Cares de Atenas

Cares ((griego antiguo Χάρης) fue posiblemente el mejor militar de su tiempo, hombre inteligente y soldado competente, luchó al servicio de su patria, ¡Atenas!, lo cual no fue óbice para que cuando la ocasión se presentaba favorable, luchara como soldado de fortuna o mercenario.

Persia fue una de los países en los que prestó servicios, pero también si la soldada merecía la pena, prestó servicios en la Grecia continental; ¡pero empecemos por el principio!.

Como suele ocurrir con personajes de época tan antigua (y gracias a que los historiadores antiguos parecían prestar más atención a los logros creados que a la vida minuciosa del personaje) los inicios de Cares como de otros muchos, están escondidos en la bruma de la ignorancia.

Nada se sabe de la infancia y la juventud, todo lo que se pueda decir, se basa en la especulación, y a ella no queda más remedio que someterse; de la infancia no se puede decir nada, de la juventud, ya no hay duda de que la carrera de las armas fue la elegida por el personaje.

Dado que llegó a ser general, el cargo de oficial le debió llegar como una persona que debió tener unos padres (por lo menos el padre) con cierto nivel de acomodo en la vida social de Atenas.

Esto le garantizaría una buena educación y la posibilidad de ascender poco a poco ya como militar en el escalafón hasta alcanzar gracias a su pericia militar el rango de general o “Strategos”.

Es a partir del año 367 a. de C., cuando se tiene noticias de Cares por primera vez; sirviendo como oficial ateniense, participó en la liberación de la ciudad de Fliunte, la cual estaba asediada por las fuerzas de Tebas, Arcadia y Argos.

 Parece que la empresa que se le encomendó, proteger un convoy de suministros para la asediada ciudad fue un triunfo para él, a la par que participó en un par de acciones afortunadas contra enemigos que asediaban la ciudad de Fliunte.

Las operaciones militares de las fuerzas de Cares y su buen juicio en el mando se saldaron positivamente con el levantamiento del asedio por las fuerzas enemigas, por lo que los inicios de Cares en combate fueron prometedores.

Después de estos inicios, su siguiente misión fue tomar la ciudad de Oropo, ciudad situada  en el límite entre  Beocia y el Ática y ocupada por una guarnición espartana; no consigue tomar la ciudad y debe retirarse posteriormente ante la llegada del poderoso ejército beocio.

 

"Hoplita" o infante pesado 

 

En el año 361 a. de C., Cares sucedió como “Strategos” al general ateniense Leóstenes, el cual recientemente había sido derrotado en batalla por Alejandro de Feres, tirano de la ciudad de Feres.

Marchó hacía la isla de Corcida, para apoyar el golpe de estado incruento que se desarrolló en la misma, lo cual se saldó con un odio hostil hacia Atenas por parte de los oligarcas derrotados que detentaban el poder en la isla.

Los tres años siguientes no hubo acción por parte de Cares, pero en el año 358 a. de C., este volvió nuevamente a la acción; fue enviado como general con poderes especiales a la región Tracia, obligando a las autoridades de la zona a que el “Quersoneso tracio” pasara a la obediencia de Atenas (excepto la ciudad de Cardia) en el 357 a. de C. firmando un acuerdo con el rey Filipo II de Macedonia.

Cares posteriormente pasó a implicarse como oficial de Atenas en La “Guerra Social”, también conocida como Guerra de los Aliados, la cual tuvo lugar desde 357 a. C. hasta 355 a. C. entre Atenas con su Segunda Confederación Ateniense contra sus aliados Quíos, Rodas y Cos así como la independiente Bizancio.

Cares ya gozaba por entonces de una experiencia en el mando incuestionable, fruto del cual fue puesto al mando de todas las operaciones en la “Guerra Social”; las operaciones bélicas en la misma se saldaron con problemas para Cares.

Era el otoño del año 356 a. de C., y Cares junto con los generales Ifícrates y Timoteo, comandó las fuerzas navales atenienses (compuestas por una poderosa flota de 120 naves) en una operación que se saldó desafortunada para las armas atenienses, de hecho, uno de los mejores generales de la época, Crabrias, murió en la operación.

Cares acusó a los generales Ifícrates y Timoteo de no darle cobertura en la batalla naval desarrollada en Embata, que Cares tuvo que librar solo contra sus adversarios; a pesar de su valiente conducta, no pudo vencer solo a sus enemigos y para sacudirse el peso de la ley que podía llevarle a tal derrota, ¡denunció a sus colegas atenienses!.

Según los antiguos, aunque Ifícrates y Timoteo pretextaron en el juicio el estallido de una tormenta para no auxiliar a Cares, el juicio se saldó favorable a Cares, con lo que salvó su responsabilidad en la batalla.

Nuevamente Cares tenía el mando de la campaña, pero tuvo dificultades financieras para desarrollar las operaciones posteriores; posiblemente, a raíz del juicio, no tenía muy claro que las autoridades atenienses le prestasen una cantidad de dinero suficiente para poder seguir con las operaciones de la guerra.

 

"Hippeis", caballería ligera griega

 

Cares sondeó la situación de cómo poder hacer frente a los gastos de guerra; parece que se decantó por ponerse al servicio del Sátrapa rebelde Ariobarzanes, (Sátrapa de la región persa de Dascilia) como mercenario; este se hallaba en estos momentos en rebeldía contra su rey Artajerjes III, y había decidido contratar los servicios de tan distinguido estratega para hacer frente a las poderosas fuerzas persas que amenazaban con derrotarle.

Pero Artajerjes III jugó la baza diplomática para anular la buena jugada de Ariobarzanes; aprovechando las buenas relaciones de los persas con Atenas, obligaron a este país a que Cares abandonara los servicios que prestaba al Sátrapa persa.

Atenas en un principio había favorecido la jugada de Cares, posiblemente porque la situación financiera de Atenas en la guerra había dejado sus arcas bastante mermadas, y la obtención financiera indirecta de Cares a través del Sátrapa rebelde, podía ser la mejor solución.

Pero la advertencia de Persia, (la cual no estaba desprovista de la amenaza de prestar apoyo a los enemigos de Atenas con una flota) obligó a los atenienses a llamar a Cares a su presencia y que dejara de prestar servicio para Ariobarzanes; pero los atenienses decidieron que la posible amenaza quedara bloqueada definitivamente, firmándose poco después la paz entre ambos bandos en el año 355 a. de C.

El año 353 a. de C. fue tras un periodo de paz para Cares, el inicio de nuevas acciones bélicas; el Quesoneso tracio (donde Atenas instaló a numerosos “clerucos” o colonos militares) que había pasado a obediencia ateniense en el 357 a. de C., había sufrido la rebelión de las ciudades de Sestos y Cardia, las cuales no se sometían a la obediencia de Atenas.

Cares fue el encargado de someter a ambas ciudades; la situación en Sestos fue muy difícil tras la obstinada defensa de la misma. Al final la ciudad fue tomada, pero Cares decidió dar un escarmiento ejemplar a tan valiente ciudad, los hombres fueron masacrados y las mujeres y niños fueron vendidos como esclavos.

La ciudad de Cardia parece que no fue tomada por Cares; esta ciudad firmó un tratado de alianza con el rey Filipo II de Macedonia en el 352 a. de C., con lo que la seguridad de la ciudad quedó garantizada por el dirigente macedonio.

El año 349 a. de C., Cares iba a ser enviado al mando de fuerzas mercenarias compuestas por 2.000 hombres transportados por una flota de 38 trirremes bajo órdenes de Atenas, el objetivo era ayudar a la ciudad aliada de Olintio, la cual estaba asediada por los macedonios, sin embargo el invierno estaba en su apogeo; a tenor de las fuentes, no estoy muy seguro de si la empresa siguió su curso o se canceló por el mal tiempo.

 

Mapa de la Grecia Antigua

 

Poco después, dos notables de la ciudad, un tal Eutícrates y el jefe de la caballería  Léstenes urdieron un plan en connivencia con los macedonios, a resultas del cual, abrieron las puertas de la ciudad a los sitiadores macedonios;  Olinto fue arrasada, los habitantes esclavizados y deportados a Tracia y a Macedonia.

Hasta el año 346 a. de C., parece que no entre de nuevo en escena Cares; al parecer estaba en Tracia prestando servicios; una ciudad de la región llamada Cersobleptes parecía estar en el punto de mira del rey Filipo II de Macedonia.

Los ciudadanos de la ciudad hicieron llamamientos angustiosos a Atenas, incluso la ciudad amenazada envió una escuadra en busca de Cares, el cual estaba en paradero desconocido.

Parece que Cares y sus fuerzas estaban de campaña, pero realizando una campaña de saqueo particular, sin el conocimiento oficial de Atenas; la diplomacia solucionó el conflicto entre Macedonia y Atenas por dicha ciudad, si bien es cierto, la ciudad quedó fuera del tratado de paz, con lo que Macedonia la tomó posteriormente.

Los siguientes años parece que Cares permaneció en paz, ejerciendo el gobierno en la ciudad de Sigeo; lo cual no óbice para que este ejerciera una gran influencia en los consejos que se desarrollaban en la ciudad de Atenas, gracias a los contactos e influencias que tenía en la misma.

En el año 340 a. de C., decidió pasar al servicio activo; la ciudad de Bizancio por entonces sufría el acoso del rey macedonio, por lo que fue enviado en ayuda de la ciudad; no se sabe porqué, pero las autoridades de la ciudad se negaron a que él y sus fuerzas transportadas en una flota de 40 trirremes, entraran en la ciudad.

Es posible que en su pasado, algunas acciones poco honorables en su haber jugaran en su contra y los bizantinos prefirieran no dejar pasar a este personaje; la situación no deparó mayores consecuencias, fue sustituido Cares por el general ateniense Foción, el cual cumplió brillantemente el cometido de defender la ciudad contra los macedonios.

En el año 338 a.de C. fue enviado a defender la ciudad de Anfisa, la cual era objetivo del rey macedonio Filipo II; pero fracasó en su cometido, a pesar de que había sido puesto por Atenas al mando de una poderosa fuerza de 10.000 mercenarios.

 Las fuerzas atacantes de Filipo II y las del general tebano Proxeno vencieron a las de Cares, la ciudad fue tomada y arrasada por los macedonios.

 

"Panoplia" u equipamiento de un hoplita

 

Aquel infausto año para Cares finalizó con otra derrota en su haber, ya que participó en la batalla de Queronea, donde militó en las fuerzas atenienses; estas fuerzas en alianza con las fuerzas tebanas, fueron aplastadas categóricamente por los macedonios, donde Filipo II maniobró con gran perspicacia en la batalla.

Parece que en la campaña anterior a la batalla, Cares llega a rechazar a Filipo II en varias ocasiones, aunque en la final y definitiva batalla, es Filipo II es que se alza con un  triunfo claro y rotundo.

Parece que los mandos atenienses, fueron depurados posteriormente en un juicio para justificar el mal resultado del ejército atenienses en batalla; la mala coordinación en la batalla del mando aliado fue decisiva en contra de la acción del bando macedonio, sólidamente mandado por Filipo II.

Cares, afortunadamente para él, salió airoso del juicio,  aunque Lisicles, uno de sus colegas en el mando, fue juzgado y condenado a muerte.

En el año 335 a. de C. la ciudad de Tebas se alzó contra el poder macedonio, el cual estaba bajo la jefatura de Alejandro Magno tras la muerte de su padre Filipo II el año anterior.

Si los tebanos esperaban que bajo Alejandro la autoridad de Macedonia sería menos firme se equivocaban, incluso para dar ejemplo a las demás ciudades griegas, ¡Tebas fue destruida!.

Parece que Atenas también entre bastidores participó en la rebelión, si bien de manera muy discreta; pero Alejandro Magno sospechó o detectó que Atenas había participado, aún de manera indirecta así que exigió tras la rendición de Tebas, que una serie de notables de Atenas fueran entregados por su participación activa en la rebelión tebana.

 El general Cares estaba en esa lista, aunque más tarde, gracias a los oficios del político y orador Demades, Alejandro  fue convencido de que solo se lo exigiese la entrega del general Caridemo.

No obstante, su presencia en dicha lista parece que está sujeta a duda, ya que el historiador Flavio Arriano asegura de que sí estaba en dicha lista, pero el historiador Plutarco niega que Cares estuviera en la misma, por lo tanto, asegurar que Cares estuviera en la lista, no puede asegurarse fehacientemente.

Después de estos sucesos, Cares al igual que otros griegos, decidió pasar como mercenario a las órdenes del rey persa Darío III; su participación en la guerra no fue muy destacable que digamos.

 

Soldados persas

 

El rey persa le ordenó Cares partir a isla de Mitilene, la cual había sido tomada en el año 333 a. C. por los persas Farnabazo III y Autofradates; sin embargo la superioridad naval persa en la zona del Egeo había sufrido un vuelco con la derrota persa tras la batalla de Issos ese mismo año.

 La flota macedonia, engrosada con las fuerzas navales de la isla de Chipre y Tiro, (las cuales habían desertado del bando persa tras Issos) desequilibró las fuerzas navales en contra de Persia.

El mar Egeo fue poco a poco a control macedonio junto con la toma de las más estratégicas islas persas de la zona; en la isla de Lesbos donde Cares estaba asentado desde el año anterior, las fuerzas persas capitularon en el 332 a. de C. tras un despliegue naval macedonio abrumador, junto con 2.000 hombres.

Después de esta acción parece que Cares, ya cansado de los avatares que había sufrido después de por lo menos 35 años de campañas militares,  pasó el resto de sus días en la localidad de  Sigeum hasta su muerte, donde gobernó a sus habitantes de manera despótica y tirana.

Mucho se ha hablado de Cares, (aparte de su competencia en el mando) también tuvo claroscuros en su vida; desde su comportamiento temerario en combate a su participación en expediciones punitivas de saquea en algunas ciudades, lo que le valió por ejemplo la negativa de que entrara en Bizacium para defender la ciudad.

También su ambición y codicia llegaban al punto de escatimar las pagas de sus mercenarios, con lo que sus oficiales pasaban apuros a la hora de pagar a sus tropas; la moral tampoco pasó a formar parte de su ser, su carácter libertino ofendía a la moral ateniense entre otros defectos.

Solo los servicios militares que prestó a Atenas, pueden compensar en parte el comportamiento que desplegó en vida y su terrible carácter, y eso es lo mejor que pudo dejar a su patria ateniense.

Sus coqueteos con la política estuvieron entrelazados con Demóstenes, con el que tuvo contactos en este aspecto; si bien en estas lides se mostró muy comedido y poco hábil; posiblemente algunas veces para ganarse al público se mostró generoso con ellos, lo cual se contradice con su comportamiento cruel en algunas otras ocasiones.

Otra de sus contrariedades fue lo contrario que él era al soborno, lo cual le hizo ganarse la amistad de los habitantes de Atenas (¡la honradez en las altas esferas no se destilaba mucho que digamos!).

La Muerte de Cares se desconoce por fuentes antiguas, pero según parece, es el año 324 a. de C. cuando se le da fecha, a su posible muerte.

 

 "Peltasta" o infante ligero

 

Autor: eljoines

 

Bibliografía:

 

• Wikipedia.
• Satrapa1.
• http://books.google.es/.