Akbar - La piedra angular del Hindostán
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-AKBAR EL GRANDE-
خالالويددين موامماد اكبار
Todo aquel que se acerca o pretende hacerlo, a la historia temprana de la India se encuentra con un muro de dudas y mitos varios, sin embargo ello cambia parcialmente con los mogoles.
En 1655 un joven médico francés, llamado François Bernier partía del francés puerto de Marsella con destino al Lejano Oriente, en un apasionante viaje que le iba a conducir hasta la India. Fruto de su larguísima estancia (Permaneció allí hasta 1669) fue el libro Viaje al Gran Mogol, Hindostán y Cachemira, libro que pronto se convirtió en uno de los grandes éxitos de la época y que encuentra su principal atractivo literario el hecho de haber expandido y popularizado en grado sumo en todo Occidente el fascinante mundo de los grandes mogoles, que por aquel entonces gobernaban la mayor parte del subcontinente indio. Bernier describió la opulenta corte mogol en su momento de mayor esplendor, preguntándose si existía algún otro monarca que poseyese tantas variedades de riqueza: oro, plata, piedras preciosas, muselinas, sedas, brocados, alfombras, perlas, ámbar, almizcle, mármoles y una profusión inagotable de ungüentos, perfumes, sándalos y marfiles…
-Abul Fazl presenta el Akbarnama o crónica real de su reinado al emperador Akbar, que se encuentra sentado en su trono imperial. Es destacable la magnífica factura, apreciable en los talleres de Akbar-
Así no fue difícil, ni mucho menos, que el mundo de los grandes mogoles se convirtiera para los europeos del siglo XVII en un mundo romántico regido por monarcas fabulosos y despóticos que dedicaban una parte importante de los recursos del estado a construcciones delirantes destinadas a inmortalizar princesas de ensueño en el fondo simétrico, paradisíaco y perfecto de los jardines poblados de caprichos extravagantes, canales que fluyen sin cesar y habitado por monos, pavos reales y elefantes gran belleza. Pero no sólo resplandecían las joyas y el lujo, también en ese imperio florecían las intrigas cortesanas y la extrema crueldad a la hora de dirimir los problemas sucesorios, asesinatos fratricidas a sangre fría, dolor y muerte en el seno de una familia llena de víboras capaces de descuartizarse. John Dryden hizo de Aurangzeb protagonista de un drama heroico.
Pero bastante antes de que todo esto ocurriera muy lejos de las curiosas cortes europeas empezaba la andadura islámica en el Hindostán, cerca del lejano año 1000 mientras Europa se retorcía de terror esperando el Apocalipsis, la India tuvo un fin del mundo propio, fue invadida por el Islam, Mahmud de Ghazna… Cada acceso al trono se acompaña por el asesinato de parientes, el saqueo de las ciudades, la devastación de las tierras bajas y la masacre de miles de hombres, mujeres y niños de los partidarios de su predecesor, así durante cinco siglos el noroeste y el norte de la India, literalmente apestaba con la sangre de las multitudes. Este período está lleno de una serie casi infinita de batallas, intrigas, enredos y las revoluciones políticas; casi todos los eventos tenían una característica en común, que tuvo lugar en medio de asesinatos, saqueos e incendios.
El espectáculo más horrible lo largo de estos siglos es el del terrible viaje del príncipe mongol Tamerlán, un sucesor de Gengis Khan, que recaló en la India con sus descomunales hordas tártaras en el año 1398 siguiendo sus grandes campañas de conquistas por Asia Central. Antes de su entrada en Delhi, la capital, en la cual fue proclamado Emperador de la India, ejecutó brutalmente los cien mil presos que había capturado en sus batallas anteriores en el Punjab, para ser sacrificados en un solo día, porque eran demasiados, algo incómodo, para arrastrarlos con él hasta Samarcanda, como era habitual sólo sobrevivieron los artesanos y grandes sabios, destinados a engrandecer la capital timurí. Así lo afirma Timur a sí mismo, con franqueza descarada, en su relato de la expedición, en el que relata que los tres distritos de la ciudad fueron saqueados de acuerdo a la “voluntad de Dios”.
En 1526, Babur, un descendiente de Tamerlán (Y de Gengis Khan por parte materna, vamos que tenía una familia amantísima), hizo su entrada en Delhi y allí fundó el dominio de los grandes mogoles. El derrocamiento de esta dinastía fue causado por el desastroso reinado del sucesor de Baber, Aurungzeb, un déspota cruel, astuto y traicionero, que siguiendo el ejemplo de su antecesor Timur, sembró el terror y la alarma en torno a él en la segunda mitad del XVII y el comienzo de los siglos XVIII, arruinando la rica herencia de su padre Shah Jahan y que sus hijos, nietos y bisnietos terminarían por destruir de forma completa en el siglo XIX dejándose cazar como conejillos por los zorros de la pérfida Albión.
No es de extrañar que los reinos hindúes se levantaran prestamente para rechazar a Babur y después intentaran librarse del yugo hasta entonces considerado invasor, de los grandes mogoles en la figura imperial de Humayun padre de Akbar. Todo ello cambiaría con el acceso total a los poderes imperiales del Hindostán de Akbar, un nuevo emperador destinado a realizar las más grandes proezas en nombre de su reino y sus súbditos, creando un gran reino de tolerancia, poder y paz.
Jalaluiddin Muhammad Akbar (جلال الدین محمد اکبر ), llamado el Grande por sus propios súbditos (Lo de Akbar le proviene por el nombre de su abuelo materno que fue elegido por su madre por significar Grande, lo que le venía muy al dedo), fue el tercer y primer gran gobernante de la historia del Imperio Mogol del Hindostán. Hijo de Humayun el culto, pero breve, sucesor del estepario Babur, Akbar se erigiría como una losa sobre sus sucesores en el trono al igual que Carlos V o Felipe II harían con sus hijos, con sus nietos y con sus bisnietos. La alargada sombra del gobernante más querido de toda la historia de la India perseguiría como una auténtica rapaz a los mogoles posteriores, incluyendo a los mediocres gobernantes descendientes de Aurangzeb, el último de los grandes líderes, que dejarían el magnífico reino que Akbar les legó, reducido a ruinas humeantes y rescoldos de guerra sin llama. La eterna gloria de la grandeza de Akbar está fundamentada en su enorme tolerancia religiosa, en su vasta inteligencia y en su descomunal afán en encontrar el bienestar y la paz para su pueblo.
Jalaluiddin nació en tiempos turbulentos, el poder nominal del Imperio Mogol de su padre Humayun era prácticamente un espejismo, el poder de los mogoles en la India había sido casi completamente erradicado. Un caudillo hindú, Sher Shah el León había conseguido destrozar el poderío mogol en la India en c
uestión de unos pocos años resucitando y reclamando para sí el título de sultán de Delhi. Obligado a abdicar Humayun hubo de huir a los desangelados desiertos de Rajputana donde se casó con una rajputaní de la alta aristocracia; Hamida Begum.
Humayun era un científico y sabio despistado y políglota, entregado al estudio de las matemáticas, la filosofía y la astronomía, aunque tampoco se puede obviar su afición al opio, una afición que compartiría su nieto, quizás ambos se veían agobiados por la enorme figura paterna, no digamos en el caso de Humayun cuyo padre era el fundador de un dinastía que él amenazaba con tirar por tierra, un bello panorama por delante para alguien joven, ello le empujaría a refugiarse en el humo y la pipa de los vicios.
Pero volvamos con nuestro protagonista principal tras esta breve reseña sobre la personalidad y trato de su imperial figura paterna.
-Miniatura pintada bajo Shah Jahan que representa a Humayun en un jardín ideal rodeado de animales salvajes que representan el poderío del emperador, así como de personjes magníficamente dibujados y dos angelotes/querubines que sostienen una corona imperial-
Una mañana en el Hindostán el emperador Humayun luchaba en una horrible batalla de grandes proporciones, la batalla estaba en un punto álgido y el emperador Humayun dirigía en persona sus tropas en primera línea del combate. En ese momento un apresurado mensajero quiso atravesar las líneas mogol para llegar a donde el emperador y darle una urgente misiva. Cuando el nervioso mensajero pudo llegar hasta el monarca se arrodilló ante el mediante una gran genuflexión y le anunció lo siguiente:
“Oh Gran emperador Humayun, acabo de venir desde Urmakot. La emperatriz del Hindostán ha dado a luz a un hijo”.
Así entre las tormentas y caos de una guerra civil nació Akbar el Grande, en una ciudad hindú, Urmakot, y se convierte en el primer gran monarca mogol en nacer en suelo Hindostaní teniendo este hecho gran influencia en el carácter de Akbar posteriormente para con su pueblo, súbditos y vasallos.
Humayun completamente derrotado por Sher Shah hubo de huir a la corte safávida persa donde recibió cobijo por parte del monarca iraní Shah Tahmasp. Durante sus largos años en el exilio, en las duras llanuras de la Persia profunda, Humayun empezaría a acariciar la idea de reconstruir el imperio de su padre Babur. Empezaría entonces un largo periplo por tierras afganistaníes y irania reclutando un armando un gran ejército. En este belicoso ambiente el gran Akbar, por aquel entonces todavía Jalaluiddin Muhammad, crecería, en un entorno donde sólo importaba la lucha, la caza y las actividades deportivas, siendo estas las únicas nociones enseñadas al futuro emperador. Criado en un constante campo de batalla contra los enemigos de su padre no aprendería ni a leer ni a escribir, por más extraño que parezca, pues Humayun su padre y emperador era altamente cultivado e inteligente y era docto y curioso con las formas del saber.
En un arranque del destino y en un giro de los acontecimientos Humayun fue poco a poco recuperando el poder perdido y su trono, hasta una recuperación casi completa de los cimientos del imperio Mogol laboriosamente construido por Babur. Las exitosas campañas del emperador le llevaría a recuperar los territorios originarios del imperio; Kabul y Afganistán, así como los extensísimos territorios pertenecientes al fallecido líder hindú, el León Sher Khan/Shah había muerto dejando un vacío de poder fácilmente ocupado por las profesionales tropas de Humayun que reconquistaron la entonces capital hindostaní; Delhi, y sus complejos palatinos donde el emperador estableció su corte renacida.
-Derecha; Shah Tahmasp recibe en su corte safaví a el derrocado emperador Humayun. Obsérvese los vívidos colores y la bella factura-
El reinado de Humayun sobre el Hindostán comenzaba a hacerse realidad, su naciente poder ocupó el norte de la India en su mayor parte, obviando a los poderosos y levantiscos guerreros Rajputs que indomables se negaban a aceptar la soberanía de los sucesores de Timur Lang y de Gengis Khan. Desgraciadamente el esplendor fue sumamente efímero, el reinado de Humayun se vio truncado por la fatalidad y la desgracia y el esplendor se acababa. Humayun que estaba en la biblioteca imperial en la torre Sher Mandal tenía los brazos llenos de manuscritos y legajos diversos y se dirigía a consultarlos en profundidad a una de sus dependencias, inesperadamente mientras descendía las escalinatas se oyó la llamada a la oración por parte del muecín, apresuradamente Humayun se dispuso a arrodillarse en los escalones para responder a la oración, en el proceso su pié se enganchó con la rica túnica y se trabó, así cayó varios tramos de escalones hiriéndose de alta gravedad. Tras una enorme agonía de tres días un roto Humayun fallecía el siete de Marzo de mil quinientos cincuenta y seis.
Así ascendía un casi niño Jalaluiddin al trono con la temprana edad de trece años, así Akbar quedaba bajo la regencia del más capaz de los generales y compañero de fatigas de su padre; Bhairam Khan, que fue nombrado guardián del reino o "príncipe-padre", como se expresa en hindi, y se propuso a guiar la nave vacilante del Estado Mogol con una mano fuerte, aunque sí fue nombrado padisha o pachá, que vendría significar emperador. Una regencia empezaba y un poderoso general empezaba a acumular más y más poder hasta convertirse en el verdadero emperador de la India Mogol. Un año tras otro Bhairam fortificó y expandió el imperio Mogol en nombre del emperador del Hindostán, su éxito fue descomunal y consiguió derrotar a muchos de los estados principescos del Norte de la India, aunque los fieros rajputs resistirían el embate del general mogol, su momento llegaría bajo las tropas de Akbar, aunque eso habría de esperar. El poder de Akbar se consolidaría en la exitosa batalla de Panipat donde recién empezado su reinado, Bhairam Khan se enfrentó en un descomunal combate contra Samrat Hem Chandra Vikramaditya, llamado Hemu, un poderoso caudillo hindostaní.
-Mapa del Imperio Mogol que muestra las diferentes fronteras de dicho imperio a la muerte de algunos de sus gobernantes, entre ellos Akbar y su bisnieto Aurangzeb-
La batalla se saldó con la derrota total del enemigo y la captura de un gravemente herido rey Hemu, es entonces cuando Bhairam para que Akbar obtenga el título de Ghazi (Defensor de la Fe Islámica) le ordena que decapite al herido y preso monarca. Akbar, compasivo y benevolente rechaza tal acto de crueldad hacia un enemigo derrotado y más todavía estando gravemente herido. Entonces en un gran acto de crueldad Bhairam recogería la espada del monarca y decapitaría al gobernante hindú. Su cabeza fue enviada a Kabul para adornar la Delhi Darvaza y su cuerpo permaneció como carnaza y alimento a los buitres delante de las grandes y masivas puertas del Purana Quira de Delhi, el complejo palatino que hubo de servir como primer palacio y centro de la corte de Akbar.
Después de algunos años un joven y poderoso Akbar empezó a rebelarse contra la tutela opresiva del general, quién lo trataba como un peón más en su camino y estancia en el poder absoluto de su regencia, un peón al que mantener contento para preservarse, Akbar enojado decide rebelarse y haciendo valer sus títulos y su poder desbanca a Bhairam y reclama su poder, terminada su regencia Bhairam Khan es un objeto inútil para el emperador del Hindostán, y aún más, es un posible enemigo y una amenaza constante al trono por ello Akbar le ordena que comience una peregrinación ritual al santuario sagrado de la Meca donde debe vivir en religión y espiritualidad hasta el fin de sus días, en el camino le ordena asesinar y Bhairam Khan muere asesinado tras cometer enormes desmanes contra las poblaciones autóctonas, masacrando en su viaje a afganos y hindús con gran fiereza. Así murió el sanguinario Bhairam, ahogado en su propia sangre, eliminado del tablero como un peón más. Él que fue regente y casi emperador en lugar de su tutelado, así mismo comenzaba el glorioso reinado de Jalaluiddin Muhammad Akbar.
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Para haceros una idea de la semblanza general de Akbar en su juventud y madurez os voy a adjuntar como era descrito en las embajadas y por sus familiares y allegados, todo ello sumado a las numerosas y realistas, que no idealizadas representaciones que de él se conservan:
"En él los rasgos de sus ancestros mongoles están diluidos en un grado notabilísimo. La forma de su cabeza es redonda,
con los contornos suavizados con elegancia, los ojos negros y pensativos, grandes, de ensueño, las cejas plenas y tupidas pero noblemente definidas. La cara lampiña, sin barba alguna exceptuando un delgado bigote cerca de su boca, hacia la que desciende describiendo suaves y sensuales ondulaciones. Según Yahangir su tez era del color del trigo, los jesuitas portugueses y españoles la describían puramente blanca. Aunque no era exactamente una persona de gran belleza, Akbar parecía hermoso y bello para muchos de sus contemporáneos, incluidos los europeos, en su mayor parte debido a su augusta semblanza, su auténtica aura de poder y que su rostro expresaba una gran sabiduría, bondad y una amabilidad y simpatía enormes, siempre su rostro es describido como simpático, siempre dispuesto a tender una mano.
Akbar era bastante alto, ancho de hombros y poseedor de un estado físico increíble, de grandes músculos y muy fornido, resultado de sus aficiones, doma de elefantes y caballos salvajes y la caza real (En la India la presa más honorable; el poderoso tigre de Bengala). Tenía los brazos largos y musculados y manos alargadas, nobles, aristocráticas."
-Derecha: Akbar cazando tigres en una miniatura del Akbar-Nama, es de observar la belleza de la composición, lo delicado del dibujo y que una de las presas sea un tigre albino. En esta miniatura se deja sentir una fuerte influencia persa, sobretodo en el modelado del paisaje-
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Mahum Anaga, enfermera y aya del emperador, era una mujer por la que Akbar sentía un vínculo cálido y gratitud, una mujer vengativa y ambiciosa pero leal y dedicada a Akbar, había contribuido en el logro de la caída del regente. Ella se había preocupado por el emperador desde su nacimiento y en medio de la confusión de su juventud le había protegido del peligro, pero para este servicio esperaba su digna recompensa
Mahum Anaga tuvo un hijo, Adham Khan, a quien sugirió al emperador para la ardua a tarea de reconquista y de gobierno de la provincia de Malwa. Adham Khan fue un hombre apasionado y violento, tan ambicioso y avaro, como su endemoniada y aprovechada madre, y se comportó como era de esperar en la provincia de Malwa, como si fuera un príncipe independiente. Tan pronto como Akbar supo de esto, avanzó a marchas forzadas para Malwa y sorprendió a su desconcertado hermano adoptivo antes de que éste pudiera ser advertido por su calculadora e intrigante madre. Pero Adham Khan no tuvo ninguna dificultad en obtener el perdón de Akbar por sus infracciones, manejado este en la sombra, o casi por su aya.
En el largo camino desde Malwa hacia la capital mogola de Agra, donde el itinerante emperador habría de establecer su corte nómada de forma más o menos estable, un desgraciado accidente pudo haberle costado la vida y haber cortado las esperanzas de su pueblo. Akbar se había adelantado paulatinamente a su escolta y de repente se encontró cara a cara con una poderosa e inmensa tigresa que protegía sus cachorros.
Sus apresurados guardias reales quedaron estupefactos cuando vieron a un tranquilo emperador de diecinueve años esperando al lado de una enorme bestia muerta, que había postrado en el polvo mediante un simple pero poderoso golpe de espada. Es de considerar su gran velocidad, agilidad, sangre fría y seguridad de emperador en su poderoso golpe, que podría haber llegado un segundo demasiado tarde, además hemos de considerar la velocidad y fiereza de una rabiosa tigresa protegiendo a sus cachorrillos. También debe ser curioso vislumbrar la cara que se les quedó a los nobles musulmanes de séquito cuando vieron aquello. Seguramente muchas ambiciones, conjuras y traiciones fueron tiradas por tierra aquel día.
-Monedas mogol de plata, de gran calidad, procedentes de las cecas imperiales bajo Akbar-
El emperador pronto llegó a la corte mogol con su alocado e impetuoso hermano postizo, bajo orden de cuidarlo y tratarlo según su dignidad, trato propiciado por la aya imperial. Pronto las ambiciones de Adham y su madre se vieron con el obstáculo del habilísimo y fiel gran visir imperial, quien a su vez percibía que esos dos malvados buitres estaban robándole el poder al emperador, y de paso a sí mismo. El perturbado Adham planearía entonces el asesinato de aquel hombre.
Así un día de 1562 por la noche el gran visir estaba dirigiendo una audiencia en la Sala de las Audiencias Públicas de Palacio, cuando de repente Adham Khan y una horda de violentos conjurados armados interrumpió la serena paz del fuerte rojo. Abatió entonces en busto al gran visir Adham y después cuando estaba en el suelo él y sus secuaces lo
apuñalaron sistemáticamente hasta destrozar hasta la última brizna de existencia del cuerpo
de tan leal súbdito a la corona. Creyendo el alocado que podría impedir su ejecución por la in
fluencia de su madre en el joven emperador. Este entre tanto se había enterado de lo ocurrido y acudió raudo al lugar. Adham Khan, infatuado, acudió a ver en persona al emperador con la espada objeto del cruel asesinato en la mano y le exigió que oyera sus explicaciones, este montó en cólera y con un brutal puñetazo derribó al suelo al hijo de su aya, después dueño de una fría rabia ordenó a sus guardias que agarraran al desdichado y lo arrojaran desde el balcón hacia el suelo del patio que se encontraba bastante metros más abajo.
Adham Khan literalmente reventado contra el suelo moría en medio de una inmensa agonía, no contento con ello el emperador ordenó que fuese llevado de nuevo a su presencia el balcón, pero que fuera subido por las escaleras sujetado por los cabellos. Los guardias actuaron de inmediato y arrastraron escalón a escalón al agonizante y destrozado Adham hasta la terraza y de nuevo fue arrojado de bruces desde el balcón ante la impasible mirada del emperador.
El desdichado tuvo la suerte de morir con el impacto, si no es seguro que hubiera sido una y otra vez hasta quedar reducido a una pulpa sanguinolenta.
-Derecha: En esta miniatura del Akbarnama se muestra como Akbar (Izquierda) manda ejecutar a Adham Khan mediante defenestración, abajo a la izquierda tenemos probablemente (En otra versión posible sería uno de los secuaces de Adham) al visir, muerto y sangrante-
Este hecho es relatado para demostrar y enseñarnos a un Akbar no idealizado
, pese a su apostura e inteligencia, Akbar sabía ser cruel y despiadado, que tardaba en destapar su ira incalculable, pero que si se desataba hacía temblar los cimientos del imperio por completo. Mahum desesperada llegó demasiado tarde para ayudar a su único hijo, desesperada sólo lo sobrevivió cuarenta días y el emperador la ordenó enterrar con dignidad, así pagó de forma horrible la aya toda la bilis y el veneno destilado durante años en el oído de Akbar hasta controlarle.
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Tras su toma definitiva del poder; sólo un obstáculo le separaba de la soberanía completa de los mogoles sobre el gran espacio cultural que era el Hindostán, una fiera casta de guerreros mortíferos, los rajputs y sus aliados. Los rajputs hijos de la espada nacidos para la guerra y dispuestos a morir en el campo de batalla o inmolarse si fallaban en su intento de victoria, indomables, fieros y fanáticos, hindúes de casta alta destinados a matar y morir matando. Si lo observamos bien no parece que Rajputana fuese un simple obstáculo, sino más bien una amenaza constante al poderío de la bestia arrolladora mogol, un escorpión dispuesto a matar al gran león rey del Hindostán.
-De izquierda a derecha:En esta miniatura del varias veces citado Akbarnama aparece Mahan Anga, al lado mismo de un joven emperador, a su diestra, dirigiendo junto con él una de sus audiencias imperiales, abajo tenemos una de las muchas ocasiones en las que Akbar perdonó a Adham Khan-
Ese objetivo se afianzaba sobre descomunales fortalezas de naturaleza inexpugnable, enormes masas de rocas afiladas con senderos serpenteantes que se unían para dar lugar a enormes bastiones de durísima roca, pétreos e inmóviles fuerte que albergaban descomunales palacios, hogar de las grandes monarquías de Rajputana, en sus tronos de Amer, Chittor, Gwalior. Rathambar, Baidar…
La campaña contra los rajputs empezaba y el primer objetivo de Akbar era una de sus fortalezas principales, el fuerte de Chittorgarh o Chittor un auténtico nido de buitre encaramado a una enorme formación rocosa, cuyos descomunales muros se confundían con la propia roca desnuda, una fortaleza de singular belleza en la cual resplandecían decenas de templos una magnífica ciudadela, maravillosos palacios y una descomunal torre, La Torre de la Victoria, construida por Rana Khumba entre 1442 y 1449. Semejante belleza, símbolo del poder rajput en el Rajastán era propiedad y feudo de Maharana Udai Singh II. Allí llegó Akbar con el ejército mogol, dispuesto a doblegar de una vez por todo el espíritu inquebrantable, de los rajputs, nadie podría negarse a arrodillarse ante el emperador y aunque este prefería evitar derramamientos de sangre innecesarios, debía doblegar a esos insistentes hindostanís para que la bandera de la dinastía y trono Mogol hondease sobre todo el Hindostán. Sabiendo la fría determinación de Akbar, el monarca rajput, se ve que era bastante menos valeroso que sus hombres, huyó del fuerte hacia las suaves colinas de Udaipur para construir un nueva capital. Tras de sí dejaba un nido de águilas defendido por 8000 fieros rajputs consagrados para la guerra y sus familias, dispuestas a correr la misma suerte que sus maridos.
-El poderoso fuerte de Amber (Uno de los más bellos del Rajastán), trono del rajá de Amber y lugar de procedencia de Jodha Bai la reina preferida del emperador y madre del heredero Salim, después Yahangir-
Presto al combate Akbar dirigió sus descomunales piezas de artillería, sus bombardas y piezas de menor calibre a bombardear día y noche Chittor, poco a poco pensaba desmoronar la piedra de la fortaleza, vanas esperanzas, los descomunales muros de piedra maciza no se derrumbaron ante el envite de las enormes balas de cañón de las bombardas mogol. Entonces Akbar empezó a reflexionar como doblegar la fortaleza. Descubrió apesadumbrado que el risco sobre el que se asentaba Chittor era tan alto que la eficacia de sus cañones era mínima pues no alcanzaban a dañar algo más que la misma montaña. Tampoco podía derribar la puerta o los muros mediante el uso de los zapadores pues al asentarse en la roca excavar era imposible, y menos podía acercarse la caballería o sus elefantes sin sufrir duramente el impacto directo de los disparos de los atacantes en la cara mientras ascendían. Inexpugnable… ¿O quizás no?
Ante la sorpresa generalizada por el bando rajput Akbar fue construyendo sistemáticamente dos enormes colinas artificiales mediante barro, arena, rocas y probablemente los cuerpos de sus esclavos, que caerían como moscas construyendo es descomunal obra de ingeniería que debió alcanzar una altura de más de un centenar de metros cada una, justo un poco más altas que la muralla para que su artillería llenase de terror y destrucción la fortaleza, derruyéndola por completo.
-Aquí podemos ver la explosión de la mina de Akbar en Chittorgarh, vemos como vuelan los jinetes mogol por los aires y como le dan la noticia a Akbar en el margen inferior izquierdo-
Pero mientras edificaba semejantes moles de barros, rocas y sangre su mente inquieta ideó otro plan. Construiría un descomunal túnel cubierto de planchas de hierro y hecho de ladrillos que fuese desde su campamento hasta los pies de la puerta principal donde cuando estuviese completo (el túnel, se entiende) se pondría una mina explosiva que haría pedazos la puerta y sus defensores, quedando vía libre a su caballería acorazada de élite. Es de suponer el alto coste humano que conllevó esta descomunal obra de ingeniería , sin embargo llegó el día de que la obra estaba conclusa y Akbar aprovechó al oportunidad. Reunió a su caballería entorno a la puerta de la fortaleza fuera del alcance de los desesperados rajputs y metió en el túnel a su infantería. Una vez tenía todo listo se aprestó a lanzar a sus zapadores quienes corrieron a poner la mina frente a la puerta del fuerte de Chittor. Sin embargo una atinada flecha incendiaria o una chispa hicieron prender las descomunales cantidades de pólvora que componía la mina, esta estalló antes de llegar destrozando y lanzando por los aires a decenas de hombres y caballos destrozados, un pandemónium descomunal siguió a la explosión, los rajputs diezmaron rápidamente a la caballería de élite mogol, que hubo de retirarse apresuradamente en un enorme desorden. Sin embargo el resultado del asedio ya estaba contado. Las colinas y las plataformas para las baterías de los cañones de Akbar estaban ya terminadas y sistemáticamente se fue destrozando las defensas del fuerte y a sus guerreros rajputs. Sin embargo los irreductibles rajputs no se arrodillaban ante él, luchaban con enorme fiereza hasta el último suspiro de sus cuerpos debilitados por el larguísimo asedio. Decidido a acabar con aquella continua matanza Akbar tomó un mosquete y se colocó en una situación ventajosa, desde allí y de un certero y mortal disparo cortó la línea de la vida del comandante rajput. Sin su pilar sustentándolos en edificio de la resistencia se desmoronó. Poco después, el 23 de Febrero de 1568, los rajputs se habían inmolado en combate y sus familias se habían lanzado a las piras funerarias, las mujeres aferrando a sus hijos para hallar la muerte entre los cálidos abrazos de las llamas rugientes. Akbar era dueño de Chittorgarh tras unos largos ciento veintitrés días de asedio continuado.
-En esta escena se muestra como Akbar en un certero disparo mata al comandante de la guarnición de Chittor (Margen superior derecho, en la torre; Akbar, al otro lado de los muros vemos como se desploma el comandante) que conllevó la caída del fuerte-
Pero bastantes bastiones osaban levantarse contra el feroz y joven emperador del Hindostán, el siguiente en su punto de mira era Rathambor. Hacia el final del año 1568 Akbar concentró su maquinaria bélica alrededor del poderoso fuerte de Rathambor, que era controlado por un vasallo de Maharana Singh de Chittorgarh, Rao Surjan Hada de feudo de Bundi. Al noreste del poderoso pero ya vencido Chittor es dondes e encontraba este magnífico fuerte rajput. El fuerte había sido probablemente construido alrededor del año 944 después de Cristo aunque las mayores fortificaciones de la fortaleza datan de los siglos trece y quince. La entrada principal estaba localizada en el lado norte de la fortaleza y consistía en un descomunal complejo de cinco poderosísimas puertas sobre una carretera. El pasaje a la primera puerta estaba protegido por una muralla exterior que formaba una espléndida barbacana, a la que sólo se podía acceder tras meterse en estrecho pasaje corriendo o al galope mientras eras continuamente hostigado por las flechas enemigas (Vamos un paseíllo precioso), bien después debías superarla puerta. Después te esperaba una acogedora escalera empinada en curva que impedía en sobremanera el paso de un elefante de guerra a la carrera. Después se hallaba una puerta que podía ser bloqueada por una descomunal piedra tallada en forma de elefante, que literalmente impedía el paso sentándose. Pues eso no era todo lo que esperaba al atacante a la magnífica ciudadela, después de otra pesadísima ascensión escalón a escalón te esperaba otra puerta (Con una enorme estatua de Ganesha) y después una preciosa escalera en una curva cerradísima que dificultaba el paso de caballos y elefantes, una curva en giro de noventa grados que tras trazarla impactabas de lleno con la más poderosa de las puertas, la cuarta. Protegida con almenas, merlones, una barbacana, una fabulosa puerta erizada de temibles pinchos destinados a empalar elefantes, hombres y caballos por igual, arqueros múltiples…Después de superar esta belleza de ingeniería militar tenías que encontrarte que para acceder a la quinta puerta tenías que superar un estrecho túnel hacia la derecha en la siguiente barbacana. Paradisíaco.
El fuerte ya había sido atacado en 1560 por un ejército mogol, pero este había sido contundentemente derrotado y desbaratado, es de imaginar el por qué. De todos modos ese mismo año el fuerte de Gragaun si pudo ser desbaratado.
-Imagen actual del fuerte de Rathambor, como vemos situado en un abrupto nido de águilas-
Akbar siguió una estrategia similar a la que usó en Chittor, creó grandes tricheras y emplazó montículos donde colocar y poder disparar sus enormes baterías de bombardas y cañones mogol. Después de eso los cañones mogol empezaro
n a intercambiar fuego con los del fuerte. Viendo que aunque el fuerte es poderoso y sus defensas ingeniosas, nada pueden contra el martilleo continuo de la artillería enemiga, el gobernador de la plaza (Castellano diríamos en nuestro idioma) comenzó a negociar con el emperador a través de sus comandantes militares. El gobernador acabó por rendir el fuerte y anexionar su provincia al imperio de Akbar, pero con el jugoso premio de ser nombrado mansabdar y con el rango de Rao Raja, un puesto de gran responsabilidad dentro del ejército, equivalente a general, también se le premió con el gobierno de otras provincias añadiéndose estas al gobierno de su ancestral reino de Bundi. Así los rajputs abandonaron el fuerte con sus familias y dioses dispuestos a vivir bajo la égida del nuevo emperador.
Este gesto muestra la verdadera cara del emperador, compasión y justicia. También de otras maneras Akbar se mostró dispuesto a conceder el perdón a una medida casi incomprensible para un monarca imperial de su talla. Una y otra vez cuando un virrey se rebelaba en las provincias y después de ser derrotado velozmente después de un levantamiento infructuoso, Akbar les perdonaba de nuevo y les restituía en el cargo, aunque sabía bien que podían rebelarse de nuevo. Él desde luego era un hombre de usual compasivo, no deseaba mancharse las manos de la sangre de sus súbditos, al menos casi siempre.
-Arriba se muestran dos ilustraciones mogol sobre el asedio de Rathambor, muy informativas, por cierto. Muestran las enormes baterías de bombardas mogol, soldados con rifles y fusilería, el uso de bueyes para cargar los cañones cuesta arriba y la posición del fuerte en un nido de águila-
Cuando Akbar ascendió al trono de su reino este estaba compuesto por sólo una porción muy pequeña de los bienes que habían sido objeto de sus predecesores Humayun y sobretodo era un espejismo del legado por Babur tras su aplastante victoria en Panipat contra el sultán Lodi. Con la energía, que fue una característica fundamental de su naturaleza y su ánimo imperial, una vez más se apoderó de las provincias que habían sido arrancados del imperio, al mismo tiempo supo asumir el compromiso de la conquista de tierras nuevas, y realizó esta tarea con tan buena fortuna que en el cuadragésimo año de su reinado, el imperio de la India abarcaba más territorio que nunca antes, es decir, no sólo el conjunto del Hindostán propiamente dicho, sino que incluía la rica península de Gujerat, las tierras del Indo y Cachemira, pero también el imperio abarcaba el ancestral reino de Afganistán (De donde procedía el fundador de la dinastía; Babur), y gran parte del Dekkhan/Deccán que nunca había formado parte de ningún Sultanato de Delhi u otro reino de carácter puramente islámico. En estos prósperos tiempos, mientras que el emperador tenía su residencia en Lahore, la frase corriente en la India para referirse a una persona afortunada, próspera y con suerte era; "tan afortunado como Akbar."
-Magnífica ilustración de Angus Macbride que muestra tres ejemplos de soldados de caballería mogol, incluido un oficial mansabdar y un líder de caballería afgana (auxiliar)-
El poderoso engranaje militar de Akbar supuso una anexión de enormes territorios, en los que una vez derrotados sus gobernantes se instauró un gobierno provincial de paz y libertad religiosa que benefició a toda la sociedad hindú bajo la minoría mogol. Este beneficio repercutió de forma muy beneficiosa en la economía comercial de la India y en el nivel económico de la sociedad, que se enriqueció notablemente y la prosperidad alcanzó incluso a los estratos sociales de las castas sociales más bajas (Como ocurrió en la Francia Borbónica en el reinado de Enrique IV de Navarra, en el cual se decía que “cada Domingo una olla de gallina”, que expresa que hasta los hogares campesinos podían disfrutar de una “olla de gallina”, un popular plato francés del siglo XVI). El gran superávit de la hacienda y el tesoro imperial mogol condujo por parte de Akbar a la abolición del impuesto de peregrinación o yiza. Este impuesto había sido un lastre perpetuo a la enorme población hindú, porque consistía en la aplicación de un impuesto de pago obligatorio a todo aquel que quisiese peregrinar a un lugar santo que no fuese musulmán. Las grandes fortunas hindúes o las castas superiores podían permitirse de sobras ese gasto, pero para las economías más escuetas o pobres era un auténtico suplicio, ir a adorar a tal o cual santo podía arruinar a una familia, y debemos añadir el factor que los hindúes tienen multitud de fiestas religiosas y peregrinaciones que forman parte intrínseca de la idiosincrasia de su pueblo y su religión, es decir tenían un carácter prácticamente obligatorio, ello suponía un desembolso anual brutal para las economías poco pudientes. Akbar abolió esta injusta ley pro-mahometana aludiendo a que nadie debería pagar para adorar a sus dioses, aunque expandamos este concepto algo más para continuar después con la gestión del emperador.
-Moneda bajo Akbar años 1576-1577, anverso y reverso de la misma, con una leyenda en árabe, es de apreciar la calidad de la misma-
El fundador del Islam, pese a todas sus grandes virtudes, inteligencia y saber hacer decretó la eliminación de todas las religiones y los seguidores no convertidos a la religión por él mismo fundada. Aunque él mismo se acabaría convenciendo de la imposibilidad de alcanzar dicho precepto. Y, de hecho, si los mahometanos habían seguido a este precepto, ¿Cómo habían sido capaces de conquistar una tierra no creyente e incluso tan densamente poblada la India, donde los llamados infieles componían una mayoría abrumadora? Por lo tanto, en lugar del exterminio total de la población (Que hubiera supuesto el gobierno sobre un pueblo exiguo, con gran repercusión en todos los ámbitos) la solución más práctica fue instituida, se instauró el impuesto de peregrinación o yiza, y esta iba a ser pagada por todos los no-creyentes para ser un recordatorio constante de la pérdida de su independencia. Esta carga humillante que aún se ejecutaba de la manera más estricta, Akbar la eliminó en el año 1565 sin tener en cuenta la pérdida muy considerable a la tesorería del estado, ya mencionada. Nueve años más tarde siguió a la eliminación del impuesto a las asambleas religiosas, otro impuesto de índole similar y tan injusto como la propia yiza, pues coaccionaba en sobremanera la forma de vida de la masa hindostaní politeísta,
Cuando un recaudador de impuestos reunía los impuestos de los hindúes y el pago se hubiera hecho, el hindú era requerido “sin el menor signo de temor a la deshonra" para abrir la boca para que el recaudador de impuestos podría escupiese en ella si deseaba hacerlo Esto fue mucho más que una humillación repugnante.Cuando el recaudador de impuestos se valía de este privilegio los hindúes perdían así su mayor posesión, su casta, y eran excluidos de toda relación con sus iguales. En consecuencia el hindú se vio obligado a pasar toda su vida temblando de terror porque a un recaudador se le apeteciera deshonrarlo de por vida. Que un hombre de la nobleza de carácter de Akbar debería quitar tan atroz impuesto e injusticia social generalizada, nos parece una cosa natural, pero para los hindúes, fue un enorme beneficio por el que sus súbditos le estarían siempre agradecidos.
Este moderno pensamiento de Akbar nos remite a su enorme tolerancia religiosa bastante adelantada a su tiempo, sobre todo teniendo en cuenta los enormes conflictos que sacudían Flandes en el siglo XVI, además de las grandes guerras entre luteranos-protestantes, los católicos en los campos de batalla del Sacro Imperio y la guerra brutal entre el Imperio Otomano y la cristiandad… Intolerancia, el fuego es respondido por el acero, la brutalidad con la fuerza, la intolerancia con fanatismo. Es estos momentos cuando debemos describir las grandes reformas socio-políticas del reinado de Jalaluiddin.
Akbar primero se divide todo el reino en doce y más tarde en virreinatos y éstos en provincias, distritos administrativos y en menores subdivisiones,cada territorio dirigido por los hombres más capaces de la administración que así mismo debían asegurarse de la correcta distribución de la tierra entre los súbditos del lugar asignado. Se presentó un patrón de medida, que sustituye a la hasta ahora habitual medida de tierra (una correa de cuero que era fácil de alargar o acortar según la necesidad de la medida oficial) por un nuevo instrumento de medición en la forma de un bastón de bambú que poseía varios anillos y marcas de hierro fijas que marcaban las distintas unidades de medida de una forma estandarizada (Algo así como el Metrological Relief de la Isla de Samos encontrado por William Petty y que muestra la medida exacta de una braza y un pie).
-El Metrological Relief de Oxford, un ejemplo de estandarización de medida muy antiguo proveniente de Samos y descubierto por William Petty en el siglo XVII. El método de Akbar era menos eleborado pero igual de útil; una vara de bambú regulada por anillas de hierro-
Para efectos de evaluación de tierras, estas se dividieron en cuatro clases según el tipo de cultivo practicado en ella. La primera categoría comprende las tierras de cultivo con una rotación constante de los cultivos y la segunda, la que tenía en barbecho de uno a dos años para ser productivo; el tercero de tres a cuatro años, la cuarta que las tierras sin cultivar durante cinco años o más o bien no era cultivable en absoluto. Las dos primeras clases de la superficie agraria fueron gravadas de un tercio de la cosecha, que de acuerdo con nuestras ideas actuales, parece una tasa exorbitante, y se dejó a la evaluación de si iba a pagar el impuesto en especie o en efectivo. Sólo en el caso de los lujos o artículos manufacturados, es decir, donde el uso de un medio de circulación podría ser asumida, se requiere el pago en efectivo. Quien cultiva la tierra sin reclamar la asistencia del gobierno por la concesión de una prestación gratuita de semillas y por una considerable reducción en sus impuestos durante los primeros cuatro años.
-Lámina que representa los tipos y evolución de la moneda bajo el reinado de Akbar-
Akbar introdujo una nueva y fuerte moneda, de gran valor de circulación y una gran calidad numismática, pero también se precisa que la que las monedas antiguas que aún estaban en curso deberían ser aceptadas por los campesinos por su valor nominal total, es decir estableció un inteligente sistema de cambios y conversión de la moneda con equivalencias fijas, que evitaban mediante el uso de la ley la estafa o extorsión de sectores poco beneficiados económicamente, de los que algunos sectores de la sociedad podían aprovecharse mediante el mal cambio de esta moneda por valores arbitrarios o incluso abusivos, aumentando o infravalorando el valor real de las monedas, aún cuando sólo el valor del material del que estaban acuñadas fuera diferente. De todo esto los campesinos indígenas del Hindostán (Gran mayoría de la población activa y contribuyente al Tesoro Imperial) podía ver que el emperador Akbar no sólo deseaba una justicia estricta, justa e imparcial para gobernar adecuadamente, si no que así mismo también deseaba promover sus intereses, y los campesinos siempre han formado la mayor parte de los habitantes, (de acuerdo con mis fuentes y según cita el Dr. Richard Von Garbe con el último censo en 1903 del 50 a 84 por ciento de los habitantes de la India vivían de la agricultura).
Pero aún así Akbar tuvo su mayor éxito en ganar los corazones de los habitantes nativos por el levantamiento del impuesto de peregrinación que existía al lado de todos los demás impuestos, la mayoría de carácter bastante más justo.
-Otra ilustración del genial Angus Macbride que muestra varios tipos de artillería e infantería mogol durante el reinado de Akbar, entre ellos una gran bombarda, un oficial, un artillero y una típica tropa miliciana mogol-
Akbar también emprendió una enorme cruzada para promover el comercio de toda que le fuese posible, pues el comercio es la base de toda economía sólida que se precie. Empezó así a imponer leyes y reglas estrictas, reguló las transacciones marítimas y los puertos comerciales, además de las aduanas y derechos de peaje en fronteras entre reinos y entre provincias imperiales, así justamente también eliminó los abusivos impuestos en el ganado de toda clase, la tala y explotación de los recursos madereros, la producción de cereales diversos y hortalizas y otros productos o servicios como la tasa obligada a cada individuo que solicitase su ascenso en la administración. Se regula el puerto y de los derechos de peaje, eliminar los impuestos opresivos en el ganado, los árboles, los cereales y otros productos así como las tarifas habituales de los sujetos en cada posible nombramiento o la oficina. En el año 1574 se decretó que la pérdida que sufrió la agricultura por el paso de las tropas reales y los ejércitos imperiales a través de los campos (Imaginen una enorme masa de caballería pesada y elefantes pisoteando tu esforzada cosecha) debía ser cuidadosamente calculada y escrupulosamente reemplazada, pagándose así todos los daños provocados por la marabunta provocada por un ejército de un tamaño tan descomunal como el de Akbar.
-Una batalla se desarrolla bajo la aguda mirada de Akbar, que arriba a la derecha contempla la barahúnda montado en una cabalgadura parda-
Además de estas normas prácticas para la promoción del bienestar material, los esfuerzos de Akbar para la elevación ética de sus súbditos son dignos de mención. La embriaguez y el libertinaje fueron castigados y trató de frenar la prostitución, limitando las bailarinas y las mujeres “abandonadas” en un barrio específico destinado para ellas fuera de su residencia, que recibió el nombre Shâitânpura o "Ciudad del Diablo", así intentó regular los desórdenes civiles que ocurrían por la acción de estos sectores más o menos conflictivos dentro de su sociedad, así como eliminaba la posibilidad de que sus súbditos perdiesen la nobleza y pureza alternando con tan viles compañías. La corrupción existente en la Administración y el Departamento de Aduanas fue abolido por medio de un sistema complicado y minucioso de supervisión (las oficinas de los ingresos y los gastos se mantienen totalmente separados unos de otros en el Departamento del Tesoro) y el mismísimo Akbar en persona examinaba cuidadosamente las cuentas entregadas cada mes de cada distrito, al igual que dio su atención personal con la industria, incansable y meticuloso, cuidadoso en cada detalle, en el dominio de la ampliamente ramificada y compleja administración de gobierno.Además de estas normas prácticas para la promoción del bienestar material, los esfuerzos de Akbar para la elevación ética de sus súbditos son dignos de mención.Además, el emperador tuvo la suerte de tener a la cabeza del departamento financiero prudente, enérgico, hombre perfectamente honorable e incorruptible, el hindú Mal Todar, que sin poseer el título de visir o ministro de Estado había asumido todas las funciones de esa oficina (Observemos lo curioso de ese hecho en particular, un hindú, un no musulmán en las altas esferas de un gobierno anteriormente de élite exclusivamente islámica, es un gran cambio de Akbar respecto a sus antecesores).
Es fácilmente comprensible que muchos de los altos funcionarios fiscales no comprendieron el rápido cambio de rumbo que el capitán al mando del timón de mando del Imperio Mogol había hecho y continuaron con su usual explotación y opresión a los más humildes de entre sus súbditos, pero el sistema establecido por Akbar en persona para salvaguardar el bienestar de sus vasallos tuvo un éxito admirable y pronto trajo todas estas transgresiones e incorrecciones abusivas a la luz . Todar Mal tomó con un puño de hierro las firmes riendas de la administración económica mogol, lanzando a cientos de esos desleales y crueles oficiales a prisión sumarísima, y allí mediante el uso de la tortura sistemática y las palizas y brutales castigos corporales impuso la ley. Así las nuevas reformas de Akbar surgieron victoriosas, aunque teñidas de la sangre de los opositores.
Aunque los impuestos nunca fueron opresivos en la India bajo el reinado de Akbar, los ingresos imperiales por un año ascendieron a más de 120.000.000 dólares (84.000.000 millones de euros de forma aproximada), una suma fabulosa incluso para la Europa contemporánea, y que debemos considerar a la luz del poder adquisitivo y el valor del dinero en el siglo XVI. Esta descomunal suma fue el resultado de la excelente administración imperial del periodo, demostrando su eficacia. Una gran parte de los esfuerzos monetarios de Akbar fueron destinados a la erección y establecimiento de instituciones de beneficencia , posadas y caravanserais a lo largo de las carreteras y calzadas mogol, donde los viajeros eran abastecidos y atendidos a expensas del Tesoro imperial, en ayuda para los pobres y mendigos itinerantes, regalos y donaciones para los peregrinos hindúes y musulmanes, una obra encomiable para un magnífico emperador.
Pasemos a ver una historia con cierto fundamento extraída de la obra de Sry Chimmoy, referida a la compasión y inusual afición del emperador Akbar a relacionarse con su pueblo, especialmente en disfrazarse de incógnito y contemplar a su pueblo y súbditos desde el ángulo más modesto posible:
“Como su abuelo antes que él, Akbar gustaba de pasear de incógnito por las calles, y lo hacía de forma solitaria. En su corte palatina siempre tenía gente a su alrededor, nunca tenía la libertad deseada. Pero cuando salía con sus súbditos siempre estaba completamente solo. Un día mientras caminaba él vio a una vieja dama con una daga, se le aproximó y le dijo: ¿Qué hacéis con una daga? Déjeme ver su aspecto y hechura. La vieja dama le dio la daga y él la sostuvo por unos momentos. ¡Maldición!, dijo la dama. Si tú hubieses sido el emperador entonces se hubiera convertido en una daga de oro. Ahora es metal ordinario, pero tuve un sueño en el que se decía que si el emperador tocaba alguna vez esta daga se convertiría en oro puro. He estado esperando, y esperando a su majestad imperial. Sé que gusta de pasear fuera de su palacio, rezo a Alá para que tome este camino, por años le he esperado en esta calle y todavía no he sido bendecida con su presencia.
Al día siguiente Akbar convocó a la vieja dama a su corte donde la recibió con sus vestiduras imperiales y su corona y dijo: - Aquí está Akbar, él no tiene la capacidad de transformar una daga de vulgar metal en una de oro, pero tiene la capacidad de cambiar tu vida por siempre, ¿Cuánto oro deseas?
La anciana quedó sobrepasada por los acontecimiento, ella no podía creer a sus ojos, a sus oídos, con un acopio de coraje le pidió al emperador una suma de dinero, pero Akbar ordenó que se le diera mucho más dinero, diciendo que no poseía la capacidad de convertir el metal en oro pero que tenía capacidades más fabulosas. Así una pobre y docta dama se convirtió en rica por la bondad del emperador”
-Una bella daga mogol, de jade, oro y damasquinado, no tiene relación con la historia de la anciana, pero es bello ejemplo dela perfección artística bajo los mogol, ello se observa con sólo contemplar la cabeza del caballo y sus bridas de rubí-
Entramos en un buen período del gobierno imperial, habiendo pacificado su imperio y establecido sus reformas de forma eficiente, el imperio está en pleno apogeo. En esos momentos Akbar erige su ciudad palatina, Fatephur Sikri.
Fatehpur Sikri (Hindi: फतेहपूरसिकरी, Urdu: فتحپور سیکری) se encuentra a unos 35 kilómetros al sudoeste de Agra se levanta esta ciudad palaciega ,la más suntuosa jamás construida, utilizada 17 años y abandonada por falta de agua, aunque también se alega que el carácter itinerante del emperador Akbar, descendiente de nómadas, impulsó el abandono de la ciudad que en realidad se hallaba bastante bien abastecida y acondicionada en su suministro de agua gracias al inteligente uso de norias persas y canalizaciones.
Se dice que el emperador escogió la colina de Sikri tras haber consultado al jeque Salim Chistie. Relato que expongo a continuación:
“Akbar estaba triste y apesadumbrado porque no había sido bendecido todavía en su unión con Jodha Bai con un heredero varón. El empezó a sucumbir en la desesperación sobre el destino de la heredad de sus padres, el Imperio Mogol. Él averiguó que un santón sufí llamado Sheikh Salim Chishti vivía en una cima montañosa cerca del poblado de Sikri. Akbar decidió consultar al sabio santón sobre el tema de su heredad. El día elegido para el viaje Akbar se vistió de forma simple y humilde, realizando todo el trayecto a pie a Sikri. Él se aproximó al santo y le dijo: -Oh santo, dadme una bendición. He traído la paz a este vasto imperio, pero tengo una vital carencia no poseo hijos. Alá no me ha concedido la suprema bendición de la paternidad, he peregrinado hacia lugares santos, he rezado y orado sinceramente, pero finalmente mis plegarias han sido obviadas. Tú eres un asceta, un santo. Estoy seguro que si tú rezas a Alá de mi parte, él definitivamente te escuchará-
El santo replicó: -Oh emperador se paciente, Alá definitivamente escuchará y satisfará los deseos de tu corazón. No uno, pero sí tres hijos nacerán para ti-
Akbar regresó con gran alegría a su ciudad palatina de Agra, y en un corto espacio de tiempo supo que Jodha Bai su esposa, hija del rajá de Amber, estaba en pregnancia. Akbar le envió con el santo hasta que el bebé nació. En Agosto de 1569 un niño nació y Akbar le dio el nombre de Salim en honor al santo. Al año siguiente nació su hijo Murad y después su hijo Daniyal con lo que su heredad estaba asegurada.
En gratitud al santo que hizo la feliz profecía, Akbar decidió dejar Agra y mover su capital y corte a Fatephur Sikri”
Así podemos observar que dos años después del nacimiento de su primer hijo, Akbar inició en Sikri la construcción de una mezquita y un palacio; los nobles de la corte, por imitar a su gran emperador y trasladarse a la corte para poder disfrutar de su gracia y poder, empezaron a construir sus palacios en las cercanías del núcleo palaciego original y, al cabo de poco tiempo, apareció una ciudad de nueva planta que fue la capital del imperio Mogol.
Hasta que 17 años más tarde, en 1585, Akbar y su corte la abandonaron repentinamente.
En 1573, tras la conquista de Guyarat, Akbar le puso el prefijo de Fatehpur, quedándole el nombre de Fathep
ur Sikri que viene a significar Ciudad de la Victoria.
Fatehpur Sikri ocupa un cerro rocoso cuya cima se extiende en dirección noreste-sudoeste; y se hallaba rodeada de una muralla por tres lados, pues al noroeste se extendía un gran lago, actualmente seco. Aún se conserva parte de la muralla y algunas de las puertas monumentales, una de ellas flanqueada por dos poderosas efigies de elefantes negros que se convirtió en la principal de todas ellas.
-El magnífico Diwan I Khass de Akbar en Fatephur, obsérvese su elevación, en el centro se colocaba Akbar en su trono, y hablaba a sus súbditos desde las sombras, lo que aumentaba su poder-
En ella se recogen la mayoría de las características imperantes en la arquitectura y arte mogol ,como las estilizadas rejerías y celosías de mármoles ,decoraciones suntuosas de oro ,gemas y perlas , cúpulas bulbiformes al estilo de los palacios y construcciones del Deccán, cupulillas y torrecillas secundarias (Quioscos chatri), tejados a cuatro vertientes, columnas ricamente ornadas, arcos poli-lobulados, nichos en las paredes, estas decoradas con frescos murales, no figurativos, pues eran musulmanes, y una gran profusión de simbología en delicadas obras de escultura y bajorrelieves por todas partes, desde el árbol de la vida a escenas míticas (heredado este rasgo delas profusas decoraciones hindúes en templos y edificios palatinos), aunque los motivos vegetales y las orlas decorativas son lo más frecuente. El Palacio Imperial de Fatehpur Sikri, situado al norte de la mezquita, está formado por una serie de pabellones y amplios patios rectangulares unidos entre sí, agrupados en terrazas en la cima de la estrecha colina de Sikri. Al igual que la mayoría de los palacios indios de la época se compone de una zona para mujeres, una zona para hombres y una zona pública. Cada edificio tiene su carácter propio y original surgido de la fusión de estilos y épocas.
Durante su estancia en Fatehpur-Sikri Akbar mostró un gran interés por temas religiosos; se dice que quiso unificar las religiones y como muestra de ello tomó cuatro esposas de cuatro religiones diferentes; de ellas posiblemente su preferida fue María, cristiana de origen portugués, probablemente una de los muchos portugueses establecidos en las factorías de Goa, que se acomodaron al estilo de vida mogol.
Podemos diferenciar dos zonas:
1- La civil: donde se encuentran los palacios (el palacio privado del emperador comprende varios edificios agrupados en torno a un estanque llamado Anup Talao). En la esquina noreste del estanque se halla la llamada casa de la Sultana Turca (nombre erróneo, pues se encuentra en la zona para hombres) con una rica decoración y salas de audiencias, donde se destacan los siguientes edificios:
Diwan-i-Aam: Amplio patio con un magnífico pabellón que se utilizaba para las audiencias públicas del emperador.
Diwan-i-khas: O pabellón de las audiencias privadas. Destacando el Eje central sobre soportes esculpidos. En este soporte elevado que se adentra en las sombras del pabellón el emperador se situaba por encima de sus súbditos, hablando desde arriba creando enormes efectos sonoros gracias a la reverberancia de las cúpulas y oquedades. Esta singular disposición del trono le otorgaba un carácter divino u superior sobre sus súbditos que Shah Jahan culminaría con el uso de una yaroka para sostener su trono.
El Panch Mahal: Pabellón abierto de cinco alturas que domina el patio Pachisi, donde se cree que las reinas de Akbar y sus sirvientas se reunían para jugar al "parchis" (En realidad el parchiesi hindú), de donde le viene el nombre. Es el pabellón más característico de Fatehpur Sikri, situado en la zona para mujeres; se trata de un edificio de cinco plantas, cada una de ellas de menor extensión que la precedente, formando una pirámide asimétrica. Destaca sobre los edificios de su entorno por su altura y también por su estructura peculiar; cada planta es una sala de columnas (muchas de ellas decoradas con relieves variados) completamente abierta, y cada uno de sus tejados planos sirve de terraza para la planta superior; el piso mas elevado solo consta de cuatro columnas cubiertas por una cúpula cuadrada. Las salas del Panch Mahal en tiempos de Akbar no estaban tan abiertas al exterior como se muestran hoy día, ya que los espacios entre las columnas exteriores estaban cubiertos por muros de celosía desde donde las mujeres podían observar sin ser vistas (Celosías de mármol y gemas).
El Turkish Sultana's House: donde los elaborados paneles del zócalo y las paredes bellamente talladas en piedra hace que la arenisca parezca un bello encaje en madera.
2. - La religiosa: donde encontramos la gran mezquita Jami Masdij destacando de ella:
-La gran puerta Buland Darwaza con sus 54 m. de altura que fue construida por Akbar tras la conquista de Guyarat en 1573 y sirviendo de inspiración para otras posteriores.
-La monumental, con una imponente elevación escalonada, Buland Darwaza-
-La tumba de Sheikh Salim Chishti exquisita construcción en mármol blanco y celosías como bordados que rodean la tumba del santo varón al que Akbar adoraba.
-La tumba del santo Salim Chisti, con su magnífica decoración de celosías de mármol e incrustaciones, obsérvese la gran belleza del mármol blanco-
-La Badshahi Darwaza, puerta real por donde subía el emperador para entrar en el complejo para encontrarse directamente con la mezquita.
El primer contacto con Fatehpur Sikri impresiona por su grandeza; se trata de la monumental puerta de entrada a la mezquita, en la fachada sur, por la que se accede; se llama Bulland Darwaza y se eleva 40 m por encima del nivel del patio de la mezquita. Un inmenso arco apuntado en el centro rodeado por una superficie plana; arcos más pequeños a varias alturas en su interior y en los laterales; chattris en su parte superior… Todo ello da una gran sensación de esplendor; pero desde fuera, cuando se contempla desde inmediatamente debajo, esa sensación es mucho mayor aún, ya que desde la carretera hasta la entrada ascienden unos 70 escalones; esta obra tan colosal constituye la afirmación del poderío de Akbar y se construyó tras la ya mencionada victoria en Guyarat.
-La mezquita del Viernes de Fatepur Sikri, es de notar su gran parecido con la construida en Delhi por el emperador Shah Jahan, nieto de Akbar-
La gran mezquita fue en su día la mayor de la India; su patio es inmenso y la sala de oración, en el lado occidental, muy amplia. Dentro del patio, en el lado norte, se halla la tumba del jeque Salim Chishti, revestida totalmente de mármol blanco, que destaca del resto de la mezquita construido mayoritariamente en arenisca roja. Se eleva sobre una pequeña plataforma; en su parte superior lleva una cúpula central rematada por un pináculo metálico y un amplio alero que es sujetado por hermosas columnas ricamente labradas formando una galería que rodea a la sala principal de la tumba; los muros de ésta son de celosía por lo que mantienen el interior aireado y al mismo tiempo oculto. En el interior se halla el cenotafio, cubierto por un toldo de piedra sujetado por cuatro columnas; todo ello ricamente decorado. La tumba del santo Salim sigue siendo un lugar de veneración, donde fieles y visitantes depositan sus ofrendas de flores o dinero.
Fuera del palacio se halla el curioso Hiran Minar, con un chatri en su parte superior y su pared, desde cierta altura, tapizada de gruesos clavos y algunos marfiles elefantinos. Hay quien dice que es el mausoleo de un elefante predilecto de Akbar, quizás aquel sobre el que montó (Los Emperadores Mogol usualmente iban a la batalla montados en estas formidables bestias ,que iban acorazadas y armadas con pinchos en los colmillos y patas) en la Batalla de Guyarat. El exterior de la torre estuvo en su momento adornado completamente y no sólo a medias con colmillos de elefante que fueron saqueados de los enemigos en sus victorias; pero esto, como otras muchas cosas de un lugar tan emblemático como misterioso, puede estar bastante lejos de la realidad.
-El Hiram Minar de Fatepur Sikri, decorador con colmillos de elefantes muertos en la batalla de Gujarat,probablemente fue el mausoleo del elefante preferido de Akbar; Hawai-
Como hemos mencionado una vez construida Fatephur se puede decir que el reinado de Akbar ha alcanzado su máximo potencial y gloria. Es entonces cuando Akbar recibe la embajada de los reinos europeos, en especial de las embajadas de Felipe II (Aunque también recibió embajadas de Isabel I Tudor), la más emblemática la de Antoni de Montserrat que pasaré a describir.
A raíz de la expansión portuguesa en el litoral asiáticos, tras las numerosas expediciones de Enrique el Navegante y los potentados portugueses que empezaron a crear un monopolio sobre el rico comercio de las especias orientales, en especial de las más valiosas, la pimienta, el clavo, el azafrán y el jengibre, condimentos elegidos en las casas más nobles de Europa para especiar las grasas carnes magras habituales en su dieta. Monopolio ultramarino necesario tras la conquista de la última vía de conexión de Occidente con Oriente durante más de mil años, el Imperio Bizantino.
A raíz de las expediciones armadas de Vasco de Gama por los reinos del subcontinente con especial atención a Calicut y a los ricos señoríos del Deccán se establecieron ricas factorías en Goa, donde los portugueses comerciaban con los pueblos autóctonos.
-Vasco de Gama, el iniciador de las grandes factorías y colonizaciones portuguesas en los reinos de Calicut y señoríos del Deccán-
A raíz de estas explotaciones en territorios tan lejanos como Japón o China Europa entró en contacto con civilizaciones desconocidas. Los misioneros cristianos católicos tuvieron un papel muy destacado en la difusión de noticias directas sobre China, Japón o la India. De estas misiones destacó el vívido relato que el misionero catalán Antoni de Montserrat creó tras su
visita y larga estancia en la corte del gran mogol del momento; Akbar.
A mediados de 1579 llegaron a las factorías portuguesas de Goa dos emisarios del gran mogol Akbar con una tentadora propuesta. En una misiva al gobernador Luís de Athaíde el emperador en persona solicitaba el envió de dos doctos varones de fe, jesuitas de probada erudición: “Nos complacería que nos trajeran los libros supremos de la ley y Evangelio, para que así como las verdades perfectas contenidas en ella”. Las inquietudes religiosas de Akbar no eran nada nuevas, desde joven al emperador le atraían el misticismo hindú y sufí, su corte de Fatephur Sikri eran comunes y célebres los debates teológicos entre las diferentes confesiones y cultos presentes en el imperio; musulmanes, hindúes, parsis, jaimistas, católicos y sufís. Su invitación a los misioneros se enmarcaba en dicho contexto , pero en las factorías de Goa se interpretó como un deseo de renunciar al islam y acercarse al cristianismo. El viaje hasta los dominios imperiales del Gran Mogol suponía en adentrarse y explorar en territorios ignotos y desconocidos, potencialmente peligrosos, en el cual había que confiar plenamente en la buena voluntad del monarca, cuya política de conquistador nato podía amenazar las posesiones y factorías portuguesas en la India. De ahí que los asesores de Athaide fueran remisos a aceptar la oferta de tan misterioso monarca, y que el responsable dejara la decisión al provincial de la Compañía de Jesús, quién sin embargo aceptó encantado. Al frente de la embajada iría el joven Rodolfo Acquaviva (1550-1583), sobrino del futuro superior de la Orden , y para acompañarlo se eligió al más experto Francisco Henríquez, natural de Ormuz, por lo que dominaba los rudimentos del persa, lenguaje culto y oficial de la corte mogol. El tercer componente era Antoni de Montserrat hombre de gran cultura y experiencia que había ocupado anteriormente puestos de responsabilidad en Portugal y que llevaba en la India más de cinco años, pues estaba allí desde 1574. La embajada de larga duración, dos años, quedaría recogida en la minuciosa obra del misionero catalán, que relata los pormenores de esta, así como las vivencias en la corte de Fathepur y el viaje en campaña a Afganistán, esta obra, Mongolicae Legationis Comentarium, fue descubierta en 1906 en los archivos de la Catedral de Calcuta. Describiré la parte de la delegación concerniente a Akbar y las vivencias de embajador en su corte, así obviaré su importantísima labor cartográfica de la región del Himalaya, siendo Montserrat el primer europeo en cartografiarla.
-Abajo: Plano de la Goa colonial portuguesa, contemporáneo al relato de Antoni de Montserrat y donde la compañía poseía su base en la India-
El 13 de Diciembre de 1579, tras recoger a Montserrat en Damao, donde se hallaba el último fuerte portugués la comitiva se dirigió hacia territorios mogol. Los religiosos iban acompañados por dos enviados de Akbar, un funcionario y un interprete, y una pequeña guardia. Pocos días después llegaban a Surat construida en la desembocadura del rio Tacti, donde al parecer se detuvieron durante un mes al reanudar el viaje acamparon junto al rio, cerca de Sultanpur. “Justamente aquel día los gentiles espulgaban los pecados cometidos durante todo el año ( cuenta Montserrat en su obra ) Llenaban las cascaras lisas con aceite e introducían una mecha encendida, completamente desnudos entraban en el rio con la lámpara en la cabeza, lentamente se sumergían en el hasta que la lámpara flotaba y la corriente del agua se la llevaba (…)”.
Desde Sultampur la ruta discurría a través de la cordillera de Avas, territorio en poder de diversas tribus rebeldes que los mogoles no lograban dominar. Después de atravesar el rio Narbada se detuvieron en la fortaleza de Mandu protegida por imponentes murallas que parecían inexpugnables para después recalar en la ciudad de Ujjain.
-Ilustración de Angus Macbride (Obtenida de Osprey) en el que se muestra un elefante de guerra equipado para tal, con un oficial sénior mansabdar a la derecha y un jesuita (Probablemente Antoni de Montserrat, o basado en él) a la izquierda. Es interesante ver que la dotación del elefante consiste en un mosquetero y un mahout-
Montserrat era un escritor metódico, acostumbraba a escribir todo lo relevante que hubiese ocurrido durante el día; en Narwar contemplo el festival de los nueve días en la misma fecha contemplo como los hindúes celebraban el holi. Antes de llegar a la corte Antoni de Montserrat y sus compañeros se quedarían perplejos antes las estatuas esculpidas en las rocas de Gwalior (de unos 13 m. de altura) que representaban a los maestros del jainismo pero el jesuita los identifico erróneamente como los doce apóstoles y Jesús. Un error común en la época, más de 80 años antes Vasco de Gama había confundido, al llegar a Calcuta en 1498, un templo hindú con una iglesia.
-Los colosos de piedra de Gwalior, al menos una parte de ellos. Babur destruyó los rostros y los genitales de las estatuas por considerarlas impuras al conquistar la ciudad. Montserrat creyó ver en ellos a los doce apóstoles y Jesucristo, una muestra de cristianismo primitivo, aunque eran los trece maestros del jainismo-
Poco después llegaron a la corte imperial mogol, Fathepur Sikri, Montserrat señalaba: “los lugares de interés de Fathepur son muchos en primer lugar destacamos el palacio real, un enorme conjunto de edificios de una gran belleza, que se levanta por encima de la ciudad y goza de una magnifica vista”.
En la primera audiencia con Akbar, el 2 de marzo de 1.759 los religiosos le hicieron entrega de un lujoso atlas enviado por el arzobispo de Goa. Según A. Montserrat el monarca recibió el presente con agrado y se congratulo por su feliz arribo a la corte pero se mostro poco efusivo. Más tarde en sus habitaciones privadas, su actitud cambio por completo. Vestido a la portuguesa con una capa escarlata de cierres dorados Akbar les presento a sus hijos y esposas y estuvo tan comunicativo que los sacerdotes volvieron a sus aposentos convencidos de su rápida conversión. Esto se reafirmo al día siguiente, cuando en presencia de toda la corte el soberano acogió con reverencia el ejemplar de la Biblia traducida en cuatro idiomas.
En la obra de Montserrat, la figura del emperador mogol tiene un destacado protagonismo. El jesuita retrata a un hombre de 38 años, bien parecido y proporcionado, de espaldas ancha y piernas arqueadas, como los jinetes. En su rostro de facciones regulares y tez clara llamaba la atención unos brillantes ojos rasgados que según el autor “ centellean bajo la luz del sol” , y el bigote, similar al que lucían los jóvenes turcos.
A diferencia de sus mayores, Akbar llevaba el cabello largo, envuelto en un vistoso turbante. “dicen que lo hace para imitar las costumbres y las maneras de los indios y hacerse popular entre ellos”, explica Montserrat. Su forma de vestir también se alejaba de los cánones que imponían el color blanco las telas de algodón, lino o lana y la forma del calzado. El soberano vestía trajes de seda, oro y brocado, y zapatos diseñados por el mismo, adornado con hilo de oro, perlas y piedras preciosas. Según Montserrat el monarca poseía un talento especial para resolver los temas más complejos. “sus respuestas son tan inteligentes y tan lucidas que cualquiera que lo oyera, y desconociera su ignorancia de las letras, lo tomaría por un hombre de gran erudición y cultura” explica el jesuita.
-Escena del Akbarnama, o crónica real del reinado de Akbar que le muestra recibiendo a dos jesuitas en su corte-
En los meses siguientes el emperador estableció una buena amistad con el jesuita llegándolo a nombrar preceptor de su segundo hijo Murat, lo hacia llamar con frecuencia a los debates teológicos y públicos que los religiosos de diferentes religiones mantenían. Tal predilección imperial acabo por generar suspicacias por lo que los jesuitas se alojaron en unas dependencias próximas y en uno de sus muros se abrió una puerta para que Akbar entrara sin ser visto. El trato de favor de Akbar hacia otras religiones hizo que Mirza Hakin que regia el reino de Kabul se levantara en armas y llegara hasta la ciudadela aunque Akbar era un hombre paciente se levanto en armas y organizó una campaña militar a la que invito a el jesuita. El rebelde sitio la ciudad de Lahore y ante aquella provocación Akbar respondió desplegando un imponente aparato bélico compuesto por varias legiones de infantería, 50.000 jinetes unos 500 elefantes de guerra y un gran número de camellos de combate. Sin contar con la intendencia y el soporte logístico necesario para movilizar y abastecer a una inmensa ciudad ambulante que debía cruzar ríos caudalosos, salvar accidentes geográficos y soportar los rigores climáticos. Sobre el uso de los elefantes de guerra en el ejército mogol Montserrat decía lo siguiente;
“El rey mantiene un gran número de elefantes en su campamento y en las ciudades donde reside, utilizándolos para el transporte y la batalla. La mayoría de los machos son entrenados para luchar y se les arma ofensiva y defensivamente. Tres meses al año los machos se ponen tan violentos que llegan a matar a sus domadores, sinedo entonces mejores luchadores. Una vez se calman se les hace enfurecer haciéndoles comer carne de tigre… Parecen completamente acostumbrados a la voz de sus domadores y hacen todo aquello que se les ordena. Pueden hacer nudos o deshacerlos, empujan un objeto hacia delante, lo levantan, lo vuelven a bajar o lo hacen rodar, son capaces de atrapar animales con lazos corredizos y después desatarlos y pueden recoger una brizna de paja o una moneda. Incluso pueden aprender a bailar”
Como vemos el entrenamiento de los elefantes era avanzadísimo y eran capaces de auténticas proezas fuera y dentro del campo de batalla. Podían ser utilísimos a la hora de despejar un camino o transportar objetos pesados y en el campo de batalla eran tanques mortíferos, según Akbar, valían más que 500 caballos.
-Akbar en el lomo de un elefante, quizás sea Hawai su elefante predilecto sobre el cuál batalló en multitud de batallas-
Así el jesuita catalán tenía una oportunidad de oro para explorar los territorios del imperio mogol. Después de una rápida victoria del emperador, Montserrat inicio la cuenta atrás de su estancia en la corte imperial, los turbulentos momentos por los que atravesaba la corte hicieron necesaria su partida hacia Goa no sin antes indicar al emperador la posible llegada de una embajada de Felipe II que sin embargo nunca llego a materializarse.
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A lo largo de toda su vida Akbar fue un hombre increíblemente activo y dedicado a sus tareas de gobiernos con una resistencia mayor a la famosa tenecidad de Felipe II. Con su excesivo esfuerzo y descomunal interés en las tareas del gobierno Akbar apartaba su tendencia natural a la más profunda de las melancolías, así manteniendo su mente ocupada en el trabajo podía apartar los pensamientos que le atribulaban. Era por ciertamente un tanto adicto al trabajo y al sobreesfuerzo constante más allá de sus posibilidades, algo de admirar en un monarca oriental, que tenía que permanecer rodeado de una creciente indolencia y flema combinados con una constante idolatría a la persona del soberano. Akbar sabía muy bien que un soberano puede caer en la desidia rodeado de la maravillosa opulencia de una corte oriental, por ello pese a que se veía siempre rodeado de multitud de lujos inimaginables el emperador y soberano se distinguía por su moderación y humildad. Es cierto y conocido como cita Richard Von Garve, que Akbar anuló la prohibición musulmana que prohíbía el consumo de vino, pero él mismo era muy parco en el beber y bebía muy poco de tanto en cuando. En cuanto a la comida que el emperador ingería diariamente se puede decir que era algo espartano, demasiado estricto. Sólo comía una vez al día y no consentía en satisfacer completamente sus apetitos. Aunque no era estrictamente vegetariano su dieta principalmente consistía en alimentos de esa índole; arroz, leche, frutas, verduras y dulces, siendo la carne totalmente repugnante para su persona. Se dice que sólo ingería productos cárnicos unas cuatro veces en un año. Debemos comparar su dieta, bastante saludable, pues suplía la mayoría de las proteínas de la carne con las vegetales, con las de los monarcas occidentales de la época, la mayoría aquejados de gota producida por exceso de ácido úrico y grandes desórdenes alimenticios provocados por la excesiva consumición de alimentos ricos en grasas saturadas y en colesterol.
-Akbar y Tansen, su músico de la corte (Uno de los grandes genios musicales de la India) , visitando a Haridas, un santón músico, un asceta, es de observar lo paradisíaco del entorno, incluso el pavo real, que se basa en la imagen de un jardín mogol, de los que tanto Babur como Akbar eran entusiastas-
Una curiosidad de su carácter era que amaba las flores y los perfumes, por ello muy abundantes en los enormes jardines y parques mogoles, herederos de la tradición islámica de recrear el paraíso en la tierra mediante la creación de paradisíacos estanques y espacios ajardinados con complicadas composiciones florales. El propio Akbar mejoraba estos jardines de una forma maravillosa al cruzar diferentes razas de flores y árboles como jamás se había visto.
Otra de sus numerosas aficiones era la caza, y la disfrutaba en multitud de variantes propias de la India o de Oriente, como la caza de tigres de Bengala (La bestia más codiciada de todo el Hindostán, por su belleza, fiereza y simbolismo) y el atrapar elefantes salvajes (para el ejército mogol) , pero él también cazaba con la ayuda de leopardos entrenados y halcones, teniendo más de 900 leopardos perfectamente entrenados en su poder, como cita Richard Von Garbe. Él disfrutaba con la guerra a la antigua usanza, llena de peligros emoción y una atención constante por parte de todos los sentido, con frecuente derramamiento de sangre. Aunque en la corte gustaban de enfrentar animales muy diversos, como ranas o serpientes, por encima de juegos como el ajedrez (Aunque las mujeres de la zenana eran apasionadas del parchiesi).
-Magnífica y delicada ilustración del Akbarnama que muestra a el emperador a caballo cazando con grandes leopardos amaestrados por ayuda-
Akbar acostumbraba a dormir muy pocas horas al día, el resto de las cuales dedicaba al esparcimiento nocturno con entretenimientos de poesía, literatura e incluso distracciones científicas. Se leían libros muy diversos que atendían a los gustos del emperador hindostaní, desde libros religiosos hindúes hasta el Antiguo Testamento y libros de carácter cristiano. También lanzó numerosas expediciones científicas al Ganges, con lo que podemos admirar su gran versatilidad.
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Llegando a los finales de su reinado Akbar tomó bastante en serio las palabras de su cronista Abul Fazl y se consideró el verdadero líder espiritual de su pueblo, el único líder religioso posible que podía contactar directamente con la divinidad, desde estos pensamientos creó la Din I Illahi, o Religión de Dios. Creyendo en la creencia musulmuna de que Dios es la unión de todas las cosas en una sóla empezó a unificar personalmente los conceptos religiosos de todas las religiones que hollaban su imperio, incluyendo a los cristianos, musulmanes, hindúes, jaimistas y zoroastrianos. Según su doctrina el mundo, creación de Dios, es un lugar que refleja pese a su pluralidad la singularidad y unidad de su divino creador.
-Tres pequeñas figuras de delicado marfil de época mogol y de origen hindostaní, serían similares a las usadas en la corte mogol-
Finalmente Akbar se adjudicó la idea islámica de la existencia de un profeta divina, un hombre perfecto. Se cree que el propio Akbar aceptó la idea de su historiador sobre que él mismo era la Luz Divina y el Hombre Perfecto, así que asumió el título autoimpuesto de “Revelador de lo interno y representante de lo real”. Así establecía que su papel era de diseminador de los secretos conocimientos de Dios y su función de luz del mundo. Del jainismo tomó el respeto y el cuidado sobre toda forma de vida. Del zoroastrismo la idea de un rey dios solar, de una realeza por tanto divina y legítima. Así la noción de un rey-dios resucitó con fuerza, aunque había sido olvidada desde los tiempos más antiguos, quizás desde los sasánidas, puesto que si los sultanes otomanos eran “huellas de Dios en la Tierra”, no había habido desde hacía siglos una auténtica divinidad real al estilo de los faraones egipcios… ¿Un ejemplo de megalomanía?¿El monarca había caído en garras del peor de los engreimientos?¿Sucumbió a los placeres y adulación oriental?... No lo sabemos, pero los ulemas consideraron herejía y apostasía este hecho, ¡Cómo podía reclamar un mortal, un monarca terrenal que se le adorase y se le rindiese pleitesía!
-Exquisita miniatura mogol que muestra a Akbar, Yahangir y Humayun, en un profusamente decorado escenario de una gran magnificencia pictórica-
Este culto pese a su tolerancia y novedad no sobreviviría a la muerte del monarca, se extinguiría como una vela soplada por el viento invernal, no quedaría ningún adepto al culto más allá del círculo de los mayores creyentes en la figura imperial y su círculo más íntimo… Aunque su hijo Salim no estaba muy dispuesto a ello, con lo que se convirtió en uno de los factores que conducirían a su rebelión.
-La magnífica tumba monumental de Akbar en Sikandra erigida por su hijo, Yahangir-
El emperador en su vejez hubo de soportar grandes padecimientos, perdiendo la Buena fortuna de la que gozó en vida. El proveyó a sus hijos de la más cuidada educación, al mismo tiempo cristiana y musulmana (Recordemos que Montserrat fue preceptor de Murad) en un intento de que si llegaban al trono fueran tolerante y plurales como fue; pero nunca recibió nada bueno o agradable de sus hijos, no fueron educados correctamente, al ser tan deseados y ansiados el emperador olvidó la necesaria disciplina y se criaron pendencieros, mimados e intolerantes. Los más jóvenes; Murad y Daniyal murieron de delirium tremens mucho antes de la muerte de su padre, en plena juventud. El hijo mayor, Salim, después Jahangir como emperador, era un borracho y un adicto al opio, que no perdió su imperio y su corona sólo por la acción de su sabia y activa esposa. Pero el permaneció siendo un hombre cruel, incontrolado, que tomó partido por los ulemas fanáticos que eran contrarios a las modernas reformas de su padre. El magnánimo Akbar hubo incluso de soportar que uno de sus mejores amigos y valedores, Abul Fazl, fuese asesinado por Jahangir en medio de una jornada de caza.
-Miniatura de inicios del reinado de Yahanagir que le muestra junto a una miniatura de su anciano y venerable padre, que demuestra su reconciliación antes de la muerte de este-
Así en un definitivo golpe a un cada vez más degenerado emperador su más querido hijo, buscado durante años por él y su esposa, se rebeló contra su autoridad imperial y paterna. El padre contra el hijo, el emperador contra el rebelde. El emperador, pese a ser anciano todavía hubo de reunir suficientes fuerzas para poder destruir una rebelión que amenazaba con acabar con su dignidad divina e imperial en una prisión insalubre y húmeda. Levantó entonces una potente maquinaria bélica con la que derrotó a su hijo, que tuvo que reconocer la autoridad paterna y su supremacía como líder y emperador de todo el Hindostán. El anciano emperador lo perdonó pero su agonía se disparó y poco después sucumbiría a la enfermedad.
Después de la pérdida de sus mejores amigos y valedores por los desgraciados avatares del destino sucumbió en una muy dolorosa enfermedad abdominal que cambió incluso su estado anímico por los descomunales dolores intestinales, en un estado de cruel melancolía y tristeza la Luz del Mundo se apagó el 15 de Octubre de 1605 tras un magnífico y largo reinado. Sus súbditos le llorarían por años y el mejor de todos los gobernantes que jamás ha tenido la India quedaría como una marca indeleble en sus sucesores y en la vida del Hindostán. El hombre analfabeto que sabía vencer a los más doctos de los sabios teólogos , el jardinero que sabía decapitar a una enorme tigresa de un solo tajo, el domador de elefantes que escribía poesía, el dios viviente, el profeta de una nueva fe, el rey más tolerante de toda la edad moderna acabó su existencia de una forma brutal, indigna para alguien que sólo supo proporcionar placer y justicia a su pueblo, un pueblo que rinde pleitesía a su memoria aún hoy en día.
La memoria inmortal de la piedra angular del Hindostán:
-Jalaluiddin Muhammad Akbar-
Autor: Oznerol-1516
Bibliografía:
- -Arte e Historia del Islam.
- -Wikipedia.org
- -Akbar, por Richard Von Garbe
- -Aventura de la Historia, número 76
- -National Geographic, Abril y Junio 2006.
- -National Geographic Historia, número 11.
- -http://www.wsu.edu:8080/~dee/MUGHAL/AKBAR.HTM
- -http://www.srichinmoylibrary.com/books/1368/4/7
- -http://airavat.googlepages.com/chittor
- -http://www.sscnet.ucla.edu/southasia/History/Mughals/mughals.html
- -http://www.iloveindia.com/history/medieval-india/mughal-empire/akbar.html
- -Antoni de Montserrat, embajador en la corte del rey Akbar.
- -Osprey MaA 263-Mughul India
- -Osprey, Indian Castles (1206-1526)
- -Akbar y los grandes mogoles. Germán Puyana García.
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