Las campañas de Davout, el Mariscal de Hierro
Entre la variopinta colección de subordinados con los que se rodeó Napoleón Bonaparte uno de los más destacados fue el mariscal Davout. Frío y estricto, a la par que honesto y diligente. Davout se revelaría como uno de los generales más capaces del Imperio Napoleónico. Este miope general tendría un papel importante en muchas de las mayores gestas militares de la época.
Primeros pasos
Louis Nicolas Davout (o también Davoust) nació el 10 de mayo de 1770 en la ciudad francesa de Annoux (Borgoña) en el seno de una familia de la baja aristocracia (los D´Avout) con una larga tradición militar. Tras su paso por las escuelas militares de Auxerre y París(i), ingresa como subteniente en el regimiento de caballería Royal Champagne en 1788.
A pesar de su origen noble adopta con fervor los ideales revolucionarios, lo que le ocasiona numerosos problemas en el todavía Ejército Real . En 1791 es forzado a dimitir de su puesto en el ejército regular y se traslada a su departamento natal para realistarse como voluntario. Gracias a sus conocimientos militares es elegido teniente-coronel del 3er batallón de voluntarios del Yonne.
Davout, con uniforme de teniente-coronel e infantería francesa al ataque en 1792
En 1792 estalla la primera guerra contra la Francia revolucionaria (Guerra de la Primera Coalición). Davout y su batallón pelean en las campañas de Bélgica en el ejército de Dumouriez (armée du Nord) , estando presente en la derrota de Neerwinden (18 de marzo, 1793). Después de la batalla, Dumouriez que ha sido convocado a explicar “su conducta” en la campaña se pasa al enemigo; al no recibir apoyo de los soldados, emprende la huida, siendo incluso tiroteado (sin éxito) por el batallón de Davout.
Poco después se traslada a la Vendee a luchar contra los rebeldes monárquicos que se habían alzado en armas contra la República. Al llegar es ascendido a general de brigada; pocos días después de su ascenso, se le ofrece uno nuevo a general de división(ii), que rechaza por no considerarse suficientemente preparado. Su renuncia coincide con un incremento del radicalismo en la política francesa que entre otras cosas ve mal la presencia de nobles en el ejército, por lo que debe abandonar su puesto.
Tras la caída de Robespierre y el fin del Reino del Terror, Davout consigue reincorporarse al ejército en el otoño de 1794. Combate como general de brigada (de caballería) en las campañas de la frontera alemana en el ejército de Moreau (armée du Rhin et Moselle). En 1795 es capturado en la toma de Mannheim e intercambiado poco después. También participa en los combates en torno a Kehl (1796-97) al mando de una brigada de infantería. Es en estas campañas cuando entabla una gran amistad con uno de sus superiores: el general Desaix.
El círculo de Napoleón.
En 1798, a iniciativa de Napoleón, se está formando un ejército para atacar Egipto. Desaix consigue “enchufarle” en la caballería de la expedición. Davout participaría en la batalla de las Pirámides (21 de julio, 1798) y después pasaría a dirigir la brigada de caballería de la división de Desaix, encargada de controlar la zona de el Cairo y de perseguir al líder mameluco Murad Bey que se había refugiado en el Alto Egipto.
Davout con uniforme de general y Batalla de las Pirámides.
En la batalla de Abukir (1799) su unidad es mantenida en reserva y no interviene. Un molesto Davout solicita su primera entrevista privada con Napoleón para discutir su situación. No era un secreto que a Napoleón le caía antipático “le bête” (la bestia) Davout; lo consideraba desaliñado, gruñón, era un general del ejército “alemán”(iii) y lo peor de todo era que se relacionaba mucho con los oficiales menos adeptos al propio Napoleón. No se sabe como discurrió la entrevista, pero a partir de ella Davout se “convirtió” oficialmente al bonapartismo, reciclándose en un devoto seguidor en lo personal y aplicado alumno en lo militar.
En marzo de 1800 abandona Egipto, acompañando a Desaix. En su viaje de vuelta a Francia son capturados por los ingleses pero puestos en libertad al poco tiempo. Al llegar a Francia, Desaix se separa de su amigo Davout para reunirse con Napoleón y morir gloriosamente en la batalla de Marengo (5 de mayo de 1800). Napoleón no ha olvidado al amigo del llorado Desaix: el 3 de julio de 1800 es ascendido a General de División. Poco más tarde se le otorga el mando de la caballería del ejército francés de Italia, destacando su actuación en la batalla del Mincio (25 de diciembre). En 1801 es nombrado inspector general de la caballería francesa y comandante de los grenadiers à pied (granaderos) de la Guardia Consular.
En 1801 Davout se casa con la bella Louise Aimée Julie Lecrec, hermana de otro de sus escasos amigos: el general Leclerc(iv). Leclerc era cuñado de Napoleón, lo que convierte a Davout en uno más de “la familia”. Davout sentiría toda su vida una gran devoción hacia su esposa y parece que fueron un matrimonio afortunado. Firmemente asentado en el círculo interno de Napoleón, sería nombrado en 1803 comandante de un cuerpo de ejército, en concreto el del denominado campamento militar de Brujas (en referencia a su cuartel general) estacionado entre Dunkerque y Flushing. El 19 de mayo de 1804 es uno de los designados por Napoleón para integrar la recién creada lista de mariscales del Imperio. Tiene 34 años.
Davout además de ser mariscal era el coronel-general de los granaderos a pie de la Guardia (ilustración de Marcelo Grimaldi). A la derecha su esposa, la “marechale” Davout.
En el seno del ejército pocos entienden el ascenso de Davout. Su carrera militar no ha sido especialmente destacada si se la compara con la de otros muchos generales que han sido relegados y pueden presumir de mayores triunfos. A ello se añade que es generalmente detestado debido a su rudeza y a su severidad. En su cuerpo de ejército impone una estricta disciplina y lo ejercita sin piedad, ganándose la animadversión de los soldados y de la mayoría de los oficiales. Sus relaciones tampoco son especialmente buenas con sus colegas generales y mariscales, salvo alguna excepción como el general Oudinot. Ya en esa época destaca la mala relación con el mariscal Bernadotte, al que Davout siendo jefe de la policía militar ha hecho espiar para averiguar si se opondría a la proclamación de Napoleón del Imperio.
Campaña de 1805
En Agosto de 1805, Napoleón decide abandonar sus planes para invadir Inglaterra. El nuevo objetivo es batir a los aliados austriacos y rusos que se han unido a la lucha (Guerra de la Tercera Coalición). La unidad de Davout es ahora el 3er Cuerpo de la Grande Armée. Tiene a su mando unos 26.000 hombres(v) .
El 3er Cuerpo participa en la maniobra de Ulm con la que se consigue rendir un ejército austriaco pero sin verse implicado en combates. El paso siguiente es perseguir a los rusos siendo la vanguardia de Davout la primera en entrar en contacto con ellos en el combate de Lambach (3 de noviembre). El 8 de noviembre la vanguardia de Davout atacó a una fuerza austriaca en Marienfeld causándoles importantes bajas.
Ocupada Viena, Davout recibe el encargo de quedarse al este de la ciudad controlando posibles movimientos austriacos desde la zona de Hungría; hasta que Napoleón le avisa de que se necesita urgentemente su presencia ya que se va a producir una gran batalla: ¡tiene 48 horas para recorrer unos 140 km con un clima invernal! Haciendo un esfuerzo sobrehumano consigue llegar con una parte de sus fuerzas a primera hora del 2 de diciembre al campo de batalla de Austerlitz. Se hace cargo del flanco derecho francés, acudiendo a reforzar a una solitaria división francesa con la división de Friant y la de dragones de Bourcier (temporalmente agregada a Davout). La batalla ya ha comenzado mientras van llegando sus tropas. Es precisamente ese flanco el objetivo de los ataques austro-rusos y tienen lugar fuertes combates en torno a los pueblos de Telnitz y Sokolnitz. Ataques y contraataques se suceden, pero Davout consigue restablecer la línea defensiva en la derecha francesa, permitiendo a Napoleón ejecutar su golpe maestro en el centro con mayor comodidad.
Davout y Plano de la batalla de Austerlitz (Encyclopedia of the French Revolutionary and Napoleonic Wars).
Campaña de 1806-1807
El siguiente año “toca” enfrentarse a Prusia. El 3er Cuerpo participa con 25.000 hombres. En el gran movimiento de tropas que organiza Napoleón en su búsqueda del ejército prusiano, Davout acaba emparejado con su detestado colega Bernadotte. La noche del 13 de octubre Davout acude a hablar con Bernadotte, le enseña una postdata añadida por el jefe de estado mayor Berthier a las últimas ordenes de marcha de Napoleón en las que se indica de una manera poco clara que sí ambos cuerpos todavía no se han separado para dirigirse a los objetivos programados el Emperador dice que “pueden” marchar juntos a tratar de cortar la línea de retirada prusiana. Bernadotte le responde altaneramente a Davout que no tiene la menor intención de variar su rumbo en base a una vaga postdata y no hay nada más que discutir. Davout se aleja murmurando entre dientes “que más da”.
El día 14 el 3er Cuerpo avanza hacia su objetivo. Según las previsiones de Napoleón no debería encontrarse con muchos enemigos. Pero ésta vez el genio se ha equivocado, Napoleón va a luchar ese día contra una fuerza secundaria en la batalla de Jena porque el grueso del ejército prusiano (63.000 hombres) se encuentra en las cercanías de Auerstädt hacia donde marcha un solitario Davout.
Las divisiones de Davout están mandadas en 1806 por el “inmortal trio” formado por Morand, Friant y Gudin. Estos legendarios generales acompañaran a Davout hasta la campaña de Rusia.
El primer contacto con los prusianos se produjo en medio de la niebla y cuando ésta levantó es difícil saber quien se llevó un mayor susto: Davout o el rey de Prusia (Federico Guillermo III) y su general el duque de Brünswick. Davout mantuvo la calma aunque sólo contaba inicialmente con la división de Gudin. Por su parte los prusianos entran en un estado de frenesí, hasta donde ellos saben todo el ejército de Napoleón puede estar a punto de salir de las montañas detrás de las escasas tropas visibles y el ejército se encuentra disperso por una amplia zona. En esta batalla se iban a ver plenamente los resultados de los duros entrenamientos en el campamento de Brujas.
Simplificando mucho los hechos, los prusianos se dedicaron a ir agrupando tropas y mandarlas en ataques poco coordinados y espaciados. Por su parte Davout sacaba el máximo partido de sus tropas reforzando los puntos críticos de su línea según iban llegando nuevas tropas. Varias veces estuvieron los franceses a punto de ser superados pero se mantuvieron firmes haciendo gala de una extraordinaria disciplina y una magistral habilidad táctica. Finalmente tras haber empleado infructuosamente unos 50.000 soldados en los diversos ataques los prusianos bajaron los brazos(vi) y empezó una huida masiva. Viendo que los prusianos cedían Davout ordenó a su ejército pasar al ataque y los franceses tuvieron el placer de perseguirlos un trecho antes de caer completamente exhaustos. Habían perdido unos 7000 hombres pero habían causado unas 13000 bajas al enemigo.
Auerstätd supuso la confirmación de la valía de Davout. El “maréchal de fer” (mariscal de hierro) no pasó a ser amado pero si se ganó el respeto del ejército. Recibió las felicitaciones de Napoleón y el honor de ser el 1º en entrar en Berlín pero a cambio tuvo que aceptar que Napoleón decidiera que en realidad Auerstädt formaba parte de la batalla de Jena y por tanto el mérito supremo quedaba para el propio Napoleón. Al menos en 1808 cuando Napoleón creara su propia aristocracia, concedió a Davout el merecido título de Duc d´Auerstaedt. Por su parte el 3er Cuerpo empezaba a acumular la fama que le llevaría a ser considerado un cuerpo de élite por detrás sólo de la Guardia Imperial.
Davout en la batalla de Auerstädt (Ilustración de F.G. Hourtoulle)
Plano de la batalla de Auerstädt (Encyclopedia of the French Revolutionary and Napoleonic Wars).
Tras un breve pero merecido descanso el cuerpo de Davout participó en las campañas de Polonia y Prusia Oriental que tenían por objetivo liquidar los restos del ejército prusiano y derrotar a los rusos. Iba a ser una campaña especialmente dura para los franceses; luchando en invierno en zonas desoladas y con escasos suministros. El 26 de diciembre Davout está presente en la batalla de Golymin (a las órdenes del mariscal Murat) donde su ataque(vii) hace retroceder a las tropas rusas que tiene en frente pero sin conseguir una clara victoria.
Golymin serviría en cierta medida de anticipo a la terrible batalla de Eylau. Davout llegó al campo de batalla a lo largo del 2º día de la feroz lucha (8 de febrero de 1807) con unos 15.000 hombres. El plan era que Davout asestara el golpe decisivo en el flanco izquierdo ruso. Previamente Napoleón había tenido que realizar varios ataques por el centro para fijar a los rusos en su sitio que acabarían con muchas más bajas de las previstas, por lo que el ataque de Davout no podría recibir apoyos del resto del ejército. Davout tuvo que repeler ataques rusos mientras sus tropas iban ocupando sus posiciones de despliegue, finalmente por la tarde pudieron ejecutar su plan. Poco a poco la infantería francesa iba demoliendo el flanco ruso apoyados por una potente batería de 30 cañones. Los rusos, como era costumbre, ofrecieron una enconada resistencia pero a partir de aproximadamente las 5 de la tarde Davout contempló con satisfacción como la resistencia rusa se quebraba. Sin embargo tras la llegada de los refuerzos prusianos de Lestocq a la batalla notó como la victoria se le escapaba de las manos e incluso corría el riesgo de perder su cuerpo, viéndose obligado a retroceder hacia su artillería que cortaría en seco el contraataque prusiano. La noche se acercaba y ya no se podía hacer nada más. La batalla había sido una carnicería y no se había logrado nada. Davout perdió en ésta batalla 5000 de sus irremplazables veteranos.
Los ejércitos se retiraron a sus cuarteles de invierno. Al reanudarse la campaña Davout se encontraría realizando básicamente de apoyo y no participaría en la batalla de Friedland que pondría fin a la campaña. Finalizada la campaña, desempeñaría la labor de gobernador del Gran Ducado de Varsovia. Su labor administrativa fue bastante eficaz y consiguió aplacar la profunda desilusión que había supuesto a los polacos el que Napoleón no hubiera restablecido completamente el antiguo Reino de Polonia. Se dice que Davout jugó con la idea de que se le hiciera algún día virrey de Polonia.
Escena de la batalla de Eylau (ilustración de Keith Rocco)
Campaña de 1809
Tras las campañas anteriores el cuerpo de Davout quedó en la zona de Alemania como la principal fuerza francesa presente. Davout fue el que avisó al Emperador de que en Austria se estaban produciendo movimientos que indicaban que se preparaba una guerra. Al estallar la guerra, Davout se dirigió con sus fuerzas a reunirse con el resto del ejército. Mientras llegaba Napoleón, el mariscal Berthier se hizo cargo sembrando el caos en el ejército y entre otras cosas obligó a Davout a concentrarse en la zona de Rastisbona, lo que para desesperación de Davout lo dejaba aislado y en un grave riesgo. A partir de entonces surgiría una gran enemistad entre ambos mariscales. El 3er Cuerpo cuenta con unos 35.000 hombres(viii).
Cuando el comandante austriaco, archiduque Carlos, se enteró de que Davout y sus hombres estaban aislados, se puso manos a la obra para tratar de destruirlo. Un total de 5 cuerpos austriacos se disponían a rodearle para que no pudiera escapar. El 19 de abril Davout se enfrentó al general austriaco Hohenzollern en la batalla de Teugn-Hausen, consiguiendo salir del cerco austriaco y reunirse con el resto de fuerzas francesas, aunque a costa de perder 3000-4000 hombres.
Voltigeurs de la infantería ligera francesa en acción. (Ilustración de G. Rava). El 10º ligero tuvo una destacada actuación en Teugn-Hausen.
A continuación se libra la batalla de Eckmühl. Mientras Napoleón persigue a una parte del ejército austriaco en la creencia de que es el grueso del enemigo, ordena a Davout que ataque a los austriacos que tiene en frente con el apoyo del cuerpo bávaro del mariscal Lefebvre(ix). El ataque tiene lugar el 21 de abril y Davout se da cuenta de que hay muchos más enemigos de los previstos por lo que reclama a Napoleón su presencia. El día 22 de abril los austriacos se preparan para aplastar a Davout y Lefebvre pero antes de que se pongan en movimiento aparece Napoleón por su flanco. A su vez Davout ordena a su línea atacar de frente a los austriacos. Presionado por Davout por un lado y por Napoleón por otro, el archiduque Carlos se ve obligada a ordenar la retirada siendo ahora él, el que salva su ejército por los pelos de ser rodeado. Aunque no se ha conseguido una victoria contundente, las actuaciones de Davout han sido de gran importancia para que los franceses recuperen la iniciativa y por ello Napoleón le otorga un nuevo título nobiliario: Prince d´Eckmühl.
Encontramos a Davout de nuevo ocupando el flanco derecho napoleónico en la batalla de Wagram (5 y 6 de junio). Tiene a sus ordenes unos 38.000 hombres(x). El 1er día de la batalla el ataque de Davout se inicia tarde y no se consiguen progresos, limitándose en la practica a probar la línea austriaca y buscar alguna opción de flanqueo.
El 6 de junio se inicia con un ataque austriaco en los flancos franceses. El ataque sobre Davout es abortado al poco de empezar ya que se retrasaron parte de las fuerzas que tenían que apoyarlo. El fallido ataque facilita algo las cosas a Davout que ejecuta a continuación su propio movimiento. La operación se ha planeado con cuidado: el punto clave es el pueblo de Markgrafneusiedl que es bombardeado sin piedad; la caballería francesa despeja a su homologa que guarda el flanco austriaco; y finalmente la infantería de Davout avanza sobre las posiciones austriacas. La infantería francesa es recibida con un brutal fuego de mosquete que la obliga a retroceder. Los batallones vuelven a reformar y se lanzan de nuevo al ataque. La lucha es dura pero finalmente Davout toma la posición. Los austriacos no se dan por vencidos y vuelven a formar una línea defensiva más atrás; pero el hecho es que el exitoso ataque de Davout ha puesto en peligro las posiciones austriacas adyacentes y el archiduque Carlos se da cuenta de que la batalla está perdida y es mejor retirarse.
Plano de la batalla de Wagram (Encyclopedia of the French Revolutionary and Napoleonic Wars).
Davout, siendo derribado del caballo durante la batalla de Wagram.
Finalizada la guerra, Napoleón le demostrará a Davout el aprecio que tiene por sus habilidades al dejarle al cargo en los siguientes años del Armée d´Allemagne (ejército de Alemania). Además de estar encargado de vigilar estrechamente a Austria y a Prusia, Davout se encarga de hacer cumplir la prohibición de comerciar con Inglaterra (bloqueo continental) en la costa alemana. El estricto Davout pone fin a muchos “chanchullos” comerciales por los que prominentes agentes franceses del gobierno se enriquecían utilizando el bloqueo en su beneficio y/o aceptando sobornos.
Campaña de 1812
Para la campaña de Rusia de 1812, Davout se hizo cargo del que ahora había pasado a ser el 1er Cuerpo de la Grande Armée. Lo formaban unos 69.000 hombres(xi). Era el cuerpo de ejército más potente que tenía Napoleón para la campaña.
Al comienzo de la campaña se le encomendó a Davout la tarea de asegurar la separación entre los 2 principales ejércitos rusos (Barclay y Bagration), para ello marchó hacia Minsk con parte de sus tropas. Davout tuvo inicialmente éxito empujando a Bagration hacia el sur. El 23 de julio en Moghilev, Bagration con 45.000 hombres ataca a Davout que por entonces sólo tiene 26.000 a mano. La posición defensiva que adopta Davout es muy fuerte y el ataque es rechazado. Ha cumplido con su parte de la operación pero la otra parte depende de la llegada del incompetente Jerome Bonaparte con sus tropas que con su lentitud permite escapar a Bagration.
Reunido de nuevo con el ejército principal lucha en la batalla de Smolensko (16 y 17 de agosto), en la que es el encargado de atacar los suburbios de la ciudad, oponiendo los rusos una feroz resistencia antes de ser desalojados. El día siguiente la división Gudin acude en refuerzo del mariscal Ney en la batalla de Valutino; donde una bala de cañón acaba con la vida del valiente general. Davout no sólo pierde a uno de sus mejores generales si no también a uno de sus escasos amigos.
Batalla de Smolensko (Alexander Averyanov)
Los franceses persiguen a los rusos por el camino de Moscú. A lo largo de la marcha hay que ir dejando atrás destacamentos para mantener las comunicaciones, siendo el 1er Cuerpo por su tamaño uno de las que más tiene que contribuir. Durante la marcha comparte el mando de la vanguardia con el mariscal Murat con el que tiene fuertes discusiones que están a punto de acabar en un duelo(xii). El 5 de septiembre los franceses alcanzan a los rusos que ahora al mando de Kutuzov se preparan para hacer un último intento de bloquear el avance hacia Moscú. Ese día la división Compans de Davout va a ser la encargada de tomar el reducto avanzado ruso de Shevardino después de una dura lucha. Tras este prolegómeno los dos bandos saben que se va a librar una batalla decisiva. El día siguiente, Davout se acerca a Napoleón y le propone realizar una amplio movimiento de flanqueo con su cuerpo y los polacos de Poniatowski para caer sobre el flanco y la retaguardia rusas y destruirlos de una vez por todas. Napoleón medita unos instantes y responde con un contundente ¡No!: llevaría demasiado tiempo, el ejército quedaría dividido y las fuerzas de Davout podrían perderse en una marcha nocturna a través de los bosques. Davout confiado en sus posibilidades trata de replicar pero Napoleón le ordena silencio. Finalmente, el ejército francés atacará de frente el centro y flanco izquierdo ruso.
El día de la batalla de Borodino (7 de septiembre) Davout es el encargado de atacar parte del flanco izquierdo ruso, que está protegido por unos potentes reductos, en colaboración con Ney, Junot y Murat. A pesar del apoyo de alrededor de un centenar de cañones franceses, los rusos ocupan una posición muy fuerte y no andan escasos tampoco de artillería. El propio Davout sufre el fuego enemigo perdiendo a su caballo, sufre una fuerte contusión y tiene que ser sacado del campo de batalla, mientras sus tropas son brutalmente repelidas. Los reductos cambiaran varias veces de manos hasta que finalmente caigan en manos francesas.
Plano de la batalla de Borodino (Encyclopedia of the French Revolutionary and Napoleonic Wars).
Franceses y rusos combatiendo en los reductos “de Bagration”.
Una vez en Moscú, Davout urge a Napoleón a atacar al ejército ruso que se encuentra no muy lejos en Kaluga. No comprende la inactividad de Napoleón que se limita a esperar la llegada de emisarios rusos ofreciéndole la paz. Finalmente cuando la situación en Moscú se vuelve insostenible y se ordena la retirada del ejército Davout queda a cargo de la retaguardia. El 19 de octubre abandona Moscú y el 24 acude al rescate del cuerpo italiano del príncipe Eugene en la batalla de Maloyaroslávets. Su llegada hace que los rusos se retiren pero aun así bloquean el camino sur de vuelta de la Grande Armée. En el consejo de guerra subsiguiente, Davout vota por forzar el camino aunque sea luchando. En su opinión merece la pena la lucha ya que la victoria supondrá volver por una ruta “virgen” y “con los poblados todavía en pie” en la que será más fácil encontrar alimentos y acomodo durante las marchas. Napoleón no lo ve claro y decide volver por la devastada ruta original.
Davout trabajando en el Kremlin.
Davout pone todo su empeño en organizar la retaguardia de la mejor manera posible para evitar la descomposición del ejército. Napoleón se queja: Davout es demasiado metódico, demasiado minucioso, ¡demasiado lento!. Se está abriendo una brecha entre ambos agudizada por una intensa campaña anti-Davout liderada por Berthier, que aprovecha cualquier excusa para criticarle ante Napoleón. Finalmente el 2 de noviembre es sustituido en el mando de la retaguardia por Ney y su cuerpo. Al día siguiente, antes de que se haya producido el relevo, los rusos atacan en la batalla de Viazma a la rezagada retaguardia de Davout. Los 14.000 hombres de Davout quedan cercados pero se defienden duramente hasta que son rescatados por una parte del ejército principal que ha dado media vuelta. El revés del 1er Cuerpo (el espejo en que se miraba buena parte de las tropas) supuso un grave golpe anímico en todo el ejército ya que aunque no había sido derrotado, era la primera vez que parte de sus tropas quebrantaban su dura disciplina y huían.
La marcha se hace cada vez más penosa. El clima es infernal, no hay provisiones, ya no queda caballería y hay que abandonar la artillería por el camino. El ejército se detiene en Krasnoe donde los exhaustos franceses son atacados nuevamente (15-18 de noviembre). El 17 de noviembre Davout y sus 9.000 hombres están a la espera de que llegue la retaguardia de Ney, cuando son atacados con fuerza. La situación es terrible, el maltrecho cuerpo de Davout apenas puede defenderse y huye, salvándose en ultima instancia por la intervención de la Guardia. Por su parte el cuerpo de Ney es prácticamente destruido(xiii) y Napoleón, animado por Berthier, le echa toda la culpa a Davout.
Todavía quedaría la dura experiencia del paso del Beresina (25-29 de noviembre) en la que la rotura de los puentes está a punto de causar que Davout, Eugene y Victor queden atrapados; pero finalmente consiguen salvarse a pesar de los ataques rusos. Tras la batalla de Beresina aun seguiría una penosa marcha hasta el río Niemen y por fin abandonar Rusia. Del magnífico 1er Cuerpo apenas quedan 1.500 soldados.
Escena de la retirada napoleónica de Rusia.
Campañas de 1813-1814
En mayo de 1813 se ordena a Davout acudir a Hamburgo que está en un estado de rebelión, al igual que gran parte de las ciudades de la liga hanseatica. Las ordenes iniciales de Napoleón son muy duras: incluyen fusilamientos, encarcelamientos, deportaciones y confiscaciones. Afortunadamente para los hamburgueses Napoleón deja mano libre a Davout para rebajar el castigo siempre y cuando se restablezca el orden y se obtenga una generosa cantidad de dinero. El duro mariscal impondrá un férreo orden con el que se ganará el resentimiento de los ciudadanos de la zona, sin ser estos conscientes de que se había planificado una mucho mayor represión.
La importancia de la fortaleza de Hamburgo estribaba en su situación en el río Elba al norte de Alemania; permitiendo la conexión con la aliada Dinamarca y sirviendo de lanzadera para una ofensiva en dirección a Berlín, ya que los prusianos se han unido a los rusos. La fuerza con la que Davout cuenta es el nuevo 13º Cuerpo. Aprovechando un parón en la guerra debido a un armisticio Davout va reuniendo sus fuerzas y mejorando las fortificaciones de la ciudad. Se consiguen reunir 37.000 hombres entre daneses, franceses y alemanes. La calidad dista mucho del viejo cuerpo de Davout pero no deja de ser una fuerza respetable.
La misión de Davout era avanzar desde Hamburgo hacia Berlín en apoyo del ejército del mariscal Oudinot que avanzaría desde el sur. Sin embargo sus posiciones estaban muy alejadas para proporcionarse un apoyo mutuo efectivo. Davout avanza tal vez demasiado cautelosamente ya que las fuerzas que tiene en frente no son de gran entidad. El 2 de septiembre recibe noticias de que Oudinot ha sido derrotado por Bernadotte(xiv). Davout decide regresar a la línea del Elba y sostiene varias escaramuzas con los aliados. El 16 de septiembre una fuerza de 3500 hombres que Davout ha enviado en dirección sur a Magdeburg es derrotada en la batalla de Gördhe, lo que supone para Davout la interrupción de la línea de comunicaciones directa con Napoleón.
El 2 de diciembre, Davout está completamente aislado y se encierra en Hamburgo. El estricto mariscal expulsó de la ciudad a 25.000 habitantesxv. También demolió parte de los suburbios para mejorar el campo de tiro de la artillería. Ante Hamburgo se presentó el príncipe Carlos Juan (Bernadotte) con un ejército de 120.000 hombres. Bernadotte no tenía intención de enredarse en un costoso asedio contra un Davout que encima le tenía “ganas”. Dejó a cargo al ruso Bennigsen y se marchó con la mitad del ejército a buscar objetivos más fáciles y provechosos.
Benningsen realizó 3 ataques en febrero (7, 17 y 27); todos ellos rechazados con fuertes perdidas. Davout había creado un sistema de defensa en profundidad que era apoyado por una reserva móvil reforzada por artillería a caballo. Tras estos fracasos, Benningsen decidió esperar a que Davout se rindiera por hambre. Aun así en abril hubo otro intento de ataque encubierto bajo banderas de tregua pero Davout no cae en la trampa y vuelve a ser rechazado. Poco después le comunican que Napoleón ya ha abdicado (lo hizo el 6 de abril) y la guerra ha terminado, pero Davout se niega a la rendición si no recibe ordenes claras de Francia. Finalmente en mayo llega el general Gerard, desde Francia, a relevar a Davout; la evacuación de las tropas (con “todos los honores”) no tiene lugar hasta el 27 de mayo. El sitio había durado unos 6 meses y es considerado una de las mejores defensas de las Guerras Napoleónicas.
Sítio de Hamburgo (Técnicas bélicas de las Guerras Napoleónicas)
El Final
A la vuelta a Francia, Davout acepta la restauración borbónica pero se niega a servir en el ejército real, retirándose a sus propiedades. Con el retorno de Napoleón en 1815 (los Cien Días) vuelve a ofrecer sus servicios. Napoleón le nombra ministro de la Guerra y le toca acometer la impresionante tarea de organizar un ejército para el emperador. Dada la situación y el poco tiempo que tuvo, el resultado de su trabajo es destacable. Queda la duda de si Davout hubiera sido más útil en el campo de batalla que como organizador en París.
Davout con el batón de marical del Imperio y a la derecha su escudo nobiliario.
Tras la derrota de Waterloo (18 de junio) Davout urge a Napoleón a intentar un nuevo ataque pero éste ha perdido el animo y abdica. Tras la abdicación Davout queda al mando del ejército. Su objetivo es conseguir una victoria que mejore la posición negociadora francesa. Davout reúne todas las tropas que puede en torno a París. El 1 de julio ordena al general Exelmans atacar a la vanguardia prusiana en la batalla de Rocquencourt. Sería la última victoria francesa pero no tendría suficiente entidad para cambiar el curso de la guerra. Davout se ve sometido a una gran presión por parte del gobierno provisional francés para que termine la guerra y el día 3 firma un armisticio que pone fin a las hostilidades.
Nuevamente se niega a servir a los borbones y se retira a su villa. Sólo abandona su retiro para salir en defensa primero de varios generales que han sido proscritos por su apoyo a Napoleón (Davout les defiende diciendo que se habían limitado a seguir sus ordenes) y después para defender al mariscal Ney que es acusado de traición y fusilado(xvi).
Poco a poco, los borbones irían perdonando a los proscritos. Aunque Davout no quiso volver al servicio activo, recuperó en 1817 el título de mariscal y en 1819 sería nombrado Par de Francia. Moriría el 1 junio de 1823, a los 53 años.
Autor: Flavius Stilicho
Massena, Davout y Suchet eran los maestros, capaces de misiones independientes. También, en menor medida, lo eran St. Cyr, Soult y -por un tiempo- Macdonald. Lannes, de haber vivido, podría figurar entre lo mejor. El resto eran proyectiles humanos que necesitaban de la puntería e impulso del Emperador. Su servicio fue duro. Sus nombres perduran. (J. Elting)
Fuentes.
- Gregory Fremont-Barnes (Editor): The Encyclopedia of the French Revolutionary and Napoleonic Wars.
- A.G. MacDonnell: Napoleon and his marshalls.
- Ediciones del Prado (Osprey): Jena 1806, Napoléon arrasa Prusia
- Charles Joly: Le Maréchal Davout:
- Editorial LIBSA: Ténicas bélicas de la época napoleónica.
- Web Souvenir du Maréchal Davout: http://www.souvenir-davout.com/spip.php?rubrique1
- Web Louis-Nicolas Davout, le Maréchal de Fer: http://marechal.davout.free.fr/
- Web The Napoleonic Wargamer: http://miniaturewargames.blogspot.com/2010/08/battle-of-gohrde-16th-september-1813.html
- Wikipedia (varios artículos).
Notas
i Además de atender a la formación militar, el joven Davout se esforzó en aumentar su cultura general, siendo un ávido lector.
ii Davout tenía 23 años en 1793. En esa turbulenta época, los ascensos meteóricos de los oficiales estaban a la orden del día. Como contrapartida las caídas en picado también eran igual de corrientes y se podía considerar afortunado aquel general que simplemente era expulsado o encarcelado.
iii Napoleón sentía cierta antipatía y desconfianza de los generales que habían servido con Moreau en el Rhin; prefiriendo en general a los que habían servido con él en Italia y habían aprendido “la manera correcta de hacer la guerra”.
iv Leclerc iba a partir a la campaña de Santo Domingo donde moriría y quería dejar a su hermana al cuidado de alguien de confianza.
v Divisiones Bisson, Friant y Gudin. Más una brigada de caballería.
vi El general prusiano duque de Brünswick estaba fuera de combate por una grave herida y el rey de Prusia estaba convencido de estar luchando con Napoleón en persona.
vii Sólo participa una división de Davout: la de Morand. Además el ataque se tiene que hacer sin apoyo artillero ya que no habían llegado los cañones.
viii Divisiones Morand, Friant, Gudin, Saint-Hilarie; más Montbrun (caballería)
ix Davout sólo cuenta con la mitad de su propio cuerpo ya que la otra mitad está con Napoleón.
x Además de su cuerpo, cuenta con 2 divisiones de dragones agregadas a las que se añade el 2º día una división de coraceros.
xi Divisiones Morand, Friant, Gudin, Dessaix, Compans, Grandjean; más Girardin (caballería).
xii Davout consideraba a Murat un inepto en el que no se podía confiar y se negaba a prestarle ninguna ayuda. Al final Napoleón tuvo que llamar la atención a Davout y dejar el mando en solitario de la vanguardia a Murat.
xiii Ney consigue salvarse casi de milagro en una épica marcha atravesando las líneas enemigas.
xiv En un rocambolesco giro del destino el mariscal Bernadotte acabaría siendo elegido heredero al trono de Suecia, lo que le llevaría en 1813 a encontrarse enfrentado a sus antiguos compañeros.
xv Se había advertido a los hamburgueses de que hicieran acopio de alimentos pero éstos no habían hecho demasiado caso.
xvi Davout había acordado con Wellington una amnistía. Cuando Davout le pidió a Wellington que cumpliera con lo firmado y salvara a Ney, éste dijo que no se “involucraba” en asuntos internos franceses.
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Bueno Flavius, nuevamente me quito el sombrero ante uno de tus artículos., he leído hasta el año 1812, pero sobre lo leído, creo que un sobresaliente es lo menos que te mereces chavalote.
Ya había leído algo sobre el personaje en cuestión, según parece sus sotes tácticas arrancaron algunos celos de nuestro emperador Napoleón, ya que este era más amigo de distar órdenes a sus generales para que estos las cumplieran que tener en su plana mayor generales que pudieran maniobrar por si mismos en ausencia de su líder.
Esta situación ocurrió en muchas batallas, y fue algo de lo que a Napoleón se arrepentiría posteriormente., el no dar la iniciativa a sus generales, (planificando siempre las batallas al milímetro y dejando poca iniciativa a sus subordinados) constituyó a pléyade de generales que eran, ¡literalmente!, unos simples "conductores de hombres", pero no generales con iniciativa propia.
Así en batallas, como las campañas de mayo y junio en 1813, cuando Napoleón estaba presente vencían las tropas francesas, pero cuando era alguno de sus mariscales. la derrota era segura.
Davout no fue uno de los escasísimos mariscal al que no se le pudiera otorgar el calificativo de simple conductor de hombres, ¡es más!, creo que a nivel táctico fue el segundo en importancia en Francia por detrás de Napoleón, algo que este nunca toleró con agrado.
saludos
Gracias, Flavio
En la campaña de los cien días Flavius, Napoleón desperdició a un excelente táctico para que permaneciera en retaguardia, en vez de otorgarle un puesto activo en la milicia.
Con esto queda perfectamente claro que las relaciones entre Davout y Napoleón seguían siendo tirantes, a pesar de que Napoleón le otorgó un puesto de alta responsabilidad., pero lejos, donde no pudiera contradecir sus decisiones.
saludos
Excelente artículo compi. ¡Felicidades! Por cierto, ¿que tal está el libro de Tecnicas belicas de las guerras napoleónicas?
Buena artículo, esto me recuerda y me hace pensar enun parangón con varios generales alemanes de la segunda guerra, que se vieron atados por lo que tenia preparado Hitler, Keitel y Jodl..
Saludos,,
¿Cual consideráis el mejor de sus mariscales? ¿Que opinión os merece Ney? Este tuvo un comportamiento realmente valeroso en la campaña rusa, pero pero su "cagada" en Waterloo es la más recordada.
Yo tal vez me quedaría con Davout y Lannes.
Creo que sería muy interesante el saber diferenciar a un buen general táctico de un simple conductor de tropas.
En el primer caso nos encontramos a un general que junto a su ejército, se encuentra a un rival con otro ejército. Acto seguido y antes del enfrentamiento elabora al detalles los pormenores de la batalla: terreno, disposición de las tropas, los dispositivos del enemigo y la calidad de su ejército, amén de otros pormenores.
Luego es elaborar la táctica a desplegar según la calidad de sus tropas y lo que estas puedan rendir en batalla. Pero siempre hay algo que falla y que puede hacer que tengas que dar lo mejor de ti mismo y con lo que es peor, con el tiempo echándose encima.
Algo a fallado y hay que enmendarlo., el enemigo te a flanqueado o a abierto una grita en tus líneas, ¿que hago?. Ahí está la calidad de un general y un táctico., elavorar una táctica acertada que pueda invertir la situación o que por lo menos impida un descalabro general.
Una mente fría que pueda juzgar la situación y establecer la disposición de sus fuerzas para enmendar la situación, (en la medida de lo posible) solo está al alcance de mentes pre-claras que no se dejan dominar por el pánico y que establecen las mejores disposiciones a seguir.
Gente que no se da la vuelta y la dice a Napoleón, y, ¿ahora que hagoooooooooo?.
Creo que ahí está la verdadera diferencia entre un táctico y un simple conductor de tropas, un hombre que obedece a las órdenes recibidas., pero en que cuando algo se tuerce, se siente perdido y pide nuevas órdenes, sin tener iniciativa y lo que, repito, una mente fría que sepa reconducir la situación crítica.
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¡Gracias! Eljoines y ¡De nada! Manolillo.
Amigo Eljoines, tienes bastante razón en lo que comentas. Napoleón nunca favoreció demasiado el espíritu independiente entre sus mariscales. De hecho unos cuantos eran bastante mediocres y fueron promocionados por encima de otros generales mejores. Como dices se valoraba mucho que fueran buenos ejecutores de las ordenes de Napoleón pero éste no les podía perder de vista.
Napoleón hubiera sido féliz en ésta época moderna, me lo imagino rodeado de pantallas y conectado a varios satélites dando ordenes a la vez a una docena de mariscales repartidos entre Cádiz y Moscú, siguiendo minuto a minuto las operaciones.
Cómo dices cuando se vió obligado a tener que encomendar ejércitos independientes en 1813 se encontró con serios problemas. De los 3 mejores mariscales: Massena estaba ya de vuelta de todo y no le interesaba la guerra. Lannes había muerto en 1809. Y Davout había caido en relativa desgracia y se le dió un mando independiente pero menor muy alejado del centro de gravedad de la campaña.