien. La verdad es que Hitler, tenía que tener una muy buena capacidad de oratoria cautivar a tantos, no solo dentro de Alemania, sino incluso fuera.
Las ideas extrañas solo lo son hasta que las practicas
¡Hola!
Muy interesantes las fotos y el video Keitel. Hitler era experto en enardecer a las masas y como tal sabía que el tono y las poses eran tan importantes (o quizá mas) tan importantes como lo que se decía y en un discurso lleno de odio y revanchismo como los que llegaba a hacer es natural que sus movimientos fueran tan exagerados.
Saludos
Quizás antes de Hitler el único que recuerdo podía haberse dirgido a multitiudes era Clemenceau, pero Adolf estudió el arte de la oratoria y los gestos anexos, para poder impresionar a los entonces en ese momento maleables alemanes. Además tuvo a su favor otro instrumento poderoso como fue la radio.
Quizpas en est emomento recuerdo las intervenciones que pasan por History o Discovery d elos discursos radiados de Hitler y Churchill y la diferencia es qu emientras el primero comienza lento y bajo para ir aumentando hasta el paroxismo, el segudno casi siempre mantiene un tono con ligeras subidas en ciertos puntos....Un par de maestros de la palabra¡
"El cosmos también está en nuestro interior" Carl Sagan
Muy interesante el video, me parece muy curioso todo el tema de los gestos, algo que hoy en día se ve mucho menos en los políticos.
Las ideas extrañas solo lo son hasta que las practicas
Muy interesante el video, me parece muy curioso todo el tema de los gestos, algo que hoy en día se ve mucho menos en los políticos.
En general, los políticos de hoy día no tienen ni idea de oratoria, pero es que ni idea... Hay excepciones claro (Obama es bueno, es muy bueno) pero en general, en nivel es bajo bajito. Los alemanes de los '30 aún tenían la excusa de que Hitler era un tipo bastante carismático y talentoso para la oratoria. Nosotros, ¿qué excusa tenemos para haber elegido a Rajoy? 
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Saludos.
Comparado a Mussolini, hitler era un novato.
El italiano sabia controlar su voz, el tono, poseia un vocabulario evocador, una elocuancia natural, posia un ritmo y se ponia a su publico en el bolsillo.
Hitler debia recurrir a los ensayos para llegar a sus propositos, y se le veia artificial. Se ponia nervioso, y a pesar de als repeticiones y el tiempo, nunca logro controlarla, solai empezar sus discursos con una voz ligeramente tremblorosa, afianzandose poco a poco, y eso que tenia a su publico ganado de antemano.
La imagen de Mussolini era de fuerza, por ello se retrato jugando con un cachorro de tigre, o participando en la siega, o corriendo con su sequito, a caballo...
Dice Keitel:
El mismo Hitler afirmaría, en esta época, que la palabra hablada tenía una capital importancia para el (de aquella) pequeño movimiento nacionalsocialista, ya que "sólo esta es capaz de impulsar grandes evoluciones sociales, debido a su componente psicológico". Es indudable que Hitler conocía la importancia de la psicología y la adaptó como nadie había hecho antes al mundo de la política.
Esa es la clave. Pero no creo que antes que él nadie dominara la fuerza del lenguaje. Churchill ya aplica la fuerza de las expresiones y el ritmo en sus frases para ganarse al público. En muchas ocasiones ese publico eran parlamentarios, lo cual lo hacía mucho más difícil.
Por las carecterísticas del idioma inglés, las palabras cortas tienen una sonoridad especial que las hace convincentes.
Pero hay que reconocer que las puestas en escenas hitlerianas son espectaculares y la convicción profunda del Sr. Hitler le dan credibilidad.
Un saludo.
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Muy curiosas estas fotografías, están muy bien. La verdad es que Hitler, tenía que tener una muy buena capacidad de oratoria cautivar a tantos, no solo dentro de Alemania, sino incluso fuera.
Creo que hay mucha verdad en lo que dices. No hay más que ver alguno de sus discursos que, grabados, han llegado hasta nuestros días. Ciertamente en eso era un adelantado a su tiempo, pues mientras que el resto del mundo tuvo que esperar a Kennedy para ver a un líder que cuidase tanto sus apariciones públicas (las malas lenguas dicen que Kennedy admiraba a Hitler), en Alemania ya tenían un político convencido de la importancia capital de la estética en la década de los 30, casi 30 años antes de Kennedy.
Yo controlo solamente un poco de alemán, pero creo que es algo que puede observar cualquiera, ya sea sólo por el tono, la gesticulación, la pose...
No es el mejor, que yo recuerde, y hay que tener en cuenta la edición (bastante buena y eso ayuda) pero es un ejemplo.
Un saludo!
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