Las campañas del mariscal Massena, el "hijo mimado de la Victoria"
André Masséna fue uno de los más destacados comandantes franceses de su época, sirviendo con distinción tanto en la época revolucionaria como en la del Imperio de Napoleón. No sólo brilló como subordinado de Napoleón sino que demostró repetidas veces su capacidad para asumir mandos independientes.
General de la República
Primeros pasos
André Masséna nació el 8 de mayo de 1758 en Niza(i). Era hijo de un comerciante de vinos, quedando huérfano a los 10 años. Entre 1771 y 1775 ejerció de grumete en un buque mercante. En 1776 se alistaría en el Ejército Real francés en el regimiento Royal-Italien, llegando a suboficial adjunto, lo máximo a lo que podía aspirar en principio un plebeyo. Lo abandona en 1789, al poco de estallar la Revolución. Marcha a Antibes, se casa (con Rosalie Lamarre) y se convierte en un contrabandista.
Tras una temporada de cuestionables “actividades” se reincorpora en febrero de 1791 como oficial en la Guardia Nacional. Participa en la campaña del Piamonte con el Armée d´Italie, operando en la zona de su Niza natal, destacando por su conocimiento del terreno y colaborando en la represión de los contra-revolucionarios. Su valía llama rápidamente la atención, siendo elegido teniente-coronel del 2º batallón de voluntarios del Var en diciembre de 1792. En agosto de 1793 es ascendido a general de brigada(ii).
En diciembre de 1793 forma parte de la división de Lapoype, parte de las fuerzas revolucionarias que asedian la ciudad de Tolón (base de la flota francesa del Mediterráneo), que se ha declarado a favor de los Borbones un par de meses antes y es defendida por una fuerza aliada (ingleses, españoles, napolitanos y sardos). Llega justo a tiempo de acompañar a una de las columnas en el ataque final. En ese asedio se empezaría a hacer un nombre un capitán de artillería llamado Napoleón Bonaparte.
Izqda: Masséna como teniente-coronel.
Dcha: Reclutamiento de una unidad de voluntarios franceses en 1792.
1794-95, Italia
Tras Tolón, Masséna es propuesto para ser general de división (aunque no será confirmado hasta agosto de 1794) y vuelve al Armée d´Italie (dirigido por Dumerbion) en enero de 1794. Encargado de amenazar las comunicaciones del ejército sardo realiza diversas acciones, destacando la eliminación del reducto de Feil y la plaza fuerte de Saorgio, cerca del Col de Tende en los Alpes, un estratégico paso alpino entre Niza y el Piamonte. En 1795 se encarga en principio de defender la línea del Borghetto.
Finalmente con la llegada al mando del general Scherer (y más refuerzos) recibe un papel más activo, participando en la planificación y ejecución de la batalla de Loano, destinada a romper la aparentemente inexpugnable línea austro-sarda (comandada por Wallis y Argenteau).
La parte de Masséna en la batalla es delicada ya que le toca atacar el fuerte centro enemigo con sus dos divisiones(iii); tras una marcha nocturna el 23 de noviembre de 1795 se produce el ataque. La resistencia austriaca es dura pero Masséna persevera, aunque el combate es largo. La naturaleza del terreno y el campo de batalla provoca que Scherer no pueda ver el progreso de Masséna y duda si acudir en apoyo del ala derecha francesa (Augereau) que también ha atacado pero necesita más fuerzas para seguir progresando. Un mensaje de Masséna que se encuentra en su “salsa” en medio de la confusión de los combates le tranquiliza. Los austro-sardos aprovechan una tormenta para retirarse pero Masséna consigue ocupar una de las principales vías de escape. El resultado es una gran victoria: 3000 bajas enemigas y 4000 prisioneros capturados junto con 48 cañones; frente a unas 3000 bajas francesas(iv).
Ha sido un gran éxito que Scherer desaprovecha ya que no se atreve a perseguir con energía al enemigo.
Izqda: Masséna como general de división.
Dcha: Batalla de Loano (1795), fuente: wikimedia.
1796-97, Italia
Tras la victoria del año anterior, la falta de energía de Scherer unida a una grave carencia de dinero y equipamiento hunden al Armée d´Italie en la apatía y el desánimo. El 27 de marzo Masséna y sus compañeros reciben a un nuevo general mandado desde París, probablemente llenos de escepticismo hacia lo que puede traer un general que se ha ganado el cargo “cortejando” a los políticos de París y tiene mucha menos experiencia que la mayoría de ellos. Sin embargo pronto van a descubrir que su nuevo jefe, el general Napoleón Bonaparte, trae bajo el brazo una nueva forma de hacer la guerra.
Bajo Bonaparte, Masséna junto al desharrapado ejército francés se lanzan a una vertiginosa campaña: en 10 días de continuos combates (12-22 de abril) van a conseguir separar a austriacos y sardos, destruyendo a estos últimos y consiguiendo que Cerdeña se retire de la guerra. De esos combates Masséna participa en en los de Montenotte, Dego y Mondovi.
Los austriacos se retiran a proteger Milán, pero Bonaparte los flanquea. En la batalla del puente de Lodi, Masséna es uno de los oficiales superiores que se une a la columna de granaderos que atraviesa por la fuerza el puente en una legendaria carga.
A continuación la campaña se va a centrar en el asedio francés de la estratégica fortaleza de Mantua y los intentos austriacos de socorrerla. En el primer ataque austriaco (31 de julio – 6 de agosto) la división de Masséna tras una marcha épica llegaría a tiempo de participar decisivamente en las 2 acciones de Lonato y la batalla de Castiglione. En el segundo ataque austriaco (7-15 de septiembre) lucha en Rovereto y Bassano. En el tercer ataque austriaco (1-23 de noviembre) lucha en Fontaniva, Caldiero(v) y en la importante victoria de Arcola.
Masséna se ha demostrado en estos combates un eficaz subordinado de Bonaparte pero su momento de gloria llega con el 4º y último intento austriaco de salvar Mántua. Masséna consigue llegar a tiempo a la decisiva batalla de Rívoli (14-15 de enero) tras realizar una marcha de 40 km durante la noche por carreteras heladas y sus refuerzos salvan una situación apurada. Más tarde le toca hacer otra marcha forzada de 60 km para interceptar una fuerza austriaca que se dirige a reforzar Mántua, apresándola el 16 de enero en la acción de La Favorita. Es entonces cuando Napoleón le asigna el apodo “l´enfant chéri de la Victoire” (el hijo mimado de la Victoria). Más tarde pasa a dirigir la vanguardia que persigue a los austriacos llegando a acercarse a 160 km de Viena para cuando éstos solicitan a Bonaparte un armisticio. Cuando años más tarde (1808), Napoleón creara su propia nobleza, Masséna recibiría el título de Duque de Rívolivi.
Campaña de Italia, 1796: operaciones alrededor de Mántua (Osprey Publishing).
1799, Suiza
En febrero de 1798 es nombrado comandante de la fuerza de ocupación de los Estados Pontificios. Sus tropas se rebelan: las pagas no llegan, ven como miembros del ejército sin escrúpulos se están haciendo ricos saqueando las riquezas Roma y encima de París les mandan al general más rapaz de todo el ejército dotado de un enfermizo amor por el dinero y una magistral habilidad para la extorsión y el robo. Surge la indisciplina y se denuncia públicamente a “el hijo podrido de la Victoria”, Masséna tiene que abandonar su puesto.
Tras unas “horas bajas”, Masséna es recuperado en diciembre de 1798 y puesto al mando del Ejército de Suiza (Armée d´Helvétie) de cara a la inminente Guerra de la Segunda Coalición que estalla unos meses más tarde, en marzo. Su misión es hacer de puente entre las fuerzas francesas de Italia y Alemania. Inicialmente colabora con el ejército del Danubio de Jourdan, combatiendo en las acciones de Coire (7 de marzo) y Feldkirch (22 de marzo). Jourdan es derrotado en Stockach (25 de marzo) por el archiduque Carlos de Austria y Masséna tiene que asumir el mando, fusionando ambos ejércitos.
A finales de abril rechaza un ataque de los austriacos Bellegarde y Hotze, además de hacer frente a una insurrección suiza. En mayo es obligado por el archiduque Carlos a retirarse a Zürich, donde el 5 de junio rechaza un ataque austriaco ocasionándoles graves perdidas, sin embargo es obligado a retirarse por la llegada de otro ejército austriaco (Hotze) ya que fracasa en impedirles la unión. Masséna se atrinchera en un bastión montañoso, entre Zurich y Lucerna.
La derrota del Armée d´Italie en Novi (15 de agosto) a manos del ejército del gran general ruso Suvorov, deja a Masséna en una posición precaria. Está flanqueado por enemigos pero a su vez su posición avanzada es el único impedimento para que estos se lancen a invadir Francia. La suerte de la República está en esos momentos en sus manos y Masséna decide aguantar con obstinación en su peligrosa posición.
Segunda batalla de Zurich, por Francois Buchot (fuente: Wikimedia).
Afortunadamente para Masséna, la corte de Viena trastocó todo el dispositivo aliado. Al archiduque Carlos que estaba en frente de Masséna se le ordenó volver a Alemania para preparar la invasión de Francia; sería sustituido por los rusos de Suvorov al que se le obligó a abandonar su campaña y dirigirse hacia Suizavii. Estos movimientos de tropas ofrecieron a Masséna la oportunidad que estaba esperando. En las cercanías de Zurich se encontraban los rusos de Rimsky-Korsakov (27000 h.) y los austriacos de Hotze (16.000 h.), pero el ejército del archiduque Carlos ya había partido y el resto de los rusos con Suvorov al frente no había llegado. Por su parte Masséna tenía concentrados 76.000 soldadosviii. Era el momento de atacar.
Una parte del ejército (al mando de Soult) se dirige contra Hotze al sur de Zurich; otra parte (Molitor) se ocupa de impedir una posible unión entre Hotze y un Suvorov que se va acercando. Mientras tanto el propio Masséna de dirige contra Korsakov. En la 2ª batalla de Zurich (25-26 de septiembre), Masséna fija al grueso de Korsakov con una finta mientras una parte del ejército cruza el río y se dirige a la retaguardia rusa mientras otra (Menard) se ocupa de una fuerza rusa destacada (Durasov). El resultado es que Korsakov es rodeado, pero los rusos se niegan a rendirse y se abren paso, pero a costa de abandonar sus cañones, muchos heridos y sufrir más bajas (unas 7000 bajas y 6000 prisioneros). Además los austriacos también serían derrotados en su sector y huirían. Por su parte Suvorov chocó con las fuerzas francesas que le bloqueaban el camino pero al enterarse de la derrota de Korsakov dio media vuelta.
Las posteriores recriminaciones mutuas entre austriacos y rusos consiguieron exasperar a éstos últimos y que se retiraran de la coalición. La ofensiva destinada a acabar con la República se paraliza, Francia se ha salvado.
Mapa de la 2ª batalla de Zürich (revista Vae Victis).
1800, Italia
Aunque gracias a Masséna se sorteó una delicada situación, eso no impidió a Napoleón Bonaparte aprovechar la turbulencias para hacerse con el poder en Francia como Primer Cónsul. Masséna recibe la orden de hacerse cargo del destrozado Armée d´Italie y aguantar a los austriacos hasta que Napoleón pueda acudir con un nuevo ejército. Sus 36000 hombres tenían que hacer frente a una fuerza muy superior al mando de Melas y encima la situación estratégica le impide tener todo su ejército concentrado.
La superioridad numérica austriaca se impone y Masséna queda encerrado en Génova con la mitad de su ejército. A continuación va a seguir un épico sitio (21 abril – 4 junio) donde Masséna va a demostrar su capacidad para multiplicarse y estar en todas las partes: los ataques austriacos son rechazados y éstos se resignan al bloqueo. Masséna apenas cuenta con provisiones para sus tropas y los numerosos civiles. Por su parte la flota británica corta cualquier posibilidad de suministros y se dedica a bombardear la ciudad. Masséna sabe que cada día cuenta y Bonaparte viene de camino. Finalmente, tras varios intentos infructuosos de salir del sitio, con la ciudad en estado de rebelión por la falta de pan y sin tener noticias de refuerzos, Masséna negocia la rendición en unos términos honorables, ya que se les permite a los franceses marchar con armas y bagages de vuelta a Franciaix.
De todas formas Masséna había cumplido con su misión de retener la atención austriaca el tiempo suficiente para que Napoleón pudiera ejecutar su plan. Tras Marengo vuelve a ejercer brevemente el mando del reconstruido Armée d´Italie, pero Napoleón lo sustituye por Brune. Tal vez la decisión se debiera al temor a la rapacidad de Masséna, aunque es más probable que mientras Napoleón preparaba su consolidación como emperador quisiera tener alejado a uno de sus posibles rivales.
Izqda: Masséna recibe la 1ª oferta de rendir Génova a lo que contestó que preferiría ser enterrado bajo las ruinas de la ciudad.
Dcha: Capitulación de Genova (por Myrbach). Tras seis semanas de asedio, Masséna acepta entregar Génova a cambio de la salida francesa bajo condiciones “honorables”.
Mariscal del Imperio
El paso al Imperio
Masséna es uno de los generales superiores que no ve con demasiado entusiasmo el golpe “monárquico” de Napoleón. Sin embargo lo acepta y acude a su coronación, el 2 de diciembre de 1804. Está entre los 60 generales “senior” que acuden a la ceremonia y supuestamente deben presenciarla de pie apretados en una nave. Masséna vuelve a demostrar su capacidad de liderazgo agarrando a un clérigo, echándole a un lado y quitándole el sitio; sus compañeros siguen con prontitud su ejemplo, “conquistando” una mejor posición.
En cualquier caso cuando se hace pública la lista de los mariscales del nuevo Imperio, es uno de ellos. Cuando le felicitan, responde secamente “uno de catorce”x. Sin embargo no es seleccionado para liderar ninguno de los cuerpos de ejército del nuevo Grande Armée.
Masséna como Mariscal del Imperio, por Louis Hersent.
1805, Italia
Una nueva oportunidad se le presenta en 1805. Estalla la Guerra de la Tercera Coalición y en los planes de Napoleón figura que el Armée d´Italie con algo más de 50.000 hombres contenga a los 90.000 austriacos del archiduque Carlos, mientras el propio Napoleón da el golpe decisivo en Alemania. El comandante nominal en Italia era el hijastro de Napoleon, Eugene de Beauharnais (virrey de Italia); mientras el mando efectivo lo ejercía el mariscal Jourdan. Napoleon no ve claro que Jourdan esté a la altura del reto y ciertamente hay un especialista en éstas situaciones “a mano”, por tanto Masséna es enviado a relevar a Jourdan antes de que estallen las hostilidades.
Al comenzar los combates Masséna tiene concentrados 40000 hombres frente a los 60000 que tiene Carlos inmediatamente a mano. Tras un periodo de calma en el que incluso hubo un armisticio entre los dos ejércitos de la zona para no atacarse, Masséna pasa al ataque el 18 de octubre: tras realizar varias fintas a las fuerzas austriacas para confundirlas, sus fuerzas conquistan Verona con lo que la línea defensiva francesa en el río Adigio queda reforzada y daba a Masséna una posición avanzada desde la que atacar a los austriacos si surgía la oportunidad.
Días mas tarde llega la noticia de la victoria de Napoleon en Ulm. La situación es clara para ambos comandantes: Carlos debe marcharse con su ejército a defender Austria y Masséna debe entorpecerle. El 29 de octubre Masséna se lanza al ataque, causando importantes bajas a una división austriaca pero el 30 es contraatacado en la batalla de Caldiero por Carlos: las bajas son fuertes en ambos bandos y el resultado es indecisivoxi. Las fuerzas de Masséna han sido desordenadas pero no derrotadas y Carlos no se atreve a proseguir la batalla el día siguiente y opta por iniciar la retirada, siendo perseguido poco después por Masséna
Masséna persigue de cerca a Carlos, luchándose varias acciones de retaguardia. Finalmente Masséna establece contacto con el Grande Armée y su fuerza es renombrada como el 8º Cuerpo. Por su parte Carlos se ve incapaz de recuperar Viena o participar en la batalla de Austerlitz.
El archiduque Carlos, en la batalla de Caldiero (fuente: Wikimedia)
1806, Nápoles
De vuelta a Italia, se le encarga asistir al hermano de Napoleón, José Bonaparte, en la conquista del trono de Nápoles. Al mando del Armée de Naples, toma Capua (12 de febrero) y pone sitio a Gaeta (26, febrero – 19, julio) con 18000 hombres, la cual ofrecerá una heroica resistencia.
También tiene que hacer frente a una insurrección popular en Calabria que reprime con gran dureza (por ejemplo en la masacre de Lauria). Para el 5 de agosto ha aplastado a los rebeldes en un combate en el área de Galdo, aunque los rescoldos de la insurrección se mantienen hasta noviembre.
Durante su estancia en Nápoles, Masséna sufrió una de las “derrotas” más dolorosas de su carrera. Su posición le permitía sacar una buena tajada vendiendo licencias para comerciar con las potencias alidadas. Había acumulado 3 millones de francos en una cuenta secreta en un banco de Livorno, pero Napoleón al tener conocimiento ordenó que se confiscaran. Masséna monta en colera: “he sido un soldado por 5 sousxii al día, pero el emperador nos ha dado una posición y el título de Mariscal, y tenemos que mantenerla”.
1807, Polonia
En febrero de 1807 tras abandonar Nápoles se hace cargo del 5º cuerpo del Grande Armée, sustituyendo a un enfermo Lannes. Para malestar de Masséna se encontró con que su misión era secundaria: proteger Varsovia, vigilar la izquierda enemiga y proteger las comunicaciones de posibles incursiones cosacas. Mantiene algunos combates con los rusos pero de escasa relevancia.
Durante su estancia en Polonia, se resiente su salud y tras la victoria francesa pide volver a Francia. Como consuelo por su escasa participación, recibe propiedades en Polonia, al igual que sus colegas de campaña.
Izqda: ayudante de campo de Masséna (por Knötel).
Dcha: “forrajeador” francés (por Knötel); se esperaba de los soldados franceses que “vivieran del terreno”.
1809, Danubio
En 1809 Masséna (ya duque de Rívoli) parte para hacerse cargo de un nuevo mando, el 4º Cuerpo del Armée d´Allemagne. Previamente ha perdido un ojo a manos del propio Napoleón en un accidente de cazaxiii.
Las fuerzas de Napoleón se encuentran demasiado dispersas para afrontar convenientemente el ataque austriaco en Baviera. Napoleón urge a Masséna para que fuerce la marcha de su propio cuerpo y el vecino cuerpo de Oudinot. Masséna avanza a marchas forzadas pero no llega a tiempo de caer sobre la retaguardia austriaca en Landshut (21 de abril) como era la intención de Napoleón y éstos pueden escapar antes de que se cierre la trampa.
Unido ya con Napoleón, se dirigen al rescate del mariscal Davout en Eggmühl (22 de abril) donde tras una feroz resistencia los austriacos son vencidos. A continuación participa en la persecución del ejército austriaco, alcanzando al cuerpo austriaco de Hiller y derrotándolo en la batalla de Ebersberg (3 de mayo) pero a costa de numerosas bajasxiv. En realidad Masséna no debería haber dado batalla tan a fondo en ésta ocasión ya que había otras fuerzas francesas en posición para intertar flanquear a Hiller.
Asalto a la ciudad de Ebersberg: la infantería francesa que ha perseguido a las avanzadillas enemigas a través del puente, se enfrenta a la caballería austriaca.
Si Ebersberg fue un error de juicio de Masséna, Aspern-Essling (21-22 de mayo) lo sería mucho mayor y por parte del propio Napoleón. Tras tomar una abandonada Viena, Napoleón tenía prisa por derrotar al ejército austriaco del archiduque Carlos y poner fin a la guerra. Pensando que Carlos se había alejado, Napoleón ordenó a sus tropas cruzar el Danubio por la zona de la isla de Lobau. Cuando habían pasado unos 23000 franceses a las ordenes de Masséna, Lannes y Bessieres, fueron atacados por el grueso de los 95000 austriacos de Carlos; para colmo los puentes franceses no paraban de romperse debido a la corriente del río y a que los austriacos lanzaban troncos desde río arriba. Por tanto los franceses no podían retirarse y sólo pudieron recibir 8000 refuerzos durante los combates del primer día de lucha.
Masséna se ocupó de defender el flanco izquierdo, cuyo punto fuerte era el pueblo de Aspern. Recibió el ataque de 3 cuerpos austriacos, aunque afortunadamente mal coordinados. La lucha se produjo durante la tarde del 21: Masséna presentó una resistencia obstinada, fue expulsado de Aspern pero contraatacó y para la noche se había hecho otra vez con parte del pueblo.
Mapa de la batalla de Aspern-Essling (fuente: web Napoleon, His Army and Enemies.)
Durante la noche se restableció la comunicación y Napoleón decidió de nuevo jugarsela, haciendo pasar a más tropas en vez de retirar las del otro lado del río. En la mañana del 22 Masséna recupera todo Aspern sin que los austriacos se resistan. Su misión para ese día es defender el flanco francés mientras Napoleón ataca por el centro. Anclado en Aspern, Masséna rechazará a lo largo de la mañana los ataques de 2 cuerpos austriacos. Finalmente, fracasados sus planes, Napoleón decide retirarse, mientras va aumentando la presión austriaca, que toman finalmente Aspern aunque no pueden proseguir más allá e impedir la retirada francesa.
Masséna sería el último en pasar a la isla de Lobau. Por su labor en ésta batalla, recibiría el título de Príncipe de Essling (en 1810).
Batalla de Aspern, por Keith Rocco. La lucha fue una de las más sangrientas de las Guerras Napoleónicas, sufriendo ambos bandos en torno a 23000 bajas cada uno.
El siguiente intento de pasar el río, iba a estar mucho mejor planificado. Los propios Napoleon y Masséna (al mando de las fuerzas en la isla de Lobau) hicieron un reconocimiento a fondo de la zona. En la batalla de Wagram (5-6 de julio) el de Masséna fue uno de los 3 primeros cuerpos en desplegarse. Arrebató el pueblo de Gross-Enzersdorf a la vanguardia austriaca, asegurando la cabeza de puente francesa. A continuación siguió avanzando (pasando a través del antiguo campo de batalla de Aspern-Essling) hasta ocupar su puesto protegiendo el flanco izquierdo francés (y su retaguardia), quedando el peso de ejecutar el ataque en el centro y derecha franceses.
Mapa del 2º día de la batalla de Wagram (fuente: web Napoleon, His Army and Enemies).
Para el segundo día de batalla el plan del archiduque Carlos era precisamente derrotar a Masséna para poder situarse en la retaguardia de Napoleón y aniquilarlo. Masséna estaba ocupado ayudando al centro francés a retomar una posición, cuando el ataque de flanco austriaco cae sobre sus fuerzas haciéndolas retroceder y tomando Aspern. Nuevamente los cuerpos austriacos no llegan coordinados y Masséna puede reformar su línea. Napoleón le manda refuerzos de caballería y artillería: la caballería francesa frena en seco a los austriacos y se monta una gran batería con 112 cañones para cubrir la nueva posición con la que se “machaca” a uno de los cuerpos austriacos (Kollowrat), haciéndole retroceder. El gran ataque de flanco austriaco ha fracasado.
Salvada la situación se dirige con su cuerpo contra el austriaco de Klenau que ocupa Aspern, mientras que MacDonald se ocupa del resto de la derecha austriaca, aunque la batalla se acabará decidiendo en el flanco derecho francés (al mando de Davout). Durante toda la batalla, Masséna tiene que dirigir a sus tropas desde su carruaje ya que una caída del caballo le impide montar.
Masséna dirigiendo a sus tropas en Wagram desde su carruaje, junto a su Estado Mayor.
Tras la sangrienta victoria de Wagram, la persecución francesa choca con los austriacos en Znaim (10-11 de julio). Masséna acude junto con Napoleón en ayuda del presionado Marmont que iba en vanguardia. Las ordenes de Masséna para el 2º día son entretener a los austriacos mientras llegan más refuerzos. Realiza un ataque al flanco austriaco apoderándose de un puente al sur de Znaim, para luego dirigirse contra la ciudad. La lucha no se reanuda al día siguiente ya que se firma un armisticio que anuncia el fin de la guerra.
Tras esta campaña en la que ha jugado uno de los papeles más destacados, Masséna decide que ya ha acumulado suficiente gloria, está enfermo y es hora de centrarse en sus dos otras pasiones: el dinero y las mujeres.
1810-11, Portugal
En 1810 Napoleón tenía previsto librarse por fin de la espina que suponía la presencia del ejército británico en la Península Ibérica. Quedaba el problema de quien mandaría el nuevo Armée d´Portugal ya que las rivalidades atenazaban a los comandantes franceses en España. Masséna parecía el candidato ideal, no sólo por su probado talento militar sino porque era en general respetado por el resto de mariscalesxv y algunos de los más conflictivos como Ney y Soult ya habían servido a su mando.
La noticia de su nombramiento es recibida con júbilo por la mayoría de los oficiales franceses y con honda preocupación por Wellington, que advierte a sus subordinados que ahora están ante un rival de gran categoría. Sin embargo la llegada de Masséna a su puesto supone un anticlimax: a sus 52 años parece un hombre de más de 60; nada más llegar advierte a sus oficiales que está en España en contra de su voluntad y que es un hombre enfermo; encima se trae a su amante (la esposa de un capitán de dragones) de la que casi no se separa. Ney pasa rapidamente del júbilo al resquemor por la falta de energía de Masséna, y empieza a solicitar ordenes repetidamente de forma cada vez más irrespetuosa, que son ignoradas (tanto en fondo como en forma) por éste último.
Masséna dispone de algo más de 65000xvi hombres para afrontar su campaña divididos en 3 cuerpos (Ney, Reyner y Junot) y una reserva de caballería (Montbrun). En teoría debe poder contar con ayudas puntuales de otras fuerzas francesas que están ocupadas con los españoles. Wellington cuenta con 30000 británicos y unos 32000 portugueses.
Batalla de Bussaco. Las columnas francesas ascienden la sierra y son rechazadas por las líneas de infantería británica. Sólo unos pocos batallones franceses consiguieron coronar la sierra y fueron rechazados fácilmente por las reservas.
Siguiendo el plan trazado por Napoleón el primer paso de Masséna es tomar las fortalezas fronterizas que defienden la ruta norte que desde Salamanca se interna en Portugal. El primer paso es asediar la fortaleza fronteriza española de Ciudad Rodrigo (6, junio – 10, julio) defendida tenazmente por el general Herrasti La siguiente era la fortaleza fronteriza portuguesa de Almeida (25, julio – 27, agosto) que se esperaba que resistiera varios meses pero una tremenda explosión accidental en el almacén de municiones hizo volar por los aires parte de la fortaleza.
Hasta el 14 de septiembre Masséna no sigue adelante ya que quiere acumular suministros y todavía le faltaba uno de sus cuerpos de ejército. Desgraciadamente para los franceses su desconocimiento del terreno les hace elegir la ruta más difícil de las posibles, además de tener que hacer frente a hostigamientos de las milicias portuguesas y encontrarse con que los portugueses han abandonado los pueblos de la zona llevándose toda la comida con ellos.
Finalmente Wellington con unos 50000 hombres decide presentar batalla en Bussaco (27 de septiembre) adoptando una fuerte posición defensiva en una sierra montañosa. El plan de Masséna era atacar el flanco derecho francés e ir progresivamente demoliendo su posición. Sin embargo un deficiente reconocimiento de la posición unida a la costumbre de Wellington de ocultar sus tropas aprovechando los desniveles del terreno, provocó que el ataque inicial (de Reyner) fuera contra el centro inglés. La posición era demasiado fuerte y los ataques fueron rechazados sin excesivos problemas. Un poco tarde, la caballería francesa descubrió un camino que flanqueaba la posición inglesa pero Wellington se pudo retirar sin problemas.
Izqda: mapa de la batalla de Bussaco (fuente: www.historyofwar.com). El ataque inicial del cuerpo de Reyner (Heudelet y Merle) se dirigió contra lo que se creía el flanco derecho británico. A continuación vino el ataque de Ney (Marchand y Loison) que supuestamente debía haberse producido cuando el de Reyner hubiera progresado. Los franceses tuvieron 4500 bajas por unas 1250 de los anglo-portugueses
La persecución francesa se vio retrasada ya que perdieron un par de días en saquear la indefensa ciudad de Coimbra. El 11 de octubre las avanzadillas de caballería francesa avistaron las líneas de Torres Vedras. Masséna se llevó a una sorpresa ya que no se le había informado de que Wellington hubiera construido unas líneas defensivas de tal magnitud para defender la aproximación a Lisboa. Incluso el normalmente agresivo e impulsivo Ney, concedió que no podían ser asaltadas. Masséna permaneció frente a las líneas hasta el 14 de noviembre, acumulando bajas por enfermedad de hasta 11000 hombres.
A continuación se retiró a invernar en Santarem esperando suministros, refuerzos o que Wellington se atreviera a salir de las líneas. Para sorpresa de Wellingtonxvii, Masséna consiguió aguantar sin casi recursos hasta el 4 de marzo: los refuerzos prometidos no llegaban y las líneas de comunicaciones eran constantemente arrasadas por la milicia portuguesa. La retirada de los ahora 44000 franceses se hizo por la misma penosa ruta de la ida ya que Masséna temía que tomando otra ruta sería vulnerable a un ataque británico. Ney quedó al mando de la retaguardia, ocupando posición ventajosa tras posición ventajosa que Wellington no se atrevía a atacar a fondo.
Estando ya cerca de llegar a la base de Almeida de repente a Masséna se le ocurre la idea de desviarse hacia el sur y marchar hacia el Tajo desde donde intentar una nueva compaña de invasión. Los generales liderados por Ney se indignan, el ejército está exhausto, muerto de hambre y sin equipamientos y Masséna quiere prolongar la marcha por un territorio desolado, ¡no está en sus cabales!. Masséna expulsa a Ney pero al poco de iniciar la marcha se ve obligado a rectificar y hacer una contramarcha para volver al norte hacia Ciudad Rodrigo y después establecerse en Salamanca.
En total se han perdido 25000 hombres durante toda la penosa expedición. Napoleón ve claro que ya no puede seguir contando con Masséna Pero mientras llega Marmont para relevarle, Masséna quiere hacer un último intento. Wellington bloquea la plaza de Almeida y Masséna quiere salvarla y también si es posible su reputación.
Con la llegada del pequeño cuerpo de d´Erlon y tras un pequeño descanso, su ejército cuenta con unas 46500 hombres y espera refuerzos del vecino mariscal Bessieres que opera en el norte de Españaxviii Wellington le espera en la batalla de Fuentes de Oñoro (3-5 de mayo) donde nuevamente ocupa una buena posición y mantiene sus fuerzas ocultas. El ataque del primer día consistió en el intento de tomar el pueblo de Fuentes de Oñoro por una división francesa, rechazado por la llegada de refuerzos ingleses. El día 4 los franceses se tomaron más calma para reconocer las posiciones inglesas y consiguieron hacerse una buena idea, reordenando durante la noche Masséna el ejército. El día 5 el grueso francés lanza un ataque al flanco derecho británico que pilla por sorpresa a Wellington. La situación es apurada para los ingleses y una división británica está cerca de ser aniquilada por la caballería francesa. Wellington consigue in extremis recomponer su línea y parar el ataque de flanco, pero Masséna le ha dado un buen sustoxix.
Masséna renuncia a salvar la bloqueada Almeida y ordena su abandono, mientras se retira para ser sustituido. Antes de abandonar Salamanca para Francia y fiel a su estilo retira 75000 francos del cofre del ejército “en concepto de honorarios”.
Izqda: Mapa de la batalla de Fuentes de Oñoro en la Encyclopaedia of the French Revolutionary and Napoleonic Wars (fuente: Wikimedia).
Dcha: Dragón de la caballería francesa (por Knötel). Los dragones de Montbrun causaron muchas de las bajas de la infantería inglesa durante la batalla.
Epílogo
Napoleón recibe en Francia a Masséna diciéndole que ya no era el Masséna que conocía. Era cierto, pero no deja de ser culpa del Emperador no haberse dado cuenta antes. Más tarde Napoleón describiría a Masséna de la siguiente forma:
Era de constitución fuerte, infatigable, noche y día a caballo entre las rocas y en las montañas; esta era la clase de guerra que él entendía especialmente. Era decidido, bravo, intrépido, lleno de ambición y de amor propio. Su carácter distintivo era la tenacidad; jamás desmayaba. Masséna descuidaba la disciplina, cuidaba mal la administración, y por esta razón era poco amado el soldado. Su conversación era poco interesante, pero al primer tiro de cañón, en medio de las balas y de los peligros, sus pensamientos adquirían fuerza y claridad. Era batido, volvía a empezar como si hubiese sido vencedor. Masséna era un hombre de un talento superior a Lannes. No obstante daba malísimas disposiciones antes de una batalla; y no empezaba a obrar con aquel juicio que debía mostrar antes sino hasta que los hombres caían por todas partes. En medio de los muertos y de los agonizantes, del hielo y de las balas, que arrasaban todo alrededor de él, era siempre el mismo, dando sus órdenes con la mayor sangre fría, y con el mayor discernimiento. Se decía con razón que no empezaba a obrar con destreza, sino cuando la suerte de una batalla se declaraba contra él. Sin embargo era un gran pillo; siempre iba a medias con los proveedores y con los comisarios del Ejército.... Hubiera sido un gran hombre, si sus cualidades brillantes no hubiesen sido obscurecidas por el vergonzoso vicio de la avaricia.... (wikisource)
Haciendo caso a Napoleón nos encontramos que una vez enfermo y perdido su antiguo vigor, Masséna no era capaz de compensar durante el combate su descuidada planificación inicial.
Izqda: Masséna, por Fontaine.
Dcha: Blasón nobiliario de Masséna, duc de Rivoli y prince d´Essling (fuente: wikimedia).
Masséna se retira un tiempo a su finca a descansar. En abril de 1813 acepta el mando de la división militar de Tolón, un puesto básicamente administrativo que no le exige esfuerzo. En la restauración de los Borbones en 1814, acepta a Luis XVIII y se le permite continuar en su puesto.
Su reacción al desembarco de Napoleón cuando éste rompe su exilio en 1815 es ambigua. No apoya a Napoleón pero tampoco toma ninguna medida enérgica para oponerse a él (se limita a mandar algo de munición y un batallón de la Guardia Nacional a las fuerzas realistas). Cuando Napoleón se hace con el poder, le felicita pero alega su mala salud para no participar en la campaña subsiguiente.
Tras la definitiva abdicación de Napoleón asume el mando de la Guardia Nacional en París por unos días mientras se produce la transición a los Borbones. Trató de esquivar sin éxito ser jurado en el juicio por traición contra el mariscal Ney (cabeza de turco de aquellos que se habían pasado al bando de Napoleón), aunque al final el jurado se declaró incompetente y le pasó la “patata caliente” (de condenar a Ney) a la Cámara de los Pares.
El 1 de enero de 1816 pierde su puesto y se retira a París donde muere de enfermedad el 4 de abril de 1817, dejando una fortuna estimada en 40 millones de francos.
Autor: Flavius Stilicho
Massena, Davout y Suchet eran los maestros, capaces de misiones independientes. También, en menor medida, lo eran St. Cyr, Soult y -por un tiempo- Macdonald. Lannes, de haber vivido, podría figurar entre lo mejor. El resto eran proyectiles humanos que necesitaban de la puntería e impulso del Emperador. Su servicio fue duro. Sus nombres perduran. (J. Elting)
Fuentes
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A.G. MacDonnell: Napoleon and his Marshalls.
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Gregory Fremont-Barnes (ed): The Encyclopaedia of the French Revolutionary and Napoleonic Wars.
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Gunther Rothenberg: The Napoleonic Wars.
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David Gates: La Úlcera Española.
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Wikipedia: André Masséna (y artículos relacionados).
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J.B. Lippincott: Napoleon and the Marshalls of the Empire (google books)
Notas
iPor aquel entonces Niza, pertenecía al Reino de Cerdeña.
iiUna purga en 1793 de oficiales del antiguo ejército real permitió a muchos prometedores oficiales dar un gran salto.
iiiDivisiones Charlet y Laharpe, unidas a una brigada en reserva; en total unos 13200 soldados.
ivPor parte francesa participaron unos 25000 hombres sobre un total de 40000 y por parte austriaca unos 18000 sobre un total de 53000.
vFontaniva (parte de la 2ª batalla de Bassano) y Caldiero son derrotas francesas ya que los ataques de Massena a pesar de su intensidad son rechazados
viEn justicia le hubiera correspondido el de duque de Zürich, pero Napoleón era reacio a conceder títulos por batallas en las que no había tenido nada que ver si podía evitarlo.
viiDesde Viena pretendían que la invasión de Francia quedara en manos austriacas y relegar a los rusos a un papel de apoyo.
viiiLos generales de brigada y división son de gran calidad y Masséna tiene entre otros a sus ordenes a Oudinot, Soult Mortier, Suchet, Vandamme, Ney, Lecourbe, d´Erlon, Gazan, Loison... que en el futuro serán mariscales o comandantes de cuerpo.
ixSi hubiera aguantado un poco más, hubiera visto como se levantaba el asedio. Ott al mando del bloqueo había recibido ordenes de abandonarlo y reunirse con Melas, pero sintiendo el final cerca decidió esperar unos pocos días
xEn realidad 18, pero 4 de ellos eran honoríficos y estaban fuera de la lista activa.
xiAlgunos la consideran una victoria austriaca y otros una victoria francesa. Lo cierto es que ningún bando consiguió sus objetivos. Los franceses pierden 3700 hombres y los austriacos unos 4200.
xiiUn sou es una pieza de 5 céntimos.
xiiiNapoleón obligó a Berthier a asumir las culpas y un prudente Masséna aceptó la transferencia de culpa. En cualquier caso, nunca se había llevado muy bien con Berthier.
xivLos austriacos reconocieron unos 5000 bajas sobre 22000 hombres y probablemente ascenderían en realidad a 7000-8000 (incluidos varios miles de prisioneros). Masséna reconoció sólo 2880 sobre también unos 22000 soldados, pero esa cifra parece incluso más falseada de lo que era lo normal en el ejército francés, las estimaciones son muy variadas (desde unos 3700 hasta unos exagerados 12000).
xvSalvo Berthier y Bessieres.
xviWellington era de la opinión que cualquier ejército inferior a 100.000 hombres no podría expulsarle de Portugal. De hecho en agosto de 1810 las fuerzas francesas en España sumaban 340.000 hombres, lo que nos deja casi 175000 hombres ocupados con los españoles.
xviiWellington declaró que él no hubiera sido capaz de mantener ni una división en la situación en que se encontraba Masséna, mucho menos un ejército completo.
xviiiBessieres cuenta con 70000 hombres para luchar contra 16000 regulares españoles y las guerrillas que hay desde Asturias a Navarra, por lo que decide que “no puede prescindir de tropas” y acude personalmente pero sólo con 1600 jinetes de refuerzo a Masséna Aun así hubo un momento decisivo en que se solicitó que los 800 jinetes de la Guardia Imperial al mando de Lepic apoyaran un ataque contra una tambaleante división inglesa; Lepic se negó a intervenir sin ordenes de su jefe, Bessieres, al que nadie conseguía localizar.
xixWellington pierde algo más de 1500 hombres y Massena unos 2200.
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Muy buenos artículos sobre la era napoleónica Flavius ¡felicidades! Creeme que sigo mucho estos hilos. Saludos cordiales.
¡Buen trabajo Flavius!, me hacía la idea de que la mayor parte de los mariscales franceses eran simples conductores de tropas, en espera de que napoleón dictase la estrategia a seguir., pero veo que algunos que tenían iniciativa propia.
También me gustaría felicitarte públicamente por la serie de trabajos que estás exponiendo y que son de gran interés y amenos en el relato, con lo que el foro Mundo Historia se enriquece con ello.
Un abrazo
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Agradezco tu interés, voltigero. Es un tema que me interesa bastante y espero ir añadiendo cosas de cuando en cuando.
Saludos.